Dios mío, espíritus chocarreros, solo eso le faltaba a Rowena.
Rowena estaba en su habitación procesando lo escuchado.—¿Qué significa todo esto?Entonces se escuchó un fuerte gruñido y todos se pusieron en alerta. Al escuchar el escándalo, bajó y vio a Anabel en la sala expectante y a Boris salir presuroso.—Iré a investigar, quédense en casa.—Espera… —Lo detuvo su hermana—, es un desconocido y parece furioso.—Se metió en territorio equivocado.Salió dispuesto a cuidar a su manada y Rowena vio la angustia de Anabel.—¿Quién es el que ruge?—No lo sé, pero parece buscar pelea.—¿Pelea?—Es normal, somos una manada algo lejana, a veces vienen de otros lados a tratar de intimidarnos.Enrietta se presentó en lo alto de la escalera, se veía en alerta.—¿Qué es todo este alboroto?—Es un desconocido… Parece que nos está desafiando.Enrietta bajó molesta, odiaba esas provocaciones.—Parece que se están olvidando que esta manada tiene una alfa.—Abuela… Boris fue a investigar y sacará al intruso.Rowena salió al jardín y la tensión era igual en toda la
Rowena estaba en su habitación procesando lo escuchado.—¿Qué significa todo esto?Entonces se escuchó un fuerte gruñido y todos se pusieron en alerta. Al escuchar el escándalo, bajó y vio a Anabel en la sala expectante y a Boris salir presuroso.—Iré a investigar, quédense en casa.—Espera… —Lo detuvo su hermana—, es un desconocido y parece furioso.—Se metió en territorio equivocado.Salió dispuesto a cuidar a su manada y Rowena vio la angustia de Anabel.—¿Quién es el que ruge?—No lo sé, pero parece buscar pelea.—¿Pelea?—Es normal, somos una manada algo lejana, a veces vienen de otros lados a tratar de intimidarnos.Enrietta se presentó en lo alto de la escalera, se veía en alerta.—¿Qué es todo este alboroto?—Es un desconocido… Parece que nos está desafiando.Enrietta bajó molesta, odiaba esas provocaciones.—Parece que se están olvidando que esta manada tiene una alfa.—Abuela… Boris fue a investigar y sacará al intruso.Rowena salió al jardín y la tensión era igual en toda la
Lester supervisaba a los exterminadores, estaba molesto, pues desde que llegó la extranjera había días movidos y alteró a la manada.Los exterminadores le mostraban unas jaulas y él evaluaba el contenido.Rowena veía desde su ventana cómo los exterminadores iban metiendo sus implementos, parecía que habían encontrado algo, pues mostraban una caja con algo en su interior, suspiró, mejor así de esa manera su integridad quedaba bastante bien frente a ellos.Al salir, se topó con Boris con unas facturas en las manos y algo pensativo, se acercó muy curiosa por saber lo que sucedía.—Señor.—Señorita Claire, ya puede estar tranquila, la plaga fue exterminada.—Entonces cazaron al ratón.—Ratones, fueron siete en total —dijo muy desconcertado y añadió para darle a la joven una lección—, claro que el que usted describió jamás apareció, lo cual me dice que puede estar escondido al acecho.Rowena entendió el mensaje y dijo pacientemente.—Lo tendré en cuenta, señor, gracias.La joven continuó co
Cap. 9 Lo que pasó en el ala CA paso lento se dirigió al interior, había un pasillo que la condujo a una puerta doble que se abrió al empujarla ligeramente.Por lo oscuro supuso que ratones y arañas debían proliferar, así que tragó grueso y se dirigió con la mano temblorosa hacia el interior, alumbro cada rincón y vio que era un salón bastante grande y que en cada lugar había cajas apiladas y adornos.Entró con reserva, el salón tenía ventanas cerradas con gruesas cortinas que apenas dejaban entrar la luz. Ella divisó una esquina y se dijo.—Vamos, Rowena. ¡Qué todo sea por la causa!Comenzó a buscar en un baúl labrado y vio que contenía bastantes cartas y muchas de ellas eran de Enrietta, usando su apellido de soltera. Vanoni. Estaban atadas con cinta color azul, los sobres eran de un celeste delicado y decían en letra muy elegante: Raymundo.Continuó buscando y encontró una prueba de embarazo positivo a nombre de Ana Julia Vanoni. Más abajo había otro grupo de cartas sueltas y del m
