DamonNuestros días en esa cabaña transcurren con normalidad. A medida que pasa el tiempo nos empezamos a familiarizar con la zona. Woodhaven es totalmente diferente a Urbanwood o a Evergreen.La gente de aquí es mucho más reservada y desconfiada. Como si de pronto supieran que somos seres peligrosos, que no somos humanos.Debido al acelerado crecimiento de Zadrian, preferimos mantenerlo oculto hasta que llegue a su tamaño y edad ideal. Lo menos que necesitamos son los cuestionamientos de humanos mirones y curiosos que se preguntarán qué sucede con él.Al parecer la noticia de la desaparición de mi manada ya había llegado a oídos de muchas personas. Por el lado sobrenatural, algunas manadas se habían hecho eco de ello y parecían regodearse con mi desgracia.Aparentemente mi padre se había ganado muchos más enemigos de los que yo creía. Por el lado humano, la noticia iba más hacia el misterio, se preguntaban qué había pasado con nosotros, con la empresa, que de pronto se declaró en ban
ZaraEl miedo inicial al escucharle decir a Jenna que Hunter no había regresado ahora es reemplazado por el pánico total.Damon y Jenna salen a buscarlo y yo tengo que quedarme en la casa para cuidar de Zadrian. El pequeño lobo se distrae con los juguetes mientras yo camino de un lado a otro temiendo lo peor.No estoy lista, no estoy preparada para confrontarlos. Respiro profundo en un vano intento por calmarme.De pronto siento las pequeñas manitos de mi hijo jalándome del pantalón.—Mamá, ¿qué sucede?Me quedo sin aliento al escucharlo hablar de forma perfecta. Tan solo hace unos días todavía era incapaz de pronunciar correctamente las palabras, y ahora me hace preguntas con esa voz angelical que me derrite.—Nada, pequeño lobo, solo estoy un poco estresada.—¿Es porque quieres cazar?Abro los ojos como platos, ¿en qué momento este niño se convirtió en un pequeño genio? Me agacho a su altura y acaricio su cabello castaño. El color de sus ojos es idéntico al mío, pero definitivamente
DamonSiento que todo esto es como un bucle de pesadilla que no deja de repetirse. Hunter desaparecido otra vez, y la creciente angustia de saber que Lyra puede estar amenazando a mi hijo, que quizá pueda estar colándose en su mente, me va a volver loco.He seguido el rastro que captamos Jenna y yo toda la mañana, pero el aroma es débil a causa de la ligera nevada que lo va ocultando poco a poco; es como si las huellas fuesen cubiertas por una nueva capa de nieve.Tengo un terrible mal presentimiento, algo me dice que esto no es producto de la mera casualidad, aunque, si fuese así, juro que sería capaz de matarlo, revivirlo y volverlo a matar, solo por hacerme pasar por un susto tan tremendo.Los altos pinos del bosque me impiden ver el cielo, aun así, la zona está bien iluminada porque estamos a plena luz del día.Ya me he alejado demasiado de la cabaña, creo que lo mejor es regresar y esperar. Quizá Hunter se aparezca frente a la puerta con una sonrisa de disculpas y entonces tendrá
ZaraMi corazón late a toda velocidad mientras el imponente hombre lobo con ojos de Alfa me mira desde la entrada. Jenna corre a posicionarse a mi lado, aunque también siento que tiene el mismo miedo que yo.Nadie necesita decirme que no es normal que él tenga los ojos inyectados en sangre como los de Damon.Zadrian sigue oculto en el baño, me tranquiliza que, al menos, puedo escuchar sus pasos allí dentro. Tomo una gran bocanada de aire y la suelto lentamente. Su mirada y la mía son desafiantes, no puedo dejar que este idiota sepa que estoy muerta de miedo; después de todo, ya no soy una débil humana, ya no soy la chica a la que todos tienen que correr a proteger.Me transformo de inmediato, al igual que Jenna a mi lado. Ambas rugimos enseñándole los colmillos. Sin embargo, aunque por un momento tuve una ligera sensación de que podría ser fácil, otro lobo se aparece un poco más atrás del umbral de la puerta: Magnus, y en la ventana distingo rápidamente el cabello rubio de Asher.¡Mal
