DamonCiertamente, la noticia sobre mi empresa corrió hasta los lugares más alejados, trascendiendo incluso las fronteras de la ciudad.La hostilidad de los dos lobos hacia mí es evidente, pero luego de reconocer mi rostro bajan un poco sus defensas. Aun así, me llevan atado de manos a su campamento. En el camino descubro que el de ojos azules se llama Dante, mientras que el otro, el de cabello pelirrojo, es Nash.Me fuerzan a caminar con los ojos vendados también, pues no quieren que sepa la ubicación de su hogar. Me parece curioso, pues, deberían saber que no solo necesito mi vista para rastrear un lugar. Sin embargo, colaboro con ellos porque sé que pronto voy a necesitar de su ayuda.No sé cuánto tiempo andamos por el bosque, hasta que nos detenemos y uno de ellos me quita la venda de los ojos.Parpadeo varias veces hasta que mi vista se aclara. Para mi sorpresa ya no estamos en una zona boscosa, más bien es más una montaña con árboles anchos y separados, que dejan ver el cielo az
ZaraJenna abre la puerta de inmediato. La silueta de mi padre se aclara cuando ingresa a la cabaña. Detrás, Serafina lo sigue en silencio.Cuando me ve tendida en el sofá y con un aspecto moribundo, corre hacia mí y cae de rodillas.—¡Zara! ¡Por Dios! ¿Qué te ha pasado?Jenna se limpia las lágrimas y camina con cautela hacia nosotros. El cuerpo de Hunter sigue ahí, sin vida.—No lo entiendo, ¿cómo llegaron a este lugar? Creí que se habían ido a su escondite —dice Jenna abrazando sus propios brazos.—Tom recibió un mensaje de su hija pidiendo ayuda, el resto lo hice yo —responde Serafina.Mi padre toma mis manos entre las suyas, está temblando y a punto de llorar.—Creí que ahora eras más resistente, ¿no deberías estar sanando? —cuestiona.Serafina observa el cuerpo de Hunter y en seguida se agacha para revisarlo. Jenna da un paso hacia ella para evitarlo, pero yo le hago una seña para que no intervenga.Luego de detallarlo un minuto, suspira y se pone de pie.—Es matalobos rojo —conc
Damon¿Detrás de la cascada?Sus palabras revolotean en mi cabeza haciéndome sentir estúpido. ¿Cómo no se me ocurrió pensar que podía haber un camino oculto detrás de la caída de agua?Miro a Rocco estupefacto, mientras que él sigue con esa sonrisa amistosa que ya empieza a molestarme.—¿Qué?—No te sientas mal por no haberla detectado. En realidad, casi nadie lo sabe. El agua sirve de cortina para ocultar los aromas, y muy poca gente pensaría que hay un camino detrás —explica intentando hacerme sentir mejor.—¿Por qué hay un pasadizo detrás de la cascada? —cuestiono.—Es natural, lleva ahí mucho tiempo. En realidad, no te lleva demasiado lejos, es un sistema de túneles que conectan la montaña con la costa.Llevo mis manos a la cabeza pensando lo peor. Si se han ido por ahí y con todo el tiempo que me llevan de ventaja, nada me asegura que no se hayan ido del continente. Podrían estar en cualquier parte en este momento.—No puede ser, ¡maldit4 sea! ¡No puede ser! —reniego.—Tranquilo,
ZaraLa presencia de los lobos que se encuentran detrás de Damon me pone los pelos de punta. No necesito que Damon me diga quién es el Alfa para saberlo, pues la presencia imponente del hombre de tez oscura frente a mí me deja saber que es él, sin ninguna duda.Detrás suyo, los otros lobos nos miran con recelo. Ahora que lo pienso mejor, creo que haber traído a mi padre hasta este lugar no fue una buena idea. Tom no es más que un simple humano en este momento y estar aquí lo pone en un grave peligro.—¿A qué te refieres? ¿Cómo podemos derrotarla? —pregunta Damon con evidente entusiasmo.Antes de responder esa pregunta, mis ojos se desvían hacia la manada sombra plateada. No confío en ellos.—¿Podemos hablar en privado? —susurro acercándome a su oído.—Claro.Damon se voltea hacia el Alfa y le hace un gesto de espera con la mano, a la vez que me lleva hacia el lado opuesto de donde nos encontramos. El hombre no dice nada, pero asiente en respuesta.Cuando nos hemos alejado lo suficient
