DamonMi visión es solo una mancha roja de sangre y furia. La batalla contra Maximus, el mejor lobo guerrero de lo que alguna vez fue mi manada, es intensa y me deja exhausto. Por un momento siento que no puedo más, pero entonces veo a Rocco intervenir en la pelea, y a su lado se suma Dante.Entre los tres, lo rodeamos y acorralamos contra una de las paredes de la gran cueva. Sin embargo, su expresión no es de miedo o preocupación, sino que nos mira con una sonrisa maquiavélica y fanfarrona.Sus ojos se fijan en algo detrás de nosotros, no puedo evitar voltear pensando lo peor. Mi corazón va tan de prisa dentro de mi pecho que siento que está a punto de explotar.La escena me deja horrorizado. Mi pequeño lobo, mi hijo, Zadrian; él está flotando en medio de la nada y una especie de vapor rojizo y brillante lo envuelve por completo. Lo que viene después me deja estupefacto… Sus ojos comienzan a cambiar, se está convirtiendo en un hombre lobo, aunque eso no debería pasar todavía.—¡No! —
ZaraSolo los pequeños latidos de su corazón me hacen saber que sigue vivo, sin embargo, el hecho de que no abra sus ojos me pone nerviosa. Acuno su cuerpo contra mi pecho e intento ponerme de pie, pero estoy demasiado débil.Serafina drenó la mayor parte de mi energía. Sé que me recuperaré, mas, no sé cuánto me tomará eso.Desde donde estoy, inmóvil en el suelo, puedo ver a Rocco exhalando su último suspiro. Está muerto. Dante retrocede un poco y cuando mira a Damon le dice algo que jamás imaginé:—Alfa.No tengo idea de que rayos está pasando ahí. Me tambaleo en un nuevo intento por ponerme de pie. Jenna de inmediato me sostiene de los codos y me ayuda a erguirme.—Zara, ¿estás bien?—Sí, sí, yo estoy bien. ¿Qué acaba de pasar con Rocco?—No lo sé… creo que él…—Ha nombrado a Damon como el nuevo Alfa de la manada sombra plateada —anuncia Dante poniéndose de pie.Quedo boquiabierta ante esa revelación. ¿Acaso eso puede ser posible?Damon se levanta y nos mira con una expresión atónit
DamonPuedo sentir la tensión en el ambiente a medida que nos acercamos al campamento. De los quince lobos que tenía Rocco; dieciséis si lo contaba a él; ahora solo quedan once, y para ser sincero, no tengo idea de cómo van a reaccionar.Varias veces percibí que ellos me seguirían en caso de que fuese su Alfa, pero una cosa es eso, y otra, la realidad de ver que Rocco ha muerto.En el momento en que pisamos el campamento, todos ellos salen a recibirnos. La mayoría de los que quedan son Omegas. Siete de ellos en realidad. Los otros Betas son Nash, Dante, Raven, y Julius.Raven es la primera en asomarse desde la carpa que le perteneció a Rocco. Su sonrisa inicial desaparece cuando se da cuenta de que no están todos los que se habían ido, pero cuando sus ojos se fijan en el cuerpo de Rocco en los brazos de Dante, su expresión se descompone en una mueca de dolor.—¿Qué sucedió? ¿Qué pasó? —exige saber, al tiempo que corre hacia nosotros.Julius, también se acerca, mientras que los Omegas
5 años después… Zadrian El bullicio y los rugidos son como música para mis oídos. Me acomodo en mi asiento de primera fila mientras observo a los dos Omegas de la manada luchar a muerte. O bueno, quizá no a muerte, pero sí hasta que uno de los dos se saque la suficiente sangre como para que tenga que esperar un tiempo hasta recuperarse. Una sonrisa se forma en mis labios al ver que está ganando al que le aposté. —No cantes victoria tan rápido Zadrian, Thomas lo vencerá —asegura Julius a mi lado. —Ni lo sueñes, Viktor es el más fuerte de los Omegas. Sin embargo, no he terminado ni decir lo que pienso cuando veo a Thomas darle la vuelta a la pelea. Viktor termina tendido en el piso y con el pecho destrozado. Thomas respira agitado sobre él, con sus garras a punto de desgarrar su cuello, no obstante, se detiene antes de asesinarlo. —¡Tenemos un ganador! —exclama Nadia con una voz alegre. Los demás Omegas que presenciaban la pelea vitorean la victoria de Thomas. —¡Maldición! —renie
