El CEO hotelero más exitoso del país estaba analizando una nueva propuesta de negocios cuando su secretaria le transfirió una llamada de la Clínica Bienestar, extrañado atendió:
–Austin Kendall, al habla.
–Buenas tardes señor Kendall, le habla la doctora Brown.
–Sí, buenas tardes doctora, dígame que desea.
Al escuchar la noticia que le dio la doctora de pronto vio todo rojo, en voz alta y muy molesto, la amenazó con demandar a todas y cada una de las personas de la clínica, la doctora Brown le seguía hablando:
–Por favor señor Kendall, le ruego que se calme, trataremos de solucionarlo.
–¿Cómo espera solucionarlo?, ¿sabe la magnitud del error que cometieron?, ¿a quién rayos le dieron mi esperma?, no voy a dejar ni los cimientos de ese lugar.
–Déjeme hablar con la mujer que lo recibió, tal vez puedan llegar a un acuerdo.
–No quiero ningún acuerdo con nadie –tronó exasperado.
Apenas cerró la llamada con la doctora llamó a su mejor amigo y socio:
–Jared, ¿dónde estás?, necesito hablar contigo urgentemente.
–Acabo de salir de mi oficina, nos vemos en la tuya.
Pocos minutos después Jared entró a la oficina de Austin Kendall. Este caminaba de un lado a otro de su amplia y lujosa oficina, había aflojado su corbata y tenía un vaso en una mano y con la otra revolvía su cabello con desesperación.
–¿Qué te pasa Austin?, ¿qué es eso tan urgente que tienes que decirme?
–En la clínica cometieron un error y le implantaron mi esperma a una mujer desconocida.
–¡Carajos!, esperaba que me dijeras cualquier cosa, menos eso. ¿Y la mujer está embarazada?, ¿ya sabes quién es?
–La inseminación se la hicieron hace tres días, aún no se sabe si dio resultado o no. Y no sé quién es, pero seguramente será una solterona frígida y desesperada por no envejecer sola, por lo que, en vez de adoptar un gato, se encaprichó con un bebé.
–¿Qué harás?
–Me notificaron hoy y los amenacé con demandarlos, agregué que iba a destruir la clínica y no recuerdo que otras cosas más les dije, estaba…, estoy furioso.
–Debes obligarlos a decirte quién es la mujer, llegar a un acuerdo con ella para que te entregue al niño una vez nazca.
–¿Tú crees que una mujer cuya última esperanza es la inseminación artificial va a entregar a su bebé? Este error de la clínica me va a costar compartir a mi hijo, sin hablar de la fortuna que gastaré por el tiempo que dure el juicio de custodia. Además, ya había logrado que Lauren me permitiera buscar un vientre en alquiler para tener a mi heredero y ahora quién sabe lo que dirá.
–¿Todavía su majestad no quiere dañar su figura con un embarazo?
–Veo que tu aprecio por ella aumenta con el tiempo.
–No volveré a tener esa conversación contigo sobre tu novia, Austin. Ahora dime, ¿cuál es el siguiente paso?
–Mañana voy a esa clínica y saldré con respuestas, te lo aseguro.
***
Esa tarde Austin llegó a su casa buscando a su novia Lauren, aún se sentía irritado por la situación, pero debía notificárselo a ella de inmediato. La encontró, hermosa como siempre y pensando en sus cosas, porque no lo sintió llegar.
–Hola cariño, tengo que decirte algo delicado e imprevisto.
–Habla de una vez Austin, tanto misterio me incomoda.
–Me llamaron de la Clínica Bienestar para informarme que existe una alta probabilidad de que una mujer se haya embarazado de mi hijo.
–¿Qué?, ¡te volviste loco!, ¿por qué lo hiciste sin consultarme?, ¿quién es ella?
–Cálmate para poder contarte todo.
–¡Estoy calmada!
