— Sus diseños son fascinantes, realmente me enamore de todos y he comprado la línea completa, es fantástico que incluso Alexei reconozca tu talento, es de las mejores diseñadoras...Elianna mantenía su sonrisa imperturbable mientras miraba a su hermana parloteando como un loro cerca de ella junto a otros asistentes a la gala de inauguración de su prestigiosa tienda. Cedric bebía sutilmente y tan solo era condescendiente con Elara. Todas las personas alababan sus diseños y algunos lanzaban la pregunta al aire. ¿Porque no muestra su rostro o habla con nadie más que no sea Alexei? La respuesta era simple. No deseaba ser descubierta todavía; la venganza sería más dulce si se disfrutaba poco a poco y se planeaba a detalle, y eso era precisamente lo que iba a hacer. — Veo que has logrado causar un gran alboroto, y tú tonta hermana ha mordido el anzuelo como una mojarra, será muy fácil hacer lo que tenías planeado — decía Alexei mirando a Elara fanfarronear sobre haber adquirido la colecc
— Las ventas han bajado considerablemente y hemos perdido la oportunidad de seguir vendiendo en exclusiva el trabajo del diseñador Alexei, ¿Que piensa hacer señorita Jhonson para solventar estás perdidas? Su abuelo era un hombre intelectual y responsable, esperamos lo mismo de usted — Elara chocaba los dedos contra el escritorio mientras escuchaba a la junta directiva de su empresa quejándose de los recientes problemas que estaban atravesando. Todos aquellos habían sido en algún momento amigos de su abuelo, pero ese viejo mediocre ya ni estaba ni estaría más y ahora era ella la manda más, no permitiría que la cuestionaran. — Silencio, ya cállense todos — Todos en el lugar, incluido Cedric, se habían quedado en silencio. — No es la primera vez que atravesamos una crisis, en 2019 enfrentamos una y logramos salir sin mayor problema...— Si, pero esa proeza no la logro usted, fue la señorita Elianna quien nos ayudó a preparar un buen plan de contingencia ante la cuarentena de ese año —
—Tiene que darme una respuesta ahora — Cedric exigía ver a aquella afamada diseñadora de la que toda la ciudad estaba hablando, sin embargo, los empleados de la tienda le negaban el acceso a las oficinas. —Lo sentimos señor pero Afrodita no se encuentra hoy aquí, y el señor Duarte tampoco ha llegado así que no puedo permitirle el acceso a las oficinas privadas — Cedric chasqueo molesto. Aquella empleada era una inútil. Pero cayendo en la cuenta del apellido del socio, se quedó pasmado.—¿Dijiste Duarte? ¿Me dices que el maldito socio de Afrodita es Alexei Duarte? — cuestionó sorprendido.—Si, está en lo correcto señor Auritz, yo soy el socio de Afrodita, ¿No lo dedujo en la gala de inauguración? — La afeminada voz de Alexei interrumpió aquella discusión. —Así que esto es lo que has estado haciendo, ¿Es esta la razón por la que cancelaste los contratos que ya tenías con Jhonson Corporation? — cuestionó molesto el rubio.Alexei miró de arriba abajo a ese hombre elegantemente v
— ¡Con un demonio! — Gritó Elara realmente furiosa luego de escuchar lo que Cedric tenía para decir. Afrodita se había negado a hacer contrato alguno con ellos, y los socios comenzaban a presionarla todavía más para obtener la respuesta satisfactoria que buscaban en ella. ¿Dirigir una empresa era tan difícil? Mordiéndose las uñas, no quería pedir ayuda a su madre quien le había confiado la responsabilidad completamente y ahora mismo se hallaba planeando su boda y la de Elianna. — Calma, todavía no está perdido, Afrodita se negó, pero hay otros diseñadores y aplicaciones de internet que bien querrán aceptar una oportunidad de ser parte de nuestros productos exclusivos. No pierdas aún la calma — dijo Cedric intentando calmar a su prometida. Elara tiro en un ataque de rabia todo lo que tenía sobre el escritorio. — Se que aún no estamos en una situación riesgosa, todavía tenemos muchos recursos que explotar antes de ver el fin de Jhonson Corporation...pero me enfurece que esa mujer se
