En la vida, algunas veces tenemos que tomar ciertas decisiones que pueden cambiar nuestro mundo para siempre.
Airin era una chica tan dulce como el algodón de azúcar tenía un corazón puro, amaba a los demás tal y como eran, ella era como un ángel. Tenía el cabello largo, castaño oscuro, sus ojos eran grandes, almendrados, de un color marrón chocolate, era de complexión delgada y no era ni muy alta ni muy baja, lo que le hacía verse aún más dulce.
Hacía algunos años había conocido a Alexander por medio de una amiga en común, pero no hizo falta mucho tiempo para que se convirtieran en grandes amigos. Alexander, era un chico popular, ya que su sueño desde muy niño era ser actor y con trabajo y dedicación se había convertido en un gran actor que muchas personas seguían y adoraban. Alexander era un chico con una estatura normal, su cabello era negro como la noche, sus ojos no eran muy grandes, eran de color marrón, era delgado. Él era una persona cariñosa, adoraba coquetear, y lo hacía tanto con hombres como con mujeres, y ese era uno de sus encantos. Tenía una sonrisa limpia, con ella llenaba el corazón de muchas personas. Adoraba a Airin y ella lo adoraba a él, cuando él estaba fuera por su carrera siempre hablaban por videollamada.
Alexander había vuelto de un viaje por trabajo y quedaron en una cafetería para verse. Airin llego antes, la verdad es que siempre era así, Alexander siempre llegaba tarde.
Alexander: ¡Hola pequeña! Siento el retraso, ¿llevas mucho esperando?
Airin: ¡Hola tardón! Sí, llevo un buen rato, pero ven y dame un abrazo. Te he echado mucho de menos.
Alexander: Para ti siempre tengo abrazos de sobra.
Se abrazaron por un buen rato, pidieron un café y hablaron por mucho tiempo, sobre todo de cómo le había ido en ese viaje. Airin lo escuchaba con mucha atención.
Al día siguiente volvieron a quedar. Estaban en una terraza y unas chicas se acercaron a pedir una foto a Alexander, él fue amable con sus fans como de costumbre, por un momento Airin se sintió fuera de lugar, sentía que no estaba en el mismo mundo que su amigo, él vivía rodeado de chicas que lo perseguían, y sabía que algún día caería en los encantos de alguna de ellas, pues muchas hacían verdaderas locuras para llamar la atención del chico. Pero tenía que reconocer que muchas de ellas eran chicas muy guapas y él un día se fijaría en alguna, además en su mundo también estaba rodeado de estrellas que eran impresionantes, nunca faltaba algún rumor sobre él y alguna compañera de profesión.
La verdad es que Airin no se sentía cómoda con esas cosas, le gustaba como era la vida antes de que Alexander fuera conocido, lo tenía para ella sola, ahora debía compartirlo con millones de personas, pero siempre lo apoyaría en su sueño, era su amiga y es lo que debía hacer. Y así fue pasando el tiempo, Alexander entró en una gran agencia, lo que le vendría muy bien a su carrera, los rumores de un posible romance con una compañera de agencia hicieron que más que nunca estuviera en el punto de mira de la prensa y los fans.
Por su parte Airin estaba sumergida encontrando su propio camino en la vida, era desesperante ver como todo el mundo lo encontraba menos ella, así que decidió que tendría que dar un paso más, si es complicado que su camino la encontrase ella probaría a hacer el camino, le encantaba cocinar dulces, con ayuda de sus familiares empezó a montar una pequeña pastelería, sabía que el comienzo sería difícil, pero eso no le impidió hacerlo, alquilo un local perfecto para algo pequeño, donde poder poner una cocina con el espacio suficiente, en ese tiempo pasaba más tiempo en el local que en casa, estaba pendiente de las obras y de todo lo que se hacía, quería que el diseño fuera justo lo que ella tenía en la cabeza. Volvía a casa exhausta, se tiró en la cama, los ojos se le estaba cerrando cuando su móvil empezó a soñar. Era Alexander en una videollamada.
Alexander: ¡Hola Airin!
Airin: ¡Hola Alex!
Alexander: ¿Cómo has estado estos días? Pareces cansada
Airin: Bien, y ¿tú?
