Tres meses después:Llegó el día del bautizo de Mariano Junior, un niño que ya tenía tres meses de nacimiento y Carlotta quería bautizarle. Aunque Giovanni no fuera creyente, lo hizo por Carlotta. La familia y amigos estaban en la iglesia, esperando a los padres y a los padrinos. Mariano y Carina iban a serlo. Estaban emocionados y felices porque el pequeño bambino, crecía fuertes y cada día se parecía más a Giovanni.El padre de Carlotta por fin había aceptado a Giovanni y cada vez que podían, iban a verles. El pequeño Mariano, llevaba puesto un pequeño traje color blanco y lazos azules, sus ojos azules y cabello negro. Era uno niño muy bonito, era la misma imagen que su padre, aunque siendo pequeño podría cambiar.La ceremonia había comenzado, Mariano tenía a su sobrino en brazos, Carina estaba a su lado, Giovanni y Carlotta estaban cada uno a un lado de los padrinos. El cura empezó hablar, todos observaban al padre.Poco después el padre le dijo a Mariano que inclinará un poco al p
Hola, mis chicas. Bueno, sé que dije que publicaría la segunda, pero lo haré el lunes, ya que tengo que hacer unas cosas antes de publicarla. Quiero editarla y hacer otras cosas con ella. Me habéis preguntado mucho, son cuatro temporadas y los protagonistas de la primera temporada son: Giovanni Ricci, Mariano Ricci, Orlando Leone, Maurizio Bianco, Franco Martini y Enzo Coppola. Cada uno tiene su historia. La historia de Paolo, no se publicará. Si historia está en físico, su historia tiene tres parte, una trilogía. Iré publicando sus historias cuando esté acabando la historia. Así lo hacer sucesivamente. Gracias y saludos desde España
Las diez de la mañana, era viernes y ya empezaba el fin de semana. Giovanni estaba en la cama, aún seguía durmiendo, hasta que el maldito despertador sonó. Él de mala manera se despertó y lanzó el despertado contra la pared, haciéndolo añicos. Se volvió acostar tumbado boca arriba, pasó sus manos por la cara y suspiró, miró el techo por unos segundos y se levantó. Fue al baño y cómo todo los días, encendió la llave de la ducha, se quitó el bóxer negro de Calvin Klein con letras doradas y se metió en ella. Giovanni era un ser despreciable, junto a su hermano Mariano. Ambos se dedicaban a toda clases de eventos ilegales, vendían a las mujeres bellas al mejor postor, aunque llevaban meses que eso no lo hacían. Ahora sólo hacen carreras ilegales, dónde muchas veces jóvenes que competían perdían la vida. Al igual que peleas ilegales, pero peleas hasta la muerte, ellos se llevaban muchísimo dinero haciendo todo eso. Giovanni es un hombre mujeriego, cada vez que salía tenía una mujer nueva
Al día siguiente Giovanni abrió sus ojos, la luz que entraba por la ventana del hotel, le molestaba. Recordaba que anoche se acostó con una bella mujer, miró hacia su lado izquierdo y estaba vacío y frío, la muchacha se había ido. Se levantó de la cama y fue al baño para ver si la chica estaba ahí, pero nada. La chica definitivamente se había largado. Miró la mesita de noche y vio la nota que ella le había dejado, frustrado y enojado. Jamás le había dejado sólo en un hotel, ella fue la primera, «ahora sé lo que se siente» pensó él. El dolor de cabeza que tenía le enfureció más, se vistió y cogió sus cosas y salió de la habitación. Cuándo llegó abajo, se impresionó al ver a su escolta al lado de la camioneta esperándole y Giovanni se acercó a él. —Buorgiorno. —dijo el escolta, Giovanni saludó con un asentamiento de cabeza y se metió en la parte trasera del auto. El dolor de cabeza lo estaba matando, tenía ganas de llegar a casa y tomarse algo para el dolor. Aún picado porque la much
