VALERIA— ¿Mi hija tiene que darles explicaciones a ustedes? ¿Están resentidos con la familia real? ¿Creen que pueden venirse a desahogar ahora con ella? ¡¿Por qué no sacaron esta rabia antes para luchar en contra del Rey que los trataba como escorias?!Les rugió con los caninos de vampira afuera, a pesar de estar en esas condiciones y de haber perdido su poder, era increíble como su aura aún podía aplastarte el corazón.No se oía ni una mosca volar en el aire.— ¡¿Quieren saber qué rayos estaba haciendo?! ¡¡Esto es lo que estaba haciendo!! – se arrancó de golpe el vendaje de los ojos, mostrándole sus horribles cicatrices y ojos ciegos a todos.La respiración se me detuvo en el pecho y quise dar un paso adelante para detenerla, no quería que se expusiera así solo para defenderme, debía estar sufriendo ante tanta luz de repente.“No Valeria, mírala y aprende mi vida, así debe verse una Reina, aun tienes mucho que aprender” Aldric me tomó la mano deteniéndome y halándome a su lado.Mis
VALERIA— No, no, pero no se arrodille— la detengo cuando casi se arrodilla frente a mí.— Hablaré con todos, yo era la esposa del anterior jefe del pueblo, ellos escuchan mi opinión.— Yo también hablaré a su favor, no se preocupe – interviene el guía sonriente, ese hombre al cual le di unas monedas cuando llegamos, para que me guiara a la casa de la bruja embaucadora.Les agradezco y en realidad, este pequeño pueblo parece que no tiene importancia, sin embargo, es el primer paso para cambiar el corazón de las personas en este Reino.Mi madre era mi madre, una Reina poderosa, de mano dura, pero justa, yo soy yo, una forastera que cayó de la nada y ahora tiene que arreglar todo el desastre que dejó atrás ese traidor del Rey Vampiro.— Ven, vamos a correr, necesitas liberarte de tantas preocupaciones, deseo un tiempo a solas con mi esposa – la voz ronca de mi macho acaricia mi oído, a la vez que entrelaza sus dedos con los míos y me lleva a un sitio desconocido.Lo sigo confiada, a tra
VALERIA— Aldric – acaricié su frente con suavidad, con mi mano temblando de la emoción, mientras él se inclinaba hacia delante y besaba mi vientre suavemente, donde la vida de nuestra pequeña crecía tenaz. — Le preguntaré a mi madre por el ritual de emparejamiento de las Selenias, vamos a hacerlo mi macho, quiero que me marques para siempre, mi corazón ha sido tuyo desde el inicio.Asiente y toda su alegría me llega, sonrío y bajo los pies descalza, disfrutando del suave pasto entre mis dedos, de tener la mejor compañía del mundo entero.Escondimos la ropa en el hueco de un árbol y comencé a correr por el bosque, mientras reía como una chiquilla.Mi cuerpo cambiando, mis piernas humanas se transformaron en cuatro patas veloces, el pelaje oscuro saliendo de mi piel, la pequeña loba Omega huyendo encantada del enorme Alfa que corría persiguiéndola a través de antiguo bosque en dirección a donde se escuchaban las olas del mar.En el horizonte, los rayos naranjas del sol anunciaban pron
VALERIA— ¿Estás… estás segura Esther? – le pregunto con la voz quebrada.Mi corazón late apresurado, lleno de felicidad.— Muy segura Luna, aquí está en el ultrasonido, es esta pequeña mancha oscura. Está embarazada. Me señala en la pantalla y veo la frágil vida de mi cachorro formándose en mi interior.— ¿Por qué no he podido olerlo o su padre? – le pregunto preocupada.— Es muy reciente, quizás por eso, dele más días y debería percibir sus feromonas.Me responde y asiento, con los ojos nublados por las lágrimas.Soy la Luna de manada “Bosque de Otoño”.Hace tres años me casé con el hombre que amo con locura, a pesar de no ser mates destinados, mi Alfa Dorian.He dado todo por ser la Luna perfecta, el pilar al que pueda apoyarse, sin embargo, una sombra opaca mi matrimonio y era el tema del heredero.Nunca había podido salir embarazada y admito que no comparto mucho la cama con Dorian, pero sé que sus obligaciones de Alfa lo tienes demasiado ocupado y estresado.— Por favor, no le
