- ¿Usted es el imbécil cara de estiércol? - digo en un susurro que solo yo entiendo en mi español.
- ¿Cómo dices? - Pregunta al no lograr entender lo que digo.-Nada. Solo te informo que yo no tenía culpa alguna de que hayas chocado conmigo. Me haz tratado muy mal.- ¿Te acuerdas de mi? - pregunta con deje de emoción en su rostro y una sonrisa. Que bonito se ve.- De recordarte lo hago, pero ciertamente no te he mirado el rostro. Estaba desorientada, y cuando quise ser amable me gritaste.-Lo siento. No fue mi intención. Pero quería que me recuerdes. - dice un tanto avergonzado. - Realmente fue una sorpresa para mi ese día que te presentaste a la oficina.- ¿Me contrataste solo porque te grite? De haber sabido hace tiempo ya tendría trabajo. - digo esto ultimo mas para mi.-Al principio si, y no te enojes por ello. - no que va, claro que no me voy a enDORIAN RUSSOSiento una molestia en el rostro, la claridad da comezón en los ojos, intento abrirlos, pero la luz golpea con todo. Como se me ocurre dejar las cortinas abiertas.Una vez que la vista se adapta a la luz, me levanto y me dirijo al baño, me doy una ducha relajante para después vestirme con ropa casual y dirigirme a la cocina. Imagino que Bet sigue dormida. Bet, Betsabe; suena tan bien, me deleito con su nombre en mis labios. Rememorar el beso de anoche hace que me ponga duro. Se que le gustó, cuando me dio acceso a su boca sentí una sensación extraña, como si una corriente invadiera todo mi ser. La bese como si mi vida dependiera de ello, arrancando un gemido de sorpresa y placer de sus labios. La apreté a mi cuerpo con posesividad animal. Nuestras respiraciones agitadas eran lo único que se escuchaba en toda la habitación. Nos fundimos en ese beso donde dejamos vaga
La mañana del lunes fue un tanto difícil, me he despertado tarde, no dormí nada en la noche. Me pase pensando en la chiquilla. Últimamente no sale de mi cabeza y eso me tiene de mal humor. Una vez en la oficina me dedico a trabajar, cada tanto la veo, pero trato de ignorarla, de no darle mucha atención y aunque se me hace difícil lo logro. Sin embargo, a ella parece no afectarle mi indiferencia. -Señor hay unos documentos que debe firmar antes de la reunión de las 15 horas. - Extiendo el brazo para que me pase los documentos, ni siquiera levanto la cabeza del monitor para mirarla. Ella me facilita y espera a que lo firme todo para luego retirarse. Me permito observarla marchar cuando me da la espalda.Una vez afuera, me recuesto y un sonoro suspiro sale de mi. Esto es cada vez más difícil. Me quedo impregnado por su aroma que ha quedado en el aire, esa manera tan sutil y elegante de vestir la hace
BETSABE LOMBARDODespués de la gran conversación que tuve con mi jefe donde me había pedido tener sexo con él, la semana transcurrió sin ningún problema. Fui lo más profesional posible, no quería ni quiero arriesgar mi trabajo. Es difícil porque Dorian me gusta y mucho pero no es correcto, menos ahora que estoy siguiendo por fin un tratamiento con un buen psicólogo, que me ha recomendado el amigo de mi padre. Me hice muy amiga de él; digamos que es como el padre que no tengo aquí. Por otra parte, mi madre está con su tratamiento, volvió a decaer así que le propuse venir a vivir aquí por un tiempo ya que la situación con respecto a la salud está muy mala allí pero no aceptó, y eso me tiene muy preocupada. También estuve hablando con mi amiga, y me dijo que la situación está cada vez
Estamos sentados aquí compartiendo con los nuevos socios de el Señor Russo, la reunión ya a acabado y efectivamente logramos firmar el acuerdo que era de suma importancia para la empresa donde trabajo. Desde hace rato siento estar siendo observada; miro con disimulo por todo el lugar; no obstante, no veo nada.-Sucede algo Bet. - pregunta Dorian al percatarse de mi nerviosismo quizá. -No, solo que me siento observada pero no logro captar de donde proviene. Quizá esté paranoica. - el me mira con el ceño nuevamente fruncido y disimuladamente empieza a observar todo el lugar. Tengo un mal presentimiento. Realmente no se que me pasa, pero un miedo invade mi cuerpo. Terminada la reunión decidimos retirarnos, opto por ir a mi habitación a cambiarme para poder hacer algún recorrido.-Te gustaría salir a recorrer conmigo - pregunta con un atisbo de duda el señor Dorian.-Yo... eh.
