Mientras que un Hennessey Venom F5 aparcaba cerca de una vieja casa en las afueras de Bérgamo. Casi que situada en el campo. Alejada de la civilización, pero a la vez no tanto. Alessio Biachi descendía del coche ajustando su traje ya que la brisa era tan fuerte que había soltado los botes de su saco. Llevando el cabello suelto el cual ondeaba al compás del viento, encamino sus pasos hacia esa casa que parecía a simple vista abandonada. Como todas las que solía visitar.
En esta edificación, habitaba un vampiro llamado Drake. Su padre lo había desterrado y confinado a ese mugroso lugar por toda la eternidad. Alessio no comprendió porque no lo asesino, simplemente le quito sus propiedades dejándolo sin un centavo. La razón de su destierro había sido que el vampiro puso sus ojos una de las tantas amantes de su padre, llegando al punto de asesinarla.
Determinado a eliminarlo, Al
Dante maniobra las catanas en sus manos sin apartar la vista de la mujer, a pesar de que la sala estaba llena de vampiros que solo lo observaban. El chico detallo una sonrisa burlona en los labios de la mujer, y supo que aquello no era bueno, ya que como lo sospechaba ella era la ama de todos los chupa sangre presentes—¡Acábenlo! Esta ordena levantando una mano en su dirección.El joven observa como una avalancha de colmillos filosos se aproximaba a él. Muchos trajes de marca para nada, sacaban lo peor de ellos cuando les daban una orden. Apretó las empuñaduras de sus armas al momento en que desaparece, velozmente corta a la mayoría de los presentes. Y continúa haciéndolo con el resto de los invitados.Las paredes habían adquirido un nuevo color con toda la sangre que el joven vampiro derramaba de los cuerpos de los esclavos de Zamira. Quien al echarle una mirada de reojo noto que estaba
La castaña toma el cuello de Zamira con fuerza sin darle la oportunidad de que huyera a ningún lado. Lía aprieta con fuerza hasta el punto de que a Zamira le falta el aire. Esta levanta el cuerpo de la vampira con una sola mano, enfocándola con una mirada afilada y peligrosa.—Pagaras el haber herido mi cuerpo. Lía masculla entre dientes.—¡Maldita! Logra decir esta.En aquel momento, la castaña lanzo el cuerpo de su enemiga hasta la planta de abajo donde se encontraba un Alessio y un Dante muy sorprendido por su reacción. En cuanto Zamira cae al suelo rompiéndolo en pedazos, Lía llega hasta ella antes de que esta pudiera reaccionar. La toma de un tobillo reuniendo todas sus fuerzas golpeo el cuerpo de la joven contra una base de la casa.Zamira cayó en el piso casi que con la ropa hecha girones. Se pone en pie como puede enfocando a su opositora. Frunce el ce&nt
Noah sintió cierta impotencia… ese sujeto lo había estado observando todo ese tiempo. Sabía que el chico era importante.—¿Y qué es lo que buscas? El chico no sabe nada.—Claro que sabe… pero podemos hacer un trato, si me dices lo que deseo saber lo dejare vivir.—¿Qué quieres? Noah amusga los ojos.—Quiero saber dónde encontró Alessio a esa inmortal. A la que hace llamar Lía, su esposa. Deseo saber su origen, cazador.Este aprieta la mandíbula con fuerza… ¿Cómo sabia de ella? Si llevaba mucho tiempo fuera de Bérgamo, ¿acaso había regresado?—¿Cómo sabes de ella?—La he visto, me parece una mujer atrayente… estoy intrigado.—No sé dónde la encontró Alessio. No tengo idea. Solo apareció junto a él, es