Alexander: Ah eres muy mala amiga, me tienes muy abandonado
Airin: ¡No es cierto! Solo he estado ocupada con la pastelería, en los comienzos es cuando más hay que trabajar.
Alexander: Claro que es cierto y lo sabes, en estos días no hemos hablado.
Airin: He estado ocupada, pero eso no quiere decir que te tenga abandonado.
Alexander: Será que tienes novio y no me has dicho nada.
Airin: Uy sí, claro, será eso.
Alexander: No te vayas a enfadar.
Airin era muy dulce, pero también era una mujer con un carácter muy fuerte y cuando lo acaba podía ser una auténtica bomba.
Airin: Es que te gusta picarme con eso.
Alexander: Pero bueno, con el carácter que tienes, nunca vas a tener novio.
Airin: ¿Acaso tú tienes novia? Tengo entendido que sí
Alexander la mira por un momento, sabe que se refiere a los rumores y son cosas que no le gustan.
Alexander: No, pero no por mi carácter. Porque yo soy dulce y cariñoso, no como otras.
Airin: ¿Tienes ganas de pelea?
Alexander: No, no quiero pelear contigo
Airin: Pues lo parece
Alexander: Me gusta molestarte, es solo eso, das miedo enfadada, pero es muy gracioso y fácil enfadarte.
Airin: ¿Ah sí? Pues no me voy a enfadar más.
Alexander: Eso no te lo crees ni tú, puedo hacerte enfadar muy rápido.
Airin: Claro, claro. [ trata de no prestar atención a sus palabras]
Alexander: ¿Ves? Sigues enfadada.
Airin: Para nada, estoy totalmente zen.
Él se la queda mirando con una pequeña sonrisa en sus labios. Sabe que no puede ganar la guerra si se trata de Airin.
Airin: No sé por qué me miras y sonríes.
Alexander: Me gusta la cara que tienes ahora, queriendo decirme algo feo y controlándote.
Airin: Sí, que eres muy feo – le saca la lengua.
Alexander: Tú sí que eres fea. [contesta este con el orgullo herido, pero con una cara muy mona] Bien que me dices que soy muy mono y que te gustan mis mofletes. Así que no seas mentirosa.
Airin: Ahora digo que eres feo.
Él le hace señas de que se calle, poniendo uno de sus dedos en sus labios, pero ella no va a dejarse ganar. No serian ellos si no fueran así.
Airin: No me quiero callar, feo.
Alexander: ¿Ves cómo eres mala?
Airin: Sí, pero me quieres igual.
Alexander: Ya no te quiero nada [dice entre risas]
Airin: Eso sí que es una mentira, me adoras.
Alexander: Bueno... adorarte tampoco, porque no eres adorable.
Airin: Veo que se te está pegando lo borde de tu amigo Riki.
Alexander: No, pero si conmigo no eres adorable no puedo decir que lo eres. Ya sé que con todo el mundo lo eres, pero conmigo ya no.
Airin: Oh, ¿estás algo celoso? ¿Quieres que sea adorable contigo? - lo intenta, pero no da un buen resultado- no puedo, es muy raro
Alexander: Sí es muy raro, mejor déjalo. [se lleva las manos a la cabeza avergonzado]
Airin: ¿Ves? Es que contigo no puedo serlo, ya no me sale como antes. Espera que me están llamando.
Alexander escucha la conversación, pone mucha atención, demasiada.
Alexander: No sé quién será, pero le habla más dulce que a mí. ¿Cómo puede hablar así? [habla con él mismo]
Airin: Ya estoy contigo, perdona. ¿Y esa cara?
Alexander: ¿Quién te ha llamado? Estabas muy cariñosa.
Airin: Un amigo.
Alexander: Ah, un amigo, un amigo.
Airin: Sí, un amigo [dice seria, porque no le cree]
Alexander: ¿Él te gusta? [Le pregunta sin mirar a la cámara]
Airin: ¡No! Él no es quien me gusta.
Alexander: Y ¿quién? [curioso]
Airin: Da igual
Alexander: ¿No me lo quieres decir?
Airin: No [llevando la mirada para otro lado]
Alexander: Entonces, lo conozco.
