POV: TARA. ¡Esta era mi última vez dueña y señora!Me paseaba por el lugar dando un vistazo en cada una de sus áreas, recordaba esos viejos tiempos en los que solíamos pensar en Inccubus como un sueño muy lejano. Una morada para disfrutar del pecado, del placer y la lujuria. Sonreí porque hoy en día todo es realidad.Me fijé en mi reloj y observé que ya estaba sobre la hora para mi cita de esta tarde, miré una última vez alrededor de mi averno y me sentí satisfecha de lo que había construido, luego me fuí directo al despacho donde mi cita me esperaba.Mientras me acercaba sentía ese extraño cosquilleo de la adrenalina fluyendo por mi cuerpo, no era excitación era una emoción diferente, una que rara vez sentía y que me costaba contener, pues a partir de hoy en mi vida muchas cosas cambiarían.Pero no me preocupaba, pues sería uno de esos cambios Buenos.De forma sigilosa abrí la puerta sabiendo que la persona del otro lado estaría ansioso y enojado por mis cinco minutos de retraso.M
POV: ACE.Caminé con paso lento mientras ingresaba a la sala Común del club, era un hombre frío y sediento de lujuria, hacía varios años que me había convertido en "Hades" el Amo de todo el lugar y no solo de eso, era el dueño de cada pensamiento impuro entre hombres y mujeres que me veían con admiración entregando cada parte de su alma en "Inccubus" sin restricción alguna.Claro, que tenía todo el poder de hacer con ellas lo que me viniese en gana, era un demonio que vivía en las tinieblas, uno que descendía del inframundo para tentarlos a todos con los bajos placeres carnales de este estilo de vida.Al principio mi misión era buscar aquellas mujeres desdichadas, aquellas que estaban rotas y marcadas por el desamor, para regresarles el placer que tanto se les había negado, pero luego de un tiempo ese deseo cambió y ya no me sentia igual que al principio, no había alguna emoción en ser dueño y señor. En el fondo yo deseaba tener una familia, fue lo que siempre quise tener y no pude.
[En en Pasado...]¡Hoy es un día precioso para una boda! Escuché decir a mi suegra en la mañana, con lentitud observé el panorama de alegría que se extendía a mi alrededor, el día estaba perfectamente soleado, la familia y nuestros amigos están reunidos en éste momento tan especial para nosotros para apoyarnos a mi futura esposa y a mí. Todos están felices por este matrimonio, todos, menos yo...Si, soy el único qué se siente como cordero que va hacía el matadero. Y no, no me malinterpreten nadie me está obligando a casarme he sido yo mismo quién lo ha decidido. Elegí el lugar, la fecha y la hora, hasta participé en las decisiones para la decoración y la celebración para efectuar la recepción. «Toc, Toc, Toc.»—Adelante. — Contesté mientras aseguraba el nudo en mi corbata. La puerta de la habitación donde me encuentro finalmente se abre y por ella entra mi padre con un gesto de preocupación en su rostro.—¡Hijo! Hasta que por fin te encuentro. —Dice pero yo permanecí en silencio
[En la actualidad...]POV: ACE. (Parte I)Tamara acaba de entrar a mí despacho, la he citado aquí porque necesito que firme unos documentos de la empresa, la observo mientras se acerca a mí escritorio y me parece tan desagradable, no entiendo como he podido aguantar cinco años de matrimonio.Claro, estoy consciente que todo este tiempo, rara vez hemos cruzado palabras, solo lo hacemos para discutir asuntos importantes como ahora."La verdad es que me incomoda mucho mirarla, por eso prefiero mantener distancia"—¿Para que me llamaste querido... esposito?.— Dice y yo ruedo los ojos. «Que voz tan incomoda tiene» Algunas veces pienso que hace ese resoplido a propósito para molestarme. —Te he pedido de mil maneras que no me llames así cuando estemos solos. — Me quejé. — Necesito que firmes esto, es de la empresa de tu padre. —Sus labios se curvan simulando una diminuta sonrisa. Viéndola desde este ángulo se le forman unos pequeños hoyuelos en sus mejillas.¿Que? «Agité muy fuerte mi cabe
