LUCIEN Me aferro a ella como si pudiera irse en cualquier momento, extrañaba tanto su olor, su presencia. Clavo mi nariz en su cabello embriagándome con su delicioso olor, mis dedos se aferran a su pequeño cuerpo y mi piel se eriza por el contacto. ¡¡Mía!! Un suave gruñido escapa de mi pecho, pegando más su pequeño cuerpo al mío. ¡Ya estás conmigo pequeña, prometo que arreglaré todo esto! Llegamos a una mansión fuertemente custodiada por mis hombres, estamos aquí de paso en lo que podamos volver a la manada. La levanto con cuidado para no lastimar más su pierna y salgo con ella, llevándola adentro. La dejo con cuidado en la cama y le arranco el vestido que trae. Odio ese olor en ella, no sé quién sea, pero es obvio que estaba dejando un mensaje claro al impregnar su olor en esa prenda. Pues ella es mía y solo mi olor es el que puede llevar. Voy al baño y regreso con una pequeña toalla para pasarla por su cuerpo, la limpio con cuidado y coloco una sábana sobre ella
VICTORIA —No... no te atreves a acercarte a mí. Retroceso hasta que choco con el cristal que nos divide de la ducha, su cuerpo se alza sobre el mío, posando sus manos a cada lado de mi cabeza. —Eres muy rebelde Victoria, puedo con eso. Baja sus manos, deslizándola por mi cuerpo sobre la tela. Toma el borde de la bata y de un tirón la saca de mi cuerpo. Cubro mis pechos ante él, respirando, agitada y con mi cuerpo temblando a más no poder. ¿Qué es lo que pretende?, me rechazó, jamás olvidaré eso, no olvidaré el enorme dolor que causó en mi cuerpo. —No tienes derecho sobre mi Lucien, lo perdiste cuando me rechazaste. Sentí que su cuerpo se puso rígido y luego sus ojos encontraron los míos. Me aparté de él y entré a la ducha abriendo el agua, lo único que me quedaba era la diminuta prenda que apenas cubría mi zona íntima. La puerta volvió a abrirse y unos fuertes brazos comenzaron a envolverme desde atrás. —Lo siento Victoria, yo... me arrepentí, apenas lo hice, inte
VICTORIA "Tu loba está dentro de ti, solo la marca de tu compañero puede despertarla y por eso estoy aquí" "Victoria, nunca te has preguntado por qué tus puntas platinadas siempre crecen después de que las cortas o por qué tu madre tiene el mismo mechón blanco que yo" "Tú también lo eres Victoria, eres como nosotros" "Ella siempre lo fue, pero su compañero estaba en este mundo, su real compañero, tu padre" Cierro los ojos y suspiro de frustración. No entiendo muchas cosas. Es imposible que lo que él diga sea verdad. Mi madre me hubiese dicho desde un principio quién era, ella jamás me ocultaba nada. Nunca la vi convertida en lobo, es que... no sé qué pensar. Llevo mi mano a los pequeños puntos en mi cuello y esa sensación rara cubre mi cuerpo. Si mi compañero me marcó y no pasó nada, eso significa que todo es mentira o que Lucien no sea mi compañero de verdad. Me paso la mano por la cara llena de frustración, todo esto es un desastre. —¿Estás bien? Doy un salto a
LUCIEN Entro a mi habitación y lo primero que veo son todas las cosas de mi pequeña compañera aquí. No es que tenga mucho, se niega rotundamente a qué me haga cargo de ella. Sé que la primera vez metí la pata hasta el fondo, pero no esta vez —"Esta noche debe ser completamente nuestra" —"Es más fácil decirlo, amigo, ella tiene sus propios muros levantados, es fuerte para soportar el vínculo" Frunzo el ceño pensado en eso, en muchas cosas de ella de hecho. Nuestro vínculo se restableció al poco tiempo que la marqué, caraj0, sé que lo hice a la fuerza, pero no iba a perderla. Nunca se me da lo romántico, pero por ella soy capaz de llenarla de flores. Saco una pequeña caja de regalo y la dejo sobre la cama. Esta noche tengo pensado llevarla a cenar, solo espero que no me rechace. Ha estado rara desde que se alejó temprano de nosotros, tengo que averiguar que fue lo que la puso así. Salgo a mi habitación y llego a mi oficina, para encontrarme con la miserable anciana esa
