BETSABE LOMBARDO
Despierto por los rayos de la luz del sol en mi cara, intento levantarme, pero un peso impide que realice tal acto, por lo que busco con la mirada a que se debe y encuentro unos brazos envolviéndome por sobre la cintura. Me quedo estática pensando hasta que el recuerdo de lo sucedido anoche hace acto de presencia en mi mente.Hago a un lado sus brazos y me pongo de pie, observo como vuelva a acomodarse para quedar profundamente dormido. Se ve tan tranquilo, tan relajado que ni siquiera parece que maneja un gran conglomerado.Me dirijo al baño, me doy una ducha rápida, y de ahí voy directo a tomar lo primero que encuentro; opto por una prenda sumamente relajada como un short y una remera dos tallas más grandes que la mía. Una vez termino de alistarme, voy a la cocina a preparar algo de desayuno; por lo que decido dejarle en la encimera huevos revueltos, mixto y café. EscrDORIAN RUSSOSiento el cuerpo entumecido, los parpados pesados y el olor a hospital es asfixiante, tanto que creo que si no estoy muerto es por puro milagro.Intento abrir los ojos, pero la Luz me deja practicamente ciego, hasta que poco a poco logro adaptarme a su intensidad.Observo todo a mi alrededor, hasta que logro dar con un pequeño bulto en el sofa que se encuentra a mis pies. Carraspeo la garganta por la sequedad en ella y eso logra despertar a la pequeña niñera que tengo. Me sorprende ver a mi pequeña Bet ahi, soñolienta, con ojeras bajo sus ojos.Su mirada es una de sorpresa e inmediatamente se reconmpone para luego ponerse de pie y acercarse a un jarron con agua, vierte el liquido vital en un vaso y me ayuda a ingerirlo sin decir ni una sola palabra. Ese acto me extraña, pues no se lo he hecho saber que tenia sed, pero decido no mencinar nada, imagino que tiene experiencia con lo que
La mañana pasa rápido, por lo que tomo el teléfono y marco a Bet, para que se acerque a mi oficina, pasan unos minutos y ella ingresa, elegante como siempre con una sonrisa que deslumbraría a cualquiera, y esos ojos que me encantan, que me hipnotizan.-Buenos días Señor Russo, me alegra que ya se encuentre bien de salud. – empieza la conversación, pero no digo nada, sólo la observo como lo mas valioso que tengo a pesar de no demostrarlo.-Buenos días Bet, me encuentro perfectamente, y antes de que hables – decido realizar la invitación – Quiero invitarla a almorzar conmigo. – su gesto se contrae en sorpresa y me alegra haber logrado mi objetivo, pues con ella es difícil descubrir algún tipo de emoción.-Eh ¿Almorzar? – pregunta – Eso sería arriesgado para su persona. – y me sorprende que haya pensado en eso y no lanzarse au
Después de lo que paso con mi pequeña Bet, de todo lo que me hizo sentir, de las emociones que despertó en mi, ella simplemente se marchó, sin decir ni una palabra, tampoco se lo impedí, sin embargo, como siempre, le cuido la espalda y dí órdenes especificas de que llegue sana y salva a su casa, y solo una vez que este dentro de ella podré descansar por completo. Aunque, a decir verdad, aún me mantengo en alerta, y mas si se trata de ella, pues se con certeza que ese hombre la vigila, todo es muy tranquilo y eso es sospechoso, incluso la desaparición de Luna es sospechosa. Intento dormir, pero los pensamientos perturbadores no me permiten, toda esta situación por la que estoy atravesando me mantiene confundido, y entre esos pensamietos aparecen unos ojos azules como el mar, me siento como un maldito puberto que no sabe como actuar, que decisiones tomar, que decir; sólo se que que me es imposibl
El día termina rápido, Camilo se fue, no después de burlarse de mi situación, mi pequeña también se marcho, tenia una cena con su amiga. Desde que Belén llego, la veo mas alegre, aunque su humor es sumamente extraño, pero me pone feliz saber de que mi Bet no se encuentra sola en su departamento. Tomo el teléfono para marcarle, y pedir vernos, realmente quiero verla, y no necesariamente para un encuentro sexual, pero tengo mis dudas. Y aunque no es conveniente, decido finalmente llamarla. Un tono, dos tonos, tres tonos, cuando decido colgar, escucho su voz.-Bueno, ¿Dorian? – la escucho.-Buenas noches Bet, ¿Estas disponible hoy? – pregunto. Escucho un suspiro de su parte y eso me parece extraño, por lo que pregunto nuevamente. ¿Te encuentras bien?-Hoy no podre Doria, quede en cenar con Bel, y respecto a tu otra pregunta, si me encuentro bien.-Ok, siento
