―¿Qué? ¿Por qué esas caras? ―curioseó la chica―. ¿Dije algo malo? Oigan, sé que ustedes piensas que lo mejor que podría hacer por mi bebé es contarle todo a Brion, pero ya hemos hablado de esto. Él nunca quiso tener hijos y ahora que sé que es un jodido príncipe, menos le diría. Es decir, ni siquiera me creería y hasta podría pensar que intento meterle gato por liebre.―¿Cómo? ―dudó el moreno al no entender lo que dijo al final.―Significa que Brion podría pensar que intento meterle el hijo de alguien más a él sólo porque es de la realeza y así sacarle dinero o qué se yo ―explicó.―Por favor, sabes perfectamente que él nunca pensaría algo así de ti sin importar nada ―argumentó la rubia―. Él te amaba y…―No lo creo, no creo ni por un momento que él me amara de verdad porque de ser así habría sido sincero conmigo.―Ni siquiera lo fue con nosotros. Literalmente hace menos de dos meses que sabemos esto y en verdad tuvo muy buenas razones para mantener su identidad en secreto.―Sigo sin en
Sintió una gran pesadez que se alejaba paulatinamente de su cuerpo y no entendía porqué. Estaba muy bien hace…, ¿un momento? No estaba seguro, pero sólo recuerda haber estado golpeando las puertas de la mansión. Recordó que intentó buscar otra manera de escapar, pero ni siquiera las ventanas se podían abrir y luego…Luego no había nada más.―Mi cabeza… ―murmulló, sintiéndose muy aturdido.―Ya despertó, señor ―habló una mujer―¿Qué…? ¿Quién…? ―quiso preguntar, pero seguía muy débil.―Gracias. Por favor, pídale al agente Fell que venga ―esa voz le era familiar. Volteó el rostro hacia esa voz y divisó una figura alta que no podía distinguir, ya que su visión seguía borrosa―. Lamento tener que llegar a esto, pero te estabas haciendo daño al tratar de abrir las puertas a los golpes.―Pero…, quiero salir… ―logró decir.―No puedes hacerlo todavía, Macon. Sufriste muchas heridas, además, la desnutrición pudo ser irreversible de no ser porque intervine ―argumentó el hombre, acercándose a la ca
Un par de golpes ligeros en la puerta llamó la atención de los dos príncipes y tras otorgar el permiso Jax entró en la habitación.―Buen día, sus altezas ―hizo una reverencia y se mantuvo junto a la entrada.De inmediato Macon lo identificó, pues cuando estaba buscando a su primo investigó cada persona con la que se relacionaba. Y este era el hombre con el que solía trabajar Brion, pero no tenía idea de que aún lo hicieran.―¡Ey, es el ex prometido de tu ex novia! ―se burló―. ¿Quién lo diría? Te aliaste con el hombre que abandonó a la mujer que terminaría siendo tu novia. Por cierto, ¿ella al final lo supo? Confieso que no tengo muchos detalles sobre ese asunto.―Macon ―le regañó el mayor antes de que hiciera las cosas más incomodas―. Compórtate.―No he dicho nada que no se verdad. ¿Cierto, agente Fell? ―tenía una sonrisa maliciosa porque esto era muy divertido para él.―Prefiero zanjar los temas personales, príncipe Macon ―respondió en voz baja y con los brazos detrás de la espalda.