VALERIAMe muerde con saña en el muslo y me arrastra debajo de su cuerpo, controlándome sin piedad.Intento resistirme, pedir ayuda, mis manos sobre mi vientre tratando de defender a mi cachorro, pero sus garras, como armas mortales, perforan mi piel, destrozando todo mi pequeño cuerpo vulnerable.Tengo que subir los brazos por instinto, cuando sus garras afiladas se dirigen a mi rostro y grito en agonía debido a una profunda herida que atraviesa mi mejilla desde mi frente.Al dejar descubierta mi barriga, él arremetió contra nuestro hijo.— ¡¡¡NOOOO, el cachorro no, por favor Dorian, MI HIJO NO…!!!Las lágrimas salían sin cesar de mis ojos mientras le suplicaba, pero sus caninos devoraban mi carne y sus garras buscaban en las profundidades de mis entrañas a sangre fría, queriendo sacar la vida que llevaba dentro.No sé cuánto tiempo duró esta agonía, sollozaba implorándole mientras pude hablar.El dolor en todo mi cuerpo era insoportable, pero más mi alma, que sangraba destrozada.Es
VALERIA Escucho gritos estridentes, cristales que se rompen, un rugido animal, gruñidos de Alfa, forcejeo y pelea. Algo caliente me salpica la cara y los brazos, mis garras destrozan y mis caninos desgarran. No puedo detenerme, no puedo, la rabia me consume por dentro y grita liberación. No sé qué hago, no tengo consciencia de mí misma, solo sé, que cuando recupero el control de mi cuerpo lo primero que miro son mis manos llenas de sangre. Estoy de rodillas en el suelo, a mi alrededor todo se ve en rojo, destrozos y partes de lo que alguna vez fue un poderoso Alfa, de Dorian. ¿Qué hecho? ¡¿Qué he hecho por la Diosa?! Miro la cabeza arrancada a un metro de mí. Los ojos mieles aún me miran con pánico y siento como las arcadas suben por mi garganta. Vomito a un lado sin poderlo evitar, asqueada por toda esta escena llena de muerte y violencia. ¿Yo hice todo esto? Aquí no hay nadie más. Miro a mi alrededor, no sé a dónde fue Sophia, solo sé que alguien fue arrojado por la venta
VALERIASu actitud gritaba soy el puto amo de todo aquí, el dueño absoluto.Enseguida bajé la cabeza temblando, no importaba que no tuviese loba interior, el poder que emanaba de ese hombre parecía asfixiarte, estrangularte el alma y estaba incluso un poco distante de mí.Era un Lycan, la especie superior de los hombres lobos, la mayor evolución y estaba casi segura de que se trataba del más poderoso de todos, Aldric Thorne, el Rey Lycan.— Sasha, encárgate de sacar la basura y asegúrate de que mi próxima doncella personal no sea una zorra intrigosa o perderá más que la cabeza – su voz ronca, intimidante, fría, se escuchó y luego pasos alejándose.— Esto es un desastre, ya es la quinta en dos meses, no sé qué tienen estas niñas en la cabeza, mira que se los advierto.La Gobernanta, que es la señora que administra el castillo, se acerca y saca un pequeño frasco de entre las manos de víctima.— Otra que intenta darle un afrodisiaco al Rey, mujer idiota. Llamaré a un sirviente para que s
VALERIA— ¡Aahh, es horrible, está deforme!— ¡Envidiosa, por eso nos quieres alejar del Rey!— El señor ha dicho que ya se tienen que marchar – le vuelvo a comunicar impasible, parada al pie de la cama y ellas me están insultando, pero no me da ni frío ni calor.Pienso en cómo sacarlas porque debilitadas o no, son tres y yo solo una.En eso, unos golpes comienzan a sonar en la puerta lateral que da al pasillo y ni siquiera había notado, debe ser la persona que las sacará del castillo.Camino hacia allí y les abro a dos mozos fortachones que pasan sin decir palabras.Esas mujeres comienzan a resistirse, a taparse la desnudez, gritando que están viendo los cuerpos que son solo para el Rey, que rodaran nuestras cabezas.No tengo que llevar mucho tiempo aquí para darme cuenta de sus mentiras.Ese hombre las utilizó como algo desechable y ahora las está echando como basuras.La rubia corre hacia la puerta que da al comedor y me adelanto parándome en firme y cortándole el paso.— Tenga un