La tranquilidad con la que inició la mañana fue sustituida una ola de estrés y desesperación. El personal corría de un lado al otro, los guardias se aseguraban de que la zona fuese segura, todos con sus armas listas en caso de un ataque imprevisto. La Guardia Interna, aquellos en los que Brion más confiaba, se apresuraron a cargar los vehículos con lo necesario. El reloj corría y definitivamente lo hacía en contra de ellos.―Brion, ¿qué está pasando? ¿Por qué todo mundo está empacando? ―preguntó Clarisse al entrar en el salón que usaba el FBI. Su padre la acompañaba.El príncipe les dio una rápida mirada y dio un par de indicaciones más antes de decir:―Nos moveremos.―¿Movernos? ―a Glen le resultó extraño―. ¿A dónde?―Tengo otra propiedad, iremos allá para evitar inconvenientes.―¿Qué inconvenientes?El pelinegro no contestó, sólo siguió enfocado en lo que estaba haciendo sin perder tiempo. Clarisse, preocupada por la mirada apagada que tenía él, se acercó y lo tomó del brazo.―¿Qué
Brion se había congelado por completo ante los ojos de Clarisse. Sabía que estaba respirando, sin embargo, podría sentir una fuerte punzada en el pecho, las manos le cosquilleaban y tenía la garganta seca. El que ella le dijera esas palabras con tanta confianza y eliminara el espacio que había entre ellos de esa manera, fue para Brion tan impactante cómo haber chocado contra la pared.Por su parte, Clarisse no pensó antes de actuar, ella sólo hizo lo que consideró correcto al ver a Brion tan alterado. Podría estar siendo de todo para protegerlos, pero se despedazaba para lograrlo y eso era perjudicial a largo plazo para él. Lo único que quería era hacer que él se detuviera por un momento para que respirara o terminaría colapsando bajo tanto estrés.A pesar de que sus mentes estaban perdidas entre sus pensamientos, ambos pudieron sentir una descarga muy familiar que recorrió sus cuerpos por completo. Gracias a esa chispa de energía los dos lograron reaccionar, Clarisse sonrojó terrible
Jax no estaba nada seguro de lo que Brion quería hacer. Estaba por exponerse demasiado, trató de persuadirlo y presentar otro plan de acción, pero el pelinegro ya se había puesto en marcha. No tuvo más opción que cubrirlo juntó con Rubén, Elian y Owen.―Oye, ¿estás seguro de esto? ―le preguntó el trigueño a su jefe.―Está en medio del camino. No podremos salir a menos que alguno se ofrezca a conducir el vehículo para chocarlo ―a sólo unos cuantos metros estaba el asistente de su tía, un hombre asiático de expresión seria y aspecto pulcro―. Acá me tienes, Cho. Habla.El mayordomo se inclinó ante Brion, después de todo seguía siendo un mimbro de la familia real y tenía que ser respetuoso, aunque no lo considerara digno de ser uno.―He sido enviado con un mensaje para el príncipe. Sus altezas, la princesa Verona, la princesa Carmina y el príncipe Zadriel han extendido hacia ustedes una cordial invitación al castillo.―¿Y se supone que vamos a aceptar? ¡Sí, claro! ―se burló Rubén―. La úni
El grupo encabezado por su alteza real ingresó al lobby del castillo, cada uno de ellos vestía muy elegante en esa ocasión, Brion les indicó que sería una cena de etiqueta y debían lucir impolutos en todo momento. Ellos debían demostrar que tenían el control de la situación y no caer en ninguna provocación, una advertencia dada especialmente por Owen, quien podía llegar a ser muy impulsivo.Justo en al final del salón, en lo alto de las escales principales se encontraban los miembros de la familia real. Zadriel en el medio, acompañado por su esposa y su amante secreta, una a cada lado. Daliah y Oliver estaban a la derecha, la princesa no soltaba la mano de su prometido mientras que él parecía cubrirla con su cuerpo en caso de un ataque sorpresa. Serena y Ottis parecían estatuas, sin embargo, sus mentes estaban maquinando al máximo, preparados para salir corriendo y confiando en que sus hijos estarían seguros con Madeline.A la izquierda, Annabeth mantenía una expresión dura y la mirad
