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Entre Promesas Rotas: El Desencanto de Airin

 Ya habían pasado tres meses desde que se declararan lo que sentían el uno por el otro, la relación iba muy bien, disfrutaban de cada momento juntos. Habían decidido irse unos días lejos de las miradas de todos. En su viaje fueron a París, ¿qué mejor lugar para dos enamorados? Disfrutaron de muchos eventos que había en ese momento en la ciudad.

Mientras paseaban por las estrechas calles empedradas de París, Airin y Alexander se toparon con un mercado callejero que rebosaba vida y color. El aire estaba impregnado de aromas tentadores de frutas maduras, quesos artesanales y flores frescas, creando una atmósfera envolvente y acogedora.

El bullicio del mercado era ensordecedor, con vendedores llamando a los clientes con entusiasmo mientras exhibían sus productos con orgullo. Los puestos estaban adornados con montones de frutas exóticas y coloridas, desde jugosas fresas hasta brillantes mangos y kiwis perfumados. Airin y Alexander se detuvieron frente a un puesto de quesos, donde el aroma intenso y terroso de los quesos franceses llenaba el aire. El vendedor les ofreció una degustación de varios quesos, cada uno más delicioso que el anterior.

Continuaron su recorrido por el mercado, maravillándose con la variedad de productos y la energía vibrante que llenaba el lugar. Se detuvieron en un puesto de flores, donde bouquets de rosas, lirios y tulipanes formaban un espectáculo de colores y fragancias. Alexander sorprendió a Airin comprándole un ramo de flores, que ella aceptó con una sonrisa radiante.

Mientras probaban las delicias locales y se sumergían en la cultura culinaria de París, Airin y Alexander se sentían más unidos que nunca. La experiencia compartida en el mercado callejero les recordaba lo especial que era su relación, y ambos se sentían agradecidos por el tiempo que pasaban juntos en esta hermosa ciudad.Principio del formulario

Airin: No quiero volver, ojalá pudiéramos quedarnos para siempre. Sería genial

 Estaban en un hotel precioso, con unos jardines espectaculares, en su última noche cenaron en el hotel.

Alexander: Voy un momento al aseo.

 Alexander se levantó, dio un beso en la frente a Airin y se fue.

 Tuvieron una cena increíble, divertida y amena. Ya era tarde, estaban cansados y decidieron volver a sus respectivas habitaciones.

 Alexander acompañó a Airin hasta su habitación, cuando iba a abrir la puerta, este le cogió el brazo y le dijo que cerrar los ojos, ella lo miro preguntándose que estaría tramando.

 Para evitar que mirase le cubrió los ojos con las manos y la fue guiando hasta el interior de la habitación. Cuando abrió los ojos vio algo que no esperaba, desde la puerta hasta la cama había un camino de pétalos de rosas, con velas que iluminaban el lugar. Encima de la cama había un ramo de rosas y un corazón hecho con pétalos. Jamás había visto algo que le hiciera emocionarse de la manera que lo hizo. Miro a su alrededor, todo estaba precioso, se encontró con los ojos de Alexander, lo sonrió y bajo la mirada tímidamente. Ellos aún no habían estado juntos, pero eso terminaría esa noche.

 Airin tenía una sonrisa tímida, mordía su labio inferior por los nervios, Alexander sujeto su nuca con una mano, mientras retiraba los cabellos que la caían por el rostro con la otra. Lleva sus labios hasta los de ella, la besa despacio, dulce, para ir intensificando, en un beso apasionado.

Alexander: ¿Quieres que pare?

 Ella niega con la cabeza, la coge en brazos y se dirige hacia la cama, la tumba con cuidado sigue besándola, acaricia su cuerpo. Se desnudan, besa cada

centímetro de su piel, la hace suya, en ese momento se convierte en uno, ahora están unidos en cuerpo y alma.

 En el viaje de vuelta se les puede ver como el amor que siente, les sale por cada poro de su cuerpo, se aman y se nota.

 Después de esos días juntos vuelven a la vida real, la pastelería está lista para ser abierta, todo ha quedado justo como Airin quería, decide contratar a una amiga que no lo está pasando muy bien, por el momento no podrá pagarle mucho, pero espera que en unos meses la pastelería sea conocía.

 En unos días con la inauguración y Alexander de vuelta al trabajo no han tenido tiempo para verse.

 Así que Airin decide ir a verlo al set de su nueva serie.

Alexander: ¿No crees que el decorado está muy bonito? Me gusta mucho como ha quedado.

Airin: Sí, está muy bien. Seguro que a la gente le gusta mucho. ¿Qué pasa amor? ¿No te gusta esta parte?

 Alexander observa el siguiente decorado algo sorprendido

Alexander: No mucho. ¿A ti sí? ¿No lo ves raro?

