Hospital Real San José, Zapopan, Jalisco. Alicia movió su rodilla constantemente por los nervios una vez que entró Emiliano a urgencias, había llenado a medias la información médica de él, tenía muchas partes en blanco al no tener conocimiento, la uña que tanto estaba mordisqueando, se había sacado sangre y le dolía bastante, pero ignoró el dolor para concentrarse en lo que le habían pedido una de las enfermeras. — ¿Señora... Rodríguez?—escuchó que alguien la llamó a su lado cuando tenía la mirada perdida en la hoja en blanco en su regazo, levantó la mirada. — ¿Sí?—pudo notar la sorpresa de la enfermera al ver que ella, una mujer tan joven y en esas fachas, era una señora. — ¿Qué? ¿Por qué me mira así?—preguntó a Alicia. —El señor Emiliano Rodríguez ya puede recibir visita, ha preguntado por usted. —Alicia suspiró, pero era uno de un gran alivio, nadie se había acercado a ella desde que una de ellas le entregó la hoja para que la llenara. —Gracias. ¿Te puedo entregar en unos m
Hospital Real San José, Zapopan, Jalisco. Emiliano comió un poco de la gelatina que le habían llevado una de las enfermeras diciendo que era hora del postre para todos los del piso, Alicia estaba sentada en el sillón con los brazos cruzados mirando como la mujer le sonrió a su esposo, quién al parecer era ajeno a aquella sonrisa “Colgate” que le estaba dando. —Está rica, gracias. Me gusta mucho. —dijo Emiliano luego miró a Alicia. — ¿Quieres probar?—ella miró a la reacción de la enfermera que se le había esfumado la sonrisa de la boca. —No, —hizo un gesto Alicia—Prefiero que comamos en nuestra casa, ya que te den de alta, te voy a preparar algo rico con mis propias manos. —Alicia sonrió ampliamente y luego borró la sonrisa cuando sus ojos se posaron en la enfermera. — ¿Necesita algo más, señor Rodríguez?—preguntó la enfermera ignorando la mirada asesina de la mujer en el sillón. —No, gracias. Muy amable…—dijo Emiliano mirándola de manera fugaz y poniendo después su atención de
Hospital Real San José, Zapopan, Jalisco. Llegó la hora del alta, el doctor le estaba dando indicaciones a Emiliano acerca de ver otro método de anticonceptivo, ya que él era alérgico a todo lo que fuese látex, que habían llegado a tiempo en la madrugada porque de esperar más tiempo, su garganta se hubiera cerrado por completo ocasionando una tragedia. Alicia estaba atenta escuchando y una vez que se retiró el doctor, miró de regreso a Emiliano que estaba sentado en la orilla de la cama. —Creo que…—comenzó a decir Emiliano, pero se adelantó Alicia. —Tendremos que detenernos ahora. No más juegos en la habitación. No quieres hijos y yo no me voy a meter cuchillo. —Emiliano alzó sus cejas con sorpresa. —Jamás te pediría que te operaras. —él replicó de inmediato. —Bien, entonces no más sexo para nosotros. —él arrugó su ceño. — ¿No quieres más... Intimidad conmigo?—preguntó en un tono bajo sin dejar de mirarla. —No quieres chilpayates. Y si no nos cuidamos será lo primero que pase.