DORIAN RUSSODespierto todo adolorido. Anoche no pude dormir por estar preocupado. Bet estaba siendo buscada por alguien de su pasado y eso me intrigaba. Ella tenía miedo y con Rene pudimos darnos cuenta de eso al verla temblar. La deje descansar, para que despejara su mente.Ayer después de la reunión, en ese paseo exprés pude darme cuenta de cuanto me gusta. La atracción es inminente entre ambos. Conversamos de tantas cosas, pude conocerla más y me sorprendió el hecho de que me admirara. Si. Me admira y se que lo dijo con total sinceridad. Ella no es como las otras mujeres, Bet es de las que quedan pocas, de las que sonríe por cualquier cosa, así como también te dice las cosas que la molestan sin ningún tipo de pudor, pero con toda la educación que requiere. Es buena en su área, es buena con los números aunque diga que no es lo suyo, y admito que es una de las mejores secretarias que he contratado y jamás creo poder arrepentirme del impulso de a
Es la primera vez que la veo llorar, que la veo triste, con miedo. Desde todos estos meses siempre la vi con una sonrisa y me enoja que tenga esa herida allí. En esos dulces labios carnosos, que con solo probarlos me elevan en otra dimensión. Me hace sentir especial y único.Salimos del hotel con dirección al aeropuerto. Durante el vuelo pretendo quitarle toda la información que pueda, aunque para ella sea difícil recordar; lo cierto es que necesito toda la información para poder ayudarla. Rene me ha informado que un hombre se dirigió a la habitación de Bet minutos antes de que llegáramos, y no era el mismo sujeto de la fotografía por lo que determino fue el contratado del verdadero dolor de cabeza de mi niña. Hice mi queja por permitir que un desconocido ingresé a su habitación por lo que respondieron que no sospecharon nada ya que sin problema ingreso, ni hubo rastro de hab
Llegamos al restaurante, uno de los mas lujosos, porque lo mejor debo ofrecer a la señorita que tengo como acompañante. Bet observa todo con adoración y con notable nerviosismo, la dirijo a nuestra mesa el cual nos otorga un joven que no ha quitado los ojos de mi chica.La ayudo a sentarse, y una vez que lo hace me dirijo a mi lugar. El mesero se acerca para tomar nuestro pedido y me atrevo a pedir por ambos. Cuando el joven se retira me quedo mirándola con adoración.-Tu forma de mirarme me pone nerviosa. - confiesaLe doy una sonrisa ladeada mientras remojo mis labios y me incorporo. - ¿Porqué?-Esto es muy lujoso. Jamás he visitado uno. - dice cohibida y cambiando de tema lo cual hace que niegue lentamente con la sonrisa aun puesta en mi rostro.-¿Si te sientes incómoda podemos irnos? – pregunto.- No, tranquilo. Sólo que no estoy acostumbrada. - se encoge de hombros m
Me acerco a su rostro y lo acaricio, paso mis dedos por sus labios para luego posar los míos sobre ellos, la beso con lujuria y muerdo su labio inferior con destreza. Bajo con lentitud el cierre de su vestido para luego poder quitarlo completo con su ayuda, la detallo completa, cada parte de su cuerpo es como si fuese esculpida por los ángeles. -Eres increíblemente hermosa. - digo con la voz entrecortada. La lleno de besos por todos lados hasta descender en su abdomen; siento su respiración agitarse, siento el calor de su cuerpo. - Necesito probarte. - inquiero mirándola y veo sus ojos dilatados ante el inminente deseo que desborda aquí.Separo sus piernas con suavidad una vez tengo su consentimiento, sostengo sus caderas mientras me pierdo en la delicia que tengo aquí. La siento tensarse, pero todo se disuelve al pasar los segundos, siento sus manos tomar mi cabello con ganas. Se que disfruta y yo mas al tenerlo claro.