Estamos sentados aquí compartiendo con los nuevos socios de el Señor Russo, la reunión ya a acabado y efectivamente logramos firmar el acuerdo que era de suma importancia para la empresa donde trabajo. Desde hace rato siento estar siendo observada; miro con disimulo por todo el lugar; no obstante, no veo nada.
-Sucede algo Bet. - pregunta Dorian al percatarse de mi nerviosismo quizá.-No, solo que me siento observada pero no logro captar de donde proviene. Quizá esté paranoica. - el me mira con el ceño nuevamente fruncido y disimuladamente empieza a observar todo el lugar. Tengo un mal presentimiento. Realmente no se que me pasa, pero un miedo invade mi cuerpo.Terminada la reunión decidimos retirarnos, opto por ir a mi habitación a cambiarme para poder hacer algún recorrido.-Te gustaría salir a recorrer conmigo - pregunta con un atisbo de duda el señor Dorian.-Yo... eh.DORIAN RUSSODespierto todo adolorido. Anoche no pude dormir por estar preocupado. Bet estaba siendo buscada por alguien de su pasado y eso me intrigaba. Ella tenía miedo y con Rene pudimos darnos cuenta de eso al verla temblar. La deje descansar, para que despejara su mente.Ayer después de la reunión, en ese paseo exprés pude darme cuenta de cuanto me gusta. La atracción es inminente entre ambos. Conversamos de tantas cosas, pude conocerla más y me sorprendió el hecho de que me admirara. Si. Me admira y se que lo dijo con total sinceridad. Ella no es como las otras mujeres, Bet es de las que quedan pocas, de las que sonríe por cualquier cosa, así como también te dice las cosas que la molestan sin ningún tipo de pudor, pero con toda la educación que requiere. Es buena en su área, es buena con los números aunque diga que no es lo suyo, y admito que es una de las mejores secretarias que he contratado y jamás creo poder arrepentirme del impulso de a
Es la primera vez que la veo llorar, que la veo triste, con miedo. Desde todos estos meses siempre la vi con una sonrisa y me enoja que tenga esa herida allí. En esos dulces labios carnosos, que con solo probarlos me elevan en otra dimensión. Me hace sentir especial y único.Salimos del hotel con dirección al aeropuerto. Durante el vuelo pretendo quitarle toda la información que pueda, aunque para ella sea difícil recordar; lo cierto es que necesito toda la información para poder ayudarla. Rene me ha informado que un hombre se dirigió a la habitación de Bet minutos antes de que llegáramos, y no era el mismo sujeto de la fotografía por lo que determino fue el contratado del verdadero dolor de cabeza de mi niña. Hice mi queja por permitir que un desconocido ingresé a su habitación por lo que respondieron que no sospecharon nada ya que sin problema ingreso, ni hubo rastro de hab
Llegamos al restaurante, uno de los mas lujosos, porque lo mejor debo ofrecer a la señorita que tengo como acompañante. Bet observa todo con adoración y con notable nerviosismo, la dirijo a nuestra mesa el cual nos otorga un joven que no ha quitado los ojos de mi chica.La ayudo a sentarse, y una vez que lo hace me dirijo a mi lugar. El mesero se acerca para tomar nuestro pedido y me atrevo a pedir por ambos. Cuando el joven se retira me quedo mirándola con adoración.-Tu forma de mirarme me pone nerviosa. - confiesaLe doy una sonrisa ladeada mientras remojo mis labios y me incorporo. - ¿Porqué?-Esto es muy lujoso. Jamás he visitado uno. - dice cohibida y cambiando de tema lo cual hace que niegue lentamente con la sonrisa aun puesta en mi rostro.-¿Si te sientes incómoda podemos irnos? – pregunto.- No, tranquilo. Sólo que no estoy acostumbrada. - se encoge de hombros m
Me acerco a su rostro y lo acaricio, paso mis dedos por sus labios para luego posar los míos sobre ellos, la beso con lujuria y muerdo su labio inferior con destreza. Bajo con lentitud el cierre de su vestido para luego poder quitarlo completo con su ayuda, la detallo completa, cada parte de su cuerpo es como si fuese esculpida por los ángeles. -Eres increíblemente hermosa. - digo con la voz entrecortada. La lleno de besos por todos lados hasta descender en su abdomen; siento su respiración agitarse, siento el calor de su cuerpo. - Necesito probarte. - inquiero mirándola y veo sus ojos dilatados ante el inminente deseo que desborda aquí.Separo sus piernas con suavidad una vez tengo su consentimiento, sostengo sus caderas mientras me pierdo en la delicia que tengo aquí. La siento tensarse, pero todo se disuelve al pasar los segundos, siento sus manos tomar mi cabello con ganas. Se que disfruta y yo mas al tenerlo claro.
