Sentía como si me estuvieran clavando un puñal en el pecho, mi corazón roto terminó por quebrarse un poco más en el momento que miré a Jesse llorar, no, no podía aceptarlo como si nada hubiera pasado y creía que lo mejor en ese momento era ponerme a mí como prioridad.— Pero te encuentras embarazada de mi bebé, no me puedes hacer a un lado como si no existiera y lo sabes; mi papá también se va a entusiasmar al saber que va a ser abuelo.— Una cosa es que no quiera tener una relación amorosa contigo y otra muy diferente es nuestro bebé, ese derecho no pienso quitártelo porque sería un error de mi parte. Lo más recomendable es que llevemos un trato de amistad ya que hay un vínculo que nos une y que no es algo que se pueda romper, necesito llevar mi embarazo en completa paz y por eso voy a tratar de no pelear contigo si tú no me provocas.— ¿Y en serio crees que eso va a funcionar? Por favor Alexa, te conozco mucho más sin ropa que con ella, la mejor prueba es ese bebé que cargas dentro
Seguí llorando al escucharlo y cuando menos lo espere recibí un beso, me sorprendí pero no lo alejé sino que más bien lo acerqué a mí y mis brazos lo recibieron con total aprobación. Él puso una rodilla en la camilla y se apoyó con sus manos a los lados.— Te quiero Alexa — él besó mi frente — espera un momento que tengo algo para ti, no te lo había dado porque la ocasión aún no se presentaba.Él me dió una caja y al abrirla miré una pulsera de oro puro que traía varios colgantes, todos ellos con temática de cocina.— Te lo iba a dar el día de tu graduación pero por motivos evidentes no se pudo, decidí guardarlo para cuando te encontrará y pues ahí está.— Bonita manera de evadir las cosas — lo miré con reproche y él apartó su rostro — ayúdame a ponerla, quiero usarla en agradecimiento por tener este gesto y porque la pulsera no tiene culpa alguna de lo que pasó entre nosotros.Jesse me ayudó con la pulsera y una vez que la puso sonreí al verla tan linda, movía los utensilios de cocin
Sonreí al escuchar a Jesse casi suplicar por una oportunidad, no quería hacerlo sentir mal así que tomé su mano con afecto.— Escucha Jesse, quizás tenemos un vínculo que no se puede romper de ninguna forma, pero tienes que saber que no estamos en el siglo pasado en donde las mujeres tenían que casarse con alguien solo porque estaban embarazadas. Estoy respetando el derecho de que eres el padre de nuestra hija, sin embargo en mi caso soy harina de otro costal y tienes que ser consciente de ello, puedes hacer tu vida como más te venga en gana y yo también.— Pero Alexa, casarme contigo no es un castigo sino algo que te dije cuando era un niño, sabías bien que ese collar te lo hice con la promesa de que algún día me casaría contigo y ahora más que nunca es que quiero esperarte al final del altar.— Jesse, pasaron muchas cosas y quizás si las cosas se hubieran desarrollado de otra forma pues probablemente estaría encantada de casarme contigo — me solté de sus manos — pero ahora aunque tú
Por un motivo que desconocía me puse tan roja de la rabia que Jesse se asustó al pensar que la presión se me había subido, mis ojos se volvieron a aguar y en esta ocasión lloré muy fuerte.— ¡No, no, no! No quiero que llores — Jesse intentó limpiarme pero lo mordí en la mano — ouch, eso dolió mucho Alexa. No te pongas así que todo se puede resolver hablando.— Me dijiste eso porque no quieres que engordé, di que tienes gordofobia y vete de aquí — mis manos limpiaban mi rostro — te detesto Jesse Lennox, te recuerdo que por tu culpa voy a verme como un balón de fútbol, andale dime algo si sé bien que te mueres por decirme alguna estupidez, ¿Por qué no fue gastritis o colitis lo que me dió?Mi llanto se detuvo en el momento que Jesse me besó, abrí mis ojos bien grandes y él solamente me cargó sin ninguna dificultad mientras mis piernas se anudaban a su cintura.— Escucha, no me importa si engordas o no porque te amé cuando eras así y juré que me iba a casar contigo. Si me negué a complac