LUCIEN Le entrego el ramo que toma con algo de timidez, sé que ella no está acostumbrada a esto, puedo decir con mucho orgullo que soy el primero en hacer todo esto por ella y seré el único. —Sé que fui un idiot4 al principio, no te quería porque odiaba la idea de tener a alguien a mi lado que no fuera capaz de proteger. —Perdón una vez más por la forma tan miserable en como te rechacé, te juro que me arrepentiré cada día de mi vida por ese error y cada día de mi vida lo compensaré. Me acerco a ella secando sus lágrimas con mis labios, tomándola por la cintura, aferrándome a ella como uno de mis tesoros más valiosos y lo es, ella y Ben son mis dos hermosos tesoros. —No me importa lo que pase en el futuro, pero quiero seguir caminando contigo lado a lado, quiero que cada obstáculo lo superemos juntos. Te amo Victoria, te necesito, te necesito demasiado. Tomo sus labios con suavidad, sin apuro, un beso profundo, cargado de emociones, sin decir. Ella provoca cosas en mí com
VICTORIA Abro los ojos mirando los rayos de sol que entran por la ventana. Mi cuerpo se siente maravillosamente bien, menos mi cuello. Ese salvaje lo marcó dos veces más anoche, no sé cuál es la necesidad de clavarme los colmillos a cada rato. Levanto la sabana de mi cuerpo para observar todas las marcas en mi cuerpo. Si solo por probarme andaba así de intenso, no me quiero imaginar cuando quiera realmente meterse entre mis piernas. Doy un suspiro y me levanto yendo al baño. Frunzo el ceño al ver muchas cosas de mujer aquí. Desde cremas hasta diferentes tipos de champú. —Pequeño garras, deja que te vuelva a ver y te doy un par de nalgadas. Conspirador como su padre. Termino el baño y al abrir mi ropero no sé si reír o llorar. Toda mi ropa desapareció y fue reemplazada totalmente, desde vestidos hasta vaqueros. —Odiaba esa ropa, te veías sexy, pero esto va más contigo, mi futura Reina y Luna. Sus brazos rodean mi cintura y una pequeña sonrisa tira de mis labios. Espero no arre
VICTORIA Todos nos quedamos esperando a ver qué sucedía, el ceño de la anciana solo seguía fruncido y ahora movía los labios. Lucien estaba agitándose a mi lado y su agarre en mi cintura parecía querer estrangularme. —Ya suéltalo, Grecia, y di de una maldit4 vez que es lo que pasa con mi cachorro. Ella por fin lo soltó y sus ojos se posaron en mí, una mirada intensa, curiosa, significativa. Su mirada volvió a Lucien que de seguro estaba que saltaba sobre ella. —Todo está bien con el pequeño, su poder se salió de control solo por un momento, pero el comando de su madre fue suficiente para detenerlo. —¿Qué tanto fruncía el ceño y murmuraba? Ella volvió a mirarme de una forma extraña, como si supiera algo que claramente yo no. —Deja de mirarla a ella y dime de una vez— tomé la mano de Lucien que se calmó al instante al sentir mi toque, ella se encontró con mis ojos una vez más y me sonrió. —Bueno, Ben está bien, pero necesita alguien que lo ayude con sus dones, por lo
VICTORIA Aquí estoy de nuevo frente a este extraño, tomando un café, como si fuéramos grandes amigos. —Si vas a decirme algo de mi madre, hazlo ya, perdona que te apure, pero aquí ninguno está a salvo. —Si lo dices por tu padre, no te preocupes, no va a encontrarnos mientras estés a mi lado. Sus ojos grises me miran fijamente y sé que no miente, pero veo una esperanza en ellos que no puedo darle. —Tu madre nació en nuestra manada, creció en ella como cualquier otro hasta que cumplió los 18 años. Su compañero elegido estaba listo para tomarla como esposa, pero ella huyó. ¿Huyó?, ¿por qué lo haría? —Pensábamos que regresaría, pero no fue así. Su compañero salió a buscarla, tres años después, regresó con ella, pero ya no venía sola. Su mirada lejana se posó en mí, dándome una suave sonrisa. —Ella regresó con un hermoso regalo, uno que cambiaría nuestras vidas; tú. Solo bajé la mirada sin decir nada, no tengo mucho que decir la verdad. —La bruja de la manada, dijo qu