Giovanni aún seguía sin creerse que iba a ser padre, por un lado él cree que es suyo, pero por otro, no. Lo bueno que en el informe médico salía su dirección y hablaría con ella y obligarla abortar, pero primero quería verificar si ese bebé era suyo. Su hermano que lo miraba atentamente y ver como Giovanni se puso pálido al leer el informe, se lo arrebató de las manos y lo leyó. —¡Te lo dije! —dijo su hermano entre dientes. —Eres un irresponsable. —Aún no estoy seguro que ese niño sea mío. —respondió él. —¿Cuándo follaste con ella? — preguntó. —Hace un mes más o menos. —dijo pasando su mano por su sien. —Entonces el niño es tuyo, imbécil. — dijo furioso Mariano. —Giovanni ni se te ocurra decirle que aborte, ese bebé no tiene la culpa de que vosotros dos en medio de una borrachera y calentura hayáis follado sin condón. —Además si esa chica es responsable, dudo que te haga caso. —dijo esta vez su cuñada. —Hablaré con ella. — dijo Giovanni. Mariano tenía razón, las fechas coincid
Había pasado una semana desde que Carlotta se fue, los únicos que sabían donde estaba, eran Mariano y su esposa Carina. Ellos protegían a su sobrino, Mariano conocía muy bien a su hermano y sabía también que los encontraría, pero él iba a evitar eso. Mariano sentía pena tener que proteger a su sobrino de su propio hermano, pero lo que Mariano no sabía es que Giovanni lleva una semana devastado, arrepentido, con ansias de encontrar a Carlotta y a su hijo. Giovanni lleva una semana bebiendo hasta al punto de llegar a casa ebrio, follaba para olvidar la desesperación de no saber donde estaban. A Mariano le dolía ver así a su hermano pequeño, pero era mejor así. Además había prometido a Carlotta no decirle donde estaba. Giovanni ya había contratado al mejor detective para encontrarla, pero lo que no sabía es que su hermano le había pagado más para no decirle el paradero de la joven. Un Giovanni en el despacho, con una copa en la mano, miraba por ventana pensando en Carlotta y en s
Carlotta sabía que él la iba hacer daño o eso creía. El miedo la hacía temblar, el volver a tenerle cerca le enfriaba la sangre, miedo a que hiciera daño al bebé. —Giovanni, te lo suplico no me lo arrebates. — suplicó ella llorando. —No lo voy hacer, Carlotta. —dijo serio —Sólo quiero ver a mi hijo crecer y se vuelven conmigo. — ella se negó, no iba a volver, ni en sus sueños. —¿Para qué quieres qué vuelva?— preguntó ella. —Ya te lo he dicho, quiero ver crecer a mi hijo. —repitió. —¿Cuándo dejó de ser un bastardo o un mocoso? — dijo enfada, el suspiró, otra vez le venían con el mismo asunto. —Sé que lo que dije no tiene perdón, pero me importan y mucho y ahora deja de hacer preguntas, porque tomaremos un avión. — dijo Giovanni con una sonrisa. —No me iré contigo. — dijo firme. —No era una pregunta, principessa. — dijo. —Arranca. —le dijo a su escolta. Durante el camino hacía Jet, ambos se mantenían callados, ninguno pronunciaban palabra alguna. Giovanni la observaba
Sol entraba por el gran ventanal de la habitación de Giovanni, él abrió sus ojos por los molestos rayos de sol. Bufó y se levantó de la cama, como todos los días o casi todos iba al baño a ducharse.Cuándo terminó de ducharse, se puso algo cómodo, un pantalón blanco y camisa azul cielo, con tres botones desabrochados. Salió de su cuarto y bajó por las escaleras de mármol, estaba todo en silencio, no había nadie. Miró su reloj de la muñeca y no eran tan temprano. —Un café. —le dijo a la sirvienta, caminó hasta el despacho y al abrir vio a su hermano viendo un video en el ordenador. —Buorgiorno. —Buorgiorno. —respondió Mariano. — Ven y mira esto. Giovanni caminó hasta donde estaba su hermano, se apoyó con una mano en la mesa y otra en el respaldo de la silla, donde Mariano estaba sentado. En el video era sobre los robos que habían recibido y el hombre que les robaba hizo un video para mostrarlo. Aunque no se le viera la cara. Giovanni estaba que echaba chispas del mosqueo, ese hombre