La música se había apoderado de la mansión, había risas y choces de copas al brindar. Era un ambiente completamente diferente de lo que Soren estaba acostumbrado y todo se debía al hecho de que estaba con Clarisse.En otrora, cuando era un príncipe, debía estar en evento atiborrados de invitados y con una norma estricta de comportamiento, la cual en realidad era asfixiante. Solía mostrar una sonrisa perfecta mientras que por dentro no hacía más que lamentarse e idear formas de arruinar la fiesta, aunque claro, nunca las llevó a cabo.Luego en Seattle las fiestas se reducían únicamente a estar en compañía de Jeremy y Patrice. Cenaba, tomaban algunas fotos y disfrutaban de unas copas hasta que se llegaba el Año Nuevo y luego se iba a dormir. Aunque en un par de ocasiones sólo fingió que se iba a casa, ya que se encargaba de los nombres que había en la lista. Sólo uno de esos se asoció a él de manera pacífica, ya que la fama cómo el Príncipe Muerto le bastó para que aquel tipo se arrodil
—Vaya, este lugar se ve super hermoso —dijo Clarisse, observando la nueva cede de la Oversax House—. Es claro que optaron por mantener el diseño original de espacios abiertos.—Eso es gracias a mi porque me gustó el fen shui que otorgaba al espacio de trabajo —dijo la rubia con orgullo y luego miró a sus amigos—. Este par de seguro habría pensado en algo útil, pero la verdad es que me gusta mi estilo. Además, permite que los trabajadores tengan una comunicación más fluida gracias a la escasez de paredes.—Impresionante el modelo que tienen de manejar el ambiente laborar en su compañía —halagó la chica con buena cara.—¿Qué esperabas de un lugar manejado por Soren Oversax? Ese sujeto es un obsesivo compulsivo del control —se burló Patrice.—Lamento que mi interés por el orden altere el desastre que es tu vida —respondió Soren con sarcasmo.—Mi vida no es un desastre. Soy hermosa, exitosa, mi relación está muy bien y mi novio es excelente cocinero. Creo que no me quejó de nada de eso po
—No puedo creer que esta vaya a ser la última vez que cenemos juntos —se lamentó Rose, sosteniendo la mano de su hija y con una triste mirada.—Mamá, no es para tanto. No es como si nunca más nos viéramos otra vez —enunció su hija con un tono consolador.—Lo sé, pero entiéndeme. Pasaron cinco años para que pudiera verte de nuevo.—Pero eso ya no pasará otra vez —dijo Glen, tranquilamente para que su esposa se sintiese mucho mejor—. La razón por la que Clarisse no volvía ya no es un problema, así que puede ir cuando quiera o incluso nosotros podemos visitarla frecuentemente.—Además, ahora cuentan con la disponibilidad de mi avión —musitó Sore—. De esa manera no tendrán que preocuparse por los boletos. Simplemente díganme cuando quiera volar a Seattle y enviaré el avión por ustedes con mi personal para que se encargue de ustedes.—Eso es muy amable de tu parte, Soren. Me alegra saber que Clarisse tiene a alguien dispuesto a cuidar de ella de tal forma —expresó Rose.—Clarisse también c
—El punto de todo esto es que ya no tendrán ninguna problemática para volver a reunirse —musitó Soren, queriendo de cambiar de tema con prontitud. No le agradaba lo cerca que estaban con su supuesta hipótesis que no estaba tan lejos de la realidad—. Podrán quedarse con nosotros todo el tiempo que gusten. O si gustan puedo encargarme de encontrar un lugar sólo para ustedes—Gracias por eso, Soren. Pero no es necesario que compres una casa para nosotros —objetó Glen. No le gustaba la idea de parecer que se aprovechaban del dinero del novio de su hija—. Pero sí aceptaremos la invitación para quedarnos con ustedes si les parece bien.—¡Por supuesto que sí, papá! —aseguró Clarisse, emocionada por esa idea.—¿Y Jax no será más un problema? —preguntó Brennan de repente.—Ah… Bueno, no es… —tartamudeó.—No lo será —Soren la interrumpió—. Jax Fell trabaja para mí, por lo que sus acciones está claramente medida para que no incumpla con su labor. Si llegase a hacerlo, las consecuencias sería bas
