Después de una tragedia en la vida de Sheyla, el verdadero amor ha llegado. Llena de infidelidades y un novio obsesivo que no la dejan en paz, encuentra el hombre que la vuelve loca. Un amor puro y sincero que estará lleno de polémicas.
Leer másALEXMi corazón estaba latiendo más fuerte cada vez más y en cada segundo se va intensificando al punto que había empuñado mis manos, lo primero que quería hacer era tirarle esa rosa frente a la cara de ese estúpido, pero temía por cristal, sabía que ella no le gustaba la violencia ni nada, yo no quería exponer a mi mujer, pero esto era una falta de respeto enorme frente a mí, aló como es todavía herido mis sentimientos y también mi orgullo como hombre, a nadie le gusta que enfrente de sus narices un desconocido venga intenten pasarse de listo, pues yo haría prevalecer mis derechos, no esperaría más tiempo de reaccionar.—¿Qué intentas hacer?— cristal me pregunta tomándome de la mano— si crees que irás a discutir con ese sujeto estás muy equivocado, Alex,— la miré directamente a los ojos y miré una enorme preocupación, no quería darle problemas y la verdad solamente por ella lo estaba haciendo, porque de mi parte hace mucho tiempo que le hubiera reclamado idiota, yo sabía que a crista
ALEXEl mesero no se había tomado la orden, tenía mucha hambre y la verdad es que en el menú estaba todo bien claro y estaban las cosas más de la vida me había regalado, al igual que yo, cristal, siempre se caracteriza por ser hambrienta, le gusta comer de todo un poco y por esa parte era una buena ventaja porque no tenía que estar lidiando con estar buscando un plato preferido para ella, siempre nosotros teníamos por costumbre hacer esto, me gustaba y también me distraía, pues ella era muy juguetona y siempre estaba hablando ciertas cosas para hacerme reír por el amor entre nosotros creo que nunca se había apagado y nos amamos con la misma intensidad.—¿Solamente?—Prrgunto el mesero.—Así es— asenti.—Creo Que fue una sabia decisión el haber venido a esta isla, porque tú estaba insistiendo que fuéramos a una ciudad lujosa y yo te dije que no, ya está bastante segura de que yo quería estar acá como a mí no me gustaban las cosas muy exuberante y tampoco están los cosas como sabes que
ALEX—Lo sé, pero simplemente lo hice con la intención de saber si habías cambiado, o simplemente el dinero y otras cosas habían interferido para que fuera otra persona, pero veo que no, en el corazón de mi chica siempre sigue siendo el mismo y la verdad me llena de mucho orgullo, pero bueno, cambiando de tema y ahora lo importante es que tenemos que almorzar, tengo mucha hambre y créeme que en realidad lo que te estaba diciendo no era mentira, no pude desayunar, porque la verdad en cuanto a la habitación que estaba totalmente vacía inmediatamente pensé que te habías ido de compras como no tenemos mucho tiempo de estar acá, pero no sé si preferiría que comamos en el hotel o vamos a buscar algo por ahí…— era una buena opción, cristal y yo nos gustamos mucho el ir a comer a lugares pequeños, por lo general no nos gustaba casi los restaurantes o los lugares exóticos, siempre queríamos algo más sencillo e iba más acorde nuestra personalidad, de esa forma conocíamos nuevos pueblos y nuevas
ALEXEl tiempo pasa volando especialmente cuando se trata de compartir tu tiempo con aquellas personas que siempre te han querido y quieren lo mejor para ti, ese era mi caso, desde que había unido mi vida cristal jamás quería separarme de ella y es que yo era sumamente feliz a su lado. Vivimos buenos y malos momentos, pero lo más importante es que el amor siempre reinaba en nuestra relación y a pesar de qué tuvimos algunas diferencias logramos la felicidad que siempre hemos querido, así que era tiempo de establecer una mejor vida y buscar otras metas, habían pasado exactamente 10 años, y creo que ella y yo nos merecíamos un buen momento para compartir entre nosotros. Habíamos decidido tomar unas buenas vacaciones y estar lejos de todas las personas, era como una forma de distraernos y ejercitar nuestra relación de pareja.Nos habíamos ido a una isla del Caribe, en donde había mucha vegetación y muchos árboles frutales, acá el sol era más fuerte y más radiante, el calor era muy intenso
