Alejo inició todo de golpe con un grito desde la sala que retumbó por toda la casa.
—¡Ya es hora chicos! —Gritó Alejo.Bastó esto para que todos corriéramos hacia la sala con su mochila, Mackenzie estaba con una expresión dudosa en su rostro, Patrick estaba emocionado, Gianella estaba lista como si no hubiera llorado previamente y yo estaba entre listo y al mismo tiempo dudoso de todo, no sabía que íbamos a hacer, pero tenía la idea de que iba a correr sangre. Salimos seguros de alguna forma y nos dirigimos al punto del aeropuerto Jorge Chávez, cabe resaltar que no fue directamente ahí puesto que habría muchos testigos, era una casucha de mala muerte donde supongo que los cargadores iban a beber y follar de manera clandestina, esto lo pude inferir por el olor a orina y a esperma seco que había en las paredes, hubo un colchón con huellas dudosas realmente, hubo botellas acabadas de ron, colillas de cigarrillos. Entré por la puerta del frente y hallé a un tipo tirado en el suelo—Todo tuyo. —Contesté tirando el cigarrillo a un lado.Le entregué el puñal a Alejo y me senté en el suelo con muchas expectativas, y para ser sincero, fueron superadas, Alejo le tapó la boca solamente para que no es oyeran los gritos del tipejo ese, sentía lástima, pero una traición es algo que nunca perdonaría y parece que Alejo no fue la excepción. Este comenzó a filetear su piel y dejó el suficiente espacio como para poder alzar el pellejo con su mano y así lo hizo, le preguntaba si recordaba como quedó su amigo luego de Jack y este afirmaba con lágrimas en los ojos, la sangre corría y cada vez jalaba más, no lo hacía con el puñal sino con la mano, se tenía que secar la mano a menudo para que esta tuviera un mejor agarre y dejó de hacer esto cuando sus dedos empezaron a arrugarse por la misma sangre, para este entonces ya estaba por el codo y empezó con el otro brazo, sé que parece en vano, pero el mismo lo dijo.—Sé que te preguntas el porqué de ambos brazos Dante, pero c
─ ¿Cómo sigues vivo? ¿Fue por eso que actuabas extraño cuando apareció Gianella mamá? ─Pregunté con más enfado.Un Alejo medianamente recuperado empezó a hablar, mi padre y él empezaron a intercambiar palabras, aunque más que palabras eran reclamos, mi padre al enterarse por mi madre de Gianella, vio zozobrado la pseudo verdad que había construido, la vida que creó a costa del conocimiento que tenía mi madre sobre él, la identidad falsa que había creado y todo por miedo. Él temía que al conocer a Gianella este momento llegaría, que lo iban a encontrar y también temía por la vida de mi madre y mía, lo que él no esperaba es que yo estuviera del lado de Gianella. Llegó un momento en el que ya no soporté más todo lo que estaba pasando, no entendía nada.─Gianella ¿Me acompañas? ─Dije extendiéndole mi mano.Gianella tomó mi mano y me siguió, fuimos hasta mi habitación, empecé a caminar de un lado a otro iracundo, como una bestia encerrada hasta que pasé a un estado de circunspec
—Para tu información, estuve a punto de ingresar a la universidad, cuando estaba por recibir mis resultados me encerraron y heme aquí, con un viejo renegón, una gordita que no sabe ni mi nombre, un mocoso psicópata y una negra de 10 cm.Patrick dijo esto y Jack se empezó a reír mientras que por sus ojos lágrimas caían. —¿Y este por qué llora? ¿Por qué lloras viejo? —Preguntó Patrick luego de golpearle suavemente la cara—Querido diario, voy a contarte lo que Jack respondió tal cual ¿vale? “Ustedes me recuerdan tanto a mi familia, cuando estaban vivos, éramos unidos… Todos los días mi madre salía en las mañanas a comprar, mientras mi padre, mi hermano y yo acomodábamos la mesa para cuando llegara, luego de comer mi hermano y yo lavábamos los platos y hacíamos nuestras cosas, nuestras tareas y resto de quehaceres, tanto las labores de casa, como nuestras tareas. Solo veíamos a nuestros padres dos veces al día, en las mañanas para desayunar y después en la noche cuando am