–No, estás exaltada y alzando la voz, así que respira profundo tranquilízate y escúchame, por favor –continuó– una mujer fue a la clínica a hacerse una inseminación artificial y por error le implantaron mis espermatozoides en lugar de la muestra que ella eligió.
–Tienes que demandar a esa solterona amargada y a la clínica. Tal vez fue a propósito, debe saber quién eres.
–No sé si es una solterona amargada, tampoco si lo hizo adrede.
–¿La conoces?, tienes un minuto para decirme quién es y desde cuándo la conoces.
–No la conozco, mañana iré a la clínica con mi abogado y luego veré qué hacer.
Lauren no volvió a pronunciar palabra, apenas lo miró el resto de la noche y durmió en otra habitación. Él no imaginaba qué pasaba por la mente de su novia, sin embargo, ya no había nada que se pudiera hacer, por lo pronto.
***
Lauren Clark era una modelo muy superficial cuyo don principal es poseer una increíble astucia para embaucar a hombres adinerados, desde hace un año se fijó en Austin Kendall en una gala benéfica, a la que asistió con su amante de turno, un hombre mayor al que dejó ese mismo día. Su belleza le abría muchas puertas y Austin no dudó en abrirle las de su gran mansión.
Se había retirado molesta luego de escuchar a su novio y desde un lugar apartado de la casa hizo una llamada telefónica.
–Hola preciosa, hablamos hace una hora, ¿ya me extrañabas?
–Inseminaron a una mujer con el semen de Austin, posiblemente tenga pronto a una mujer embarazada de su hijo –habló atropelladamente.
–¡Maldición!, ¿qué hacemos?
–Averiguar quién es e interrumpir ese embarazo. Si Austin logra un heredero nos quedaremos sin nada.
–Tú tienes más posibilidades de averiguarlo, sácale la información al idiota de tu novio lo más pronto posible.
***
A la mañana siguiente…
–¿Aló?
–Buenos días señor Kendall, soy la doctora Brown, ¿estaría dispuesto a reunirse conmigo y con la mujer a la que le fue implantada su muestra?
–¿Con qué objeto?
–Tal vez puedan llegar a un acuerdo.
–Le expresé claramente que no quería ningún acuerdo con nadie.
–Por favor, solo asista y haga sus planteamientos, juntos podríamos encontrar una solución a este grave problema. Mi paciente está dispuesta a escucharlo.
–¿Hora y lugar?
–Tengo una oficina en el centro, es un lugar neutro, fuera de la clínica, le enviaré la dirección, ¿le parece bien a las 10 de esta mañana?
–De acuerdo, iré con mi abogado, le agradezco que mantenga mi identidad en secreto.
Terminó la llamada y se comunicó con su amigo y abogado Neal Bomer, le explicó la situación y quedó en enviarle la dirección del lugar de encuentro. Cuando le avisó a su mejor amigo y socio Jared Kimball sobre la reunión, se autoinvitó de inmediato.
***
Ya en el lugar de la reunión, Austin escuchó la llegada del ascensor y cuando se fijó vio a cuatro hermosas y elegantes mujeres salir del cajón metálico, cada una de ellas era preciosa en su estilo, ninguna parecía una solterona desesperada que en vez de conseguir un gato se aferraba a la maternidad.
–“¿Cuál de esas bellezas será la futura madre de mi heredero?” –preguntó entre dientes para sí mismo.
–¿Estás pensando lo mismo que yo? –quiso saber su amigo Jared, hablándole en voz baja.
–Pues me encantaría descubrir que es la muñeca de cabello dorado y ojos grises porque me quedé prendado de su mirada –respondió susurrando.
