AnyaTenía demasiado suerte de que Bazir, el lobo de Kael, me quisiera de alguna manera porque no había una explicación lógica para que aceptase ser golpeado por todo mi peso. Lo había soportado como si fuera un pellizco, pero había aprendido que los hombres lobos guardaban más secretos de los que me gustaría admitirles yo mismo.—¿Están bien? —preguntó Waira.—Sí, creo que sí —dije y me paré de encima del lobo y enseguida este comenzó a olerme en busca de lesiones.En ese momento me di cuenta que muchos de los hombres lobo veían la interacción con mucho interés y eso me incomodó. No entendía por qué para ellos la conexión que Kael y su lobo tenían conmigo era importante, así que le di un par de golpecitos en el hocico a Bazir para que me dejase en paz.—¿Qué encontraste? —preguntó Jonás y enseguida miré mi mano.No había soltado nada, había apretado con fuerza la bolsa de seguridad y la alcé con una sonrisa. De alguna manera era una victoria y no me di cuenta en el momento en el que
AnyaEl Sabio me vio como si fuese en la oscuridad reencarnada en la tierra.Y tal vez tenía razón.Sin embargo, en ese momento no me convenía tenerlo en el lado malo de las cosas, mucho menos cuando el testigo clave de una maldita investigación de asesinato había muerto de una forma tan atroz. Para como estaba pintado el escenario, yo pude haberlo matado.—¿Qué es lo que haces aquí? —espetó este y suspiré enseguida.—Intenté interrogar al testigo, pero este ha muerto —respondí con seriedad y el viejo me miró con los ojos entrecerrados.—¿Quién te dio permiso para interrogar a alguien? ¿Crees que por ser una humana enviada a colaborar tienes derecho a hacer todo lo que te plazca? —cuestionó el hombre con furia, y tenía razón para sentirse furioso—. No sé qué ideas tengas, pero sé que viniste a Cunan a algo más que a buscar a un asesino. Algo ocultas y en algún momento lo voy a descubrir. Espero ver cómo sales de esto.Me dejó ahí y se metió a la celda, vio el desastre que era el cazad
AnyaLa lista que tenía el cazador era inmensa.Lo bueno de ello es que estaba tan bien detallada y estructurada que conocíamos los pasos del enemigo de antemano. Lo malo de ello, era que en esa lista dejaba claro que recurría todo el territorio de los hombres lobos, no solo Cunan y de algún modo no podíamos darnos abasto. Lo que decía mucho de la misión que tenía en mente y la importancia de la misma.El mi cabeza, no había lógica para matar parejas de lobos, normalmente el gremio de cazadores te daba una misión debido al riesgo que esa bestia representaba, por lo que una parte de mí estaba completamente desencajada.A pesar de eso, di todo de mí para enlazar los huecos en el hilo de los acontecimientos, así que Kael y yo establecimos un plan de investigación de los sitios que ya había visitado el cazador, en busca de pista que pudieran ayudarnos a descifrar las partes que no entendíamos de sus notas y al mismo tiempo un plan prevención para evitar que la masacre creciera. Por eso ar
AnyaIr a levantar más cuerpos se sentía como la más grande de las derrotas.No había otra forma de explicar la sensación que tenía al ver a la pareja joven dispuesta en el sueño como las parejas anteriores. Lo peor de aquello, era que la chica era muy parecida a mi hermana, tanto que me dio miedo imaginar encontrar el cadáver de Anne en el mismo estado.Algo dentro de mí se quebró lo suficiente como para querer llorar, pero había aprendido que mostrar debilidad y tristeza a la ligera era algo muy malo. Y las bestias jamás debían ser el público que lo viese.—Esto es…—Malo —respondí por Waira que se quedó petrificada al ver la situación—. Denle la vuelta a la chica para ver si todas las marcas coinciden.Con lo que estaba pasando, teníamos que asegurarnos de que todo encajaba exactamente igual con el mismo modus operandi. Aunque no me gustase la idea, teníamos que entender que había la mínima posibilidad de que algún imitador haya querido hacer las cosas divertidas para su cerebro re
