LUCIEN Entro a mi habitación y lo primero que veo son todas las cosas de mi pequeña compañera aquí. No es que tenga mucho, se niega rotundamente a qué me haga cargo de ella. Sé que la primera vez metí la pata hasta el fondo, pero no esta vez —"Esta noche debe ser completamente nuestra" —"Es más fácil decirlo, amigo, ella tiene sus propios muros levantados, es fuerte para soportar el vínculo" Frunzo el ceño pensado en eso, en muchas cosas de ella de hecho. Nuestro vínculo se restableció al poco tiempo que la marqué, caraj0, sé que lo hice a la fuerza, pero no iba a perderla. Nunca se me da lo romántico, pero por ella soy capaz de llenarla de flores. Saco una pequeña caja de regalo y la dejo sobre la cama. Esta noche tengo pensado llevarla a cenar, solo espero que no me rechace. Ha estado rara desde que se alejó temprano de nosotros, tengo que averiguar que fue lo que la puso así. Salgo a mi habitación y llego a mi oficina, para encontrarme con la miserable anciana esa
LUCIEN Le entrego el ramo que toma con algo de timidez, sé que ella no está acostumbrada a esto, puedo decir con mucho orgullo que soy el primero en hacer todo esto por ella y seré el único. —Sé que fui un idiot4 al principio, no te quería porque odiaba la idea de tener a alguien a mi lado que no fuera capaz de proteger. —Perdón una vez más por la forma tan miserable en como te rechacé, te juro que me arrepentiré cada día de mi vida por ese error y cada día de mi vida lo compensaré. Me acerco a ella secando sus lágrimas con mis labios, tomándola por la cintura, aferrándome a ella como uno de mis tesoros más valiosos y lo es, ella y Ben son mis dos hermosos tesoros. —No me importa lo que pase en el futuro, pero quiero seguir caminando contigo lado a lado, quiero que cada obstáculo lo superemos juntos. Te amo Victoria, te necesito, te necesito demasiado. Tomo sus labios con suavidad, sin apuro, un beso profundo, cargado de emociones, sin decir. Ella provoca cosas en mí com
VICTORIA Abro los ojos mirando los rayos de sol que entran por la ventana. Mi cuerpo se siente maravillosamente bien, menos mi cuello. Ese salvaje lo marcó dos veces más anoche, no sé cuál es la necesidad de clavarme los colmillos a cada rato. Levanto la sabana de mi cuerpo para observar todas las marcas en mi cuerpo. Si solo por probarme andaba así de intenso, no me quiero imaginar cuando quiera realmente meterse entre mis piernas. Doy un suspiro y me levanto yendo al baño. Frunzo el ceño al ver muchas cosas de mujer aquí. Desde cremas hasta diferentes tipos de champú. —Pequeño garras, deja que te vuelva a ver y te doy un par de nalgadas. Conspirador como su padre. Termino el baño y al abrir mi ropero no sé si reír o llorar. Toda mi ropa desapareció y fue reemplazada totalmente, desde vestidos hasta vaqueros. —Odiaba esa ropa, te veías sexy, pero esto va más contigo, mi futura Reina y Luna. Sus brazos rodean mi cintura y una pequeña sonrisa tira de mis labios. Espero no arre
VICTORIA Todos nos quedamos esperando a ver qué sucedía, el ceño de la anciana solo seguía fruncido y ahora movía los labios. Lucien estaba agitándose a mi lado y su agarre en mi cintura parecía querer estrangularme. —Ya suéltalo, Grecia, y di de una maldit4 vez que es lo que pasa con mi cachorro. Ella por fin lo soltó y sus ojos se posaron en mí, una mirada intensa, curiosa, significativa. Su mirada volvió a Lucien que de seguro estaba que saltaba sobre ella. —Todo está bien con el pequeño, su poder se salió de control solo por un momento, pero el comando de su madre fue suficiente para detenerlo. —¿Qué tanto fruncía el ceño y murmuraba? Ella volvió a mirarme de una forma extraña, como si supiera algo que claramente yo no. —Deja de mirarla a ella y dime de una vez— tomé la mano de Lucien que se calmó al instante al sentir mi toque, ella se encontró con mis ojos una vez más y me sonrió. —Bueno, Ben está bien, pero necesita alguien que lo ayude con sus dones, por lo
