John volteo a ver la charola que traía la nana, la tomo para ponerla en la pequeña mesa que había en la habitación y luego tomo uno de los platos en sus manos y se tomó el caldo como si fuera agua ya que no aguantaba su cabeza y también tenía sed.

Muchas gracias nana, has salvado mi día, sin tu comida no sabría si pudiera ir a trabajar hoy, estuvo delicioso tu caldo y ya me siento mucho mejor, mi amigo se a ganado la lotería teniendo una nana cómo tú -John agradeció a la nana alabando su comida y dando un beso en su mejilla.

-Muchas gracias joven, pero este es mi trabajo y disfruto hacerlo, estoy para servirle, si gusta más caldo, cuando termine de arreglarse puede pasar por otro plato al comedor -la nana le respondió cariñosa y amablemente.

-Eso me parece bien -John ya se sentía mucho mejor así que en cuanto la nana se marchó, le gritó a Roy para ver si estaba en el baño y así era, en cuanto salió su amigo él ya estaba perfectamente arreglado, John lo miro y le frunció el ceño por