Dante
La noche es un refugio inquieto para mí. Me recuesto en la cama, pero el sueño no me concede tregua. En cuanto cierro los ojos, las imágenes comienzan a surgir, como si una puerta oculta en mi mente hubiera sido abierta sin permiso. Veo escenas difusas, fragmentos de un pasado que había olvidado, o quizá algo que Luna, por algún motivo, me había hecho olvidar.Al principio, las visiones son incoherentes: un rostro familiar, la risa distante de alguien que alguna vez amé, y luego el dolor… siempre el dolor. Siento el peso de una traición antigua que no logro comprender del todo. Me despierto sobresaltado, empapado en sudor, mi corazón retumbando como un tambor de guerra. Scarlett, aún dormida a mi lado, respira suavemente. La observo unos segundos, intentando anclarme al presente, pero las sombras del pasado siguen aferrándose a mí.Me levanto en silencio, caminando hacia la ventana de la cabaña. Afuera, la luna brilla en lo alto, como si supiera másDanteEl sueño me toma por sorpresa. Apenas cierro los ojos, soy arrastrado a un lugar que reconozco pero no quiero recordar. Estoy de pie en medio de un bosque oscuro, y la luna llena ilumina las sombras que se arrastran a mi alrededor. Frente a mí, veo rostros conocidos: viejos amigos, miembros de la manada… y un enemigo disfrazado de aliado. Siento una traición ardiendo en mi pecho, un dolor que me asfixia.Las imágenes se vuelven más claras. Estoy en el borde de un precipicio emocional. Luna está allí, más joven, con una expresión solemne. “Es por tu bien, Dante”, susurra. Entonces, con un destello de poder, borra algo de mi mente. El recuerdo se quiebra como cristal roto, dejándome vacío, pero ahora los fragmentos están regresando.Despierto de golpe en la cama, el cuerpo cubierto de sudor frío. Scarlett está a mi lado, profundamente dormida, pero mi mente sigue atrapada en esos ecos del pasado. Me siento al borde de la cama, respirando con dificultad. La habitación está en silen
La tensión en la manada crece como un incendio sin control. Dante siente que el tiempo se agota y que las alianzas que intentan construir con otros clanes penden de un hilo. En medio de esta incertidumbre, Marcus ve una oportunidad para asegurar la posición de Scarlett entre los lobos, pero no será fácil. La manada sigue dudando de ella, y Marcus cree que la única forma de consolidar su confianza es obligarla a realizar un acto definitivo de lealtad. —Debes atacar al emisario de Elijah —le dice Marcus a Scarlett, su tono cortante e impasible. La orden cae como un martillo sobre la conversación. Dante, que ha estado escuchando desde un rincón de la habitación, da un paso al frente, la mandíbula apretada. —No. No permitiré que ella haga eso —dice Dante, su voz cargada de ira contenida. Scarlett observa el enfrentamiento entre los dos líderes. Puede sentir el conflicto burbujeando debajo de la superficie, pero también sabe que esta es una oportunidad crucial. Si demuestra su valía,
ScarlettLa tensión en la manada es palpable, como una cuerda a punto de romperse. He pasado los últimos días sintiendo la desconfianza en cada mirada, en cada murmullo que los lobos creen que no puedo escuchar. Dante intenta mantenerse firme, pero sé que esto lo está afectando más de lo que deja ver. Lo conozco lo suficiente para notar que la incertidumbre lo carcome por dentro. Y ahora, escondida detrás de unos arbustos, escucho cómo todo se desmorona más rápido de lo que imaginaba.Marcus, su propio hermano, está organizando una reunión en secreto. Lobos de la manada se agrupan a su alrededor, y sus palabras me perforan como cuchillas.—Dante está perdiendo el control —dice Marcus, con la voz baja pero llena de convicción—. Está demasiado distraído con Scarlett, y esa debilidad nos puede costar caro. No podemos dejar que su apego nos lleve a la ruina.Mis manos se aprietan en puños. Estoy furiosa, pero también asustada. He visto cómo las grieta