 Alexander comienza a ensayar y Airin se va.

 Unos días después pasan el día junto a los amigos de Alexander, se divierten como niños en un centro comercial. Airin está totalmente integrada con ellos.

Se despertaron con la noticia de su relación en la prensa, eso era algo que ellos no querían porque no sabían cómo se lo podrían tomar los fans de él y Airin quería seguir su vida de forma tranquila, no quería ser perseguida por la prensa o fans increpándola. Alexander llamo a Airin.

Alexander: ¿Has visto la prensa?

Airin: Sí.

Alexander: ¿Cómo estás?

Airin: Estoy bien, ¿tú, cómo estás?

Alexander: Expectante, veremos la reacción de la gente.

Airin: Bueno, mejor estemos tranquilos y no nos adelantemos.

Alexander: Sí, es lo mejor.

 Por fin llego la inauguración de la pastelería, Airin era un manojo de nervios, no había dormido y se había levantado muy pronto para tener todo listo cuando abriera las puertas. La gente iba llegando, todos la felicitaban por las exquisiteces que probaban. Espero todo el día la llegada de Alexander, pero no apareció, estaba decepcionada, él sabía que era un día importante para ella y le había prometido que estaría a su lado.

Katy: Cambia esa cara, quizá el trabajo se le complicó.

Airin: Me prometió que nada le haría faltar hoy Katy.

Katy: Ya, pero sabes que su trabajo es así.

Airin: Ni siquiera me ha enviado un mensaje, ni una llamada.

Cuando Airin iba de camino a casa, recibió un mensaje de texto de Alexander, donde le decía que tenían que hablar. Ella le dijo que iba para su casa, tardaría unos diez minutos. Guardo el móvil y se dirigió a casa de Alexander, el pecho le iba a estallar, esa frase nunca iba acompañada de nada bueno.

Llamo al timbre, Alexander abrió, no tenía buen aspecto, parecía abatido, tenía los ojos cansados, probablemente por haber llorado o no haber dormido. Se saludan de una manera muy seca.

Alexander: Pasa, siento hacerte venir hasta aquí a esta hora, imagino que estás cansada.

Airin: No pasa nada, no te preocupes. ¿De qué querías hablar?

Alexander: Siéntate, verás, la prensa sigue escribiendo sobre nosotros, ya está pasando límites.

Airin: ¿A qué te refieres?

Alexander: Están haciendo entrevistas a supuestas exnovias, estoy en bocas de todos, y la verdad no lo llevo muy bien. Aquí se ha armado un buen lío, la agencia no está contenta. El director ha venido para hablar conmigo, está enfadado, dice que no quiere que ese tipo de prensa se relacione con su agencia.

Airin: ¿De verdad?

Alexander: Quiere... Que tome una decisión, dice que una relación ahora mismo afecta a mi imagen, que puedo perder seguidores por esa razón, no sé por qué piensa eso, no hemos hecho nada para dar mala imagen.

Airin: No lo entiendo...

Alexander: Yo tampoco, y llevo todo el día mal, no paro de darle vueltas a la conversación con él. He estado con los chicos hablando y me dan todo su apoyo. Pero en realidad solo quería hablar contigo, me hacía falta verte y hablar. Imagino que su mayor miedo es el de los fans, por la audiencia de la serie, no sé. Quizá a alguien no le haya hecho gracia la noticia y se ha quejado, algún directivo. Pero estoy seguro de que si preguntasen tendría el apoyo de la mayoría de mis seguidores. Y siento mucho todo esto, sé que hoy no es el mejor día, era un día importante para ti, pero...- traga saliva- no me dejan más opción que terminar con nuestra relación.

Airin: ¿Entonces me dejas? Tu agencia te dice que no tengas una relación y tú sin más haces lo que te dicen. Muy bien, ahora veo lo importante que soy para ti. Nunca te he importado, siempre he estado a tu lado, cuando no eras nadie estaba ahí cuando conseguiste tu sueño estaba ahí a tu lado. Y me dejas así, como algo que puedes desechar sin importar nada. No sé, hubiera sido un detalle que me lo hubieras dicho mañana, por ejemplo, y no estropear mi día, porque hoy era mi día.

Alexander: Aunque ahora no pueda estar contigo, encontraré la manera de poder estar juntos. Entiendo que puedas estar decepcionada.

Airin: ¿Decepcionada?

Alexander: Tampoco es fácil para mí, tengo cosas con las que debo cumplir, tengo que pensar en toda la gente que está a mi lado, no puedo ser egoísta. Lo siento mucho de verdad. Voy a solucionarlo, te lo prometo.

Airin: A mí me ha quedado todo muy claro, no me prometas nada que luego no puedes cumplir.