AnyaEl viento frío se colaba dentro de mis huesos mientras limpiaba las armas con las que había asesinado a las bestias. La sangre espesa y seca era un incordio de limpiar de las flechas de ballesta, sin embargo, era una tarea que estaba impresa en mis músculos como una actividad mecánica que podía hacer con los ojos cerrados.Era tedioso, pero necesario para no desperdiciar nada.Para cuando terminé, acomodé todo dentro de mi auto y miré por última vez la tumba que había hecho en medio del bosque norte para ocultar los cuerpos. Asentí complacida con el resultado. Mi trabajo estaba hecho, así que podía sentirme tranquila de saber que había eliminado dos amenazas para la humanidad.Ser cazadora de seres sobrenaturales no era lo que había imaginado para mi futuro, pero en un mundo donde los seres humanos éramos la raza débil, se necesitaba poder eliminar a todo lo que representaba un riesgo y para mí, matar a un par de hombres lobo a los que gustaba abusar de chicas humanas indefensas,
AnyaCorroboré la historia del tonto de Charles, no me iba a quedar con la primera impresión. Hurgué con varios chicos hasta que, en efecto, sus versiones coincidieron con la que él y el cazador me habían dicho. Anne había corrido con dirección al bosque y no había sido la única, sin embargo, todos los demás regresaron a casa menos ella y eso me ponía de mal humor.Para nadie era un secreto quiénes éramos y la historia de nuestra familia. No éramos las más amadas, la verdad era que nuestros padres habían tomado decisiones que indirectamente afectaron a todos, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que ya tenían varios años muertos, las cosas habían cambiado y les gustase o no, Anne y yo éramos miembros de la sociedad que conformaban.Si un miembro se desaparecía, el deber de todos era buscar e investigar, lo que a la gente no le importaba en lo más mínimo. Así que fui directo al cuartel de protección y seguridad ciudadana. Me identifiqué con la placa que usábamos para pasar desaperci
AnyaManejar durante un día entero podía pasar factura, sin embargo, yo me sentía con demasiada energía para mi propio bien. Había pasado días completos sin dormir por no saber nada de mi hermana y eso era un exceso que fácilmente pudo llevar a consumirme con rapidez. Sin embargo, mis prioridades eran más importantes, ellas eran la que me tenían con ese exceso de energía y por eso respiré hondo cuando me acerqué al primer punto de control del territorio de los hombres lobos.La preparación y el control que me brindaron en el gremio de cazadores era increíble, porque había sido lo único que me había contenido de entrar a territorio de las bestias y no incendiarlo desde sus cimientos. Conté hasta diez, miré en el espejo y fingí una media sonrisa que no llegaba a mis ojos, pero que me había servido antes para sacarme de apuros. Mi cabello rojo estaba lavado, peinado y arreglado, algo a lo que normalmente no había prestado atención antes, sin embargo, seguí las instrucciones de Matt.En u
KaelLa humana que había sido enviada era increíblemente hermosa.Tenía una belleza singular de esas que poco se veían, de esas capaces de hechizarte y ella misma no parecía ser consciente de ello. Se notaba segura, un poco confiada en sí misma, pero no estaba usando del todo el potencial que seguramente tenía si hacía uso adecuado de sus sonrisas.Era magnética y ver cuánto aguantó la respiración cuando me vio me deleitó muchísimo, tanto como para que mi lobo, Bazir, se despertara de su letargo y quisiera asomarse a la superficie de mi piel para olerla. Era curioso porque el lobo jamás había mostrado interés por una mujer, había sido enfático en que solo quería a su alma gemela y podía jurar que, aunque esta pelirroja preciosa era exquisita, ella no era nuestra pareja predestinada ni por asomo. Por eso lo controlé para que ella no se asustase.—Es un gusto conocerlo, conocer a todos —dijo ella con una voz que me puso en guardia y supe que lo que decía era mentira.La diosa me había d