—Se más específico…
—Rosa va a enviar gente a por ustedes, eso no está en discusión, podemos enviar a Patrick al frente, Gianella y usted serán francotiradores y yo llegaré de manera casual, como un transeúnte que llega a la escena y ayuda a los otros.—¿Cómo estás tan seguro de que te van creer?—Porque dejaré inconsciente a Serpiente, estoy más que seguro que Rosa querrá no solamente que esté vivo, sino que lo va a encerrar para que vea como los mata a ustedes y le dará muerte después, según el perfil de ella no es invalido pensar que querrá torturarlo de esa manera.—Ya veo… Bueno, si algo sale mal podremos apoyarlos desde la distancia.Querido diario, pasaron unas horas desde esta charla, Alejo habló con Gianella y le dijo el plan, llegó la tarde. Alejo nos envió a Patrick y a mí a la calle de 5 esquinas en barrios altos a recoger un paquete, ya sabía que nos iban a seguir, desde que los tipos llegaron tuve la sospecha de que habían sido comprados y así fue, alPatrick empezó a caminar hacia el vehículo con dificultad por los golpes y Jack metió la mano derecha a su bolsillo, solo eso bastó para permitirle huir, detrás nuestro un auto explotó y en ese momento corrió, Alejo simplemente lo dejó ir y nos llevamos al herido Patrick con nosotros. Mientras íbamos a la casa de Gianella para curar las heridas de del idiota de Patrick éste nos dio algo útil. —Chicos, esto les va a gustar. —Dijo con una sonrisa forzosa. —¿Qué pasó viejo? Creí que sabías pelear. —Respondí con un tono satírico. —Aun así, puedo patearte el trasero, pero digamos que tengo flojera. —Respondió con el orgullo lacerado. —Si fueras carne, estarías blandito en este momento. —Contesté sacándole la lengua.—Cierra el pico. ─Respondió Patrick avergonzado. —Alejo te tengo un regalo. Pude quitarle el celular, quizá haya algo que nos lleve a Rosa. —Dijo mostrando un móvil ensangrentado. —Lo principal será apagar el GPS de este móvil y después extraeremo
De pronto un oficial pasó cerca de mí con su pareja, le dejó su arma y apostó a 150 soles que iba a lograr que la chica de cabello corto le hiciera un oral en la calle mientras que el otro imbécil aceptó. Sé que siempre he sido de aquellos a los que no les suele importar las personas, sin embargo, realmente no sé porque quise ayudar y hasta el día de hoy fue una de las mejores decisiones que pude haber tomado. Armé un cigarrillo, lo encendí, me puse la capucha y los seguí lentamente, estos estaban tan ensimismados que no notaron mi presencia, cada paso que daban me hacía hervir más la sangre porque sabía que iban a hacer, era despreciable, el abusar de un chica no tenía perdón, menos en ese estado de ebriedad, faltaban cerca de diez metros para que llegaran y la chica los vio, yo fingía ser un encapuchado más que solo deambulaba por ahí.
—¡Estoy bien mi reina hermosa, no me dispares por favor! —Contesté con un brazo arriba.—¿Por qué no levantas ambos brazos? —Refutó Gianella.—Amorcito, si quieres que no sea sarcástico, no alimentes mi sátira por favor. —Supliqué con pucheros.Ella se empezó a reír y me ayudó a levantar, nos dirigimos al primer piso y Alejo estaba nuevamente de espadas, como era típico antes de que llegue me saludó sin voltearse (nunca entenderé eso). El día pasó como cualquier otro, comimos en la tarde, Gianella cocina increíble, las horas se hicieron tranquilas, me alegró saber que Alejo había recuperado la compostura, con lo que Jack ataña, podía pensar con la cabeza fría lo que nos sumaba puntos, hubo muchas cosas que nos enteramos en la tarde de este día. 1) Mackenzie da más miedo que Patrick y come más que yo. 2) Gianella es el tipo de persona que alista todo antes de cocinar, no le gusta hacer las cosas de manera espontánea. 3) Alejo no temía a Jack, Alejo teme que en caso nuest
El amanecer llegó de la mejor manera… olvidé que aquí el sarcasmo no se puede divisar, lamento que haya querido que se transmita de esa manera, si te preguntas porque llegó de manera “idónea” te diré que fue algo lo que vi al entrar al baño de la sala.—¡AAAAAAAHHH! ¡no puedes tocar la puerta pervertido! —Gritó Patrick de manera poco viril.—Lo siento mucho. —Respondí tapándome los ojos.—Ya sabía que tenías deseos ocultos por mí, pero ¿De esta manera? —Refutó Patrick seductoramente.—Ya quisieras que yo te posea, así fuera homosexual no saldría contigo, no eres mi tipo. —Objeté ofendido.—¿Y cuál es tu tipo de hombre, mi amor? —Espetó Gianella amenazante.—¿Gi…Gianella? ─Pregunté con dificultad y nerviosismo.—Dime amorcito? ¿Cuál es tu tipo de hombre? —Preguntó a manera de respuesta.Me giré luego de esto y lo que vi fue algo aterrador, el rostro de Gianella tenía esa sonrisa que tienen las madres cuando te dicen apócrifamente: “Hijo, dime la verdad,