En cuanto cayó la noche, se desato una gran tormenta en Bérgamo. Las calles se encontraban casi que inundadas. Pero ese torrencial aguacero no le impidió a Noah salir a la calle en busca de su compañero o mejor dicho aquel vampiro. Sus problemas iban en aumento, primero Lía, luego Alessio y ahora ese maldito de Balas.Recorría las calles buscando la presencia de ese sujeto, o del chico pero no encontraba nada…hasta llego a pensar que el chico no iba a sobrevivir, bueno quizás y ya fuera un vampiro más.[…]—Muy bien muchacho, parece que tu herida ha dejado de sangrar. ¿Estás dispuesto hablar esta noche?—Te recomiendo que me quites la vida, porque no te diré nada.Sebastiano ya se encontraba muy débil, toda la noche y parte del día había perdido gran cantidad de sangre. Al menos ya no sangraba, pero con su estado
En segundos la detecto, dándose cuenta que estaba detrás de él. Rápidamente el vampiro giro su cuerpo para propinarle un serio golpe que lo envió lejos. Noah volvió atacarlo, Alessio se protegió para luego lastimar al cazador. En segundos, el rey se vio envuelto en una lucha contra dos vampiros; uno queriendo poder, y el otro simplemente exterminar con su estirpe.Defendiéndose de ambos, Alessio lastimaba a sus enemigos causándole muchos daños. La sangre corría a montones en aquel lúgubre lugar. De pronto muchos vampiros aparecieron de la nada invadiendo el lugar, solo iban en su dirección. Sus problemas iban en aumento.Pero antes de que estos pudieran ponerle una de sus garras encima, una castaña de ojos plateados apareció de la nada asesinando a todos a su paso. La chica se estaba encargando de los vampiros salvajes mientras que Alessio retomaba la pelea co
Velozmente fue hacia el dispuesto arrancarle la vida, pero entonces una voz a sus espaldas detiene sus intenciones…— ¡No! Alessio, por favor no.Éste gira fijándose en su bella esposa quien estaba de pie, totalmente repuesta. El hueco de su pecho había cerrado por completo. Siente un gran alivio al verla viva.—No lo hagas… te lo suplico.—Pero él debe morir… ¡Lo sabes bien! Continuara detrás de nosotros.—Debemos irnos amor.Alessio mira aquellos ojos suplicantes a punto de querer llorar, era muy débil cuando se trataba de ella. Pero odiaba esa parte humana que la mantenía atada a sentimientos inútiles… esas mismas emociones que le podían costar la vida. ¿Es que no lo entendía? Se preguntó lleno de rabia. Quizás por ahora no debía asesinar al cazador, pero buscaría una excu
—Alessio, falta poco para que el sol salga, debemos irnos ya. Grita Dante destrozando el cuerpo de algunos vampiros.Alessio hacia lo mismo, dejando solo a unos pocos con vida… pensó que la luz del día se encargaría de ellos. Su esposa llego a su lado cubierta de sangre que no era de ella, no parecía cansada pero estando embarazada no era recomendable que estuviera forzando su cuerpo. Era hora de regresar a casa.—¿Estas bien? Le pregunta quitándole algunas manchas de la cara con el pulgar.—Si. Esta sonríe con un deje de tristeza.—Debemos volver a la mansión. Le dice tiernamente. —El sol esta por ponerse, y tú necesitas descansar.Este pillo a los vampiros que quedaron con vida, ya no se acercaban a ellos. Quizás por la multitud de cadáveres que había a su alrededor. Lentamente fueron retrocediendo como animales salvajes adentr
En una noche fría, oscura y llena de relámpagos. El castillo de la familia Biachi se encontraba en la dulce espera del nacimiento de un par de niños que cambiarían la vida de sus padres. Lía gritaba a todo pulmón en la habitación que fue elegida para que los gemelos llegaran al mundo.Del parto se estaba encargando el mismo Alessio, en compañía de Sabina. Con las piernas abiertas, la castaña pujaba desgarrándose la garganta por tanto gritar. El fragor de los truenos no ayudaba mucho con los incesantes dolores de parto de la reina. Ya que solo aumentaba más sus nervios. Con su esposo metido entre sus piernas la chica respiraba agitadamente.—Vamos amore, debes poner más empeño.—No puedo hacerlo, ya no puedo más… grita.—Si puedes, un poco más. ¡Puja!—¡AAAAAHHHH! Grito cuando sintió