—¿Su hija? ¿Gianella? —Pregunté con sorpresa.
—¿Conoces a Gianella? Pero mira que pequeño es el mundo, supongo que conejo te va a querer, en fin, mucha suerte pequeña, toma, te devuelvo tu móvil, tiene todo solo agregue mi número y el de conejo por si acaso, usa el marcado rápido, aprieta 2 si quieres llamar a conejo y 9 si me quieres llamar a mí, ahora sí, buena suerte. Ni bien termino de decir esto, serpiente se abalanzó sobre mí y me aplicó una llave al brazo muy fuerte solo para conducirme a la puerta, la abrió con facilidad y me empujó.—Hay formas más amables eh. —Dije adolorido.Emprendí mi camino al piso 1, el pasadizo estaba muy callado, habían dos puertas, nada extraño o eso pensaba, llegué al segundo piso y justo cuando estaba pensando que todo esto era una farsa oí el primer disparo, me agaché de inmediato y avancé con el pecho pegado al suelo con dificultad pues no tengo entrenamiento militar, ni resistencia que me avale, para el quinto paso ya estaba—¿Tenemos que llevar a ese imbécil? —Gianella, eso no está en discusión. —Dijo Alejo.—Pero papá, él es un bueno…—Para todo diría yo señorita, más respeto que si no fuera por mí tu noviecito no habría sobrevivido. —Oigan, por favor…—El que debería tener más respeto eres tú, pedazo de imbécil, aun herida puedo patearte el trasero…—Chicos por favor, cálmense… —Decía en tono amable. —¿A si? A ver qué tan fuerte eres…—¡Basta! ¡Quiero respuestas y las quiero ahora! —Exclamé hostigado.—Parece que tu noviecito tiene carácter eh.—No es mi novio…—Eso lo arreglo ahora mismo. Tomé la su mano y viéndola a los ojos le dije: ¿Gianella quieres ser mi novia? —¡¿Qué?! ¡Sí, claro que sí!Querido diario, luego de su respuesta, todo tuvo sentido, fuimos a un taxi con dirección al aeropuerto y regresamos a Lima. Fuimos a la casa de Gianella y nos sentamos en la mesa, todas las miradas eran hacia mí y nadie se atrevía a hablar así que yo me disp
Solo te diré que la conversación se tornó bastante difícil pues el único uso que veían para mí, era de carnada o de un cebo para atraerlos, pero sería estúpido pues si algo me pasaba no iba a poder defender a Gianella. Así que solo opté por decirle lo que quería hacer.—Déjame ir a mí, conseguiré la información que necesitan y volveré a lo mucho en dos días. —¿Cómo estás tan seguro de que vas a volver?—No te voy a mentir, no estoy seguro de hacerlo, pero tengo qué.—¿Por qué tienes qué?—Sí que eres preguntona eh, confía en mí, tengo que volver, hay algo que deseo hacer. —¡Dime qué es eso que debes hacer! —Dijo con una voz a punto de quebrarse. —¡Ay Dulcinea! Lamento mucho si mi ígnea determinación dicta la pugna interna que erosiona en una curiosidad apremiante por respuesta alguna, pero la estulticia en este caso será la salvación que necesitas y el amparo de mi sorpresa futura, sé que la premura de mi elección es dura de entender. —¿Ah? ¿Por qué
—Se más específico…—Rosa va a enviar gente a por ustedes, eso no está en discusión, podemos enviar a Patrick al frente, Gianella y usted serán francotiradores y yo llegaré de manera casual, como un transeúnte que llega a la escena y ayuda a los otros. —¿Cómo estás tan seguro de que te van creer? —Porque dejaré inconsciente a Serpiente, estoy más que seguro que Rosa querrá no solamente que esté vivo, sino que lo va a encerrar para que vea como los mata a ustedes y le dará muerte después, según el perfil de ella no es invalido pensar que querrá torturarlo de esa manera.—Ya veo… Bueno, si algo sale mal podremos apoyarlos desde la distancia. Querido diario, pasaron unas horas desde esta charla, Alejo habló con Gianella y le dijo el plan, llegó la tarde. Alejo nos envió a Patrick y a mí a la calle de 5 esquinas en barrios altos a recoger un paquete, ya sabía que nos iban a seguir, desde que los tipos llegaron tuve la sospecha de que habían sido comprados y así fue, al
