Algo colgando de la pared llamó la atención de Brion, era los retratos de cada grupo familiar, incluyendo el suyo. Sus padres sonreían gratamente en la imagen, él heredó los ojos de su madre en su totalidad, ese color ocre era imposible de omitir al verla. También terminó siendo tan alto cómo su padre, además, era con quién compartía la mayoría de los rasgos físicos.Mientras que Daliah era la viven imagen de su madre, inclusive muchos de los gestos que hace sin darse cuenta son similares a los que recuerda haber visto a su madre hacer. Si ella estuviera vivía podrían hacerse pasar por hermanas muy fácilmente, una idea de que causó algo de gracias.―¿Disfrutas de la cena? ―preguntó Carmina y luego se percató de qué estaba mirando su sobrino―. Oh, así que es eso… Daliah consideró que sería buena idea que sus retratos estuvieran colgados acá esta noche.―Sería cómo si la familia estuviera completa ―terminó la princesa, viendo a sus padres.También observó a la niña que estaba sobre el r
Brion sintió un remolino de emociones al escuchar las palabras de Patrice y Jeremy. La lealtad de sus amigos, defendiendo su honor con tanto fervor, hizo que su pecho se hinchara de gratitud y orgullo. Ellos estaban dispuestos a enfrentarse a la familia real, sin importar las consecuencias. Ese tipo de apoyo era algo que Brion había olvidado que podía tener, algo que los años de traiciones y luchas habían oscurecido en su memoria.Daliah, que había permanecido en silencio observando, finalmente se permitió un esbozo de sonrisa, apenas perceptible. Y ciertamente no era la única que se sentía satisfecha de que ese par estuvieran confrontando a los cabecillas de la familia, Sus primas y sus parejas estaban celebrando internamente, pues esos dos ofendieron a los mismísimos dioses.Zadriel, sorprendido por la audacia de los dos jóvenes, apretó los dientes. El ambiente en la mesa era tenso, y aunque intentaba mantener la compostura, se le notaba incómodo. Nunca se habría esperado tal desafí
―Se te está dando una oportunidad, Brion. La última que vas a recibir ―le advirtió el duque Zadriel desde su asiento a la cabeza de la mesa. Sus ojos irradiaban furia contenida y deseaba romperle algunos huesos a su molesto sobrino―. El linaje DuMartelle ha gobernado por años en Velghary y el bajo mundo, es imposible que puedas cambiar eso. Nuestra familia puede estar a cargo, pero eso no significa que todos estén a gusto con eso. Tenemos cientos de enemigos por todo el mundo que sin duda aprovecharan esta debilidad que presentas cómo una oportunidad para tomar el poder y vengarse. Tú jamás tendrías la fuerza para hacer lo necesario y tenerlos bajo dominio absoluto, es que mira a tu alrededor, estás acorralado.―No serías capaz de matarme, al menos no acá ―respondió el pelinegro.Zadriel sonrió arrogantemente. Estaba seguro de que sus piezas estaban perfectamente posicionadas en el tablero y con ello tendría una victoria irrefutable.―Obviamente no voy a matarte ahora mismo. Primero t
Oliver estaba verdaderamente impresionado con la capacidad casi innata que tenía el príncipe heredero para afectar a todas las personas que lo rodeaban en ese momento. Esperaba que Brion llegase ahí con un as bajo la manga, una especia de movimiento divino para salir del jaque en el que lo colocaron, pero no imaginó nunca esto. Por primera vez podía ver a los hijos alzándose contra sus padres, todos cegados por la ira y la falta de confianza los unos en los otros.Claramente el que Serena y Ottis se revelaran en contra de la monarquía, no era el objetivo, sin embargo, podía comprender cómo se debían sentir ellos dos. Por un lado, Serena debía confrontar a su madre por intentó de asesinato y por el otro debía unirse a su esposo para enfrentarla por querer robarse a sus hijos.Parecía que estaba en medio de una turba furiosa que empujaba y tiraba. Mientras que el hombre que orquestó la manipulación de la escena se encontraba cenando plácidamente, cómo si en ese momento Zadriel no tuvier
