Brooke Fanning llegó a su oficina, revisó el teléfono celular y tenía seis llamadas perdidas de su ginecóloga. Así que, en vista de su insistencia por localizarla la llamó y la doctora, con voz de angustia, le pidió que fuera a su consultorio porque tenía que informarle algo urgente personalmente.
No hubo nada que pudiera imaginarse y la preparara para lo que realmente sucedía. Al entrar en el consultorio de la doctora sintió el ambiente muy tenso, tomó asiento y ella después de aspirar una gran bocanada de aire le dijo sin rodeos:
–Cometimos un error en su inseminación.
–¿Cómo que un error?, ¿qué me hicieron?
–El material utilizado no era el seleccionado por usted.
–¿Qué me pusieron?, explíquese bien por favor.
–El material que usted escogió estaba identificado con la etiqueta 674 y el material que utilicé en su inseminación tenía la etiqueta G74.
–¿Entonces?, ¿qué es cada uno?
–El 674 es un material de nuestro banco de donantes, disponible para las inseminaciones artificiales, el G74 corresponde al banco de esperma de hombres que hacen un depósito para resguardar sus espermatozoides por diferentes razones personales y solo ellos pueden disponer del mismo, así que el error cometido es catastrófico para mí, aunque fue mi asistente la que confundió el material.
–¿Qué se supone que debo hacer en este caso?
–Yo tengo que informar al dueño del material de que, el mismo, fue implantado en usted.
–Un momento, yo llené y firmé una cantidad de formularios antes de someterme incluso al tratamiento previo. Me aseguraron confidencialidad con respecto a todo lo que sucedería conmigo aquí, no es posible que ahora usted me diga simplemente que le dirá mi identidad a un desconocido.
–Señorita Fanning, él tiene derecho a saber que usted podría tener a su hijo.
–¡No me importa el derecho de ese hombre! ¿Qué pasa con mi derecho?, acudí a usted confiada de que tendría a mi hijo solo yo, por elección decidí ser madre soltera, pero usted ahora me dice que, ¿debo compartir a mi hijo?
–Pero ese niño no es producto del material que usted seleccionó, si es exitosa la inseminación no será solo su hijo.
–Usted se equivocó, usted arréglelo.
Se puso de pie y salió más enfadada que nerviosa del consultorio, sus palmas le dolían de lo apretado que llevaba los puños. No le gustaban los imprevistos, tenía todo fríamente calculado y planificado desde hacía tiempo.
***
Cinco días atrás…
Efectivamente llevaba casi un año programando el procedimiento y cuando le dijo a sus tres mejores amigas lo que se regalaría de cumpleaños, todas protestaron:
–Eso no es un regalo de cumpleaños, ¿te volviste loca? –dijo su rubia amiga Darcy.
–No bebes más –sentenció la castaña Alexa, arrebatándole la copa de vino que tenía entre sus manos.
–Si quieres aventura por tu cumpleaños te vas conmigo en mi próximo viaje –exclamó su pelirroja amiga Callie.
–Amigas, no estoy loca –respondió–, no es la bebida y no voy a viajar porque tengo mucho trabajo con la próxima presentación a los nuevos clientes de Los Emiratos. He mantenido un estricto tratamiento con vitaminas y hormonas, así que el día de mi cumpleaños me haré una Inseminación Artificial y espero contar con su apoyo, porque serán tías. Yo estoy harta de vivir sola y, ¿qué mejor compañía que un hijo? Me considero hogareña, solo me he dedicado a trabajar desde hace 5 años y he logrado mucho éxito, por lo que también he ganado suficiente dinero para decidir el rumbo de mi vida sin preocupación alguna.
–Entonces, ¿estás decidida?, ¿no hay vuelta atrás? –le preguntó Alexa.