Alexander: No tomo está decisión porque yo quiera

Airin: Ya, ya. No me vengas con historias de verdad. Tomas la decisión que más te conviene y punto.

Alexander: Te quiero, pero tengo que considerar otras cosas.

Airin: Sí, me quieres mucho. Si me quieres así prefiero que no me quieras. Y por favor jamás vuelvas a decir que me quieres. Solo te quieres a ti mismo, solo te importa tu vida, tu carrera. Mejor me voy.

Alexander: No te vayas así por favor.

Airin: ¿Para qué quieres que me quede? No tenemos nada de qué hablar, esto se ha terminado, así que me voy.

 Airin va hacia la puerta haciendo fuerzas para no llorar, no va a dejar que ese imbécil la vea soltar ni una sola lágrima, llama al ascensor, le parece que tarda una eternidad, decide bajar por las escaleras, las lágrimas empiezan a brotar de sus ojos, le caen por las mejillas, se sienta en los escalones, no para de pensar que es lo que ha hecho tan malo para que ahora le esté pasando eso. Tenía una relación fantástica o eso creía y en un segundo todo se había evaporado, intento recomponerse, llego al portal y como si el universo supiera de su dolor, fuera había una gran tormenta, camino por la calle mientras las lágrimas se mezclaban con la lluvia.

Airin llegó a casa desolada, con el sonido constante de la lluvia golpeando contra  las ventanas. El aire estaba cargado con el característico aroma a tierra mojada, impregnando su abrigo con el perfume fresco de la lluvia recién caída. Cada paso que daba resonaba en el silencio de la casa, solo interrumpido por el suave murmullo de las gotas de lluvia contra el cristal.

Katy, que ahora vivía con ella hasta mejorar su situación, la había visto entrar y fue corriendo hacia el cuarto. Allí encontró a Airin, tirada en la cama, empapada por la lluvia y sumida en un mar de lágrimas. Con delicadeza, Katy se sentó a su lado y la abrazó, sintiendo el frío que emanaba de la ropa mojada de su amiga.

Katy: Cielo, cámbiate, estás empapada.  [murmuró con suavidad, mientras le pasaba una toalla por el cabello empapado de Airin. El tacto áspero de la toalla contrastaba con la suavidad de su piel, pero Airin apenas reaccionaba, perdida en su propio dolor]

Después de un buen rato, el llanto cesó y Airin se quedó en silencio, mirando al vacío con los ojos enrojecidos y cansados. Katy le ofreció un pijama seco y la animó a cambiarse, mientras se apresuraba a preparar algo de cena.

Mientras Airin se cambiaba en silencio, el aroma reconfortante del té caliente llenaba la habitación, mezclándose con el perfume fresco de la lluvia que seguía colándose por las ventanas abiertas. Katy sirvió dos tazas y se sentó a esperar a su amiga, sabiendo que la comida apenas sería tocada.

Katy: ¿Estás así por qué no ha ido a la inauguración? [preguntó Katy con delicadeza], pero Airin no respondió. Sin embargo, las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos, y las dos amigas se abrazaron en silencio, compartiendo su dolor en medio de la noche lluviosa.Principio del formulario

Katy: Entiendo que no quieras hablar, pero si te apetece o lo necesitas yo estoy aquí.

 Las lágrimas volvieron, las amigas se abrazaron en silencio. Airin se quedó dormida por el llanto.

 A la mañana siguiente Airin era como una sombra, tenía los ojos hinchados de la noche anterior, estaba callada, perdida en sus pensamientos.

Katy: ¡Oh, ya estás aquí! No te quise despertar y como solo había que hornear preferí que durmieras.

Airin: Gracias

El día paso muy lento, fue eterno para las dos amigas, para Airin por su situación y para Katy porque no sabía que podía hacer por su amiga.

Iban de camino a casa y Katy no pudo aguantar más sin saber que estaba pasando.

Katy: ¿No me vas a decir que ha pasado?

Airin: ¿Hablar de ello cambiaría algo?

Katy: Supongo que no, pero al menos podrías desahogarte. Y yo sabría qué hacer.

Airin se paró en seco.

Airin: Alexander me ha roto el corazón. Me ha dejado porque su agencia le ha dicho que no es buen momento para tener pareja. Ha elegido su trabajo por encima de mí.

 Katy la miraba incrédula, no entendía lo que estaba escuchando.

Katy: No lo entiendo, pero si todo iba muy bien entre vosotros.

Airin: Pero han empezado a salir publicaciones sobre la relación y se ve que eso no les gusta.

Katy: Nunca pensé que pudiera hacerte algo así, te juro que no doy crédito. Se le veía tan enamorado de ti.

Airin: Pues ya ves que no era así. Encima para colmo me dice que buscará la manera de poder estar juntos. ¿De verdad se cree que podría volver con él después de algo así?

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