BETSABE LOMBARDODespierto por los rayos de la luz del sol en mi cara, intento levantarme, pero un peso impide que realice tal acto, por lo que busco con la mirada a que se debe y encuentro unos brazos envolviéndome por sobre la cintura. Me quedo estática pensando hasta que el recuerdo de lo sucedido anoche hace acto de presencia en mi mente.Hago a un lado sus brazos y me pongo de pie, observo como vuelva a acomodarse para quedar profundamente dormido. Se ve tan tranquilo, tan relajado que ni siquiera parece que maneja un gran conglomerado.Me dirijo al baño, me doy una ducha rápida, y de ahí voy directo a tomar lo primero que encuentro; opto por una prenda sumamente relajada como un short y una remera dos tallas más grandes que la mía. Una vez termino de alistarme, voy a la cocina a preparar algo de desayuno; por lo que decido dejarle en la encimera huevos revueltos, mixto y café. Escr
DORIAN RUSSOSiento el cuerpo entumecido, los parpados pesados y el olor a hospital es asfixiante, tanto que creo que si no estoy muerto es por puro milagro.Intento abrir los ojos, pero la Luz me deja practicamente ciego, hasta que poco a poco logro adaptarme a su intensidad.Observo todo a mi alrededor, hasta que logro dar con un pequeño bulto en el sofa que se encuentra a mis pies. Carraspeo la garganta por la sequedad en ella y eso logra despertar a la pequeña niñera que tengo. Me sorprende ver a mi pequeña Bet ahi, soñolienta, con ojeras bajo sus ojos.Su mirada es una de sorpresa e inmediatamente se reconmpone para luego ponerse de pie y acercarse a un jarron con agua, vierte el liquido vital en un vaso y me ayuda a ingerirlo sin decir ni una sola palabra. Ese acto me extraña, pues no se lo he hecho saber que tenia sed, pero decido no mencinar nada, imagino que tiene experiencia con lo que
La mañana pasa rápido, por lo que tomo el teléfono y marco a Bet, para que se acerque a mi oficina, pasan unos minutos y ella ingresa, elegante como siempre con una sonrisa que deslumbraría a cualquiera, y esos ojos que me encantan, que me hipnotizan.-Buenos días Señor Russo, me alegra que ya se encuentre bien de salud. – empieza la conversación, pero no digo nada, sólo la observo como lo mas valioso que tengo a pesar de no demostrarlo.-Buenos días Bet, me encuentro perfectamente, y antes de que hables – decido realizar la invitación – Quiero invitarla a almorzar conmigo. – su gesto se contrae en sorpresa y me alegra haber logrado mi objetivo, pues con ella es difícil descubrir algún tipo de emoción.-Eh ¿Almorzar? – pregunta – Eso sería arriesgado para su persona. – y me sorprende que haya pensado en eso y no lanzarse au
Después de lo que paso con mi pequeña Bet, de todo lo que me hizo sentir, de las emociones que despertó en mi, ella simplemente se marchó, sin decir ni una palabra, tampoco se lo impedí, sin embargo, como siempre, le cuido la espalda y dí órdenes especificas de que llegue sana y salva a su casa, y solo una vez que este dentro de ella podré descansar por completo. Aunque, a decir verdad, aún me mantengo en alerta, y mas si se trata de ella, pues se con certeza que ese hombre la vigila, todo es muy tranquilo y eso es sospechoso, incluso la desaparición de Luna es sospechosa. Intento dormir, pero los pensamientos perturbadores no me permiten, toda esta situación por la que estoy atravesando me mantiene confundido, y entre esos pensamietos aparecen unos ojos azules como el mar, me siento como un maldito puberto que no sabe como actuar, que decisiones tomar, que decir; sólo se que que me es imposibl