Jacob empezó su nuevo cargo político, no perdió tiempo en comenzar a hacer nuevos contactos e involucrarse en todas las actividades, yo me quedé en el apartamento tres días antes de contactar a Esteban, hablé con Jacob para decirle que aceptaría el empleo, tuvimos una plática que fue interrumpida por su madre, pero al final aceptó, me vería con Esteban en el almuerzo para hablar sobre las condiciones y su oferta de trabajo. Hablando de Jacqueline Hoffman, esa mujer está metida en todo lo que hacemos, siempre haciendo comentarios sobre nuestra convivencia en la casa, Jacob me estaba diciendo que me tomará un tiempo para descansar cuando la bruja malvada apareció y nos interrumpió preguntando una tontería y no le dí tiempo a Jacob a protestar y le informe que ya me iba a reunir Esteban, creo que entendió muy bien mi pesar, Jacqueline se la pasaba criticando todo lo que tomábamos en la casa, con los niños casi no se metía, gracias al cielo porque yo no sabía de que era capaz si les hací
–Ah… El vaivén de Jacob era rápido y duro, me dio la vuelta con habilidad, levantó mis glúteos y volvió a penetrarme con fuerza, me sujeté de la sábanas. –Jacob, espera. –No. Era demasiado, se sentía tan fuerte y profundo, se inclinó mientras continuaba, su pecho rozó con mi espalda hizo a un lado mi cabello y beso mi cuello. –No puedo detenerme ahora, hermosa. Se movió más duro y rápido, el sonido de nuestros caderas chocando y los gemidos se escuchaban en toda la habitación, solté un gritó cuando el org.asmo recorrió mi cuerpo y sentí como Jacob se vació dentro de mí, se dejó caer a un lado de la cama con la respiración agitada, me moví para acomodarme en su pecho, él me abrazó, me gustaba esto, era como un momento íntimo entre nosotros, estuvimos en silencio un momento, me dí la oportunidad de mirarlo, él tenía los ojos cerrados y su gesto era de tranquilidad, su respiración era más lenta, era muy guapo y creo que nunca me cansaría de verlo, se veía tan relajado, creí qu
Por la mañana al despertar, Jacob estaba saliendo del baño, lo mire con esa toalla enredada en su cintura y me pareció extraño. –Buenos días –me saludó. –Hola –murmuré cuando se acercó a darme un beso –. No te escuché llegar anoche. –Sí, ya sabes como es mi madre –rodó los ojos –. Te vi dormida y no quise despertarte. Me quité la sábana y fui al baño, él no me siguió como todas las mañanas, estaba saliendo cuando lo encontré ya cambiado. –Debo ir a la oficina temprano –me tomó de los hombros y me besó –. Te veo en la noche y me cuentas sobre tu empleo. –Si, saldré estos días a conocer los hoteles. –Bien, te veo más tarde. Él salió y yo terminé de cambiarme, los niños ya estaban casi listos, era increíble como ya habían tomado su propia rutina en está casa, recuerdo que en la nuestra tenía que levantarlos a la fuerza, desayunamos juntos como cada mañana, para nuestra buena suerte no vimos a Jacqueline, salí al trabajo y Esteban ya me estaba esperando con un auto en la entrada,
La semana continuó igual, fuimos a conocer los diferente hoteles, tuvimos que viajar un poco más lejos los últimos tres días y solo vimos dos hoteles por día que estaban ubicados fuera de la ciudad, tomé el tiempo de llegada para calcular mi propio tiempo, era bastante trabajo, eran doce hoteles que debía llevar la administración de los eventos no sería una tarea fácil, me tendría que organizar muy bien, al llegar a la oficina me quedaba hasta tarde para intentar organizar lo que había recopilado, regresaba casi a medianoche al apartamento, apenas si veía a Jacob por la mañana y luego a continuar trabajando, el viernes decidí salir temprano, estaba cansada y tenía varios días de no ver bien a mis hijos, al menos quería llegar a cenar con ellos, apagué la computadora y salí de la oficina, me encontré a Esteban que también iba saliendo. –También saldrás temprano –sonreí. –Mi padre le insistió tanto a Darlyn venir a casa y quiero asegurarme que no sea un desastre –mencionó –. Es mi her