SkylarMe encuentro en medio del claro presenciando la transformación de todos, en especial la de Zadrian, la luz tenue de la luna se filtra a través de los espacios entre los árboles. De pronto, una sensación extraña y aguda se extiende por mi cuerpo, es como una mezcla de ansiedad parece resonar en cada célula. Mis músculos se tensan y relajan de manera intermitente, como si estuvieran siguiendo un ritmo propio. Una oleada de dolor recorre mi columna vertebral, causando que me arquee involuntariamente.Aprieto los dientes con fuerza, pero no puedo evitar soltar un alarido de dolor, mientras intento controlar la creciente incomodidad. Mi piel parece arder, como si una hoguera estuviera ardiendo en mi interior. Mi respiración se acelera y siento mi corazón latir con fuerza en mi pecho. Cierro los ojos, intentando bloquear la transformación salvaje que se apodera de mí.De repente, un gemido de dolor escapa de mis labios. Siento que algo se retuerce y se expande en mis manos y en mis p
ZadrianMi noche no podría ir peor. Primero, parece que estoy volviéndome loco al escuchar voces en mi cabeza, y ahora tengo que servir de niñero de Skylar, como si no quisiera poner un millón de kilómetros de distancia entre los dos.—Alfa, eso no será…—¿Acaso vas a discutir una orden mía? —interrumpe mi padre a Skylar antes de que se pueda negar.Ella niega con la cabeza y la agacha. Giro mis ojos sintiendo un enorme fastidio. Odio que sea una sumisa que no es capaz de imponer ni siquiera algo que no desea hacer.—Muévanse, ¡ya!Skylar camina hasta quedar a mi lado, pero sigue sin levantar la cabeza.—Sígueme el ritmo, si es que puedes.Salgo corriendo hacia la parte interna del bosque que nos conducirá hasta un pueblito cercano. He cazado con mi padre muchas veces, aunque solo de espectador, por supuesto. Esta también será mi primera vez.«Zadrian…».De nuevo esa voz. Pienso que quizá se trata de ella, pero no es así. Me detengo para cerciorarme de que venga detrás de mí, pero la
ZadrianEl camino hacia Urbanwood es largo y en su mayoría, tedioso. La ridícula idea de mi padre de hacerme llevar a mi abuelo y mi tío humanos a la ciudad es solo un mero castigo, pero no tengo más opción que obedecer.No me molestaría tanto de no ser porque estoy obligado a compartir el espacio con Skylar.Ha estado callada todo el trayecto que hemos avanzado, y ni siquiera estamos a medio camino de llegar.No sé por qué, pero me irrita demasiado que esté tan callada; es como si no le importase mi rechazo. ¿Es que acaso no va a intentar convencerme de que somos almas destinadas?—Zadrian, ¿podrías detenerte en la siguiente estación? Oliver y yo tenemos hambre y queremos ir al baño —me pide Tom.—Está bien —respondo mirándolo a través del retrovisor.Unos pocos kilómetros más adelante, encuentro una estación vacía. Me sirve también para recargar la gasolina. Estaciono allí mientras espero que hagan sus cosas. Skylar se queda dentro del auto en lo que yo me bajo a cargar.Una vez que
SkylarEn un milisegundo tengo encima de mí a Zadrian Blake. Necesito poner mucho autocontrol de mi parte para no hiperventilar como una desquiciada. Su sola cercanía me enloquece. Por mucho que trate de decir que rechazo el vínculo con él, y aunque quiera pretender que no me ha dolido nada de lo que dijo y que no me interesa, sé que eso es una gran mentira.Sin embargo, no puedo negar que Zadrian es el lobo más egocéntrico, narcisista y odioso que he conocido. Cuando éramos niños parecía un chico agradable, pero cuando se dejó influenciar por los demás lobos de la manada, y se dio cuenta de que me rechazaban por ser inferior, toda su personalidad cambió.Dejó de hablarme, e incluso empezó a despreciarme también. Quizá ser su mate es como el karma que el universo le ha dado por haber sido tan cruel conmigo.No obstante, todavía no descifro del todo sus intenciones. ¿Qué es lo que pretende? ¿Acaso no le basta con el primer rechazo que me dio?Lo empujo con ambas manos hacia un lado del