Alejo inició todo de golpe con un grito desde la sala que retumbó por toda la casa.—¡Ya es hora chicos! —Gritó Alejo.Bastó esto para que todos corriéramos hacia la sala con su mochila, Mackenzie estaba con una expresión dudosa en su rostro, Patrick estaba emocionado, Gianella estaba lista como si no hubiera llorado previamente y yo estaba entre listo y al mismo tiempo dudoso de todo, no sabía que íbamos a hacer, pero tenía la idea de que iba a correr sangre. Salimos seguros de alguna forma y nos dirigimos al punto del aeropuerto Jorge Chávez, cabe resaltar que no fue directamente ahí puesto que habría muchos testigos, era una casucha de mala muerte donde supongo que los cargadores iban a beber y follar de manera clandestina, esto lo pude inferir por el olor a orina y a esperma seco que había en las paredes, hubo un colchón con huellas dudosas realmente, hubo botellas acabadas de ron, colillas de cigarrillos. Entré por la puerta del frente y hallé a un tipo tirado en el suelo
—Todo tuyo. —Contesté tirando el cigarrillo a un lado.Le entregué el puñal a Alejo y me senté en el suelo con muchas expectativas, y para ser sincero, fueron superadas, Alejo le tapó la boca solamente para que no es oyeran los gritos del tipejo ese, sentía lástima, pero una traición es algo que nunca perdonaría y parece que Alejo no fue la excepción. Este comenzó a filetear su piel y dejó el suficiente espacio como para poder alzar el pellejo con su mano y así lo hizo, le preguntaba si recordaba como quedó su amigo luego de Jack y este afirmaba con lágrimas en los ojos, la sangre corría y cada vez jalaba más, no lo hacía con el puñal sino con la mano, se tenía que secar la mano a menudo para que esta tuviera un mejor agarre y dejó de hacer esto cuando sus dedos empezaron a arrugarse por la misma sangre, para este entonces ya estaba por el codo y empezó con el otro brazo, sé que parece en vano, pero el mismo lo dijo.—Sé que te preguntas el porqué de ambos brazos Dante, pero c
─ ¿Cómo sigues vivo? ¿Fue por eso que actuabas extraño cuando apareció Gianella mamá? ─Pregunté con más enfado.Un Alejo medianamente recuperado empezó a hablar, mi padre y él empezaron a intercambiar palabras, aunque más que palabras eran reclamos, mi padre al enterarse por mi madre de Gianella, vio zozobrado la pseudo verdad que había construido, la vida que creó a costa del conocimiento que tenía mi madre sobre él, la identidad falsa que había creado y todo por miedo. Él temía que al conocer a Gianella este momento llegaría, que lo iban a encontrar y también temía por la vida de mi madre y mía, lo que él no esperaba es que yo estuviera del lado de Gianella. Llegó un momento en el que ya no soporté más todo lo que estaba pasando, no entendía nada.─Gianella ¿Me acompañas? ─Dije extendiéndole mi mano.Gianella tomó mi mano y me siguió, fuimos hasta mi habitación, empecé a caminar de un lado a otro iracundo, como una bestia encerrada hasta que pasé a un estado de circunspec
—Para tu información, estuve a punto de ingresar a la universidad, cuando estaba por recibir mis resultados me encerraron y heme aquí, con un viejo renegón, una gordita que no sabe ni mi nombre, un mocoso psicópata y una negra de 10 cm.Patrick dijo esto y Jack se empezó a reír mientras que por sus ojos lágrimas caían. —¿Y este por qué llora? ¿Por qué lloras viejo? —Preguntó Patrick luego de golpearle suavemente la cara—Querido diario, voy a contarte lo que Jack respondió tal cual ¿vale? “Ustedes me recuerdan tanto a mi familia, cuando estaban vivos, éramos unidos… Todos los días mi madre salía en las mañanas a comprar, mientras mi padre, mi hermano y yo acomodábamos la mesa para cuando llegara, luego de comer mi hermano y yo lavábamos los platos y hacíamos nuestras cosas, nuestras tareas y resto de quehaceres, tanto las labores de casa, como nuestras tareas. Solo veíamos a nuestros padres dos veces al día, en las mañanas para desayunar y después en la noche cuando am