DamonRocco y cinco de sus Betas terminan por acompañarnos a esta misión. Entre ellos, Nash, el pelirrojo; luego están Jared, Richi, Grace y Kate. Con todos los días que tenemos entre ellos, he llegado a conocerlos.Raven no vendrá con nosotros, pues Rocco le encargó personalmente que se quedase a cargo de la manada. Parece que ella es en quien más confía, e imagino, que también la ha dejado para que vigile a la loba Gamma que tiene escondida.Además de ellos, por supuesto, Zara viene a mi lado, y Serafina también.Nos detenemos cuando aterrizamos al pie de la cascada. El agua helada sigue fluyendo como una enorme cortina protectora. Zara y yo somos los primeros en pasar. El rocío del agua me causa un escalofrío, pero mi piel cálida lo contrarresta de inmediato. Luego de adentrarnos, los demás nos siguen en silencio.Gracias a nuestros ojos, no necesitamos antorchas para ver en la oscuridad, sin embargo, Serafina sí que la necesita, así que termina encendiendo una para poder iluminar
ZaraCon la luna en cuarto menguante sobre nuestras cabezas, la sensación de apremio por llegar a la zona donde Lyra tiene a mi pequeño bebé se vuelve cada vez mas apremiante.Mañana será luna nueva en la noche, pero durante el día, por solo siete minutos, habrá un gran eclipse solar. Los vellos de mi piel se erizan solo de pensar que no lo rescatamos a tiempo.Se supone que debimos hacer esto mucho antes, pero las cosas se complicaron demasiado.Mi corazón late acelerado a medida que avanzamos por la jungla de Sycamore, con mis sentidos puedo escuchar cada pequeño bicho o animal más grande que deambula por el lugar. Si fuese humana, ahora mismo tendría los pelos de punta.Luego de unos cuantos kilómetros, Jenna se detiene junto con Dante en una especie de barranco.—No hagan bulla —advierte en un susurro.—Ellos están ahí —murmura Dante.Los miro a ambos y todavía no me puedo creer lo que me ha contado Jenna. Luego de todo lo que sucedió con Hunter, realmente creí que la loba nunca p
DamonAprieto las manos en puños sin apartar mi vista asesina de Lyra. Es claro que este es su último intento desesperado por evitar la muerte. Quizá y no nos haga falta la cueva después de todo. Sonrío al escuchar sus palabras agonizantes.—Zadrian está a salvo, ni creas que voy a caer en tu jueguito.Ella sonríe de igual manera, mientras que Rocco y los demás lobos la rodeamos en un círculo. Se ha quedado sola.Matar a Asher ha sido una de las cosas más satisfactorias desde que empezó todo esto. Todavía tengo su sangre en mi ropa, pero eso es lo de menos en este momento.—¿No me crees? Está bien, mátame, pero si lo haces, condenarás a tu propio hijo.Doy un paso hacia adelante con mis garras amenazando su cuello, sin embargo, antes de poder continuar, Zara toma mi mano y me detiene.—¿Y si dice la verdad?En sus ojos veo el pánico. Es cierto que Lyra siempre busca estar a un paso por delante de nosotros. Sin embargo, no creo que lo sepa todo.—No lo creo, solo es un intento patético
ZaraLa oscuridad se cierne sobre nosotros rápidamente a medida que avanzamos por la extraña cueva. Al principio, parece que será un pasillo interminable, donde el ambiente se siente realmente tenso y pesado.Jenna avanza delante de nosotros junto a Serafina, mientras que Dante nos cubre la retaguardia, y es la bruja quien va a la delantera.Mi corazón late a mil por hora, no tengo idea de cómo se supone que saldremos de esto, pues entre más pasa el tiempo, más siento que ella nos ganará. Miro a Zadrian enganchado al cuello de su padre y un miedo terrible comienza a crecer dentro de mi pecho.Sacrificaría mi propia vida si con eso salvo la suya.Miro a Damon, quien se percata de mis ojos puestos en los suyos, y voltea; al mismo tiempo, estrecha mi mano con fuerza.—Confía en mí —susurra.Sé que está pensando en un plan en su cabeza, sin embargo, no estoy segura de que sea suficiente. Si Lyra logra despertar a las brujas encerradas en las tumbas, todos estaremos perdidos.De pronto, a