Lester supervisaba a los exterminadores, estaba molesto, pues desde que llegó la extranjera había días movidos y alteró a la manada.Los exterminadores le mostraban unas jaulas y él evaluaba el contenido.Rowena veía desde su ventana cómo los exterminadores iban metiendo sus implementos, parecía que habían encontrado algo, pues mostraban una caja con algo en su interior, suspiró, mejor así de esa manera su integridad quedaba bastante bien frente a ellos.Al salir, se topó con Boris con unas facturas en las manos y algo pensativo, se acercó muy curiosa por saber lo que sucedía.—Señor.—Señorita Claire, ya puede estar tranquila, la plaga fue exterminada.—Entonces cazaron al ratón.—Ratones, fueron siete en total —dijo muy desconcertado y añadió para darle a la joven una lección—, claro que el que usted describió jamás apareció, lo cual me dice que puede estar escondido al acecho.Rowena entendió el mensaje y dijo pacientemente.—Lo tendré en cuenta, señor, gracias.La joven continuó co
Estaba impresionada con todo, lo había visto en sus sueños y ahora estaba delante de ella.—Es impresionante.Intentó entrar y no pudo. La puerta estaba atascada.—No puedo entrar.Cuando dio la vuelta, la puerta de la reja se abrió abruptamente y se dio la vuelta sorprendida y sintió un viento frío que emanó del interior y entró a paso lento.Dash comenzó a ladrar fuertemente, inquieto por los pasos de la joven. Rowena ignoró la alteración del animal y vio al ángel implorando al cielo y leyó.“En homenaje a mi querida hermana Ana Julia Vanoni.”Desaparecida en las llamas del infortunio. 23 de abril de 1943.Sintió un vuelco en el corazón, los ladridos de Dash eran bastante agitados e inesperadamente la puerta se cerró y ella se asustó bastante e intentó abrirla y estaba atascada. Miró hacia atrás, el ángel suplicante, el ambiente era extraño, denso y sentía que el aire le faltaba, las flores perfectamente cuidadas, el frío.El miedo, solo faltaba las llamas y, mientras forcejaba con l
Rowena analizaba la hierba y comentó.—Es hierba lobo, una hierba que espanta a los tuyos.Entonces ella siguió la ruta que el sujeto había seguido y Dash fue junto a ella.—Yo lo vi salir de la casa, alguien sabe cómo engañarlos.Pudo tomar cualquier camino, así que rastrearlo sería complicado. Fue ese momento en que Boris salió y el animalito fue a su encuentro y este lo acarició.—Dash, reporte de la noche.Dash gruñó como si quisiera decirle alguna cosa.—¡Qué olor es ese!Rowena le mostró la planta.—Es espanta lobo.—¡Quite eso, por el amor de Dios!Ella lo tiró lejos y le comentó.—¿Qué hace con eso, Rowena?—No es mío, es... Parece que alguien lo usó para despistarlos.—¿Despistarnos?—Dash estuvo inquieto toda la noche, parece que lo sintió, un extraño entró en la casa.Eso tensó a Boris que le dijo.—Eso es muy serio.—Anoche vi salir a un hombre de la casa, parecía huir. No sé, creo que alguien entró y robó, o que sé yo…—Lo que me dice me preocupa, vamos a la casa —le dijo
Estaba impresionada con todo, lo había visto en sus sueños y ahora estaba delante de ella.—Es impresionante.Intentó entrar y no pudo. La puerta estaba atascada.—No puedo entrar.Cuando dio la vuelta, la puerta de la reja se abrió abruptamente y se dio la vuelta sorprendida y sintió un viento frío que emanó del interior y entró a paso lento.Dash comenzó a ladrar fuertemente, inquieto por los pasos de la joven. Rowena ignoró la alteración del animal y vio al ángel implorando al cielo y leyó.“En homenaje a mi querida hermana Ana Julia Vanoni.”Desaparecida en las llamas del infortunio. 23 de abril de 1943.Sintió un vuelco en el corazón, los ladridos de Dash eran bastante agitados e inesperadamente la puerta se cerró y ella se asustó bastante e intentó abrirla y estaba atascada. Miró hacia atrás, el ángel suplicante, el ambiente era extraño, denso y sentía que el aire le faltaba, las flores perfectamente cuidadas, el frío.El miedo, solo faltaba las llamas y, mientras forcejaba con l