NARRADOR OMNISCIENTE
Bajo las luces que iluminan la ciudad de Cambridge Massachusetts, las personas se alistan para la gran fiesta de graduación de los alumnos del Lesley University, y Everly Hilton no es la excepción, dentro de su enorme habitación en la mansión, pasa los dedos por cada uno de los vestidos colgados en lujosos ganchos, muchos de ellos incluso tienen la etiqueta puesta, jamás los ha usado, frunciendo el ceño no dejaba de pensar en las palabras que le había dicho su padre hace algunas noches.
Estaba feliz, de eso no había duda alguna, sin embargo, la incertidumbre de vivir los nuevos cambios acompañándolo en el proceso, le ponían un poco nerviosa, deshaciéndose de los malos pensamientos que inundaban su mente, decidió dejar todo en segundo plano esta noche, la cual llevaba meses, no, años esperando, soñando, ajustó las tiras de su albornoz y espabilando se decidió por un vestido corto del diseñador Loulou, con un ligero tul color negro, el escote es decente y realzó su pecho, se colocó las zapatillas pertinentes y salió para encontrarse con Emma.
Quien ya estaba vestida y solo se hallaba dándole los últimos toques a su difuminado en maquillaje, la rubia caramelo la miró y le silbó como si fuera la cosa más hermosa que hubiera visto en toda la vida.
—¿Suelto o recogido? —le preguntó Everly con el ceño fruncido, pues no se decidía.
—Suelto, eso te dará un aire más rebelde —su amiga le guiñó un ojo y siguió colocando rimel en sus pestañas.
Everly miró de reojo su móvil, el cual no dejaba de parpadear desde su cama, donde lo había dejado, y es que su novio Bruno no había dejado de marcarle con la esperanza de que contestara, arreglar las cosas, algo que no iba a suceder, por lo que colgando, decidió empinar el codo, beber de una sola vez su trago al tiempo que Everly se maquillaba.
—¿Sigues molesta con Bruno? —le preguntó Emma, mirando detalladamente su vestido de noche frente al espejo enorme de su amiga.
—Es un idiota —resopló Everly, optando por dejar suelta su larga cabellera rubia.
—Sí, es un imbécil, pero le quieres ¿o me equivoco?
Everly guardó silencio, no lo quería, lo amaba, pero últimamente se había estado comportando como un demente sexual que pensaba únicamente con la polla dura, la podía llamar anticuada, pero la única verdad es que ella deseaba que su primera vez con él fuera especial, no ideaba una noche mágica como las que pasan en las películas, sabe que eso nunca suele ser igual, sin embargo, no se sentía preparada para dar un paso tan enorme como ese, sus compañeras narraban sus experiencias sexuales con sus parejas, la propia Emma lo hacía y pese a la curiosidad, no pensaba apresurarse en algo que bien podía esperar un poco más.
En cambio, Bruno, no compartía la misma opinión. Lo seguro que tenían ambos es que tarde o temprano iba a suceder, solo que la paciencia de su novio se estaba acabando al igual que la de ella por convencerlo de esperar.
—Como sea.
Pasaron las siguientes dos horas hablando de cosas banales hasta que harta de la insistencia de Bruno, decidió atender la llamada.
—¡¿Qué quieres?! —respondió exaltada.
—¡Hasta que te dignas a responderle a tu novio! —estalló Bruno al otro lado de la línea.
—Te creí más inteligente, si no te respondí es porque no quiero hablar contigo —espetó Everly con firmeza.
—Bien, si esto se va a ir a la m****a, tal vez tengas los cojones de decírmelo en la cara —balbuceó Bruno.
—¿Estás ebrio? ¿Tan temprano? Ni siquiera son las diez de la noche.
—Estoy afuera de tu casa, para que veas que no le temo a tu padre ¿no querías que viniera a tu casa a que hablara con él? ¿No querías gritarle al mundo que eres mía? —continuó Bruno acelerando el corazón de Everly, en especial porque su padre estaba en casa alistándose, y no quería que nada arruinara su gran noche.