Airin: Déjalo
Alexander: ¿Crees que se lo voy a decir? Nunca haría eso.
Airin: No es por eso.
Alexander: Dímelo
Airin: ¡Qué no! Me da igual que me mires así, no te voy a decir nada.
Alexander: No confías en mí.
Airin: No confío en mí.
Alexander: ¿Piensas que no le gustas a él? Si no te arriesgas no sabrás la verdad. Una cosa es lo que tú supongas y otra cosa puede ser la realidad. Es mejor saber. No debes tener miedo de hacer algo. [y aunque estaba animando a su amiga a lanzarse sentía como si le doliese el corazón, en ese momento se sentía abatido]
Airin: Prefiero quedarme como estoy y no saber nada.
Alexander: No sabía que eras tan tonta. No tienes nada que perder.
Airin: Claro, que fácil. Vamos a dejarlo. Y no me mires como si estuvieras enfadado.
Alexander: No estoy enfadado, pero eres mi amiga y no quiero que seas así, no quiero que tengas miedo a hacer nada.
Airin: No es agradable que te rechacen y no me apetece.
Alexander: ¿Cómo sabes que va a ser así?
Airin: Porque sí, porque cada uno sabemos cuál es nuestro lugar y yo sé el mío.
Alexander: Nunca sabes lo que puede pasar, si no haces algo me voy a enfadar contigo. Yo solo quiero que seas feliz, aunque te tenga que compartir. Por eso te estoy diciendo todo esto. Por tu cara puedo ver que estás incómoda y quieres matarme.
Airin: ¡Eres Tú!, ¡Tú!, ¡Tú! ¿Ya estás contento?
Alexander: No me esperaba eso. Pensaba que podría ser John. Pero la verdad es que yo te veo como una amiga, no te veo de la misma forma en la que me ves tú a mí.
Airin: Ya lo sabía, por eso no quería decir nada, pero tanto insistir me ha terminado cansando.
Alexander: Te estoy tomando el pelo, a mí también me gustas, pero no creí que yo te gustase más haya de ser amigos, y más cuando te escuche hablar por teléfono. Me puse celoso.
Airin: Es solamente un amigo.
Alexander: ¿Quieres que vayamos a cenar y así hablamos mejor?
Airin: Me parece bien.
Alexander: Te recojo en media hora
Airin: Vale
Alexander: Me siento raro. Tú, ¿no? Nunca pensé que me ibas a decir lo que me has dicho, ni que yo te iba a decir lo que te he dicho. No me lo creo de verdad. Me alegro de haberte insistido a que hablarás, aunque no creía que ere yo. Me siento muy bien y raro. No sé explicarlo. Pero no se me olvida que antes me has llamado feo.
Airin: Y tú a mi
Alexander: Yo no recuerdo eso... Eres muy bonita y dulce. Eso es lo que pienso.
Airin: Ya, claro ahora. Que morro tienes Ja, ja, ja.
Alexander: Antes me daba mucha vergüenza decírtelo.
Airin: Pero si tú no sabes qué es eso
Alexander: ¿Vas a ser una novia mala?
Airin: ¿Novia? A mí nadie me ha pedido tal cosa.
Alexander: Ok, Airin, ¿quieres salir conmigo?
Airin: Creo que no hace falta respuesta.
Alexander: ¿No me vas a decir sí?, si no contestas la pregunta no se hace oficial.
Airin: Vale. Sí
Alexander: Entonces paso a buscarte para ir a cenar, pero ya como pareja.
Airin: Vale. Aunque si va a ser muy raro.
Alexander: Te veo en media hora, no te pongas muy guapa. Te llamo cuando esté allí.
Airin: ok.
Había salido tantas veces con él y no sabía ni que ropa ponerse.
Alexander pasa a recogerla, le abre la puerta del coche, el silencio es algo incómodo, pero ahora los dos saben lo que sienten y nunca se habían visto en esa tesitura. Por dentro estaban llenos de felicidad, pero habían sido amigos por muchos años, ahora no sabían muy bien cómo comportarse, se lo dejarían al tiempo, con él irían aprendiendo en su nueva relación.