Al llegar al restaurante tuve que sacudir mi cabeza para quitarme la somnolencia que tenía, entré y justo en ese momento miré a mi supuesto jefe.— Llegas 15 minutos tarde — él me tomó del brazo — aquí no es un hotel al que puedas llegar cuando se te venga en gana, ponte a lavar todo lo que está sucio que ayer simplemente te fuiste antes de tu hora de salida solo porque te hiciste la enferma y el joven amo Harrison tuvo pena de ti.— Suéltame — lo empuje casi sin fuerzas — no me vengas a tratar de esa forma porque aunque seas supuestamente mi jefe no es legal que maltrates a ningún empleado, haré las cosas pero no a la patada porque ni siquiera a los animales se les trata de esa forma.— Te voy a tratar de la forma en que se me venga en gana, recuerda que el joven amo Lennox te dejo a mi cargo y me dijo que nadie más me podía decir nada.— Me siento mal — cerré los ojos — por favor suéltame y deja que descanse cinco minutos, voy a dejar todo limpio una vez que me sienta mejor.— En se
— Ahora te exijo que te disculpes por lo que dijiste, si no lo haces te advierto que te tienes que atener a la consecuencias. — En conclusión ustedes dos resolvieron el malentendido entre las sábanas, es la única forma que una ramera como la chef Harper puede tener un logro en este sitio e incluso en su vida, bien dicen que la manzana no cae lejos del árbol. Lo siguiente que miré fue a Jesse levantar en el aire al tipo este, se pasó llevando varias ollas y utensilios de cocina; su respiración era como la de un toro embravecido mientras sus fosas nasales se abrían y cerraban con fuerza. — Escucha — él lo tenía empotrado contra la pared — en este momento coges tus cosas y te largas de aquí, no pienso estar permitiendo esta clase de comportamientos en el restaurante de mi padre, si te atreves a hacer cualquier cosa en contra de Alexa ten por seguro que el diablo va a ser un dulce angelito en comparación conmigo. Jesse lanzó al piso a este sujeto sin ninguna dificultad, él se levantó t
Los cuatro salimos de la oficina del señor Lennox y miramos a todos los empleados con diversas reacciones, unos simplemente apartaban la vista y los otros mordían sus labios para evitar reír.— Señores, gracias por haber venido y les ofrezco disculpas por lo sucedido minutos atrás pero no sabíamos de su presencia.Entre la multitud miré a Alex, en ese momento fui a saludarlo y le di un fuerte abrazo. Jesse al ver esto se puso enfadado y lo pude ver ya que mi antiguo compañero me sujetó de la cintura y me dió una vuelta completa, si este hombre fuera una tetera definitivamente estaría en punto de ebullición.— Son todos bienvenidos, la sous-chef Michelle los va a guiar en sus obligaciones — Jesse me miró fijamente — chef Harris puede ser tan amable de venir a mi oficina, también el chef Alex ya que necesito hablar con ambos.Nosotros no tuvimos más opción que ir a la oficina del señor Lennox y fue ahí donde miré que los ojos de Jesse se volvían completamente oscuros.— Pero mi madre —
Por un demonio, ¿Por qué Jesse tenía que estar más bueno que el pan? No podía comprender cómo es que un niño tan adorable se había convertido en el sex appeal más grande que he conocido, lo prefería con aquellos ojitos inocentes que me miraban con dulzura.— ¿Has terminado de deleitar tu vista? — él se agachó y me miró con una sonrisa burlona — porque no tengo problemas de mostrarte un poco más que mi pecho y mis brazos, soy todito tuyo.— ¿Yo para qué quiero esa cochinada? — aparté mis ojos mientras hacía un mohín — más bien apresúrate que pareces tortuga de tanto que te demoras, como si uno no tuviera cosas que hacer.— Bien que está cochinada a como dices te entretiene la vista, ambos sabemos muy bien que me mirabas el pecho y los brazos — él se puso a reír con esa maldita voz ronca — vamos Alexa, que no te dé vergüenza admitirlo porque al final nos hemos visto algo más que el pecho y los brazos.— Si, te miraba el pecho porque lo tienes peludo, busca cómo depilarlo que cuando nues