–Totalmente, tengo todo coordinado en una clínica de fertilidad con un excelente registro de logros y muchas clientes satisfechas, ya seleccioné cuidadosamente al donante, asociaron mi nombre al código del mismo porque no hay nombres ni direcciones, pero estoy segura de haber escogido muy bien a la otra parte de genes que me harán tener un bebé.
***
A la mañana siguiente de haber recibido la mala noticia por parte de su ginecóloga, la despertó el timbre del teléfono, aunque la verdad, había pasado muy mala noche pensando en la situación:
–Aló, buenos días.
–Buenos días señorita Fanning, el dueño de la muestra G74 accedió a una reunión hoy a las 10 am, le enviaré la dirección del lugar, es una oficina que tengo en el centro, lejos de la clínica.
–¿Para qué sería esa reunión?
–Mi único interés es buscar alternativas a la situación, tal vez puedan llegar a un acuerdo para solucionar el problema.
–Problema en el que usted nos metió.
–Es cierto, pero le pido que asista a esta reunión, por favor.
–De acuerdo, pero no iré sola, ¿se revelará mi identidad?
–Si no es necesario, no lo haré, dejaré que usted misma lo haga.
–Está bien, allí nos vemos.
Llamó a sus tres mejores amigas y les contó de la reunión, todas acordaron ir con ella porque esto las rebasaba y no la dejarían lidiar sola con la situación.
Cuando se abrió el ascensor en el piso de la reunión y Brooke descendió, junto a sus amigas, observó a un trio de hombres muy guapos, uno en particular la impresionó mucho por su porte elegante, su atractivo y por el magnetismo de su mirada, pero no lo demostró, así ha sido siempre.
–¿Vieron eso? –les preguntó en un susurro a sus amigas.
–¡Dios! Parecen modelos, creí que estaban posando, –indicó su amiga Callie.
–Son un excelente producto de la naturaleza –señaló Alexa.
–¡Cállense! Que nos están mirando, van a descubrir que nos impresionaron –dijo Darcy haciéndolas detener las murmuraciones.
Las cuatro se acercaron, saludaron cortésmente y tomaron asiento ya que no había ninguna recepcionista en el lugar.
***
Cuando inició la reunión, durante la misma el abogado del dueño de la muestra expuso:
–Mi cliente solicita que la mujer a la que le fue implantado su esperma permanezca recluida en la clínica hasta que se tengan los resultados del procedimiento.
–¿Cuál es la razón de solicitar semejante absurdo? –preguntó Brooke, molesta.
–Él quiere asegurarse de que no se cometa ninguna imprudencia.
Al escuchar la respuesta sintió frío en la espalda y su rostro cambió de colores, pensó que el hombre era un imbécil que solo quería imponer su voluntad controlando su vida. Se lamentó profundamente solo de imaginar la posibilidad de tener que compartir paternidad con semejante hombre arrogante y pedante.
–¿Cuál de esos tres dioses del olimpo será el padre de tu hijo? –preguntó su amiga Callie caminando al lado de ella hacia sus respectivos automóviles, acababan de salir de la reunión.
–Ojalá sea el pelinegro del traje azul, es un tipazo –no pudo evitar responder, aunque seguía enfadada–, ¿será posible averiguar quién es cada uno?, sobre todo el engreído que todo el tiempo nos miró con una ceja alzada.
–Por supuesto que es posible, yo me encargo –afirmó su amiga y abogada Alexa–, además, él también tiene que adivinar cuál de nosotras es portadora de su semen, jajaja.
Se despidieron sin más comentarios, todas terminaron agotadas por la intensa reunión donde no se acordó nada relevante.