—No hagas una tontería —sentenció Everly caminando hacia el balcón de su habitación.
El alma se le cayó a los pies al observar que estaba subiendo los peldaños de su casa, a esa hora los vigilantes estaban en descanso, por esa razón nadie lo había detenido, solo quedaban diez minutos para que los hombres contratados por su padre regresaran a sus puestos y lo vieran, desatando un problema con el que no quiere lidiar hoy.—¡Ni se te ocurra hacer una idiotez, Stevenson! —con una mirada se comunicó con Emma, quien entendió lo que quería, y era vigilar a su padre para que no saliera de su habitación y si lo hacía, retenerlo.—Muy tarde, estoy a punto de…—¡Voy a bajar, quédate quieto, hablemos, si tocas el timbre juro que voy a destruirte!Everly colgó enfadada, salió de su habitación echando chispas por los ojos, si había algo que detestaba Everly Hilton, era que la manipularan de cierto modo, por lo que abriendo la puerta principal de su casa, jaló del brazo a Bruno y lo arrastró hacia la cocina, donde no había nadie, cerró
EVERLYNunca he tenido la fortuna de conocer a una mujer tan agradable como está resultando ser Analy Griffin, llevamos poco más de media hora hablando y siento que ya la quiero, aunque no sea cierto, ya que necesitamos comenzar a convivir más, a mi padre se le ve contento y no paramos de reír juntos hasta que el padre de una de mis compañeras viene por él. Dejándonos solas. Sus ojos azules me detallan con cariño y le regalo una sonrisa.—Eres muy hermosa, Everly —menciona con encanto elegante.Mis mejillas se calientan y estoy segura de que se han teñido de rojo.—Tú también lo eres, ahora entiendo por qué mi papá canta hasta en la ducha.Suelta una risita que denota nerviosismo, luego revisa un mensaje de texto que le llaga y su felicidad se atenúa. Teclea rápido y molesta mete el móvil en el bolso—No debo preocuparme
Las dos salimos y mi padre parece estar tranquilo de vernos sonreír.—Daddy. Mis amigas y yo iremos al club Monster, me quedaré a dormir en casa de Emma.—Claro, cariño, solo no bebas más y cuídate, le diré a Richard que las lleve.—Gracias papi.Luego de despedirnos, Emma y yo por fin respiramos, Analy y mi padre se quedan atrás al tiempo que nosotros nos dirigimos con Kimberly, una compañera, al club.—La noche pinta bien, joder, tus tetas son grandiosas —añade Kimberly tocándomelas, desatando la risa que se me había acumulado.—Perra —río.No tardamos en llegar, nuestros compañeros nos saludan y la música se mezcla con los que asisten habitualmente, Kimberly se pierde entre la multitud y Emma me jala hacia la barra, en donde choco contra un tipo de traje, no me detengo a mirarlo, ya que enseguida mi móvil suena, estoy tan llena de euforia viendo como mi amiga coquetea con el de la barra, qu
EVERLYNo soy la niña buena, no soy la hija ejemplar de la que se espera que haga las cosas con cierta madurez, no soy la novia tierna e inocente, y de eso me doy cuenta en estos momentos, en los que la cabeza no deja de darme vueltas, no sé cómo m****a he llegado hasta esto pero ahora estoy enrollada con el tipo de ojos azules, el cual cabe destacar, se nota que es mayor que yo.Hemos entrado a su departamento, debo estar demente por haber aceptado venir con un desconocido, sin embargo, estoy tan enfadada que mando todo a la m****a y disfruto, mañana por la mañana ya habrá tiempo de arrepentimientos.—No es correcto —susurro al tiempo que besa mi cuello con pasión desenfrenada.—¿Y quién dijo que lo era?Me hace reír al tiempo que no me suelta, llevándome hacia lo que creo es su habitación, comienza a quitarse lo que trae puesto, le ayudo enredando mis dedos en su corbata