–Buenos días señoritas y señores, pasen por aquí por favor.Saludó la recepcionista y los condujo hasta una sala de conferencias, en la cual tomaron asiento, Brooke Fanning y sus tres amigas frente a Austin Kendall y sus dos amigos, en la cabecera de la mesa se ubicó la doctora, fue ella quien tomó la palabra: –El motivo de esta reunión es para tratar el asunto del error que cometimos en el procedimiento de inseminación artificial para una de mis pacientes en el cual utilizamos la muestra G74 en lugar de la muestra 674 seleccionada previamente por ella, un error simple que en este caso arrastra terribles consecuencias. Tenemos políticas estrictas de confidencialidad, sin embargo, para esta ocasión ambas partes han aceptado encontrarse y así tratar de hallar una solución que se acomode a sus deseos. –Mi representada –intervino la abogada de Brooke–, acudió al procedimiento porque es una profesional exitosa, sin tiempo para relaciones, pero deseosa de
Brooke ya tenía el informe sobre Austin Kendall, Jared Kimball y Neal Bomer, el investigador de Alexa fue muy eficiente y en pocos días recibía en sus manos algo más de lo que se sabía públicamente. De pronto se puso ansiosa, esperaba no descubrir que el padre de su hijo poseía en su haber algún hecho escabroso.Prefirió salir de la oficina y se fue a su restaurante favorito, leería la información acompañada de una copa de vino, lo necesitaba para calmar la ansiedad. Apenas tomó asiento recibió una llamada de su amiga Alexa. –Hola Brooke, ¿ya leíste el informe? –Estoy poniéndome cómoda para hacerlo. –¿Cómo te sientes? –Abrumada realmente, me había preparado mentalmente para las incomodidades propias de la inseminación y para los malestares producto del embarazo, pero el error de la clínica me ha colocado en una situación donde conozco perfectamente cómo luce el padre de mi hijo, cualquiera de esos 3 hombres pudiera serlo, aunque verlo no
Austin había seguido a Brooke hasta la Clínica Bienestar y a medida que avanzaba iba pensando que debía ser ella la madre de su heredero, aunque aún no se cumplían las 4 semanas de plazo que había mencionado la doctora.Luego de irrumpir en el consultorio y lograr que le dijera el resultado de su examen, le solicitó que hablaran en privado, quería poner en marcha la idea que le había surgido mientras la seguía, no será fácil porque es tan testaruda como hermosa y tiene un carácter de mil demonios, pero ya encontraría la forma de convencerla.Brooke no quiso salir con Austin de la clínica, así que ocuparon una sala que les facilitó la doctora Brown. Entraron y la ginecóloga les informó que nadie los molestaría por un buen rato, le agradecieron y quedaron solos, enseguida Austin tomó la palabra. –Señorita Fanning, ninguno de nosotros planeó y mucho menos consideró que al venir a esta clínica con nuestros objetivos individuales, terminaríamos involucrados y con un hijo en com
Al llegar a su apartamento, Brooke se comunicó enseguida con su amiga y abogada Alexa.–Hola de nuevo amiga, cuéntame, ¿cómo te fue?–Estoy embarazada Ale, pero siéntate para contarte el resto.–¿Es un embarazo múltiple? ¿Cuántos son?–No es eso Ale, Austin Kendall me siguió hasta la clínica, me presionó un poco y le dije el resultado. Lo primero que hizo fue proponerme matrimonio, incluyendo un divorcio al nacer el niño y todo para conservar legalmente la custodia.–No es común, pero estuvo bien pensado.–No acepté su propuesta, pero le ofrecí compartir la custodia, le expliqué que no quiero desgastarme en tribunales, además, pienso que realmente el más afectado es Kendall. Yo voy a tener a mi hijo, solo que su padre no será un desconocido como yo pretendía, en cambio él tendrá un hijo con una mujer que no fue su elección, pero está dispuesto a todo ya que solo desea un heredero para su imperio hotelero. ¿Tú puedes ayudarme a redactar el documento que aplica en estos casos?–Sí Brook