DamonEnviar a Jenna a esa cueva me pone nervioso. Es la última omega que me queda, al menos hasta donde sé, pues Xavier y Lía nunca aparecieron, por lo que solo me queda suponer, que Lyra los mató también; y haberla enviado con Dante, tampoco supone mucho alivio para mí.El camino hasta la manada de Rocco es silencioso y oscuro. Pues al final, decide volverme a vendar los ojos, al igual que a Zara y a la bruja que llevo a mis espaldas, para que no sepamos con exactitud cómo llegar.Una vez ahí, dejo a Serafina en el suelo de tierra y me deshago de la venda.—Gracias, de nuevo, por ayudarnos —le digo a Rocco.—No creas que lo hago solo por la buena voluntad de mi corazón —responde mirándome a los ojos—. Cuando el momento llegue, me cobraré el favor.—Siempre estaré en deuda contigo. —Hago una reverencia, pero en el fondo sé que quizá estoy poniéndome la soga al cuello.De pronto veo que aparece la loba a la que él había enviado de vuelta. Ella lo mira y él asiente sin decir ni una pal
ZaraTres largos días con sus noches es lo que hemos tenido que esperar, hasta que la luna llena está lista y posicionada en el cielo para poder hacer el hechizo que nos llevará hasta la cueva.Durante ese tiempo, las tensiones entre los miembros de la manada de Rocco y Serafina, no se han relajado demasiado, pero, al menos no se han matado entre ellos.Serafina me ha dicho que debo prepararme, solo falta una hora para el momento, así que ahora mismo me encuentro paseando por los alrededores, ya que Damon ha salido a cazar. Tenía mucho tiempo sin hacerlo, y estar cerca de esta manada de alguna forma, ha despertado esos impulsos salvajes que había intentado mantener a raya.Por mi parte, no estoy segura de cuánto más pueda aguantar no hacerlo, una parte de mí desea sucumbir al instinto animal y solo hacerlo. No pensar en las consecuencias de lo que viene después, pero sé que mi lado humano no podría vivir con eso.Me adentro un poco más en la parte densa del bosque; este lugar tiene mu
DamonSin dudarlo ni un segundo, contesto la llamada de Jenna, mientras que Zara me mira expectante. Mi corazón retumba como un loco dentro de mi pecho, la sola idea de pensar que me dará una mala noticia hace que pierda la respiración.—¿Hola?—Alfa Damon, los hemos encontrado. Su hijo está bien.Suspiro de alivio al escuchar esas palabras.—¿Dónde están?—Están cerca del pueblo de Sycamore, la verdad no tengo idea de por qué se han venido hasta acá.Zara me mira con sorpresa, ella también está escuchando lo que Jenna me dice, y sé lo que está pensando. No puede ser una coincidencia del destino que Lyra esté yendo hacia allá.—¿Estás segura?—Sí. Dante y yo hemos estado siguiéndolos con cautela desde esta mañana.—Bien, mantengan sus posiciones y no se dejen ver. Nosotros iremos para allá.—Alfa, hay algo más que tiene que saber. Xavier y Lía siguen vivos. La bruja los tiene secuestrados.Aprieto los puños en respuesta. No puedo creer que esta mujer siga haciendo de las suyas, pero y
ZaraEl instinto animal es todo lo que me domina ahora mismo. No puedo pensar en nada más que no sea cazar. Mi boca saliva y mis colmillos se asoman amenazantes mientras olfateo a mi alrededor. Con mis ojos de loba soy capaz de ver mucho más allá de lo que un humano cualquiera podría; y me gusta la sensación.Escucho a Damon detrás de mí. A decir verdad, tengo que hacer un gran esfuerzo para concentrarme y no atacarlo, ya que, una parte de mí siente que él está interfiriendo en mi cacería.—Zara, espera —susurra.Yo no quiero detenerme, pero él me sujeta del brazo de pronto y con su fuerza me obliga a parar. Volteo y lo miro con ojos asesinos y una postura amenazante. Sin darme cuenta mis garras han emergido; en realidad, estoy completamente transformada.—Has querido que haga esto desde que me convertí, ¿por qué me detienes ahora?—Porque sé que estás así por la luna llena. No quiero que cuando su efecto pase, te arrepientas de algo.Levanto la cabeza y miro hacia el cielo nocturno.