Esas palabras explotaron en su mente, destruyendo todo a su paso, perturbando sus ideas y eliminando cada uno de sus planes. Su orgullo fue aplastado, reviviendo aquel sentimiento desolador por el que pasó años atrás cuando él decidió abandonarla. Ella en verdad lo amaba, deseaba estar con él, formar una familia y tener una vida perfecta juntos, pero la manera en que él la veía era dolorosa.Los ojos de Brion ardían de una manera casi sobrenatural y lo único que transmitían era desprecio puro. Arlette tuvo la esperanza que con ese trato que le ofreció hace meses podría convencerlo de que podía confiar en ella, de que volverían a ser amigos y al final serían capaces de estar juntos realmente. Y, a pesar de que él se negó en ese entonces, creyó que se hacía el difícil, pero ahora estaba más que claro.Herida y humillada, la condesa se puso de pie y fue hacia él. Brion era más alto que ella por unos diez o quince centímetros, por lo que tuvo que levantar la cabeza.Se tragó el llanto y r
―Verona, espera. ¿A dónde vas?Zadriel siguió los pasos veloces de la princesa, quien sólo salió corriendo escaleras arriba después de que Brion y su gente salieron del castillo. Ni siquiera dio una razón, sólo dio marcha hacia los pisos superiores del ala sur cómo si la zona contraria estuviera en llamas y ella buscara una salida.Los guardias o los miembros del servicio que los veían pasar simplemente bajaban la mirada y hacían una reverencia en total silencio. Nadie estaba tan mal de la cabeza cómo para preguntarles si algo ocurría, tal vez alguien lo hizo y seguramente ya no estaba en la tierra de los vivos.El duque se hartó de esa carrera sin sentido y la sujetó del brazo para obligarla a parar.―¿Quieres decirme qué te está pasando?―Necesito ver algo.―¿Qué cosa?―Ottis y Serena se marcharon sin pelear luego de que dijeron que preferían morir antes que yo me quedara con sus hijos. Eso no es algo que esos dos harían ―logró zafarse del agarre de su amante y siguió hasta la recam
―Lo dices cómo si lo conocieras perfectamente ―se burló la princesa.―Es porque lo hago. Nade conoce a Brion mejor que yo, hemos estado juntos desde niños, lo cuál fue mucho antes de que me eligieran cómo su prometida.Daliah rio bajo, se acomodó el cabello y la miró.―Siendo sincera estoy muy impresionado por este teatro y por lo lejos que estás dispuesta a llegar, convenciéndote a ti misma de que lo que deseas es estar con Brion.―Brion y yo…―Brion y tú no estás destinados a estar juntos ―no le dejó terminar esa frase tan ridícula. No eran niñas para andar creyendo en cuentos de hadas, y en la vida real ellas pertenecen a la nobleza, pero la diferencia es que son los monstruos de la historia―. Brion está en contra de nosotros y hará lo que sea necesario para conseguir la corona. ¿Mi recomendación? Es que tomes la poca dignidad que aún te queda y regreses a tu hogar, porque acá ya no tienes lugar.―Yo jamás abandonaría a tu hermano ―reafirmó sin una pizca de duda, no podía darse por
―No, yo soy el actual rey del Velghary. El título de regente es algo meramente protocolar, nada más un sinónimo. Y quien recibirá la corona y tomará lugar en el trono es Daliah, nadie más.―¿Está seguro de eso? Brion demostró anoche que tiene demasiado poder sobre ustedes. En cuestión de segundos logró hacer que se pelearan unos contra otros ―tomó asiento en el sofá que estaba en el otro extremo de la oficina, justo frente a Zadriel―. Lamento Decirlo, pero creo que empiezo a ver algo de debilidad en su bando, señor. Serena y Ottis se marcharon, y se llevaron a sus hijos consigo, arrebatándoles dos activos muy valiosos.―Los vamos a recuperar, sólo es cuestión de tiempo.―¿Cuestión de tiempo? No recuerdo que la familia real de Velghary se refiriera así a los problemas, habitualmente los resuelven en un momento, eliminándolos de la raíz.―Es exactamente lo que planeo hacer con Brion, por eso me estoy tomando el tiempo necesario. Estoy consciente de que si dejo que una pequeña parte de é