Capítulo 3

DORIAN RUSSO

La mañana estaba tranquila, todas las candidatas que ingresaban para la entrevista no llenaban mis expectativas. Le faltaban un no se que, que me ponían de mal humor.

Seguía pensando en aquella niña del aeropuerto que me grito en un idioma extraño, no me miro como todas las mujeres suelen hacerlo y realmente eso me prendió. Soy atractivo, cualquier mujer cae a mis pies y ella simplemente ni volteo a mirarme, ni siquiera cuando me dijo quien sabe que cosas en su idioma.

Tenia unos bonitos ojos color gris, creo que era de ese color, no pude verla bien ya que ni siquiera espero una respuesta de mi parte al darse la vuelta y alejarse. ¡Y Dios!!  que culo se mandaba, en serio tenia un cuerpo perfecto con unas curvas bien pronunciadas.

Muevo la cabeza en señal de negación, no puedo estar pensando en esa desconocida. Estaba esperando a la ultima candidata, cuando escuche que tocaron la puerta.

- Adelante. - respondí con la mirada aun en los papeles, estaba concentrado con los documentos de todas las candidatas y realmente necesitaba una que llené mis expectativas y que este disponible para mi prácticamente las 24 hs.

Levante la vista cuando escuche sus pasos acercarse y quede en shock. Era ella, la niña del aeropuerto. Quien diría que la tendría en frente mismo. La empecé a observar y realmente es mas hermosa de lo que creí y tenia un cuerpo de infarto.

-Buongiorno, signorina. - observe sus papeles para verificar su nombre. - Lombardo. - dije levantando la vista con un movimiento seductor.

- Muy buenos días Señor Russo, un placer conocerlo en persona. - me dijo en un ingles perfecto.

- ¿No habla italiano? - pregunte

- Realmente me cuesta hablarlo, pero lo entiendo a la perfección, igual estoy a días de inscribirme en algún curso para poder practicarlo. - Me dice, pero lo que me parece extraño es que no me mire como me gustaría que lo haga. ¿Es que no se acuerda de mi? - También hablo griego, y un poco de mandarín, todo esta detallado en mi currículum.

- Si lo estoy leyendo. ¿Y dime que esperas de trabajo? - Pregunte un poco brusco y mirándola con una cara de pocos amigos. Como es posible que no se acuerde de mi. Es injustificable.

-Para mi seria una experiencia única, y realmente espero aprender mas, para poder crecer como profesional y que mis padres estén orgullosos de mi.

- Contratada. - dije en un impulso, realmente no escuche nada de lo que me dijo porque me pase observando sus facciones, sus labios bien carnosos. Observo como me sonríe cuando le doy la noticia y ese es un golpe para mi entrepierna y yo quedo embobado, tiene una sonrisa angelical.

-Prometo que no se va a arrepentir, muchísimas gracias Señor Russo. - dice estrechando su mano la cual la tomo y siento una corriente en todo mi cuerpo. Nos quedamos observándonos por unos minutos hasta que ella decide cortar.

-Nos habíamos visto antes señorita? - pregunto con curiosidad, es que realmente me enerva que no me recuerde, o simplemente no quiere recordarme.

-No creo señor. Créeme que si lo haya visto me acordaría. - me dice con una media sonrisa.

-Perfecto. Afuera la señora Alanna le dará todas las indicaciones de lo que debe hacer, el horario, su salario junto con los RRHH y sobre todo recuerde que debe estar disponible para mi las 24 hs. En el caso de viajes improvisados y demás que surjan.

-Sin problema, será un reto y gracias por la oportunidad.

-Puedes retirarte. - le dije en seco

Una vez fuera de la oficina me quede observando el ventanal con vista a la ciudad. Pensando en una señorita de ojos color gris, cabello oscuro, piel bronceada y cuerpo esculpido por los dioses. En como era posible que ni me recuerde, y lo peor era que ni siquiera se inmuto, ni se puso nerviosa con mi presencia. Otras mujeres tartamudean, y por Dios que odio que lo hagan, pero ella simplemente actuó como sin nada, ni siquiera le importo la mirada seductora que le brinde, o el tono amargo con el que le hable, o la amenaza de que trabajaría 24 hs conmigo. Ignoro todo y eso me descoloco.

***

Al día siguiente me levante temprano pensando en una señorita de ojos color gris, y dele con lo mismo. Entre al baño a darme una ducha con agua fría, porque en serio la necesitaba. Me coloque un traje a la medida de tres piezas, me coloque los zapatos y me acomode bien el pelo. Sali rumbo a la empresa en mi Maserati Levante color negro. Una vez allí subo directo a mi oficina encontrándome con la nueva y Alanna.

-Ambas a mi oficina. - dije seco a ambas pasando de largo y adentrando.

Una vez en mi oficina Alanna me explico todos los horarios, y le explico algunas cosas a la nueva.

-Haz entendido todo? - pregunte; observándola en ese vestido al cuerpo color beige que marcaba todas sus curvas, y bien que se veía sexi.

-Si señor, entendí a la perfección, no tendrá queja alguna de mi trabajo.

- Espero así sea, no me gusta los errores. Desde el lunes entonces estará en mi casa a partir de las 06:30 para preparar mis trajes y esas cosas ya que yo llego tarde. Debe prepararme el desayuno, y dejar preparado la cena. Caso que no llegue para ambas le avisare.

-Sin problema, ya la señora Alanna me ha explicado todo, pero no especifico lo del desayuno y la cena, pues me dijo que tenias personales pera ello; de igual forma no tengo problema, me facilito también el código de ingreso de su pen-house y también me dio las llaves de unos de los vehículos de la empresa para movilizarme.

-Perfecto. Puedes retirarte. Si necesito algo la llamare. - Dio un asentimiento de cabeza y se retiro.

Bien señorita, creo que quieres jugar conmigo, pues bien, juguemos. Hare tu estadía conmigo un infierno. Seré un tirano. Es imposible que te olvides de una persona como yo, y yo hare que me recuerdes y nunca me olvides. Te tendré rogando y a mis pies y también en mi cama.

Juro que así será o dejo de llamarme Dorian Russo.

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