El CEO hotelero más exitoso del país estaba analizando una nueva propuesta de negocios cuando su secretaria le transfirió una llamada de la Clínica Bienestar, extrañado atendió: –Austin Kendall, al habla. –Buenas tardes señor Kendall, le habla la doctora Brown. –Sí, buenas tardes doctora, dígame que desea.Al escuchar la noticia que le dio la doctora de pronto vio todo rojo, en voz alta y muy molesto, la amenazó con demandar a todas y cada una de las personas de la clínica, la doctora Brown le seguía hablando: –Por favor señor Kendall, le ruego que se calme, trataremos de solucionarlo. –¿Cómo espera solucionarlo?, ¿sabe la magnitud del error que cometieron?, ¿a quién rayos le dieron mi esperma?, no voy a dejar ni los cimientos de ese lugar. –Déjeme hablar con la mujer que lo recibió, tal vez puedan llegar a un acuerdo. –No quiero ningún acuerdo con nadie –tronó exasperado.Apenas cerró la llamada con la
–Buenos días señoritas y señores, pasen por aquí por favor.Saludó la recepcionista y los condujo hasta una sala de conferencias, en la cual tomaron asiento, Brooke Fanning y sus tres amigas frente a Austin Kendall y sus dos amigos, en la cabecera de la mesa se ubicó la doctora, fue ella quien tomó la palabra: –El motivo de esta reunión es para tratar el asunto del error que cometimos en el procedimiento de inseminación artificial para una de mis pacientes en el cual utilizamos la muestra G74 en lugar de la muestra 674 seleccionada previamente por ella, un error simple que en este caso arrastra terribles consecuencias. Tenemos políticas estrictas de confidencialidad, sin embargo, para esta ocasión ambas partes han aceptado encontrarse y así tratar de hallar una solución que se acomode a sus deseos. –Mi representada –intervino la abogada de Brooke–, acudió al procedimiento porque es una profesional exitosa, sin tiempo para relaciones, pero deseosa de
Brooke ya tenía el informe sobre Austin Kendall, Jared Kimball y Neal Bomer, el investigador de Alexa fue muy eficiente y en pocos días recibía en sus manos algo más de lo que se sabía públicamente. De pronto se puso ansiosa, esperaba no descubrir que el padre de su hijo poseía en su haber algún hecho escabroso.Prefirió salir de la oficina y se fue a su restaurante favorito, leería la información acompañada de una copa de vino, lo necesitaba para calmar la ansiedad. Apenas tomó asiento recibió una llamada de su amiga Alexa. –Hola Brooke, ¿ya leíste el informe? –Estoy poniéndome cómoda para hacerlo. –¿Cómo te sientes? –Abrumada realmente, me había preparado mentalmente para las incomodidades propias de la inseminación y para los malestares producto del embarazo, pero el error de la clínica me ha colocado en una situación donde conozco perfectamente cómo luce el padre de mi hijo, cualquiera de esos 3 hombres pudiera serlo, aunque verlo no
Austin había seguido a Brooke hasta la Clínica Bienestar y a medida que avanzaba iba pensando que debía ser ella la madre de su heredero, aunque aún no se cumplían las 4 semanas de plazo que había mencionado la doctora.Luego de irrumpir en el consultorio y lograr que le dijera el resultado de su examen, le solicitó que hablaran en privado, quería poner en marcha la idea que le había surgido mientras la seguía, no será fácil porque es tan testaruda como hermosa y tiene un carácter de mil demonios, pero ya encontraría la forma de convencerla.Brooke no quiso salir con Austin de la clínica, así que ocuparon una sala que les facilitó la doctora Brown. Entraron y la ginecóloga les informó que nadie los molestaría por un buen rato, le agradecieron y quedaron solos, enseguida Austin tomó la palabra. –Señorita Fanning, ninguno de nosotros planeó y mucho menos consideró que al venir a esta clínica con nuestros objetivos individuales, terminaríamos involucrados y con un hijo en com