Al terminar de comer, se levantaron para salir del lugar, pero de pronto Brooke se sintió un poco mareada, Austin la sostuvo del brazo y así pudo seguir caminando, aunque lentamente y con cuidado.–Te llevaré a tu casa porque debes recostarte, mi chofer llevará tu auto.–Te lo agradezco, de verdad no me siento en condiciones para manejar.Recibió las llaves de ella y la ayudó a sentarse a su lado en el automóvil, Brooke odiaba verse tan frágil delante de él, pero sentía que un sudor frío recorría su cuerpo por las náuseas.Él condujo con cuidado y al llegar al edificio de Brooke, se bajó, rodeó el automóvil y la ayudó a descender, “todo un caballero atento” –pensó ella.Apenas entraron, su nana Carmen se alarmó al verla tan pálida. –¿Qué le pasa a mi niña? –Se sintió mal apenas terminó de comer –le explicó Austin calmadamente. –Claro que le cayó mal la comida, come a deshora y en la calle, cuando yo siempre le cocino todo muy sano, que manía de anda
Austin prácticamente se escapó de lo que sintió al besar a Brooke, no estaba preparado para que su cuerpo reaccionara tan efusivamente al tenerla en sus brazos, se decía que debía respetar su relación con Lauren, él no era particularmente un conquistador y, aunque muchas mujeres se acercaban a seducirlo, nunca cedía.Pero no pudo o no quiso resistirse a probar los labios de la madre de su hijo, sin embargo, ahora le asustaba lo que le hizo sentir, no podía dejarse llevar por un arrebato, porque así lo consideraba, un arrebato que debía pasar al olvido de inmediato.Llamó a Jared para que se quedara a cargo de la oficina y se fue directamente a buscar a Lauren a la agencia de modelaje, al tiempo que mandaba a preparar su avión, se iría de viaje con su chica, eso necesitaba, un tiempo a solas con su novia para volver renovado y concentrarse en su empresa, el hecho de que iba a ser padre no tenía porque desviarlo de su ritmo de vida.*** –Lauren, Lauren… –¿Qué pas
Cuando Austin despertó, se sentía mejor y al sentarse en la cama vio que ya todo estaba limpio y una sonriente Lauren lo miraba desde la puerta de la terraza. –Hola esposo, ¿ya te sientes mejor?, mandé a preparar el avión para que regresemos a la que ahora es nuestra mansión. –Tengo un poco de pesadez, pero tomaré una ducha y nos vamos.Austin no sentía satisfacción alguna al saberse casado con Lauren, volvió a su mente la imagen de Brooke y le preocupó lo que ella podría decir cuando se enterara de su matrimonio. Tomó su teléfono y lo llevó al baño para escribirle a su amigo Jared.Austin Kendall:Amigo, estoy en un lío, me casé con Lauren en Las Vegas.Jared Kimball:¡Carajos!, Austin, no puedo dejarte solo ni un día. ¿Qué puedo hacer por ti?Austin Kendall:Rastréame, no recuerdo nada y Lauren tiene un certificado de matrimonio y un anillo de bodas en su dedo.Jared Kimball:Me preocupas ¿Cuándo regresas?Austin Kendall:Lauren ya mandó a preparar el avión,
Al entrar al edificio administrativo de la cadena hotelera Kendall, su imponente presencia causó que todos guardaran silencio a su paso, así era siempre, apenas ponía un pie en la entrada todos se paralizaban para observarlo. Generalmente entraba por el estacionamiento directo al ascensor del piso ejecutivo para evitar esa reacción.Antes de entrar a su oficina le pidió a su secretaria que le avisara a Jared que ya había llegado, entonces le notificaron que su esposa lo esperaba adentro. –De ahora en adelante, nadie, absolutamente nadie entra a mi oficina si yo no estoy, ¿entendiste? –Sí señor Kendall, lo siento mucho, se identificó y entró. –Él sabía lo arrogante que era Lauren, así que no agregó nada más, seguramente se le había impuesto a la chica. Se dirigió a su oficina y al entrar encontró a Lauren revisando los cajones de su escritorio. –¿Qué buscas? –Hola cariño, busco tu chequera, deberíamos cambiarla para que registres mi firma