―Y mírate. Ahora te has aliado a mi porque ellos te rechazaron y buscas venganza ―señaló el mayor―. Por suerte para ti, el FBI está de nuestro lado y tú ya no eres uno de sus objetivos. A menos, claro de que al final resueltes ser un doble agente. En ese hipotético caso, no tendrías que preocuparte por los agentes federales, sino por mí.Macon no estaba del todo seguro si su primo estaba tratando intimidarlo o sólo estaba haciéndole una broma pesada. Sólo estaba seguro de que la penetrante mirada de Brion le heló los huesos y prefirió tomarse aquello más como una advertencia que una amenaza. Después de todo, estaba haciendo todo lo que él decía porque ahora tenían la misma meta.―¿Necesitas que traigan algo de palacio para ti? ―preguntó. Esta ves su voz sonó amable y no cómo una cuchilla rozándole el cuello―. Puedo hacer que Malik lo traiga para ti.―¿Él sabe sobre este lugar?Brion se levantó de la cama y se colocó junto a la ventana. El cielo estaba nublado y el viento mecía las pl
Era descomunal la cantidad de reporteros que rodeaban el castillo de Velghary. Todos ansiaban desesperadamente la exclusiva sobre el secuestro de la princesa Daliah y el hecho de que posiblemente el príncipe Brion esté implicado en todo este suceso.Por supuesto que la familia real estaba intentando un movimiento en su contra, pero no imaginó que se atreviesen a usar a Daliah cómo carnada. Ella era su más grande joya, su preciado trofeo y si la ponían en riesgo de esa manera sólo demostraban lo repulsivo que eran.Sólo esperaba que no se atrevieran a lastimar a su hermana menor o se encargaría de llevarlos al infierno él mismo.Cuando bajó del auto los destellos de luz de las cámaras se dispararon hacia él, a pesar de que estaban a cientos de metros. Permaneció inexpresivo mientras subía los escalones de roca para ingresar al castillo, ignorando los gritos de la multitud.―Vaya, miren quién se digna a aparecer ―Annabeth fue quién lo recibió desde el la cima de las escaleras cuando ent
Ese incesante golpeteo estaba a nada de volverla loca y por un momento pensó en quitarle el arma y dispararle sólo para que se detuviera de una vez. No tenían ni tres horas desde que llegaron y él ya la había hecho perder la paciencia en tiempo récord.Le dio un fuerte golpe a la mesa, causando que él parara y los otros cuatro hombres en la habitación se fijaran en ella.―¡Por amor al cielo! ¡¿Puedes dejar de golpear la mesa?! ¡Estás a nada de desquiciarme por completo si continuas con ese ruido molesto! ―explotó la princesa―. ¡Si continuas con eso te cortaré las manos! ¡Así que para o lárgate!Ottis arqueó una ceja y retiró sus manos de la superficie de la mesa.Lo menos que deseaba hacer en ese momento era alterar a la chica de ojos color miel, sin embargo, se sentía que una ola de ansiedad lo golpeaba constantemente. Él nunca quiso hacer nada de esto, pero no tenía otra opción más que obedecer las órdenes de Verona por el bien de su propia familia.De hecho, todo lo que estaba hac
―¿Realmente piensas que nos interesa lastimar a Daliah? ―preguntó Carmina. Hacía círculos con el dedo sobre la superficie del escritorio―. Hemos hecho lo necesario por proteger a nuestra familia después de que te atreviste a dejarnos humillados delante de nuestros invitados.―¿Podrías superarlo ya? ―soltó con fastidio y ellos lo miraron con desaprobación y disgusto―. Cada vez que pueden lo comentan cómo si fuese la mayor tragedia en la historia de la humanidad. ¿Acaso saben que en el mundo ocurren verdaderas tragedias o están demasiado ocupados sufriendo porque abdiqué? No parecen más que una cinta vieja que repite constantemente la misma oración y la verdad es que es me han aburrido en exceso.―¡¿Exceso?! ¡¿Te parece un exceso lo que hiciste?! ―saltó Carmina―. El linaje DuMartelle se estableció gracias a la fuerza que poseemos, no por lloriquear. Demostramos que nosotros éramos los mejores y tú casi arruinas nuestro legado en una noche. Nos humillaste, Brion, y no sólo a nosotros. T
―¡Mierda, mierda, mierda!Owen corría tan rápido cómo podía hacia el ala perteneciente a su jefe, mientras que eran escoltados por un grupo de guardias fieles a Brion y abrían paso de ser necesario. Decir que estaba bajo mucha presión se quedaba corto porque literalmente cargaba con una vida sobre sus hombros, una vida que se estaba apagando.Abrieron las puertas para ellos y de inmediato dejó al malherido Jeremy sobre la cama con dosel, tiñendo las sábanas de sangre.―¡Liza, sálvalo! ―le rogó la rubia con desesperación.―¡Necesito que me traigan el equipo medico que está en la otra ala!―¿Qué debemos traer exactamente? ―preguntó su novio.―Yo sé lo que necesita, ven conmigo ―le dijo Elian―. Trata de mantenerlo con vida y parar lo más que puedas el sangrado hasta que volvamos.Se llevó al trigueño con él; junto a otro muchacho.―Alguno de ustedes traiga el botiquín del baño, tiene lo necesario para evitar el sangrado por un momento ―explicó la morena. Sus manos presionaban con fuerza