—¿Realmente crees que aún con todo no iban a llamar a la policía? —Preguntó Patrick. —La comisaría está a unas cuadras y solo era cuestión de tiempo para que lo hicieran. ─Aclaró Patrick.—No era motivo suficiente para matarlos así, eran inocentes, Patrick. —Objetó Gianella.—Apoyo a Patrick, no faltaba mucho para que nos atrapen así, no estuvo correcto, pero no había opción. —Contestó Alejo.Jack aprovechó este descuido para liberarse tomó a Gianella de rehén y se acercó a la puerta con ella del cuello, Gianella soltó el arma y esto despistó a Jack, tenía que evitar que le disparemos y mantener a Gianella como una rehén, cosa que no era muy sencilla, Gianella tomó ventaja de la situación y le clavó una púa a Jack en el flanco derecho, este la liberó por el dolor, Gianella tomó el arma y le disparó sin previo aviso, tenía el rostro totalmente diferente, ahí se veía que tenía un coraje maldito y recuerdo habértelo dicho antes, ella era de las mujeres que a simple vista puede
Terminó de decir esto y Patrick nos acompañó hasta las afueras del billar, era algo muy diferente esta vez, cuando llegamos se sentía una tensión, sí, mas no era una tensión tan pesada, era como si los sueños de muchas personas se hubieran roto, dejando de lado la sangre que dejábamos atrás, Gianella estaba cabizbaja, Mackenzie estaba viendo de izquierda a derecha buscando cosas que hacer, se notaba en su mirada. —Bueno Dante, fue un placer conocerte, puede que luego de esto ya no te vea y no me gustaría en mi lecho de muerte decirte “No olvides que te quiero” ─Dijo Patrick fingiendo estar agostado. —Patrick, no queremos irnos, Mackenzie, Gianella y y…Antes de terminar la frase Gianella me jaló del brazo y me pidió que nos vayamos; no entendía nada, ella nunca ha sido de las personas que se rinden, así como así, no tenía sentido, ella era la primera que quería vengar a su padre y ahora quería huir, no hallaba la razón. —Hazle caso a Gianella, Dante, ella sabe lo
—Serpiente tenía razón, hacerte esta broma si iba a ser muy divertido. —¿Qué mierda te pasa? ¿Serpiente está vivo? —¡Ay! Que dramática. —¿Dramática? ¿Qué de todo esto te parece un juego? Serpiente está muerto y buscamos una pista, mi padre puede estar camino a morir y se te ocurre jugar, no entiendo esto. —Ya te explico; Serpiente está muerto, sí, pero me dejó un mensaje para ustedes, fue él quien los trajo aquí, sabía que Dante no sabría donde es, pero recordaría lo que vivió aquí, esto lo haría muy resistente emocionalmente para lo que viene de alguna manera, como quien combate fuego con fuego. También sabía que tu sí conocías el lugar y vendrías directamente aquí. —¿Cuándo planearon todo eso? &iq
Los disparos se empezaron a oír y no pensaba dejar sola a Gianella, así que hice lo primero que se me ocurrió, ir a su auxilio, cuando llegué hallé a Mackenzie sangrando por la pierna y seguía disparando para proteger a Gianella, uno de los soldados me escuchó y empezó a dispararme y yo solo podía esquivar y ponerme a cubierto, es ahí cuando me voy cuenta que uno venía por mi espalda y usé su peso en su contra para hacerlo caer con una llave de palanca, el tipo cayó y me abalancé sobre él con demasiada ira en realidad, el simple hecho de ver a mi mejor amiga herida y a mi novia, la madre de mi hijo ahí a cubierto por mi culpa me causaba una ira inefable, apenas estuve sobre el soldado lo tomé de los cabellos y empecé a azotar en el suelo, este me tiró un golpe en la nariz que aunque me dolió no pensé en ningún momento soltarlo o dejar de arremeter, me enfurecí aún más y tomé uno de los retazos de ventana que estaban cerca de mí y le hice rápidamente tajos en la palma para que no pud
Querido diario, Rosa me dejó llevarlas y yo solo pude decirle que la amaba, le pedí a Mackenzie que cuidara de ella y que no me buscasen más, le expliqué todo a ella con la intención de que me comprendiera, ella me entendió y juro no ir a buscarme, ni dejar que me buscasen, ella debía vivir, tenía a mi hijo en su vientre y yo quería verlo. Pasaron horas en las que solo pude escribir lo que estás leyendo querido diario, no quería alejarme de mi amada ni de quienes amaba, pero no tenía opción. Me alisté la mochila con ropa y solo me fui al lugar prometido. Al llegar, no había nadie, como si hubieran cerrado el parque, estuve esperando casi por media hora y llegó Rosa, estaba con un vestido como para ir a tomar el té, su nevada piel caía perfecta con su ropa, se sentó a mi lado, me besó la mejilla y dijo:—La vida es un juego muy extraño, a veces se gana, otras se pierde, pero tú has ganado el infierno, te lo aseguro. ¿Vámonos? —Vamos.Rosa me llevó caminando como quien da un