Algo colgando de la pared llamó la atención de Brion, era los retratos de cada grupo familiar, incluyendo el suyo. Sus padres sonreían gratamente en la imagen, él heredó los ojos de su madre en su totalidad, ese color ocre era imposible de omitir al verla. También terminó siendo tan alto cómo su padre, además, era con quién compartía la mayoría de los rasgos físicos.Mientras que Daliah era la viven imagen de su madre, inclusive muchos de los gestos que hace sin darse cuenta son similares a los que recuerda haber visto a su madre hacer. Si ella estuviera vivía podrían hacerse pasar por hermanas muy fácilmente, una idea de que causó algo de gracias.―¿Disfrutas de la cena? ―preguntó Carmina y luego se percató de qué estaba mirando su sobrino―. Oh, así que es eso… Daliah consideró que sería buena idea que sus retratos estuvieran colgados acá esta noche.―Sería cómo si la familia estuviera completa ―terminó la princesa, viendo a sus padres.También observó a la niña que estaba sobre el r
Brion sintió un remolino de emociones al escuchar las palabras de Patrice y Jeremy. La lealtad de sus amigos, defendiendo su honor con tanto fervor, hizo que su pecho se hinchara de gratitud y orgullo. Ellos estaban dispuestos a enfrentarse a la familia real, sin importar las consecuencias. Ese tipo de apoyo era algo que Brion había olvidado que podía tener, algo que los años de traiciones y luchas habían oscurecido en su memoria.Daliah, que había permanecido en silencio observando, finalmente se permitió un esbozo de sonrisa, apenas perceptible. Y ciertamente no era la única que se sentía satisfecha de que ese par estuvieran confrontando a los cabecillas de la familia, Sus primas y sus parejas estaban celebrando internamente, pues esos dos ofendieron a los mismísimos dioses.Zadriel, sorprendido por la audacia de los dos jóvenes, apretó los dientes. El ambiente en la mesa era tenso, y aunque intentaba mantener la compostura, se le notaba incómodo. Nunca se habría esperado tal desafí
―Se te está dando una oportunidad, Brion. La última que vas a recibir ―le advirtió el duque Zadriel desde su asiento a la cabeza de la mesa. Sus ojos irradiaban furia contenida y deseaba romperle algunos huesos a su molesto sobrino―. El linaje DuMartelle ha gobernado por años en Velghary y el bajo mundo, es imposible que puedas cambiar eso. Nuestra familia puede estar a cargo, pero eso no significa que todos estén a gusto con eso. Tenemos cientos de enemigos por todo el mundo que sin duda aprovecharan esta debilidad que presentas cómo una oportunidad para tomar el poder y vengarse. Tú jamás tendrías la fuerza para hacer lo necesario y tenerlos bajo dominio absoluto, es que mira a tu alrededor, estás acorralado.―No serías capaz de matarme, al menos no acá ―respondió el pelinegro.Zadriel sonrió arrogantemente. Estaba seguro de que sus piezas estaban perfectamente posicionadas en el tablero y con ello tendría una victoria irrefutable.―Obviamente no voy a matarte ahora mismo. Primero t
Oliver estaba verdaderamente impresionado con la capacidad casi innata que tenía el príncipe heredero para afectar a todas las personas que lo rodeaban en ese momento. Esperaba que Brion llegase ahí con un as bajo la manga, una especia de movimiento divino para salir del jaque en el que lo colocaron, pero no imaginó nunca esto. Por primera vez podía ver a los hijos alzándose contra sus padres, todos cegados por la ira y la falta de confianza los unos en los otros.Claramente el que Serena y Ottis se revelaran en contra de la monarquía, no era el objetivo, sin embargo, podía comprender cómo se debían sentir ellos dos. Por un lado, Serena debía confrontar a su madre por intentó de asesinato y por el otro debía unirse a su esposo para enfrentarla por querer robarse a sus hijos.Parecía que estaba en medio de una turba furiosa que empujaba y tiraba. Mientras que el hombre que orquestó la manipulación de la escena se encontraba cenando plácidamente, cómo si en ese momento Zadriel no tuvier