—¡Llegamos, familia! —anunció Lorna.Soren despegó los ojos de su laptop para mirar a los cuatro jóvenes que iban entrando.—¡Papi! —Pat saludó desde el jardín trasero con Cisco a su lado.Llevaba un rato jugando con el perro que cada vez se hacía más grande, ahora mismo era casi de la altura del niño, lo cual le facilitaba tumbarlo cuando jugueteaban al aire libre o en cualquier parte de la casa. Algo que a ninguno de los mayores les preocupaba, ya que Cisco se comportaba al momento de jugar, evitando ser brusco con Pat para no lastimarlo.Ambos corriendo dentro y Galen recibió a su hijo con mucho afecto, dándole un beso en la mejilla. Lo alzó en brazos mientras que el niño se aferró a él con una sonrisa de oreja a oreja.—Hola, Cangurito. ¿Cómo te has portado?—¡Bien! Tío Soren me compró un helado y me dejó jugar con Cisco —la alegría en sus ojos hacía parecer que eran dos brillantes gemas preciosas.—¿Y la escuela?—A la maestra le gustó mi dibujo de Cisco en las vacaciones —Pat mi
Daliah escuchaba a Madeline hablar sobre las actividades que tendría que realizar el día siguiente. Solamente habían pasado unos cuantos días, pero ya se sentía agotada mental y físicamente. Una parte de ella deseaba dormir por varios días o simplemente encerrarse en su recamara a comer helado, galletas y ver series. Quería relajarse, estar en pijama y no preocuparse por lucir siempre perfecta.—¿Señorita? —su asistente enunció, pues notó que no le estaba prestando atención—. ¿Escuchó lo que dije?La pelinegra enfocó la vista y la miró por medio del espejo.—Oh, sí. Te escuche —claramente mentía, pero su asistente personal no iba a presionarla, ya que sabía cómo se sentía—. Creo que eso es todo por hoy, Madeline. Mañana podremos continuar.—¿Está segura que se siente bien, alteza? —cuestionó, dando un paso al frente.—Sí, lo estoy. Pensaba en algo…—¿Su hermano?—No realmente —pronunció, meditativa—. ¿Cuánto tiempo llevamos en Velghary?—Menos de un mes, señorita.—¿Has logrado comuni
El lugar estaba abarrotado de personas, no importaba en que dirección viera, el único camino libre era el que se marcó con el equipo de seguridad real. Así que cuando el vehículo se detuvo frente al hospital y le abrieron la puerta, las cámaras se volvieron por completo locas. Afortunadamente era de día y los flashes no eran una molestia alguna a sus ojos cuando bajó.Mostró una hermosa sonrisa y saludó al pueblo con una mano en alto. Su primo Macon y su tía Carmina se posaron de un lado, mientras que Annabeth y Verona estaban del otro.Todos lucían despampanantes con aquellos atuendos carísimos que fueron hechos a la medida, así cómo también brillaban las joyas u otros accesorios que llevasen consigo.Daliah consideraba que, en vez de hacer aquella farsa, simplemente podría alimentar a los necesitados pagando con lo que tenían encima. El brazalete de oro con treinta y cinco diamantes incrustados fácilmente alimentaría a una gran comunidad. Sin embargo, eso no era lo que su familia bu
Posteriormente de haber dado su discurso y entregarle la donación en nombre de la familia real, la futura reina de Velghary sonrió para las cámaras mientras respondía las preguntas de los reporteros. No era nada del otro mundo, desde muy pequeña estuvo expuesta a los medios y sabía cómo tratar con ellos en esta clase de eventos sociales.En realidad, a una parte de ella le gustaba. Sentía que estaba en su ambiente y tenía una sensación de placer por estar ahí. Tal vez su familia estuviese simplemente armando un espectáculo, pero ella podría sacar provecho de la situación—Alteza, ¿qué opina del desequilibrio económico que sufrió nuestra nación el año pasado? —preguntó un hombre regordete al fondo—. ¿Se trató únicamente de un problema administrativo o los rumores sobre un ataque cibernético a los bancos son ciertos?—Dichos rumores no son más que eso, rumores. El año pasado ocurrió el declive en una falla en el sistema, sin embargo, se pudo solucionar sin problema alguno. Así que esa c