POV: ACE. (Parte II)Debo reconocer que cada noche soñaba con ese cuerpo sin rostro y mi mayor anhelo era estar con esa mujer tan misteriosa, pero por ahora me conformaría con verla de lejos.Casi siempre me quedaba a dormir con Megan, pero esta vez decidí ir a la casa de la fea, no me sentía cómodo con los reclamos y celos de Meg, por lo menos en la otra casa de los sustos se que nadie va a molestarme.Llegué a mi hogar y todo esta en completo silencio, hasta pareciera que no hubiese nadie, subí a mi habitación me duche y cambié mi ropa, luego me acosté en mi cama para dejar que llegara el sueño estaba muy cansado...Aquí podría estar tranquilo. De repente me pregunté si la fea se daría cuenta de que llegué a nuestra casa. ¿Cómo puede ser tan descuidada?Así cómo yo entré pudo haberlo hecho un ladrón, sin darme cuenta me levanté de la cama y ya estaba cruzando el pasillo, me paré frente a su habitación, pero aún no me decidía si tocaba o no a su puerta.Lo pienso mejor y regreso a
POV : TARA. Hay cosas en la vida que deben permanecer ocultas, no por qué sean malas y representen un riesgo, sino por lo excitante que pueden ser...Tan asombrosas que te atrapan en un mundo subalterno a la realidad del cuál no podrás salir fácilmente, exactamente eso fue lo que me sucedió a mí, un día comencé a saltarme cada una de las reglas que me mantenían postrada y ya después no pude parar.Mi nombre es Tamara Ford, actualmente tengo veintinueve años, desde que nací mis padres me han inculcado una educación conservadora, el noventa y nueve porciento de las cosas eran prohibidas.Mí niñez la pasé de un internado a otro, siendo estos religiosos o escuelas especiales para chicas, siempre me vestí como según ellos era lo correcto, mostrar alguna parte de mí cuerpo era inconcebible, mi comportamiento debía adaptarse al de una dama y guardarme para mi futuro marido.«¡Patrañas!»Eso estuvo bien mientras fuí una niña que solo le importaba jugar con sus muñecas y soñar con su príncipe
POV : ACE.Recostado en la silla frente a mi escritorio, no dejaba de pensar en la información que había conseguido, doblaba y desdoblaba sin control el pequeño trozo de papel entre mis manos.¿En serio la patito me ha mentido durante este tiempo?«Bueno, técnicamente no lo ha hecho, a mi nunca me ha importado lo que haga con su vida.»Coloqué el papel sobre el cristal, no entiendo por que pierdo mi tiempo en esto, no deberia importarme nada que tenga que ver con ella.Levanté la tapa de mi portátil y comencé a teclear. "El trabajo es más importante". Me digo a mi mismo, pero luego de cinco minutos cierro de golpe la pantalla.«¡Al carajo! Voy a ir hasta allá, no aguanto la curiosidad.»* * * * * * * Estacioné mi auto y me quedé viendo el pequeño edificio. "No está nada mal"Ya en recepción me encuentro con una chica de mejillas redondas, al verme sus ojos se quedan fijos en mí y de inmediato pienso como aprovecharme de la situación para que me dé la información que necesito.—¡Bue
POV : TARA.Estaba un poco cansada había trabajo pendiente y el departamento de ilustración últimamente estaba hecho un desastre, no me están entregando los articulos a tiempo y quizás deba cambiar de diseñador. Mientras busco una solución me reúno con el grupo de inversores, pero cuando estoy en plena junta observo a través del cristal a nada más y nada menos qué a mí esposito Ace Beringhelis. Mi primer pensamiento fue qué alguien murió, pero cuándo caigo en cuenta de que no es así, me pregunté ¿Cómo demonios llegó este innombrable hasta aquí?Es decir, se supone que no tenía conocimiento de mis actividades.Mis alarmas se encienden pues debo cuidarme muy bien, no me gustaría que este hombre de alguna manera se entere de mis actividades en Inccubus, por lo menos no antes de divorciarme.Con lo avaricioso que es, podría ser capaz de dejarme en la calle por uno de sus chantajes.Le escribo un texto a Bastian para que pase a buscarme y aprovecho de contarle mi preocupación en cuanto a