Al llegar a su apartamento, Brooke se comunicó enseguida con su amiga y abogada Alexa.–Hola de nuevo amiga, cuéntame, ¿cómo te fue?–Estoy embarazada Ale, pero siéntate para contarte el resto.–¿Es un embarazo múltiple? ¿Cuántos son?–No es eso Ale, Austin Kendall me siguió hasta la clínica, me presionó un poco y le dije el resultado. Lo primero que hizo fue proponerme matrimonio, incluyendo un divorcio al nacer el niño y todo para conservar legalmente la custodia.–No es común, pero estuvo bien pensado.–No acepté su propuesta, pero le ofrecí compartir la custodia, le expliqué que no quiero desgastarme en tribunales, además, pienso que realmente el más afectado es Kendall. Yo voy a tener a mi hijo, solo que su padre no será un desconocido como yo pretendía, en cambio él tendrá un hijo con una mujer que no fue su elección, pero está dispuesto a todo ya que solo desea un heredero para su imperio hotelero. ¿Tú puedes ayudarme a redactar el documento que aplica en estos casos?–Sí Brook
Al terminar de comer, se levantaron para salir del lugar, pero de pronto Brooke se sintió un poco mareada, Austin la sostuvo del brazo y así pudo seguir caminando, aunque lentamente y con cuidado.–Te llevaré a tu casa porque debes recostarte, mi chofer llevará tu auto.–Te lo agradezco, de verdad no me siento en condiciones para manejar.Recibió las llaves de ella y la ayudó a sentarse a su lado en el automóvil, Brooke odiaba verse tan frágil delante de él, pero sentía que un sudor frío recorría su cuerpo por las náuseas.Él condujo con cuidado y al llegar al edificio de Brooke, se bajó, rodeó el automóvil y la ayudó a descender, “todo un caballero atento” –pensó ella.Apenas entraron, su nana Carmen se alarmó al verla tan pálida. –¿Qué le pasa a mi niña? –Se sintió mal apenas terminó de comer –le explicó Austin calmadamente. –Claro que le cayó mal la comida, come a deshora y en la calle, cuando yo siempre le cocino todo muy sano, que manía de anda
Austin prácticamente se escapó de lo que sintió al besar a Brooke, no estaba preparado para que su cuerpo reaccionara tan efusivamente al tenerla en sus brazos, se decía que debía respetar su relación con Lauren, él no era particularmente un conquistador y, aunque muchas mujeres se acercaban a seducirlo, nunca cedía.Pero no pudo o no quiso resistirse a probar los labios de la madre de su hijo, sin embargo, ahora le asustaba lo que le hizo sentir, no podía dejarse llevar por un arrebato, porque así lo consideraba, un arrebato que debía pasar al olvido de inmediato.Llamó a Jared para que se quedara a cargo de la oficina y se fue directamente a buscar a Lauren a la agencia de modelaje, al tiempo que mandaba a preparar su avión, se iría de viaje con su chica, eso necesitaba, un tiempo a solas con su novia para volver renovado y concentrarse en su empresa, el hecho de que iba a ser padre no tenía porque desviarlo de su ritmo de vida.*** –Lauren, Lauren… –¿Qué pas
Cuando Austin despertó, se sentía mejor y al sentarse en la cama vio que ya todo estaba limpio y una sonriente Lauren lo miraba desde la puerta de la terraza. –Hola esposo, ¿ya te sientes mejor?, mandé a preparar el avión para que regresemos a la que ahora es nuestra mansión. –Tengo un poco de pesadez, pero tomaré una ducha y nos vamos.Austin no sentía satisfacción alguna al saberse casado con Lauren, volvió a su mente la imagen de Brooke y le preocupó lo que ella podría decir cuando se enterara de su matrimonio. Tomó su teléfono y lo llevó al baño para escribirle a su amigo Jared.Austin Kendall:Amigo, estoy en un lío, me casé con Lauren en Las Vegas.Jared Kimball:¡Carajos!, Austin, no puedo dejarte solo ni un día. ¿Qué puedo hacer por ti?Austin Kendall:Rastréame, no recuerdo nada y Lauren tiene un certificado de matrimonio y un anillo de bodas en su dedo.Jared Kimball:Me preocupas ¿Cuándo regresas?Austin Kendall:Lauren ya mandó a preparar el avión,