KAVANCuelgo la llamada que me hizo mi madre y me doy una ducha, no dejo de recordar la noche que tuve, había discutido con mi madre por teléfono, por más que le insistí al decirle que ya estaba en camino a la estúpida fiesta de graduación de la hija del señor Hilton, no me quiso escuchar y terminamos peleando, sacando cosas sin sentido.Así que ya estando cerca de donde vivía León, le mandé un mensaje para vernos y pasamos al club nocturno "Monsters" Tenía planes de que la noche mejorara con alguna mujer que me la quisiera chupar, pero nuestra sorpresa fue que la mitad de los asistentes eran estúpidos graduados. Quise largarme de inmediato, sin embargo, el pito suelto de mi mejor amigo, encontró el culo de una morena que no para de reír.Ya llevaba en mi sistema un par de copas, por lo que camino a la barra, pedí un par de tragos hasta que no tardó en llegar una pelirroja que intentaba coquete
Pasamos las siguientes horas en el trabajo, atendiendo mis pendientes, las cosas en el mercado petrolero iba bien, mi empresa “Kingston Company” estaba en la cima, muy en alto de incluso las rusas. Mi móvil no deja de sonar, lo apago y estoy tan entretenido en lo que hago, que pierdo la noción del tiempo, León hace rato que se fue, solo queda Ana y una de las secretarías, estoy estresado, la cría no sale de mi cabeza y reviso la hora sabiendo que me queda una hora para llegar a la dichosa fiesta de compromiso de mi madre.No he investigado nada, no me ha dado tiempo, salgo de la oficina dejando las últimas instrucciones y camino hasta mi carro, iba a pasar a uno de los departamentos que tengo más cerca de Cambridge, luego de llegar y alistarme, me pongo en marcha al Royal Emperi, un enorme edificio en donde la crema y nata de la sociedad suele dar los eventos más exclusivos, en cuanto llego revisan mi nombre en la lista de invitados, me dan paso y subo al elevador, las
EVERLYMe remuevo incómoda sobre la silla, luego del incidente y las presentaciones llenas de sorpresa, me he enterado que el hijo de Analy es nada más y nada menos que Kavan Griffin, lo busqué en g****e hace cinco minutos y resulta que el hijo de perra es el Ceo más poderoso y millonario del momento, su empresa petrolera está por las alturas en cuestiones financieras. ¿El problema? Que no solo vamos a ser hermanastros, familia, sino, que es el idiota con el que perdí mi virginidad.—Everly es una niña muy inteligente, se ha graduado con honores en Arquitectura, arte y diseño —habla Analy en tono entusiasta.Casi me atraganto con el vino que estoy bebiendo justo en ese momento.—¿En serio? —añade Kavan.Quien desde que nos sentamos en la mesa de honor, no me ha despegado los ojos de encima, siento su hostilidad aún en las distancias largas que me he propuesto poner entre l
EVERLYSus manos recorren mi piel haciendo que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo, la piel se me eriza a tal punto que me siento a punto de la combustión humana, sin embargo, no pasa, los empellones que recibo abierta de piernas, hace que jadee como zorra, sus labios me devoran con urgencia y me dejo llevar por una vorágine cubierta de pasión perversa.—Eres hermosa, Everly Hilton —me susurra una voz masculina al oído.Mi pecho se infla de orgullo.—Pero no eres más que una m*****a cría de veinte años.Abro los ojos de golpe, Kavan está encima de mi, embistiendo mi cuerpo como demente sexual. Abro la boca para gritarle pero es imposible, no escucho ni mi propia voz y entonces sucede, despierto sobresaltada. Los primeros rayos del sol se filtran por las gruesas cortinas de mi habitación y de mala gana me incorporo.Tenía la esperanza de que todo