Ya habían pasado tres meses desde que se declararan lo que sentían el uno por el otro, la relación iba muy bien, disfrutaban de cada momento juntos. Habían decidido irse unos días lejos de las miradas de todos. En su viaje fueron a París, ¿qué mejor lugar para dos enamorados? Disfrutaron de muchos eventos que había en ese momento en la ciudad.Mientras paseaban por las estrechas calles empedradas de París, Airin y Alexander se toparon con un mercado callejero que rebosaba vida y color. El aire estaba impregnado de aromas tentadores de frutas maduras, quesos artesanales y flores frescas, creando una atmósfera envolvente y acogedora.El bullicio del mercado era ensordecedor, con vendedores llamando a los clientes con entusiasmo mientras exhibían sus productos con orgullo. Los puestos estaban adornados con montones de frutas exóticas y coloridas, desde jugosas fresas hasta brillantes mangos y kiwis perfumados. Airin y Alexander se detuvieron frente a un puesto de quesos, donde el aroma
La vida seguía y Airin tenía un trabajo al que debía prestar atención, no podía dejar que lo que había pasado se llevara uno de sus sueños. No estaba al cien por cien, pero estaba dando todo lo que podía en ese momento. Después de todo, ya habían pasado tres meses desde la ruptura y no había vuelto a saber nada de Alexander. Por suerte tenía buenos amigos en los que refugiarse, que no le dejaban quedarse en la cama, o todo el día en casa en pijama, siempre hacían planes para que ella no tuviera tiempo para pensar en nada que le hiciera daño, hacían salidas al parque de atracciones, iban a comer, de compras, o simplemente a pasear, esos días Airin estaba disfrutando mucho y se sentía muy afortunada, no tenía muchos amigos, pero eran los mejores y tenía su pequeña pastelería a la que cada vez iban más clientes, sentía que con algunos de ellos iba formando una pequeña familia, ya que eran habituales y estaban cogiendo mucha confianza. Y así los días se fueron volviendo un poco más brilla
Airin volvió a pasar tiempo con Alexander, él había vuelto a sonreír y ella estaba contenta de verlo así. Volvía a ser el de antes, bromeaba, sonreía, jugaba con ella, como si nada hubiera pasado, como si todo hubiera sido un mal sueño.Con sus amigos, también era el de antes, había vuelto a disfrutar de la vida.Estaban en el set de rodaje y él estaba descansando tumbado en un sofá, llamo a Airin para que se acercara. Se miraban el uno al otro desde una distancia prudente, no podían evitar que sus ojos se encontraran una y otra vez.Airin: ¿Me llamas para quedarte mirando? Él respondió con una sonrisa enorme que hizo que el corazón de Airin se acelerara tanto que parecía que se le iba a salir del pecho.Alexander: No solo para eso. Te estoy agradecido por estar a mi lado, [ su mirada penetrante se volvió más seductora que nunca en ese momento Airin estaba muy nerviosa].Airin: ¿Cómo no lo iba a estar? Somos amigos.Él humedecía sus labios mientras miraba los ojos de Airin. Es tan gu
Airin había decidido alejarse de Alexander y de todo lo que tuviera que ver con él. Pero ella no vive en un mundo normal. Y quiera o no va a saber de su ex por mucho que intente alejarse. Hacía muchos meses que no sabía nada de él, ni de sus amigos. La dejaron en paz como ella pidió. Pero existen redes sociales, y por desgracia gente malintencionada que siempre está tratando de dañar a los demás, también existían las noticias y en un mundo donde el sensacionalismo vende tanto, era imposible no encontrar algo, ya fuera en televisión o en prensa. Parecía que era el declive de Alexander como actor.Airin: Katy, ¿podrías apagar eso, por favor?Katy:¿Por qué? ¿No te gusta ver cómo el hombre que tanto daño te hizo va en picada al final de su carrera?Airin: No, no me gusta ver eso. Y no quiero saber nada que tenga que ver con él, ya sea bueno o malo.Katy: A mí no me engañas. Te molesta mucho el video de él con chicas. Y sientes pena por cómo está destrozando su vida.Airin: Me da igual lo