DamonUn inútil.Así es como me siento. Impotente e incapaz de proteger a mi familia una vez más. Lyra se ha llevado a Zadrian y ahora Zara está herida y postrada en esa cama. Y aunque ella me diga que está bien, yo sé que no es así.Algo no anda bien, por mucho que Asher la haya envenenado con el acónito, sus heridas deberían estar sanando lentamente y, a decir verdad, no veo ningún progreso.A regañadientes me obligo a separarme de su lado. No quiero dejarla, pero sé que nuestro hijo también es importante, y debo rescatarlo antes de que esa maldit4 bruja le haga daño.—Yo la cuidaré Damon, ve a salvar a tu hijo —me dice Jenna estando de pie en la puerta. Aunque realmente es indiferente, ya no hay pared de un lado de la casa.—Lo sé —le digo con una sonrisa amarga.Hunter también me preocupa. Desde que lo traje del bosque no ha despertado y eso no me da buena espina. Solo espero que lo que les hicieron a ambos tenga solución.Tomo una gran bocanada de aire e inicio mi camino a través
ZaraEl dolor que domina mi cuerpo me hace entrar y salir de la inconsciencia sin descanso. Puedo sentir cómo la vida se escapa de mí cada vez que intento respirar. Con cada latido de mi corazón el veneno de acónito se esparce dentro de mí, dejándome con los minutos contados.Mi frente chorrea de sudor y mi cuerpo tiembla en espasmos ligeros que no son a causa del frío. La herida abierta de mi abdomen no ha parado de sangrar; estoy segura de que Damon no podrá encontrarme con vida cuando regrese.Jenna repara a toda prisa el agujero en la pared. No es que haga un gran trabajo, pero al menos lo cubre lo suficiente para evitar que la ventisca nevada entre más a la casa.Termina por poner a Hunter a mi lado en un colchón sobre el suelo, temerosa de movernos de allí.—Jenna —llamo con la voz rasposa.Ella se voltea y deja lo que está haciendo para correr a mi lado. Toma mis manos entre las suyas y por primera vez la veo realmente preocupada por mí.—Dime, ¿qué necesitas?—Papel y lápiz.E
DamonCiertamente, la noticia sobre mi empresa corrió hasta los lugares más alejados, trascendiendo incluso las fronteras de la ciudad.La hostilidad de los dos lobos hacia mí es evidente, pero luego de reconocer mi rostro bajan un poco sus defensas. Aun así, me llevan atado de manos a su campamento. En el camino descubro que el de ojos azules se llama Dante, mientras que el otro, el de cabello pelirrojo, es Nash.Me fuerzan a caminar con los ojos vendados también, pues no quieren que sepa la ubicación de su hogar. Me parece curioso, pues, deberían saber que no solo necesito mi vista para rastrear un lugar. Sin embargo, colaboro con ellos porque sé que pronto voy a necesitar de su ayuda.No sé cuánto tiempo andamos por el bosque, hasta que nos detenemos y uno de ellos me quita la venda de los ojos.Parpadeo varias veces hasta que mi vista se aclara. Para mi sorpresa ya no estamos en una zona boscosa, más bien es más una montaña con árboles anchos y separados, que dejan ver el cielo az
ZaraJenna abre la puerta de inmediato. La silueta de mi padre se aclara cuando ingresa a la cabaña. Detrás, Serafina lo sigue en silencio.Cuando me ve tendida en el sofá y con un aspecto moribundo, corre hacia mí y cae de rodillas.—¡Zara! ¡Por Dios! ¿Qué te ha pasado?Jenna se limpia las lágrimas y camina con cautela hacia nosotros. El cuerpo de Hunter sigue ahí, sin vida.—No lo entiendo, ¿cómo llegaron a este lugar? Creí que se habían ido a su escondite —dice Jenna abrazando sus propios brazos.—Tom recibió un mensaje de su hija pidiendo ayuda, el resto lo hice yo —responde Serafina.Mi padre toma mis manos entre las suyas, está temblando y a punto de llorar.—Creí que ahora eras más resistente, ¿no deberías estar sanando? —cuestiona.Serafina observa el cuerpo de Hunter y en seguida se agacha para revisarlo. Jenna da un paso hacia ella para evitarlo, pero yo le hago una seña para que no intervenga.Luego de detallarlo un minuto, suspira y se pone de pie.—Es matalobos rojo —conc