Sentí algo extraño, suave y cómodo, me moví de un lado a otro y de pronto los rayos de sol pegaron en mi rostro, abrí los ojos y un dolor de cabeza me golpeó con fuerza, tuve unas inmensas ganas de vomitar, miré alrededor y vi que estaba en una habitación, no entendí nada, pero me levanté a abrir una de las puertas y para mi suerte era un baño, apenas si llegué para vomitar, después de sacar todo, me sentí débil, temblorosa y sobre todo asustada, no sabía dónde me encontraba, recordaba que había visto la noticia de Jacob y luego fui a un bar a emborracharme, miré mi ropa y estaba intacta, pensé que también había cometido una estupidez o peor aún, me habían secuestrado, aunque este lugar se veía muy elegante para estar secuestrada, me lave el rostro y la boca, salí del baño y fui por mi bolsa, verifiqué que todas mis cosas estuvieran ahí, fue cuando alguien entró al dormitorio, me di la vuelta y ví a una mujer joven con uniforme. –Buenos días, señorita –saludó –. Me alegro que ya haya
Mi rostro enrojeció de la vergüenza cuando escuché las palabras de Esteban, le dije a Jacob donde estaba para que se diera cuenta que no le ocultaba nada, pero no creí que realmente viniera hasta aquí. Seguí a Esteban por el jardín, estábamos por entrar a la casa cuando detuve a Esteban. –Será mejor que hable yo sola con él, no sé como vaya a reaccionar cuando te vea. –No tiene nada de que reaccionar –mencionó Esteban –. Solo te fui a recoger anoche, somos amigos y te hice un favor. Nosotros sabíamos eso, pero Jacob no, pensé en que podría discutir con Esteban por la situación, después de todo no se veía bien que después de que saliera una noticia de infidelidad estuviera precisamente en su casa.–Sí, lo sé, es que… –¿Tienes miedo de él? –No –sonreí –. Jacob es muy bueno conmigo. –Entonces vamos. Entramos a la casa y llegamos a la sala, Jacob estaba ahí caminando alrededor como un león enjaulado en cuanto me vió, se apresuró a abrazarme, fue algo confuso para mí porque creí qu
Alice y Angelo corrieron a sus habitaciones, estaban felices de volver a la casa, pensé que protestarían porque la casa de Jacob es más grande y tenían mejores cosas ahí, parece que no hay lugar como el hogar. Jacob se fue con nosotros ese mismo día, la cena fue como antes, un caos en la cocina, Angelo ayudo a buscar los platos y colocarlos, Alice nos ayudó con la pasta y Mamá hizo su salsa especial con mi ayuda, Jacob tardó un poco en darse cuenta que todos ayudamos y tenemos nuestra propia tarea, al final le asigné hacer la bebida, pero al parecer no tiene la menor idea de lo que se supone que debería hacer, así que Angelo le mostró como hacer una limonada. Me sorprendía la forma en que siempre intentaba ser parte de nuestra familia, eso me gustaba mucho. La felicidad me duró poco cuando al día siguiente recibí una llamada de uno de los gerentes, habían solicitado un evento, pero el cliente había pedido que la encargada se presentará personalmente. Había un auto designado de part
El día de la cena llegó, yo daba gracias al cielo porque Jacqueline era el cliente más difícil que había tenido aunque creo que era solo para hacerme la vida imposible, bueno, no lo creo, así era. Recibí las primeras llamadas de ella desde las seis de la mañana, las cuales ignoré porque estuve en el hotel hasta las dos de la tarde, me estaba cambiando cuando Jacob me abrazó. –Te ves muy guapa –mencionó.–Con mi uniforme –señalé –. Gracias igual. –Desnuda también te ves mejor –sonrió y me beso la mejilla –. Hoy no vengo a cenar, debo ir a un evento de caridad. Me detuve para verlo entrar al baño, cinco minutos después salió sonriente, pero yo aún seguía ahí. –Irás a la recaudación de fondos para los huérfanos. –Así es, ¿cómo lo sabes? –dudó al cambiarse. Intenté repasar la lista en mi cabeza, Jacob no aparecía ahí, en ningún lado decía su nombre, eso no era posible, a menos que la señora Hoffman lo haya agregado como ella, por supuesto. –Estoy a cargo de ese evento –mencioné –.