VICTORIA Aquí estoy de nuevo frente a este extraño, tomando un café, como si fuéramos grandes amigos. —Si vas a decirme algo de mi madre, hazlo ya, perdona que te apure, pero aquí ninguno está a salvo. —Si lo dices por tu padre, no te preocupes, no va a encontrarnos mientras estés a mi lado. Sus ojos grises me miran fijamente y sé que no miente, pero veo una esperanza en ellos que no puedo darle. —Tu madre nació en nuestra manada, creció en ella como cualquier otro hasta que cumplió los 18 años. Su compañero elegido estaba listo para tomarla como esposa, pero ella huyó. ¿Huyó?, ¿por qué lo haría? —Pensábamos que regresaría, pero no fue así. Su compañero salió a buscarla, tres años después, regresó con ella, pero ya no venía sola. Su mirada lejana se posó en mí, dándome una suave sonrisa. —Ella regresó con un hermoso regalo, uno que cambiaría nuestras vidas; tú. Solo bajé la mirada sin decir nada, no tengo mucho que decir la verdad. —La bruja de la manada, dijo qu
VICTORIA Miro al frente con la visión algo borrosa, mirando como comenzamos a salir de la ciudad, comienzo a sentir miedo de todo esto. ¿En qué estaba pensando cuando decidí venir aquí?, debía saber que él no se iba a quedar quieto. —Estarás bien, descansa. —¿Mi madre sabía de esto? —Lo sabía, ella sabía lo que tú ibas a significar para nosotros. Sigo sin entender, qué papel en todo esto juegan los guardianes y porque los antiguos Reyes quisieron exterminarlos, algo falta aquí. —¿A dónde vamos? —Te llevaré a las afueras de la ciudad, en el bosque hay una casa donde nos quedaremos solo hasta mañana, apenas lleguemos, debo marcarte, descansaras hasta la noche para luego completar el vínculo. Cierro los ojos y aprieto con fuerza mis manos cuando de nuevo la puntada comienza a quemarme la cabeza. Cuando pasa, miro los alrededores, los últimos edificios se alzan sobre nosotros para adentrarnos en el camino. Debo pensar en algo antes de que este loco vaya a hacerme alg
VICTORIA Lucien ya lleva cinco días fuera, parece que realmente no quiere verme. Solo suspiro mientras paso la página del libro que estoy leyendo. Daniel no mintió cuando dijo que los Reyes casi exterminan a los lobos guardianes, aunque tampoco mencionó el motivo por el cual lo hicieron. —Mami te traje jugo. —Gracias cariño. Paso de nuevo la página y sigo leyendo la historia de todo este desastre. La verdad es que los lobos guardianes trabajaron en unión con los Reyes en el pasado, pero un día, una loba fue destinada al Rey Alfa, esta loca, intentó asesinarlo para darle paso a la rebelión de los guardianes. Ellos creían que merecían más, así que decidieron derrocar al Rey Alfa y acabar con su linaje utilizando a la pobre mujer como peón. Así ellos quedarían como Reyes gobernando el mundo sobrenatural mientras utilizaban sus dones para hacer daño a todo aquel que no los aceptara. Cierro el libro y pego la cabeza a este, no quiero saber nada de esto. —Parece que te
LUCIEN Mirando a través de la ventana de mi oficina, me pierdo en mis propios pensamientos. Errick anda silencioso y sé que es por ella. Los dos seguimos molestos, sentimos que ella nos traicionó, no importa cuantas veces trate de decirle a mi mente que no es así. —Adelante— digo cuando escucho golpes en la puerta. Volteo solo para ver a mi cachorro con la cabeza abajo, él sabe que hizo algo mal. —¿Sabes que fue lo que hiciste mal, Ben?—, él solo asiente con la cabeza y no dice nada más. —Dime que fue. —Haber ayudado a mi mamá a escapar, no me dijo para que, solo sé que ella iba a estar en peligro y por eso le dije a mi tía que te avisara. Mi mirada ahora se posa en Séfira, que solo permanece en silencio a su lado, mirándome como si nada. —Ben, que sea la última vez que ayudas a tu madre a hacer algo como esto, no quiero que nada les pase a ninguno, espero lo entiendas. Ahora ve a tus clases. Él sale sin decir nada y yo me quedo solo con Séfira que viene a s