Dante El peso del pasado cae sobre mí como una tormenta inesperada. Los recuerdos que durante tanto tiempo he mantenido enterrados finalmente se desbordan, arrasando todo a su paso. No sé si fue la cercanía de la traición de Marcus o mi creciente vínculo con Scarlett lo que rompió las barreras que había construido. Pero ahora los fragmentos de mi memoria se ensamblan como piezas de un rompecabezas cruel. Y lo veo todo: la razón por la que no confío, por qué siempre mantengo a los demás a distancia. Estoy en medio de la sala, con los ojos cerrados, mientras la verdad se despliega en mi mente como una herida abierta. Ella se llamaba Helena. En aquel entonces, creía que el amor que compartíamos sería suficiente para desafiar cualquier amenaza. Mi confianza en ella era absoluta, pero esa confianza me cegó. No vi las señales a tiempo. No vi la traición hasta que fue demasiado tarde. Re
ScarlettEl silencio de Dante me destroza más de lo que podría admitir. Sé que lo que él siente es real, pero sus miedos lo mantienen encadenado al pasado. Y ahora estoy sola, sin él, en una manada donde muchos me miran como una extraña, incluyendo a Marcus. Cada día que pasa aquí sin su apoyo es como una batalla interna que no sé si puedo seguir librando.Por un momento pienso en irme. Podría alejarme de todo esto, dejar atrás a la manada, a Dante, y buscar una nueva vida. Pero esa idea no se siente bien. No soy de las que huyen. Sé que si me voy, dejaré a estos lobos en manos de Marcus, y lo que él representa no es un futuro seguro. Él solo busca poder, y la manada terminará destrozada si lo consigue. No puedo permitírselo.Si Dante no está listo para liderar, entonces alguien más tiene que hacerlo. Y ese alguien voy a ser yo.Camino hacia el bosque para despejar mi mente, pero los pensamientos giran sin control en mi cabeza. Sé que tomar el liderazgo no será fácil. La mayoría aquí
ScarlettEl aire está cargado de una mezcla de tensión y expectativa. El bosque parece contener la respiración mientras la manada se prepara para la batalla que definirá nuestro destino. Las horas pasan como un borrón de instrucciones, entrenamiento y planificación. Nadie se atreve a bajar la guardia. Sabemos que la lucha contra Elijah está cada vez más cerca.Desde que asumí el liderazgo temporal, los lobos me miran con una mezcla de respeto y cautela. Aceptaron mi victoria sobre Marcus, pero el verdadero reto aún está por venir. Si fracasamos, todo por lo que hemos luchado se perderá.Dante está aquí, cerca pero distante, como una sombra que no se atreve a rozar la luz. No hemos hablado más allá de lo estrictamente necesario, y su mirada oscura está llena de preguntas sin respuesta. Estamos juntos, pero más separados que nunca.Lo veo cruzar el campamento, dando órdenes precisas a los miembros de la manada. Aunque aún arrastra el peso de sus her
ScarlettEl aire se corta con el aullido de alarma que atraviesa el campamento. Elijah se ha adelantado a nuestros planes y ha lanzado su ataque antes de lo esperado. Los lobos se movilizan rápidamente, pero la confusión se esparce como fuego. No estamos listos.Dante y Marcus ya están en acción, gritando órdenes mientras los guerreros corren hacia sus posiciones. Yo debería unirme a ellos, pero por un momento me quedo congelada, sintiendo cómo la adrenalina se mezcla con el miedo. Este es el momento decisivo.—¡Scarlett, ven conmigo! —La voz de Dante me saca de mi trance, su tono urgente pero firme.Lo sigo sin dudar, corriendo hacia la línea de defensa mientras los primeros lobos enemigos irrumpen por los flancos. Las sombras de Elijah se mueven con velocidad, atacando con una ferocidad que nunca había visto. Cada golpe cuenta, cada error puede ser mortal.La batalla estalla a nuestro alrededor como una tormenta. Dante y Marcus lideran a la manada, luchando con todo lo que tienen,
ScarlettEl aire huele a tierra húmeda y a sangre. La batalla ha terminado, pero la victoria sabe amarga. Elijah ha sido derrotado, pero no sin dejar una marca imborrable en la manada. El suelo está lleno de cuerpos, algunos amigos, otros enemigos. Me cuesta respirar al ver a tantos de los nuestros caídos. La guerra siempre tiene un precio, y hoy lo hemos pagado en carne y alma.—Lo logramos —susurra Dante a mi lado, su voz baja, casi incrédula.Miro a mi alrededor. Sí, hemos ganado, pero no se siente como una victoria completa. Cada pérdida es un peso sobre nuestros corazones. La manada ha sobrevivido, pero ha cambiado para siempre. Ahora, nos toca reconstruir.Dante se arrodilla junto a uno de los caídos, un joven lobo al que habíamos conocido hace apenas unas semanas. Su expresión se endurece mientras cierra los ojos del muchacho, ofreciéndole una última despedida silenciosa.—Perdimos demasiado, Scarlett —dice sin mirarme. Su voz está