Los días pasan, quizás fueron semanas, nuestros encuentros con Bet se fueron intensificando cada vez, las noches de pasión son únicas, que cada vez que obtendremos un encuentro, me siento entusiasmado con ella. Al fin puedo admitir que estoy enamorado de ella, y en serio quiero una relación seria con ella, pero ella al parecer no siente lo mismo por mi. Tuvimos varias diferencias donde yo le dejaba en claro el tipo de relación que teníamos, y en varias ocasiones arruine sus citas llenándole de trabajos solo para que no conozca a nadie, pero ahora, en la actualidad, en estre preciso momento me encuentro seguro de lo que siento por ella, pero como se lo digo, temo a un rechazo de su parte. Hoy es viernes, y me encontrare con ella en un hotel y en este momento me encuentro yendo para allá, con un ramo de rosas a mi lado, y chocolates porque se que le fascina. Cuando ingreso a la habitación que hemos reser
Al llegar a casa, voy directo al despacho, trabajo un buen rato allí, pero cuando decido ir a descansar, veo la pantalla del celular encenderse; es un mensaje de un numero desconocido, en el cual muestra una imagen. La imagen hace que me hierba la sangre, pues es Bet, besándose con un hombre frente al hotel donde estábamos, besando a un hombre que no soy yo, mucho menos Patrick, que se por fuentes cercanas que aun insiste en tener algo con ella. Se que no tengo el derecho de reclamar nada, pues fui yo quien no quiso tener una relación, y con esto efectivamente no tendremos nada, porque lo nuestro terminara y para siempre. No hace ni siquiera veinte y cuatro horas de que mantuvimos relaciones y ella ya esta saliendo otro hombre.-¡Maldita sea! – exclamo con rabia, lanzando todo lo que se encontraba sobre el escritorio. Estoy envuelto en cólera, enojado, frustrado, mientras yo aquí como un imbécil enam
BETSABE LOMBARDONunca antes me había sentido tan molesta con una persona. El que actue como un niño me pone histérica, tengo ganas de darle con una silla por la cabeza para que se le quite lo estúpido. Antes de sacar conclusiones y actuar por puro impulso pudo haberme preguntado.No fui a trabajar, no me presentaré hasta que se disculpe como el caballero que demuestra ser, tengo dignidad y no la dejare al suelo por un hombre como él, que no me quiere y para completar el párrafo, me falta el respeto.-¡Uff! Estoy realmente molesta – confieso a Bel, quien se encuentra tomando terere a mi lado.-¡Ey! Tranquila. Todo se soluciona, el imbeil de Diego dejará de molestar y Dorian, pues, espero que no se haya cagado con el arma de juguete con el que lo amenace. – comenta – volverá, estoy segura – yo solo sonrio.-Hasta yo me lo creí. Por un momento creí que lo ibas a matar – confieso, ya mas relajada rememorando la escena en mi mente.-¿Asesinarl
Las horas transcurren y ya nos encontramos en este momento en el cementerio, dando el último adiós a mi madre; mi amiga no se ha separado en ningún momento de mi, al igual que Dorian, quien se encuentra cerca y atento.Una vez finalizada la ceremonia, soy la única en quedarme un rato más. Dorian acompaño a mi padre hasta la salida para que lo lleve uno de sus hombres a la casa, pues se veía sumamente cansado, entablaron buena comunicación. Cuando creo que ya es hora de retirarme, giro para dirigirme a la salida, y a la medida que avanzo, observo a varios hombres vigilar, excepto uno, que tiene un arma apuntando a... ¿Dorian?El sujeto me da una mirada, mirada que reconozco de inmediato. Aumento de velocidad, gritando el nombre de Dorian, quien sin dudar se dirige hacia mi. Empiezo a correr maldiciendo en mis adentros que esto sea un maldito laberinto, y que lapidas sean como una mansión, los cuales