DamonMi visión es solo una mancha roja de sangre y furia. La batalla contra Maximus, el mejor lobo guerrero de lo que alguna vez fue mi manada, es intensa y me deja exhausto. Por un momento siento que no puedo más, pero entonces veo a Rocco intervenir en la pelea, y a su lado se suma Dante.Entre los tres, lo rodeamos y acorralamos contra una de las paredes de la gran cueva. Sin embargo, su expresión no es de miedo o preocupación, sino que nos mira con una sonrisa maquiavélica y fanfarrona.Sus ojos se fijan en algo detrás de nosotros, no puedo evitar voltear pensando lo peor. Mi corazón va tan de prisa dentro de mi pecho que siento que está a punto de explotar.La escena me deja horrorizado. Mi pequeño lobo, mi hijo, Zadrian; él está flotando en medio de la nada y una especie de vapor rojizo y brillante lo envuelve por completo. Lo que viene después me deja estupefacto… Sus ojos comienzan a cambiar, se está convirtiendo en un hombre lobo, aunque eso no debería pasar todavía.—¡No! —
ZaraSolo los pequeños latidos de su corazón me hacen saber que sigue vivo, sin embargo, el hecho de que no abra sus ojos me pone nerviosa. Acuno su cuerpo contra mi pecho e intento ponerme de pie, pero estoy demasiado débil.Serafina drenó la mayor parte de mi energía. Sé que me recuperaré, mas, no sé cuánto me tomará eso.Desde donde estoy, inmóvil en el suelo, puedo ver a Rocco exhalando su último suspiro. Está muerto. Dante retrocede un poco y cuando mira a Damon le dice algo que jamás imaginé:—Alfa.No tengo idea de que rayos está pasando ahí. Me tambaleo en un nuevo intento por ponerme de pie. Jenna de inmediato me sostiene de los codos y me ayuda a erguirme.—Zara, ¿estás bien?—Sí, sí, yo estoy bien. ¿Qué acaba de pasar con Rocco?—No lo sé… creo que él…—Ha nombrado a Damon como el nuevo Alfa de la manada sombra plateada —anuncia Dante poniéndose de pie.Quedo boquiabierta ante esa revelación. ¿Acaso eso puede ser posible?Damon se levanta y nos mira con una expresión atónit
DamonPuedo sentir la tensión en el ambiente a medida que nos acercamos al campamento. De los quince lobos que tenía Rocco; dieciséis si lo contaba a él; ahora solo quedan once, y para ser sincero, no tengo idea de cómo van a reaccionar.Varias veces percibí que ellos me seguirían en caso de que fuese su Alfa, pero una cosa es eso, y otra, la realidad de ver que Rocco ha muerto.En el momento en que pisamos el campamento, todos ellos salen a recibirnos. La mayoría de los que quedan son Omegas. Siete de ellos en realidad. Los otros Betas son Nash, Dante, Raven, y Julius.Raven es la primera en asomarse desde la carpa que le perteneció a Rocco. Su sonrisa inicial desaparece cuando se da cuenta de que no están todos los que se habían ido, pero cuando sus ojos se fijan en el cuerpo de Rocco en los brazos de Dante, su expresión se descompone en una mueca de dolor.—¿Qué sucedió? ¿Qué pasó? —exige saber, al tiempo que corre hacia nosotros.Julius, también se acerca, mientras que los Omegas
5 años después… Zadrian El bullicio y los rugidos son como música para mis oídos. Me acomodo en mi asiento de primera fila mientras observo a los dos Omegas de la manada luchar a muerte. O bueno, quizá no a muerte, pero sí hasta que uno de los dos se saque la suficiente sangre como para que tenga que esperar un tiempo hasta recuperarse. Una sonrisa se forma en mis labios al ver que está ganando al que le aposté. —No cantes victoria tan rápido Zadrian, Thomas lo vencerá —asegura Julius a mi lado. —Ni lo sueñes, Viktor es el más fuerte de los Omegas. Sin embargo, no he terminado ni decir lo que pienso cuando veo a Thomas darle la vuelta a la pelea. Viktor termina tendido en el piso y con el pecho destrozado. Thomas respira agitado sobre él, con sus garras a punto de desgarrar su cuello, no obstante, se detiene antes de asesinarlo. —¡Tenemos un ganador! —exclama Nadia con una voz alegre. Los demás Omegas que presenciaban la pelea vitorean la victoria de Thomas. —¡Maldición! —renie