Patrick empezó a caminar hacia el vehículo con dificultad por los golpes y Jack metió la mano derecha a su bolsillo, solo eso bastó para permitirle huir, detrás nuestro un auto explotó y en ese momento corrió, Alejo simplemente lo dejó ir y nos llevamos al herido Patrick con nosotros. Mientras íbamos a la casa de Gianella para curar las heridas de del idiota de Patrick éste nos dio algo útil. —Chicos, esto les va a gustar. —Dijo con una sonrisa forzosa. —¿Qué pasó viejo? Creí que sabías pelear. —Respondí con un tono satírico. —Aun así, puedo patearte el trasero, pero digamos que tengo flojera. —Respondió con el orgullo lacerado. —Si fueras carne, estarías blandito en este momento. —Contesté sacándole la lengua.—Cierra el pico. ─Respondió Patrick avergonzado. —Alejo te tengo un regalo. Pude quitarle el celular, quizá haya algo que nos lleve a Rosa. —Dijo mostrando un móvil ensangrentado. —Lo principal será apagar el GPS de este móvil y después extraeremo
De pronto un oficial pasó cerca de mí con su pareja, le dejó su arma y apostó a 150 soles que iba a lograr que la chica de cabello corto le hiciera un oral en la calle mientras que el otro imbécil aceptó. Sé que siempre he sido de aquellos a los que no les suele importar las personas, sin embargo, realmente no sé porque quise ayudar y hasta el día de hoy fue una de las mejores decisiones que pude haber tomado. Armé un cigarrillo, lo encendí, me puse la capucha y los seguí lentamente, estos estaban tan ensimismados que no notaron mi presencia, cada paso que daban me hacía hervir más la sangre porque sabía que iban a hacer, era despreciable, el abusar de un chica no tenía perdón, menos en ese estado de ebriedad, faltaban cerca de diez metros para que llegaran y la chica los vio, yo fingía ser un encapuchado más que solo deambulaba por ahí.
—¡Estoy bien mi reina hermosa, no me dispares por favor! —Contesté con un brazo arriba.—¿Por qué no levantas ambos brazos? —Refutó Gianella.—Amorcito, si quieres que no sea sarcástico, no alimentes mi sátira por favor. —Supliqué con pucheros.Ella se empezó a reír y me ayudó a levantar, nos dirigimos al primer piso y Alejo estaba nuevamente de espadas, como era típico antes de que llegue me saludó sin voltearse (nunca entenderé eso). El día pasó como cualquier otro, comimos en la tarde, Gianella cocina increíble, las horas se hicieron tranquilas, me alegró saber que Alejo había recuperado la compostura, con lo que Jack ataña, podía pensar con la cabeza fría lo que nos sumaba puntos, hubo muchas cosas que nos enteramos en la tarde de este día. 1) Mackenzie da más miedo que Patrick y come más que yo. 2) Gianella es el tipo de persona que alista todo antes de cocinar, no le gusta hacer las cosas de manera espontánea. 3) Alejo no temía a Jack, Alejo teme que en caso nuest
El amanecer llegó de la mejor manera… olvidé que aquí el sarcasmo no se puede divisar, lamento que haya querido que se transmita de esa manera, si te preguntas porque llegó de manera “idónea” te diré que fue algo lo que vi al entrar al baño de la sala.—¡AAAAAAAHHH! ¡no puedes tocar la puerta pervertido! —Gritó Patrick de manera poco viril.—Lo siento mucho. —Respondí tapándome los ojos.—Ya sabía que tenías deseos ocultos por mí, pero ¿De esta manera? —Refutó Patrick seductoramente.—Ya quisieras que yo te posea, así fuera homosexual no saldría contigo, no eres mi tipo. —Objeté ofendido.—¿Y cuál es tu tipo de hombre, mi amor? —Espetó Gianella amenazante.—¿Gi…Gianella? ─Pregunté con dificultad y nerviosismo.—Dime amorcito? ¿Cuál es tu tipo de hombre? —Preguntó a manera de respuesta.Me giré luego de esto y lo que vi fue algo aterrador, el rostro de Gianella tenía esa sonrisa que tienen las madres cuando te dicen apócrifamente: “Hijo, dime la verdad,
Alejo inició todo de golpe con un grito desde la sala que retumbó por toda la casa.—¡Ya es hora chicos! —Gritó Alejo.Bastó esto para que todos corriéramos hacia la sala con su mochila, Mackenzie estaba con una expresión dudosa en su rostro, Patrick estaba emocionado, Gianella estaba lista como si no hubiera llorado previamente y yo estaba entre listo y al mismo tiempo dudoso de todo, no sabía que íbamos a hacer, pero tenía la idea de que iba a correr sangre. Salimos seguros de alguna forma y nos dirigimos al punto del aeropuerto Jorge Chávez, cabe resaltar que no fue directamente ahí puesto que habría muchos testigos, era una casucha de mala muerte donde supongo que los cargadores iban a beber y follar de manera clandestina, esto lo pude inferir por el olor a orina y a esperma seco que había en las paredes, hubo un colchón con huellas dudosas realmente, hubo botellas acabadas de ron, colillas de cigarrillos. Entré por la puerta del frente y hallé a un tipo tirado en el suelo