Alessio Biachi, realizaba la tarea más dura de su vida. La noche siguiente llevo a Sara inconsciente a Rumania. Dejándola acostada en la cama de su habitación, el padre aplano los labios mirando el rostro de su hija. Sería la última vez que la iba a ver, crecería, se convertiría en adulta y tanto el cómo su esposa volverían a verla.
Con mucho pesar, dejo su mano sobre los ojos de su pequeña borrando los recuerdos que ella guardaba. A cambio solo dejo ciertos pensamientos que la ayudarían a salir adelante sin tener miedo a enfrentarse al mundo. También elimino de ella la ubicación de su castillo en roma, lo mejor es que no recordara nada de eso.
Al retirar la mano, la chica se movió relajando un poco su rostro. Que fácil hubiera sido borrar sus recuerdos en casa y que continuara viviendo con ellos. Pero el problema era Lucas, así no tuviera recuerdos sus poder
Una chica de piel blanca camina bajo la despiadada luz del sol… esa mañana, hacía mucha calor en Rumania. Sara había querido salir a dar un paseo, lo tuvo que hacer sola ya que Rochel no toleraba la luz del día. Siempre le había causado curiosidad saber por qué ella era distinta. Sabía lo que era. Bueno, si se iba por allí… había muchas cosas que no encajaban en su vida.Simplemente despertó en aquella mansión conociendo que ella vivía allí, de que era vampiro. Pero no como llego allí, de donde venía, o lo más importante ¿tenía familia? ¿Alguien se preocupaba por ella? ¿La estaban buscando? Eran tantas preguntas que se hacía, que de un tiempo en adelante empezó por dejarlas a un lado.Pensó que, si nadie había ido a buscarla a ese lugar quería decir que nadie la extrañaba, o q
Sara corrió hacia su compañera a toda velocidad, Rochel ni siquiera se movió. La peli castaña pensó que su amiga era muy confiada y eso le molestaba un poco. Frunció el ceño en cuando llego hasta ella atacándola con sus manos. Pero al parecer la chica tenía razón, ella no sabía nada de peleas porque su cuerpo fue a parar muy lejos. En un ágil movimiento su amiga tomo su mano impulsándola lejos.La peli negra cayo de bruces contra el suelo poniéndose en pie en segundo. Miro a su contrincante sintiendo aún más enojo.—Tendrás que ser más rápida.—No sé cómo pelear, me llevas ventaja. Se excusa Biachi.—Sigamos. Ordena.En esa oportunidad fue la misma Rochel quien la ataco, desapareciendo de su campo de visión. Los reflejos de Sara no eran tan rápidos ya que
Sara miro directamente los ojos claros de aquel sujeto del cual desconocía su nombre. Aplano los labios echándola una mirada de cuerpo entero aquel hombre. Luego levanto la mirada al rostro de él notando que este elevaba una ceja.—No te estoy siguiendo.—¿De verdad? Pregunta con ironía.—Si. Respondió segura de sí misma.—¿Entonces porque te estas escondiendo en este puesto?—No me escondo… solo… solo quería comprar unas rosas. Le dijo torpemente.Este medio sonrió, y Sara pensó que al fin lo hacía. La seriedad de su rostro ya la estaba asustando. Creyó que estaba muy enojado porque lo estaba siguiendo, y con toda razón porque era toda la verdad.—¿Cómo te llamas?—Sara.—¿Solo Sara?—&nb
En lo que su ropa estuvo un poco más seca, pensó que era hora de regresar a su casa. No confiaba vagar por las noches, aun existían vampiros sueltos sin amo. Estos eran aún más peligrosos que si lo tuvieran. Decidido se pone en pie bajo la atenta mirada de la joven.—¿A dónde vas?—¡A casa! Se hace tarde.—Pero sigue lloviendo, te volverás a mojar. Le dice poniéndose en pie también.—Debo irme Sara. Sentencia serio.Ella admiro aquellos hermosos ojos esmeralda que la fulminaban sin pestañear… la chica no quería que se fuera, pero tampoco podía esperar que se quedara. Estaba por anochecer y con ello el despertar de Rochel. No estaba bien tener a ese mortal en casa cuando su amiga estuviera despierta.—Te acompaño a la puerta.—Ya me sé el camino&hel
La noticia de Alessio de llevarse a Lucas a Bérgamo tomo por sorpresa al chico. Nunca había salido del castillo de sus padres, y el saber que esa noche lo haría lo llenaba de emoción.—Quiero que aprendas el negocio de la familia hijo. Alessio encaminaba sus pasos hasta la salida en compañía del chico. —Quiero que te encargues, de ese modo no tendré que ir tan seguido a Bérgamo.—Claro padre. Responde efusivo. —Haré las cosas muy bien para que no tengas que ocuparte de nada.—¡Esta bien! Este medio sonríe.Padre e hijo abandonaron el castillo desapareciendo en segundos. Alessio no tenía que preocuparse por dejar atrás a Lucas, el chico poseía una velocidad increíble yendo a la misma velocidad que él… después de un par de horas, los Biachi llegaron al bar principal que era a
Lucas reunió toda su fuerza de voluntad, sentía algo muy dentro de él que le impedía asesinar a esas personas. Pero hizo a un lado esos sentimientos absurdos y débiles, concentrándose en sus enemigos. Sus ojos brillaban con el resplandor de la luna, liberando el animal que llevaba por dentro tomo a un vampiro con su mano y con la mano libre tomo al chupa sangre por la boca, en un solo golpe arranco la mitad de esta.Tan rápido como lo soltó, enfoco su atención en otro a quien le atravesó el cuerpo con la mano. Seguido de ese, rompió el cuello de un sujeto grande con bastante facilidad. Y así fue despedazando uno por uno con agilidad, desapareciendo y apareciendo ante cada uno de estos… en cuanto termino con el último, de sus dedos chorreaba mucha sangre que no era de él.Al darse la vuelta miro a su padre con el ceño fruncido y esa mirada afilada que lo carac
—Se les llama maestros a vampiros fuertes que tienen el poder de convertir a humanos.—¿Tu puedes hacerlo?—No. Esta se rio. —Claro que no, yo fui creada. No tengo poder de convertir a nadie.—¿Dónde está tu maestro?—¡Muerto! Pero me enseñó a controlar mi sed y salvajismo. Por eso soy así.—¿Quién lo asesino?—No lo sé… la chica mira hacia otro lado. —Pero eso no importa, lo que interesa es que no soy una salvaje. Sonríe.—Mi maestro seguirá con vida. Se dijo para sí misma. — ¿Sería el quien me dejo en este lugar sin recuerdos?—¡Quien sabe! Se encoge de hombros.Sara se quedó pensativa por un momento… siempre se hacía tantas preguntas, pero
Esa mañana lluviosa en Bucarest le impidió la salida a Sara. Sus planes eran salir después de que Rochel se fuera a dormir, pero por la madrugada comenzó a llover muy fuerte y ya por la mañana seguía igual. La chica observaba por la ventana de su despacho, un poco entristecida ya que no podría ver a Sebastiano ese día. Tal vez si estuviera mal que frecuentara a un completo extraño, y más después de enterarse que hace mucho existieron humanos cazadores.Pero ella no creía que Sebastiano fuese uno de esos. A lo mejor si era un poco misterioso, pero eso no quería decir que fuese un cazador de vampiros. Y si al final terminaba siéndolo, él no tenía por qué enterarse de que ella era un vampiro. Ademas, podía vagar bajo los rayos del sol nadie podría sospechar nada de ella. La joven suspiro observando las calles desoladas mientras que la lluvia limpia