Hacienda «El patrón» Emiliano miró a Alicia, se veía cansada casi no había dormido desde el evento desgraciado de la noche anterior. —Voy a entrar, necesito ir…—no terminó cuando doña María asintió, Alicia entró a la hacienda mientras que Emiliano tiró del brazo de su madre y comenzaron a caminar detrás de ella, pero su madre, no se quedaría quieta hasta saber qué es lo que realmente había pasado. —Quiero descansar, madre—doña María refunfuñó entre dientes. —Me tenían toda preocupada pensando lo peor, ¿Para qué chingados tienen sus celulares si no van a contestar? —Madre, no discutamos, estoy bien, Alicia está bien, déjanos dormir y cuando despierte para la hora de la cena, conversamos. — ¿Pero si estás bien?—Emiliano asintió y le sonrió para tranquilizarla. —Bien, ¿Pero no puedes darme algo? —Soy alérgico al látex. —ella arrugó su ceño cuando se detuvieron en el pasillo principal antes de subir las escaleras, su madre alzó las cejas cuando Emiliano le hizo un gesto de “ahí a
Hacienda "El patrón"Emiliano había terminado de ponerse la ropa holgada para dormir el resto del día, había tecleado un mensaje a Ryan para que lo pusiera al tanto de todo el tema laboral antes de dormir, si necesitaba algo de él antes de dormirse, él miró desde el lugar de su cama como Alicia empezó a desenredarse el cabello, al parecer tenía dificultades, pero no lo decía. Él tenía los dedos sobre las teclas de su celular a medias con un mensaje, -Mientras que Ryan esperaba cualquier indicación del otro lado- Emiliano la miró y decidió ayudarle. —No jales más, te vas a lastimar—Alicia se exaltó al escuchar la voz de Emiliano, se giró de medio perfil para mirarlo. —Estoy bien, es solo que se me ha enredado un poco—dijo mientras él comenzó a acercarse a ella, le pidió el cepillo y ella se lo entregó con el ceño arrugado. —Siempre tienes que cepillar de abajo hacia arriba, primero desenredas puntas. —dijo Emiliano a punto de empezar a pelear con el nudo que tenía en uno de sus larg
Hacienda «El patrón» Emiliano había regresado a la mesa de la cocina sin decir nada, Alicia se había percatado de su semblante, Sebastian había empezado su segundo plato y conversaba con su cuñada. — ¿Todo bien?—preguntó Alicia a Emiliano y este asintió lentamente sin mirarla— ¿Seguro? Traes una cara que parece que te ha correteado el mismísimo diablo. —él miró a Alicia, «Ella y sus dichos» pensó y apenas hizo una breve sonrisa. —Sí, estoy bien, es solo que me llamaron de larga distancia. Un recordatorio que tenemos que ver lo de tu visa para el otro lunes viajar a New York. —Alicia abrió sus ojos de par en par, casi como de caricatura. — ¿Qué? ¿Ya podré ir al otro lado contigo?—preguntó Alicia sorprendida, qué sorprendida, atónita, que no se la creía. — ¿A los Yuneites steits?—preguntó Sebastian siendo metiche en la conversación de su hermano con Alicia. Emiliano miró a su lado, y asintió. — ¡A la madre! Yo quiero eso que le das a la Lich… A Alicia quiero decir. ¿Qué tiene uno
Queridos lectores, entro rápido por qué no tardan en acabarse mis datos, no he podido actualizar como estaba organizado por una situación que se ha salido de mis manos, mi madre está internada de situación totalmente GRAVE en el hospital de hace días atrás, es por eso mi ausencia no es tanto por que no les quiera dar capítulos, sabiendo que amo escribir, pero mi priorioridad en este momento es ella, espero que puedan entender, empezaré a escribir en mi rato libre por la noche desde mi celular (No se asusten si me como una palabra o una coma o acento) y daré todo de mí para que puedan seguir leyendo esta historia y las demás. Hay capítulos que iré programando en estos días para no dejarlos sin historia y yo no perder más de esos días que a nosotros los escritores nos da la plataforma libres y no perder bonos. Gracias por tomarte el tiempo de leer este anuncio y de comprender. Daré todo lo que pueda de mí para darte más historia. Mara Caballero.
Alicia al escuchar esas palabras como todo un hombre celoso, se sintió de alguna manera, satisfecha. Se mordió el labio inferior sin que se diera cuenta él, ya que le estaba dando la espalda. —Bien, veo que nos entendemos. —Sí. —susurró Emiliano retrocediendo para dejarla que se marchara, no podía tomarla debido a su anterior problema de salud, pero para todo había… Maña. —Que descanses, iré más tarde. —ella solo asintió y sin volver a girarse hacia él, salió de la oficina, al cerrar la puerta detrás de ella, tomó una exagerada bocanada de aire y se llevó la mano a su pecho, agitada y excitada, pasó saliva con dificultad y de inmediato tomó el camino a su habitación, mientras que Emiliano tenía la mirada fija en la puerta que recién había sido cerrada delante de él, este tomó una gran bocanada de aire y lo soltó entre los dientes, escuchándose por el lugar, se pasó una mano por su cabella y lo revolvió, mientras negó. —Esta mujer me tiene loco, —luego pasó una mano por su rostro y l