Jacob… Había recibido una invitación a la cena de recaudación de fondos para los huérfanos de los Richardson, era extraño recibirlo a última hora, pero tendría que ir al menos un poco de tiempo por las presentaciones me alegró saber que Becky estaría ahí, al menos no estaría tan mal. Me retrasé por unos asuntos con el ministro de finanzas, al menos tenía un traje decente, al llegar todo era elegante, eso no me sorprende debido a que los eventos de ellos suelen ser así, es increíble como Becky pudo mezclar el tema tan sensible con la extravagancia de los Richardson, la estuve buscando, pero no la encontré, aunque sí habían unos antiguos colegas de la universidad, personas con dinero que podía aprovechar a saludar, era importante apoyarlos, fue hasta que escuché a alguien ahogarse cuando ví a Becky con los Montaner, fui directo a ella, no me gustaba que estuviera tan cerca de Esteban y su padre, después de todo lo que se había hablado, era mejor aclarar las cosas. Además, estaba segu
–Señorita Lowe, no es necesario que siga aquí, nosotros nos encargamos de la limpieza –comentó una de las chicas del servicio. –Está bien, quiero asegurarme que todo quede limpio para el evento de mañana –me excusé –. Revisaré el libro y luego me iré. Solo estaba usando excusas para no regresar a casa, Alice y Angelo ya estaban durmiendo, mi madre me había dicho que había sido una noche tranquila. Después de la señorita Alessandra mencionará mi nombre delante de todos fingí que debía terminar de ver el evento y me fui a la cocina hasta que la mayoría de las personas se fueron, dos meseros me llamaron porque habían personas que querían reservar mis servicios para sus celebraciones y mandé a colocar unas tarjetas sobre la mesa de aperitivos donde se podían comunicar conmigo personalmente, no estaba para atender personas. Fui a la oficina de la administración y revisé los libros con las actividades anteriores y las próximas, tenía eso en la computadora de la oficina, pero estaba evit
–¡Rebecca! Abrí los ojos y me encontré con mi madre que me estaba moviendo con su mano, me levanté y sentí el frío de la mañana. –Mamá, ¿qué hora es? –Son las seis –respondió –. ¿Qué haces aquí? –Ah, no lo sé –bostecé –. Debí quedarme dormida aquí al llegar. –¿A qué hora regresaste? –Tampoco lo sé. –Cariño, se supone que tendrías un mejor trabajo, pasas todo el día fuera de casa, esto es… Empecé a escuchar los reclamos de mamá sobre lo importante que es estar en casa con los niños, dedicarles tiempo y el trabajo importante de una mujer como madre, mezclaba las palabras entre italiano y castellano, este trabajo ocupaba la mayor parte de mi día y muchas veces la noche, si fuera millonaria y tuviera nada más de que preocuparme en la vida, les daría todo el tiempo del mundo a mis hijos, ella es quien los a estado cuidando la mayor parte del tiempo así que prefiero escucharla y no contradecirla. –Se supone que sería una mejor oportunidad. –Es una mejor oportunidad, mamá –debatí e
El domingo tuve que estar corriendo con los niños para que pudiéramos estar a tiempo para el almuerzo con los Montaner. Alice no quería usar vestido, tuve que amenazarla con quitarle el teléfono por una semana, siempre funcionaba ese castigo, solo se lo he aplicado un par de veces. Angelo no quería bañarse, dijo que lo había hecho toda la semana, al final lo convencí con un plato de pastel, tuve a arreglarme, esa fue la peor parte, no sabía cómo debería ir vestida, se supone que iba a ser un almuerzo, entendí que solo éramos nosotros, pero ahora no estaba muy segura porque se supone que debería ir con una ropa sencilla como jeans y blusa informal para tener más comodidad o un vestido, me probé varias prendas hasta que recordé que le había dicho a Alice que usará vestido, así que me terminé colocando uno con estampado color menta, y es que no le había pedido a Alice que usará vestido por etiqueta, lo que realmente sucedía es que sus jeans parecían haber salido de una trituradora, ten