Con la mirada perdida en el paisaje que se deslizaba más allá de la ventanilla. Las luces de la ciudad destellaban como estrellas fugaces en la oscuridad de la noche, pero su mente estaba ocupada con pensamientos sobre Alexander y la difícil conversación que se avecinaba.Airin empieza a escuchar el móvil que lleva en el bolso, lo saca y ve que Katy la está llamando.Airin: Katy, ¿qué pasa?", (preguntó Airin, sintiendo que algo no estaba bien por la tonalidad de la voz de su amiga al otro lado de la línea).La voz de Katy sonaba alterada cuando respondió.Katy: Airin, lo siento mucho, pero surgió una emergencia en el trabajo y necesito que vengas.La expresión de Airin se tensó ligeramente al escuchar las palabras de Katy, pero asintió con resignación.Airin: Está bien, Katy. No te preocupes ya voy.Después de despedirse de Katy, Airin se dirigió al conductor del taxi pidiéndole que cambiara el rumbo.Mientras tonto John intentaba comunicase con Alexander para saber donde estaba y que
El sonido del teléfono cortó el aire, rompiendo el silencio tenso que envolvía a John y Alexander. John miró a su amigo, con la esperanza de encontrar algún indicio de claridad en sus ojos cansados y llenos de angustia, pero solo encontró un vacío desolador.John: Alexander, necesitas escuchar lo que te estoy diciendo. Estás dejando que tu vida se desmorone ante tus propios ojos.Alexander: ¿Y qué? ¿Acaso te importa? No necesito tus sermones, John.John: Me importas tú, Alex. Y me preocupa verte así.Alexander: No necesito tu preocupación ni tu compasión. Estoy bien como estoy.John: ¿Estás bien? ¿De verdad crees eso? ¿O simplemente estás tratando de convencerte a ti mismo?Alexander: No me juzgues, John. No sabes nada de lo que estoy pasando.John: Entonces explícame. Ayúdame a entenderte, Alex. No puedo ayudarte si no me dejas.Alexander: No necesito tu ayuda. No necesito la ayuda de nadie.John: ¿Y qué hay de Airin? ¿Qué hay de ella?Alexander: Airin no es asunto tuyo. Ni de nadie
En todas las portadas de las revistas sale la publicación de accidente de Airin, algunos medios echan la culpa al actor del incidente pues ha sido revelado como paso todo.Airin lleva seis meses en coma inducido, ya que por el traumatismo que sufrió en la cabeza tenía una inflamación en el cerebro, y los médicos decidieron que era lo mejor hasta que desapareciera. Alexander no se separa de la cama de Airin, por mucho que Katy le pide que se vaya, ella no sabe qué hacer y al final toma la responsabilidad y avisa a los padres de Airin. Katy: Por favor vete.Alexander: He dicho que no me voy a mover de aquí hasta que despierte.Sus padres van a venir en cualquier momento y no te la van a pedir como te lo estoy pidiendo yo.Airin dejó su casa y no tenía casi contacto con sus padres, ella no era la hija perfecta que ellos siempre habían querido que fuera, y la relación que tuvo con Alexander empeoro las cosas.Katy volvía de la cafetería y escucho voces que provenían de la habitación de
Airin viaja con sus padres para seguir con las terapias, ya que necesita ayuda, como que la lleven de un lugar a otro, su cuerpo está débil después de tantos meses en cama sin moverse. La rehabilitación era muy dolorosa, terminaba exhausta. Cuando volvía a casa se metía en la cama hasta la hora de la cena.No solo la rehabilitación física, la psicológica también le estaba haciendo mucho daño, recordar todo, por qué tuvo el accidente, le dolía. Un día su psicóloga quiso indagar más y hablaron de todo lo vivido con Alexander, la psicóloga le dijo que por lo que le decía era alguien inestable y egoísta, que únicamente se quería a sí mismo, no era bueno para ella, era mejor sacarlo de su vida. ¿Podría Airin hacerlo?Algunas veces Airin se desespera y llora a solas por lo difícil que es todo, pero quiere volver a su vida y eso le da fuerzas.Los días pasando y toda mejora, ya no se siente tan débil, ya no tiene pesadillas con el accidente, ya no se despierta empapada en sudor pensando que