—¡Cristal! — Chilló lanzándose a mis brazos. Rodeé su cuerpo con mis brazos mientras los dos nos balanceábamos abrazados.—Me alegro tanto de verte—. Sonreí cuando nos separamos. —¡Mira tú pelo!—Necesitaba un cambio—. Dijo encogiéndose de hombros. Siempre decía que nunca se cortaría el pelo, pero tenía que reconocer que le quedaba bien.—Creo que te queda genial.—Tenemos tanto para ponernos al día—. La conduje a la casa cerrando la puerta. —Como el hecho de que tú y Alex compraron una casa en nuestra ciudad natal.—Sí…—¡Liv! — Harper interrumpió mi respuesta mientras caminaba hacia los brazos extendidos de Liv.—Maldita sea, has crecido mucho—. Es una locura porque Harper ahora es más alta que yo. Mientras las dos charlaban el timbre volvió a sonar. Les dejé solos y fui a abrir, con una sonrisa en la cara al ver a Noah.—¡Hola! —, le di un fuerte abrazo. Noah era al que más veíamos. Alex y él trabajaban juntos, pero hacía siete meses que no lo hacían. Ha estado ocupado trabajando e
—Gracias Ava. No sabía a quién llamar y vi tu nombre—. murmuré.—Cristal puedes llamarme cuando quieras. Siempre estaré aquí.—Gracias. — Respiré, esperando que pudiera darse cuenta de lo agradecida que estaba de que estuviera aquí para mí y de que contestara al teléfono.—Cuando quieras cariño.Después de despedirnos me sentí mejor. Que alguien como Ava me dijera que las cosas irían bien parecía aliviarme un poco.Al darme cuenta de que llevaba aquí sentada hora y media decidí que era mejor que me fuera a casa. La idea de volver al apartamento vacío me dolía, sabiendo que sólo recordaría a Alex.Hice el corto camino de vuelta al apartamento, prácticamente arrastrando los pies mientras lo hacía. Subí las escaleras agotada, pero sabía que esta noche no volvería a dormir. Desde que Alex se había ido, sólo había podido dormir unas pocas horas por noche, pero incluso así no había dormido bien.Con un suspiro entré en el apartamento. Como las dos últimas semanas, me encontré con el silenci
hay llamadas perdidas.Suspiré y volví a dejar el teléfono sobre la mesa. Miré por la ventana de la cafetería sintiéndome completamente desesperanzada, el tiempo lluvioso hacía juego con mi estado de ánimo. Han pasado dos semanas. Dos semanas sin ver ni saber nada de Alex. Dos semanas desde que nos tomamos un descanso. Pero no parecía un descanso. No, parecía una ruptura.Hoy es probablemente la primera vez en dos semanas que no he llorado a mares. Sólo porque ahora me siento insensible. He estado viviendo en una neblina en la que ya nada importaba. ¿Cómo podría si sentía que me habían arrancado el corazón del pecho?Nunca imaginé que estaríamos aquí. Siempre hemos sido Alex y yo contra el mundo. Ha estado a mi lado los últimos cinco años y ahora ya no. Claro que hemos tenido nuestros problemas y discusiones, pero después de un rato ambos nos disculpábamos y estábamos bien. Pero esta vez .... se sentía diferente esta vez. Han pasado dos semanas desde la última vez que hablamos y nos v
En los últimos dos años tanto Noah como Alex se han hecho más grandes y musculosos. Iban juntos al gimnasio todos los días. De vez en cuando me unía, pero hacer ejercicio con ellos dos era una locura. Casi se podría pensar que eran Navy Seals con sus entrenamientos. Las pocas veces que me uní acabé tirado en el suelo durante más de la mitad del entrenamiento.—Estos brazos se llevan a todas las mujeres—. Alex y yo compartimos una mirada ante sus palabras. En los últimos dos años he visto a Noah con una persona y sólo duró un mes. Intenté que saliera con alguien, pero nunca lo hizo. Había algo que se lo impedía y no importaba cuántas veces le preguntara, no me lo decía. No me he dado por vencida, pero también he aprendido a darle su espacio al respecto.Rápidamente terminamos con los últimos platos justo cuando se oyó el sonido de la puerta principal abriéndose, así como una voz familiar.—¡Hola! — Al oír la voz, una sonrisa gigante se dibujó en mi cara. Dejé caer la toalla que llevaba
No fue ninguna sorpresa que Noah decidiera mudarse a Portland también con Alex y conmigo. Los tres encontramos un apartamento para compartir ya que íbamos a la misma universidad. De ninguna manera Alex y Noah iban a estar separados. Donde estaba uno pronto iba a estar el otro.Lo mismo pasó con la escuela. Alex y Noah se dedicaron a los negocios para poder hacerse cargo de la empresa familiar. Yo me había enterado unos meses después de Navidad de que los padres de Alex y Noah habían montado juntos su empresa hotelera. Literalmente no tenía ni idea de que Alex era secretamente rico, aunque no pudiera tocar el dinero hasta los 21 años. Sus padres le habían dejado todo.Por eso Alex y Noah decidieron juntos dedicarse a los negocios y hacerse cargo de ellos cuando fueran mayores. Alex quería seguir los pasos de sus padres y yo no podía estar más orgulloso de ello. Sabía que cuando llegara el momento les haría sentirse orgullosos. Mientras ellos dos estudiaban empresariales, yo acabé dedic