KAVAN
Jamás había sentido que el mundo caía en mil pedazos sobre mis hombros, siento que el aire me falta, que mis pulmones se me comprimen y que todo a mi alrededor da vueltas cuando veo que Everly cae con Dominic, estamos a poca distancia, tanta, que alcanzo a tomar la manga de su mano, evitando la mortal caída, la policía no tarda en venir, eso es seguro.
—Kavan.
Everly me mira con el miedo latente, sin perder más tiempo, la agarro con la otra mano, ni demente la dejo ir, el problema es que Dominic se cuelga de sus piernas y eso hace que el peso me supere un poco.
—Tienes que…
—Y una mierda, no pienso dejarte ir.
EVERLYHan pasado seis meses, seis en los que Kavan y yo hemos sido pacientes con el resto del mundo, luego de la muerte de Dominic y de que todos confesaran sus secretos con respecto al tema, la vida volvió a la normalidad, Kavan y León recuperaron las acciones de la empresa que Dom había vendido al extranjero, Analy sonríe un poco más, pero todos sabemos que lo hace porque tiene que seguir, no porque lo sienta.Después de todo perdió a su hijo, papá me contó lo que hizo y luego de llorar por más de una hora en su regazo, me aseguró que está bien de salud, que aunque le tiene cariño a Analy y que son buenos amigos, no la ama con demasía, se dieron un tiempo, no somos idiotas, sabemos que tomaron esa decisión para que nosotros podamos estar juntos.
—Esto no puede seguir así señorita Hilton —espeta con firmeza el profesor Robert.Un hombre de cuarenta años, alto, atleta, de cabello crespo Azabache. Imparte una de las materias que más me gustan; dibujo arquitectónico. Revisa a detalle cada una de las hojas marcadas con tinta roja en donde remarca mis errores en la última prueba de teoría. Me parece ilógico que todo el drama sea por una maldita décima.Comienzo a mover el pie izquierdo con impaciencia, haciendo un sonoro e irritable"tic"sobre el mármol blanco de su oficina. Levanta la mirada lanzándome una advertencia en silencio y dejo de hacerlo. Es mi profesor favorito, desde el inicio de clases en Lesley University, hubo una conexión entre los dos, de d
EVERLYSiento que este nuevo nivel de deseo me arrastra hasta una vorágine voraz cada que Bruno me toca como lo está haciendo. Sus manos recorren mis piernas desnudas, su tacto me resulta reconfortante y ansió por más.—¿Entonces esa señora es solo amiga de tu padre? —pregunta rodeando mi cintura y estrechándome más contra su cuerpo.Bruno Stevenson; un chico de veintitrés años, alto, fornido, pero delgado, cabello castaño oscuro, ojos grises, tez clara, mi pequeño gran secreto, mi amante, mi novio desde hace tiempo. ¿El problema? Que es hijo de Alex Stevenson, un empresario que hace competencia con mi padre, su rival. Era mayor que yo, pero eso no importa cuando las
Para cuando salimos de clases, me despido de Emma, ya que tenía una cita con otro de sus miles de ligues, camino hasta mi auto, me coloco el cinturón de seguridad, enciendo motores y estoy a nada de acelerar, cuando mi móvil suena, frunzo el ceño, veo la pantalla y respondo.—Papá —pongo el altavoz y lo conecto al sistema del auto mientras me pongo en marcha.—¿Cómo te fue, cariño? —inquiere en tono nervioso.—Bien, lo normal ¿sucede algo?—No, nada, solo quería saber cómo está mi princesa —la risa que brota de su garganta me sabe a preocupación.&mdash
KAVANHay pocas cosas que se conocen de mí, secretos que han permanecido enterrados en mi pasado y que si alguien tuviera la intención de abrir, traería el caos y la miseria a su vida, no soy un ángel o un alma humanitaria, tampoco creo en el Karma o por consecuencia en la suerte, aquí cada quien obtiene lo que trabaja, por lo que lucha, haciendo trampa o no, eso no le quita el mérito a quien se atrevió a hacer lo que otros por miedo dejaron de lado, ese soy yo, el hijo de puta que empezó desde abajo y que con esfuerzo está donde está.Tengo el mundo a mis pies al igual que las mujeres, me sobran, diversión no me falta, las entiendo, con mi 1.95 de estatura, cabello oscuro y ojos azul zafiro, es inevitable no caer ante mis encantos, no rendirme
NARRADOR OMNISCIENTEBajo las luces que iluminan la ciudad de Cambridge Massachusetts, las personas se alistan para la gran fiesta de graduación de los alumnos del Lesley University, y Everly Hilton no es la excepción, dentro de su enorme habitación en la mansión, pasa los dedos por cada uno de los vestidos colgados en lujosos ganchos, muchos de ellos incluso tienen la etiqueta puesta, jamás los ha usado, frunciendo el ceño no dejaba de pensar en las palabras que le había dicho su padre hace algunas noches.Estaba feliz, de eso no había duda alguna, sin embargo, la incertidumbre de vivir los nuevos cambios acompañándolo en el proceso, le ponían un poco nerviosa, deshaciéndose de los malos pensamientos que inundaban su mente, decidió dejar todo en segundo plano esta noche, la cual llevaba meses, no, años esperando, soñando, ajustó las tiras de su albornoz y espabilando se decidió por un vestido corto del diseñador Lou
El alma se le cayó a los pies al observar que estaba subiendo los peldaños de su casa, a esa hora los vigilantes estaban en descanso, por esa razón nadie lo había detenido, solo quedaban diez minutos para que los hombres contratados por su padre regresaran a sus puestos y lo vieran, desatando un problema con el que no quiere lidiar hoy.—¡Ni se te ocurra hacer una idiotez, Stevenson! —con una mirada se comunicó con Emma, quien entendió lo que quería, y era vigilar a su padre para que no saliera de su habitación y si lo hacía, retenerlo.—Muy tarde, estoy a punto de…—¡Voy a bajar, quédate quieto, hablemos, si tocas el timbre juro que voy a destruirte!Everly colgó enfadada, salió de su habitación echando chispas por los ojos, si había algo que detestaba Everly Hilton, era que la manipularan de cierto modo, por lo que abriendo la puerta principal de su casa, jaló del brazo a Bruno y lo arrastró hacia la cocina, donde no había nadie, cerró
EVERLYNunca he tenido la fortuna de conocer a una mujer tan agradable como está resultando ser Analy Griffin, llevamos poco más de media hora hablando y siento que ya la quiero, aunque no sea cierto, ya que necesitamos comenzar a convivir más, a mi padre se le ve contento y no paramos de reír juntos hasta que el padre de una de mis compañeras viene por él. Dejándonos solas. Sus ojos azules me detallan con cariño y le regalo una sonrisa.—Eres muy hermosa, Everly —menciona con encanto elegante.Mis mejillas se calientan y estoy segura de que se han teñido de rojo.—Tú también lo eres, ahora entiendo por qué mi papá canta hasta en la ducha.Suelta una risita que denota nerviosismo, luego revisa un mensaje de texto que le llaga y su felicidad se atenúa. Teclea rápido y molesta mete el móvil en el bolso—No debo preocuparme