Cisco no esperó mucho cuando salió corriendo hacia el interior de la casa, estaba bastante feliz de volver a echarse en su cama que fue directo a ella sin pensarlo dos veces. El equipo de seguridad se encargó de llevar el equipaje de todos a sus respectivas habitaciones, pues sí, incluso los amigos de Clarisse ya tenían habitaciones designadas en la mansión de Soren.—¡Que deliciosos es estar en casa después de un largo viaje! —exclamó Lorna y se dejó caer en el sofá—. Te extrañé mucho, sofá.—Amiga, en verdad te has a costumbrado mucho a la casa de Soren —le dijo la ojiazul.—Es de ambos, cariño. Ya vives con él desde hace meses. Aún no entiendo porqué razón sigues teniendo ese apartamento cuando tienes esta mansión —contestó la pelirroja con la cabeza enterrada entre los cojines. No obstante, luego se acomodó de un salto—. Podrías vender tu apartamento y traer todas tus cosas de una vez.—Vamos, ya hemos hablado de esto. Me gusta tener mi apartamento, es donde están todas mis cosas
Luego de dejar a Pat en su habitación y salir en silencio; se dirigió al despacho, ya que allí estaban esperando Peter y Owen, no obstante, al entrar también vio a Elian parado a un lado del sofá en el que estaba el trigueño desparramado.—Owen, baja los pies de la mesa —le ordenó al tomar asiento detrás del escritorio.—Estoy cansado, jefecito. Fue un largo viaje y el equipaje pesaba —se quejó, pero igual hizo lo que le pidió.—¿Y para qué son esos músculos? —señaló Peter.—Para impresionar a Liza —soltó orgulloso mientras flexionaba los brazos.—Muy bien, ya pueden comenzar —Soren cortó su tema.—En el tiempo que estuvieron fuera nadie se acercó a la zona. Se patrulló constantemente, pero las únicas personas cerca fueron los demás residentes del complejo —informó el escolta—. En cuanto a las misiones, fueron eliminados varios objetivos y sus nombres fueron borrados de la lista. De hecho, dos de ellos se entregaron directamente al FBI en cuanto ocurrieron los asaltos.Elian había sid
La chica se apresuró por el corredor cuyo piso reflejaba su ser de lo brillante y limpio que estaba, era de esperarse, es el palacio de Velghary. Llegó al salón en el cual la esperaba Madeline con un traje ejecutivo de color negro con detalles en color vinotinto, en el hombro izquierdo estaba bordado en blanco y vinotinto el escudo de la familia real.—Alteza, ¿se encuentra usted bien? —preguntó, mostrándose preocupada por el semblante de la princesa.—Sí, no es nada. Sólo que estás acá luego de tanto tiempo me pone los nervios de punta —expresó, frotándose los brazos—. ¿Has logrado comunicarte con mi hermano o alguien de su personal?La mujer inglesa negó, sus labios apretados en una fina línea.—Lo lamento, alteza. El personal del príncipe Macon ha estado vigilando constantemente las líneas de comunicación. Cualquier mensaje, llamada o correo que intentemos enviar; ellos lo detectaran inmediatamente.—Brion debe estar preocupado porque no me he reportado… Además, no tengo la menor i
Seniah en verdad lo consideró por un breve instante, después de todo su sobrina tenía razón. Sus hermanas eran unas dementes y ni hablar de Zadriel que disfruta del poder que le da estar casado con Carmina, pues desde mucho antes era un psicópata. Estando nuevamente en el palacio sólo tenía dos opciones, seguir el ritmo que ellos marcaban cómo solía hacerlo antes de irse, o atreverse a confabular en su contra.Cualquiera de las dos opciones le revolvía el estómago.La primera porque ya no era la misma mujer dócil que se dejaba mandonear por sus hermanas cómo quisieran, amaba su libre albedrío, amaba poder ser ella sin preocuparse por apariencias y estatus sociales. Y la segunda porque pelear contra su familia es algo que nunca le ha gustado, prefería la paz antes de la guerra, razón por la que no parecía encajar entre sus hermanas mayores que se deleitaban con matar a cualquiera en su camino.Daliah permaneció frente a ella esperando una respuesta, rogó porque su tía decidiera ponerse