Soren se encontraba revisando los archivos privados que mantenía ocultos en el sistema cerrado de su computadora. Estaba actualizando los datos con la información que el FBI y Daliah le dieron antes de que ella regresara a su país.Observó la lista de blancos conformada por diversas agrupaciones criminales alrededor de todo el mundo. Hasta ahora lograron deshacerse de pequeñas células, socios que no son de gran importancia para los negocios de la familia real de Velghary y que por esa razón pudo atacarlos. No obstante, ahora debían enfocar sus ataques a los blancos más grande.Eso será un terrible problema que le eriza la piel porque una vez empiecen a moverse van a llamar toda la atención. Dejó caer su cuerpo hacia atrás pensando en algo que tendría que hacer para proteger a quienes le importaban. La mejor opción siempre sería alejarse de ellos, desaparecer y hacer cómo si él nunca hubiera existido, pero sabía perfectamente que ellos no dejarían que se fuera así cómo así.Claro que S
—Por supuesto, eso me hace sentir mucho más tranquilo —el sarcasmo en su voz hizo sonreír a Soren.—Bien podrías rechazar la oferta de casarte con Daliah.—Ni loco. En primera es un trato con una de las mafias más peligrosas que hay en el mundo, lo cual significa que masacrarían a toda mi familia y a mi me colgarían desde la astabandera más alta que haya en su país.—Lo dudo. Eso daría una mala imagen a Velghary —bromeó el pelinegro con un toque acido—. ¿Cuál es la otra razón por la que no lo rechazarás?—Por Daliah —contestó, convencido—. No pretendo dejarla sola en esta guerra.—Entonces, ¿tus sentimientos por ella son tan reales y complejos?—¿Dudas de lo que siento por ella?—Dudo hasta de mi propia hermana. ¿Crees que confiaría en el hombre que fue elegido por la Gran Hydra para casarse con ella?—He hecho todo lo que se ha necesitado para ayudar en esto.—Así es, has sido muy colaborativo y agradezco eso, no obstante, debo admitir que también puede llegar a ser algo sospechoso,
—¡Liza! ¡Peter! ¡Owen! —llamó Soren desde la sala de estar mientras revisaba el correo que estaba sobre la mesilla.—Acá estamos, no grites —respondió la morena. Iba comiendo una paleta de helado mientras los otros dos hombres le siguieron de cerca.—Bien, necesito que se ocupen de unas cosas. Owen, prepara el Audi negro cromado, Peter organiza un pequeño equipo de seguridad y Liza, una malteada de piña y mango, por favor.—Me siento cómo de la servidumbre —e quejó la ama de llaves.—Eres de la servidumbre, Liza —le recordó su compañero.—Nadie te preguntó, Peter.—Pero él tiene razón —le susurró el trigueño.Ella se giró en un parpadeo y le soltó un manotazo.—¡¿De qué lado se supone que estás tú?! —le reprendió.—¿Les importaría movilizarse a cumplir con lo que les he pedido o no los estoy molestando mucho? —preguntó, satíricamente el de ojos ocres.—La segunda —bromeó Liza y él encarnó una ceja en modo de advertencia—. Bien, bien. Nos estamos moviendo. Ustedes dos quítense del cami
Honestamente no tenía ni la menor idea de en donde estaban.El lugar estaba lo suficientemente lejos del centro, pero el lugar estaba abarrotado de gente. Había muchos vehículos de todas las clases posibles, algunos con diseños sencillos y otros bastante impresionantes por lo que ella estaba pegada a la ventana del auto viendo todo con asombro.—No sabía que te gustasen las carreras —dijo Clarisse sin apartar la vista de un Mustang que había sido mejorado—. ¡Este lugar es increíble!—No precisamente, pero no podía rechazar la invitación de Oliver. Por alguna razón estaba muy interesado en que viniera.—Tal vez intenta impresionar a su cuñado.—Lo logrará cuando me entregue la mitad de las acciones de su compañía.Clarisse rio por ese comentario que pareció agresivo.—No puedes estar pensando en serio en quitarle la mitad de todo lo que tiene, ¿o sí?—No lo sé. Eso depende de cómo trate a mi hermana. Si llega a hacerle algo haré que vaya a la quiebra y le quitaré todo.—Uh, que hermano