Jacob…Que soy idiota, eso ya lo sé. Qué no se discute con tu mujer, eso también lo sé y precisamente ese es el motivo por él que terminé afuera de la casa. Estaba por irme a mi apartamento del centro cuando vi un auto del otro lado de la calle, no era de ninguno de los vecinos, ya de tener un tiempo de vivir aquí aprendes a conocerlos. Salí de mi auto y lo miré, tenía todo apagado, empecé a caminar hacía él cuando se encendió, las luces también lo hicieron y salió de prisa. Intenté apresurarme a ver las placas o algo, pero se fue demasiado rápido, ¿qué carajos había sido eso? Miré alrededor y me dí cuenta que no había nadie más, esto era una locura, entre a la casa y fui a ver las cámaras de seguridad, había mandado a instalar algunas alrededor de la casa cuando nos mudamos aquí, era una calle segura así que no ví la necesidad de contratar seguridad, todos los vecinos eran tranquilos aunque algo ruidosos, pero te acostumbras con el tiempo. Ahí estaba el auto, no entiendo como n
Rebecca…Después de que Jacob me dijo sobre el auto, empecé a sentirme un poco paranoica, tenía miedo por mis hijos, terminamos hablando con todos por seguridad y cambiamos algunas cosas, ahora los niños iban acompañados por el chofer hasta el instituto y regresaban a casa, no podían salir a ningún lado sin permiso, Jacob les instaló un programa en su celular para saber dónde estaban todo el tiempo, les explicó que era por su seguridad y que no era para invadir su privacidad, había tres hombres en la casa que se turnaban para cuidar, si uno de nosotros quería salir, se iría acompañado por uno de ellos. El jefe de seguridad de Jacob dijo que haría lo posible por saber quien era la persona que estaba detrás de esos acosos, pensó que podría tratarse de algún paparazzi y quería exponer algún escándalo sobre nosotros, eso me puso nerviosa al recordar mi antiguo empleo, si se enteraban que había sido meretriz, podría afectar la reputación de Jacob, pero él me dijo que no me preocupará, que
Jacob –Esto ha llegado muy lejos, Jacob, te exijó que termines con esa mujer en este momento. Mi madre lanzó el periodico sobre la mesa, está era la segunda vez que me lo decía, la primera había sido al teléfono y ahora me estaba gritando en mi propio departamento donde se había quedado, ya sabía que me iba a ir mal cuando me pidió venir aquí, pero sería peor si fuera a mi oficina. –Tienes toda la razón, madre –señalé –. Les digo a todos que mi madre se opone y la dejo. –Es que hay mejores propuestas para ti, cielo –indicó –. Ahí está Alessandra esperando por ti. –No voy a estar con Alessandra, no la quiero y la única razón por la estuvimos juntos fue por tus caprichos y mira cómo terminó, yo no la quiero. –Pero no puedes querer a Rebecca, es una madre soltera. –Eso no tiene nada de malo, tú también lo eres –señalé. –Tu padre falleció, eso es algo muy diferente, además no sabes que te puede hacer, esas mujeres son astutas –indicó –. Estuvo bien que la usarás para tu campaña,
Rebecca… Después de la noticia sobre la boda las cosas se han puesto algo difíciles, afortunadamente salió a la luz que uno de los políticos estaba en contra de las personas de color y eso movió algo de atención ante él, así que las cosas se calmaron unos días hasta que anunciamos el día de la boda, salimos en el periódico de nuevo y yo ahora soy como la mujer que ha causado el milagro en todo el país, incluso me hicieron un artículo llamado “Siempre espera algo mejor.” Lo cuál es totalmente ridículo para mí, aunque hasta ahora había evitado hablar sobre Brendan, los periodistas seguían insistiendo, al menos tengo la suerte que él esté muy lejos de aquí y tenga su propia vida, tanto que no quiera interesarse en lo que yo hago. –Te ves cansada. Esteban apareció en la entrada, hace casi una semana que lo veo, aunque no es extraño, él es el jefe de todos los hoteles y yo solo atiendo un departamento, así que solo coincidimos en las juntas generales. –Un poco –suspiré –. Pero tenemos