Dylan Connor, o simplemente Dyl, es una chica de diecisiete años que estudia en el Instituto Monroe. Una chica tímida, pero linda; callada, pero inteligente; tendrá que ser tutora por obligación de Logan Harris. Y a pesar de ser una chica que no tiene problemas con los demás, Logan es como el chicle que se te pega al zapato: odioso, aborrecible, entre otras cosas que ella no soporta de él. Pero hay algo en él que hace que Dylan sea diferente a como es con otros: más competitiva, menos insegura.
Logan Harris, un chico de dieciocho años, mejor conocido como el “chico guapo” de la secundaria. Chico con gran labia, pero poco cerebro; gran cuerpo, pero irresponsable. Será obligado a que la "nerd", según sus palabras, le ayude en sus problemas con las materias reprobadas. Además, él es muy competitivo en todo y un chico lleno de problemas cuando las cosas no son tal y como él las quiere. Y Dyl, es una de esas chicas que no reacciona de la forma en que él desea que lo haga.
¿Algún problema?
Ella no lo soporta ni a tres metros de distancia. ¿Por qué? Ya lo descubrirán.
¿Problemas exteriores? En definitiva…
Ella tiene un secreto que hará que las cosas con Logan sean más difíciles… O fáciles. Que probablemente los cambie a ambos.
Un cliché… ¿tradicional? Eso creo. Pero no lo sé.
Todo comenzará con Dylan queriendo hacer una buena obra, pero pagando un precio muy alto. Que el playboy descubra su pasado y lo que más ha querido resguardar de todos.
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¡Hola! Me llamo Marce y soy nueva en esta plataforma y te agradecería si me ayudas a crecer en ella <3
He estado editando la historia, por lo que varios capítulos van a desaparecer (update: descubrí que no los puedo borrar) y otros los iré actualizando con el tiempo; dichos capítulos estarán marcados con un asterisco (*). Me encantaría que puedan leerla y darle una oportunidad.
Espero te guste mi historia...
¡G R A C I A S!
Mi alarma suena a las seis de la mañana en punto, una hora precisa para prepararme antes de clases y no ir corriendo cuando estas empiezan a las siete y quince. Por suerte, la escuela no queda lejos de casa; o, al menos, así parece en auto. Sacudo mi desordenado cabello que cae a los lados de mi cabeza casi simulando el nido de unos pájaros mientras me pongo de pie y me estiro para sacar la pereza de mi cuerpo, aunque con poco éxito. Soy una amante de la música pop, por lo que mi canción de alarma esI got youdeBebe Rexha. En verdad la amo. Además, para poder levantarme, necesito de un incentivo y qué mejor que una canción que me haga moverme. Me levanto tarareando la canción mientras me dirijo al baño de mi habitación. Agradezco tener uno, pues no creo que pudiera soportar el hecho de compartir uno con tres chicos. ¿Tengo tres hermanos? Así es, están en lo correcto. Y resulta, pasa y acontece que todos son mayores e increíblemente,
Esta semana es el inicio de nuevo semestre, lo que significa que a algunos los cambian de lugar en cuanto a los asientos, los cuales son de dos plazas. Espero tener suerte y que Sebs y yo quedemos tal y como estamos ahora, pues hacer amigos no es mi fuerte, no lo es hace mucho tiempo. —Como saben hoy es día de cambios —comenta el Señor Collins—. Así que todos vayan a sus asientos por última vez, recuerden despedirse de su compañero actual —saca una risita mala, la cual lo hace ver extraño. Abro los ojos y decido conce
Su mirada de superioridad no desaparece en ningún momento mientras el entrenador habla, dando la explicación del por qué Logan se encuentra aquí; resulta, pasa y acontece que se ausento en un día de prueba, extraño. Pero más extraño es que su mirada sobre mí tampoco se va, ni siquiera porque las chicas de mi clase se lo devoran con los ojos y yo intento esconderme detrás de ellas. ‹‹¿Qué tanto me mira? ¿Tendré manchada mi camiseta?›› La hora de deporte ha sido la más rara de mi vida y una en las que más desconcentrada he estado en el día, y eso que he visto a mi hermano y sus amigos ir en ropa interior por la pista para molestar a Donovan. Camino con la bandeja de mi almuerzo hasta llegar a una de las mesas vacías donde Sebas y yo solemos comer, apenas me planto en el asiento cuando una chica usa el asiento enfrente mío. Frunzo el ceño, viéndola algo extrañada. Nunca he sido de las chicas que tienen muchas amigas, a decir verdad, toda la vida hemos sido Sebs y yo. El haberme criado entre chicos tampoco ayudó mucho. Si las chicas querían ser mis amigas, siempre era para llegar a mis hermanos, yo nunca les interesaba, solo era un medio y por ingenua ni siquiera me percataba de las señales, como, por ejemplo, que eran mayores que yo; aparte claro de todo lo que pasé y de mi reconstrucción personal. Por esa razón, mi único amigo ha sido Sebastian. Y me alegro de que no sienta más que fraternidad hacia ellos,04|¿Amiga nueva?*
Historia.¿Historia?¿Para qué rayos estudiamos historia?O sea, hello, yo voy hacia el futuro, no al pasado, dah.
Por fin es viernes y después del almuerzo, solo quedan dos horas clase para largarme a mi casita. Este tipo de semanas, las que sientes que se pasan volando son las que me gusta contar como favoritas, en especial esta, pues me ha dejado cositas buenas; como que la hora del almuerzo, en la mesa, ya no solo somos Sebastian y yo, ahora se encuentra Becca también. Quien resultó ser mejor de lo que alguna vez imaginé. Tiene una personalidad muy fuerte y directa que no deja de sorprenderme, pero que me llena de risas. Además, se siente bien poder decir que, al fin, tengo una amiga sincera que no está conmigo por la atención de mis hermanos.
LOGANLa primera mitad del juego se fue volando, por más que intentáramos meter presión por las bandas, no lográbamos acercarnos lo suficiente para deshacernos del empate que tenemos, no obstante, la defensa se ha mantenido resistente a dejar que el otro equipo se acerque a nuestra meta.—Los nervios están de punta allá afuera —habla el entrenador, o más bien, grita—, pero a ustedes los necesito calmados, que piensen con la mente en frío. Necesito que salgan y le demuestren a ese equipo todo lo que han entrenado y porqué merecen
Los Bulls de Monroe son un orgullo para toda la ciudad y que hayan pasado a los cuartos de final es motivo de celebración entre todos, pero, en especial, entre nosotros, los estudiantes. Y para esta ocasión, los protagonistas son mis dos hermanos y el idiota de Logan, puesto que además del gol de Harris, James logró hacer otras dos anotaciones que le dieron la victoria definitiva a nuestro equipo, por lo que habrá fiesta en la casa del capitán.Con mucha persuasión, Becca logró convencerme de regresar a casa para cambiar mi atuendo, debido a que me renegó por mis jeans flojos y la camiseta de colores como algo típico de mí y no una forma de vestirse para una fiesta de este calibre.—Sigo insistiendo en por qué me debo cambiar —rezongo mientras busco que usar, pasando una prenda tras otra con un poco de brusquedad.