Elara sonrió de nervios. Aquel hombre idéntico a su prometido, la miraba con un odio atroz que la hizo estremecer de miedo. Retrocediendo dos pasos, se zafó del agarre de Caleb Auritz y sintió que su odio hacia Elianna se volvía más intenso. ¿Porque justamente Caleb, entre todos los hombres, había puesto sus ojos en Elianna? Aquel resentimiento contra ella que notaba con claridad en su mirada, le decía que lo que el apuesto rubio sentía hacia su hermana menor era algo mucho más allá que solo un beneficio de apellidos. Caleb estaba furioso, realmente furioso. — Señorita Jhonson, sería mejor para ti si salieras de aquí, no tolerare este trato hacia mi futura esposa — dijo Caleb con aquella frase sonando como una amenaza. Elara se arregló las mangas de su costosa blusa. Mirando a Elianna, pudo ver cómo este no mostró rastro alguno de intimidación a pesar de llevar sus mejillas ya muy coloradas debido a los golpes. En su rostro mallugado se dibujaba una sonrisa de satisfacción. Aquella
—¡Elara! ¿Cómo pudiste hacer semejante tontería? He recibido llamadas todo el día de nuestros socios y conocidos reprochando tu cuestionable conducta — Elena estaba furiosa. Su hija estaba en todos los medios de comunicación como la nota roja de la semana. Sus videos golpeando a Elianna se habían viralizado a tal punto que no parecía que nadie hablara de otra cosa y se habían convertido en la burla de la sociedad. —Lo siento mamá, no pensé que alguien estuviera grabando, además, ¿Qué les importa el como trato a mi hermana menor? Elianna es una perra que no merece que nadie le tenga contemplación alguna, todos están haciendo un escándalo sin razón alguna — dijo excusándose la mujer. Cedric miraba furioso a Elara. Aquella mujer estúpida vivía muy ajena de la realidad que la rodeaba. La había golpeado, y ella no le había reprochado por ello, sin duda alguna era una estúpida. Elena se dejó caer en su elegante y costosa silla tras su escritorio. Masajeando sus sienes, sentía que la p
El aroma del café la relajaba en aquella fresca madrugada. El viento llevaba consigo un suave aroma a flores y cada vez la primavera lograba sentirse un poco más cerca. Elianna no lograba conciliar el sueño; eran demasiadas las cosas que iban pasando todas a la vez, y aún cuando sus planes marchaban perfectos, era demasiada carga mental para una sola persona. Mirando de soslayo aquella invitación a su lado, la tomó con delicadeza leyendo lo que decía. “Las familias Auritz y Jhonson tienen el placer de invitarle a la boda…”Dentro de dos semanas sería la esposa de Caleb Auritz, y su hermana mayor sería la esposa de Cedric. Una sonrisa de ironía se dibujó en su rostro. ¿En qué momento había pasado aquello? Levantándose de su escritorio, dejó aquellos diseños a medio terminar para salir al balcón de su alcoba. La calle estaba sumida en un silencio sepulcral y en las negras penumbras de las tres de la madrugada. Las luces de los faroles estaban parpadeando levemente, y todos sus pensamie
— Bolita...no se mueve — Elianna sintió que su mundo comenzaba a derrumbarse. Gruesas y calientes lágrimas se derramaron como cascadas desde sus ojos verdes que miraban con desesperación a Caleb. Tomándolo entre sus brazos, Caleb vio que el pobre animal estaba muy malherido; había golpeado brutalmente. — Por favor, Caleb, ¡Sálvalo! El...intento defenderme, es todo ni culpa...es toda mi culpa... — dijo Elianna llorando histérica. El rubio sintió como algo se quebró dentro de el al ver llorar tan desgarradoramente a su amada. Elianna estaba sufriendo. — Jajaja, al menos pude desquitar algo de mi paga — murmuró aquel maldito hombre que era llevado por la policía. A punto de decir algo, Caleb vio como Elianna se ponía de pie y caminaba a paso firme para luego propinar un fuerte puñetazo a aquel delincuente. — Si lo pierdo...escúchame bien, miserable, si lo pierdo por tu culpa, veré qué te pongan en un lugar en dónde ni siquiera los cuervos podrán dejar caer su suciedad sobre ti...e