SkylarEn un milisegundo tengo encima de mí a Zadrian Blake. Necesito poner mucho autocontrol de mi parte para no hiperventilar como una desquiciada. Su sola cercanía me enloquece. Por mucho que trate de decir que rechazo el vínculo con él, y aunque quiera pretender que no me ha dolido nada de lo que dijo y que no me interesa, sé que eso es una gran mentira.Sin embargo, no puedo negar que Zadrian es el lobo más egocéntrico, narcisista y odioso que he conocido. Cuando éramos niños parecía un chico agradable, pero cuando se dejó influenciar por los demás lobos de la manada, y se dio cuenta de que me rechazaban por ser inferior, toda su personalidad cambió.Dejó de hablarme, e incluso empezó a despreciarme también. Quizá ser su mate es como el karma que el universo le ha dado por haber sido tan cruel conmigo.No obstante, todavía no descifro del todo sus intenciones. ¿Qué es lo que pretende? ¿Acaso no le basta con el primer rechazo que me dio?Lo empujo con ambas manos hacia un lado del
Zadrian La escalera que se abre frente a mis ojos me deja impresionado. Por un instante toda mi atención se centra en la bóveda que se ha abierto en esa chimenea, tanto, que olvido que Skylar está detrás de mí todavía. —No pensarás entrar ahí, ¿o sí? —me cuestiona. —Por supuesto que voy a entrar ahí. Si tienes miedo, quédate afuera como una cachorra asustada —espeto. Ella bufa y gira los ojos, avanza hacia mí y me empuja ligeramente con el hombro. Para mi sorpresa, se atreve a descender primero. »¿A dónde crees que vas? —Me apresuro a adelantarme, la hago a un lado y termino bajando las escaleras hasta la entrada. Hay una gran piedra que protege lo que hay del otro lado, pero en la visión que tuve cuando toqué la casa, pude ver muy claramente que solo un Blake puede acceder a ella. Aún no comprendo del todo lo que sucede, las visiones que llegan a mi mente son confusas, borrosas e incompletas. Es difícil avanzar con la información a medias, no obstante, estoy seguro de que lo qu
Zadrian—¿Respuestas? ¿Qué quieres decir con que hay una mujer en tus visiones? —interroga.Chasqueo la lengua con mis dientes y le doy la espalda, puede hacer lo que quiera, realmente no me importa.—Olvídalo.—¡Zadrian, espera! —suplica siguiendo mi paso.Aparentemente, ya se ha curado de las heridas que le causé con el accidente.—No lo entenderías, así que es mejor que lo olvides.Skylar me toma por el hombro y me obliga a detenerme y voltear a enfrentarla. Me siento como un tonto ahora que he confesado los motivos que me mueven. Y es que, ¿qué clase de lobo tiene visiones con una mujer que jamás ha visto?—Sigues diciendo eso, pero sabes que no es cierto. No tienes que aceptar ningún vínculo conmigo para contarme lo que te pasa. Hubo un tiempo en el que éramos amigos —argumenta—, aunque sea por esos tiempos, ¿puedes dejar de tratarme como si tuviese lepra o algo peor? Aquí no hay nadie que te vea, nadie va a juzgarte por hablarle a una Gamma.Extiende la pequeña pieza de madera h
SkylarSumergirme en el agua y nadar siendo libre es uno de los mayores placeres que he experimentado en mi vida. El agua está helada y eso eriza mi piel, pero realmente no me molesta. No sé cuanto tiempo me quedo nadando en esta piscina natural. Cuando vuelvo a emerger, el sol ya se ha escondido un poco más.Creo que no pensé demasiado bien lo de lavar la ropa ensangrentada, ahora deberé esperar a que se seque, pero eso implicaría estar desnuda por mucho tiempo y Zadrian volverá pronto. No me queda más opción que ponérmela mojada.Decido salir del agua, aunque primero me aseguro de que no esté él por ahí. Como no alcanzo a mirarlo y todo parece muy tranquilo, salgo del agua a toda prisa.Recojo la ropa húmeda del tronco y me la pongo a toda prisa, no obstante, algo llama poderosamente mi atención en el momento en que miro hacia abajo.Me parece ver la ropa de Zadrian tirada en el suelo. Eso no puede ser, porque eso significaría que él…En ese momento escucho un ruido del lado opuesto
ZadrianTengo que poner la mayor distancia que pueda entre ella y yo. No puedo dejarme engañar por un estúpido lazo que me obliga a amar a quien decide la luna y no yo.Puedo ver la decepción en los ojos de Skylar y es que por un minuto estuve a punto de caer en sus encantos, en esos labios carnosos, en esa piel bronceada y esos ojos verdes que me miraban con el mismo deseo que yo cuando la vi desnuda en el río.Luego de eso, andamos en silencio todo el camino hasta Evergreen. Nos toma al menos un par de horas llegar, pero finalmente arribamos al pequeño y pintoresco pueblo antes del mediodía.Recuerdo que una vez mi madre me dijo que provenía de aquí. El pequeño pueblo entre las montañas es fresco y amigable, las personas parecen muy amenas, sin embargo, no estamos aquí para apreciar el paisaje.—El hechizo me dice que están por aquí —aviso a Skylar.Ella no me contesta, sigue el paso justo detrás de mí.Terminamos entrando a una especie de callejón que a su vez nos lleva a la parte
SkylarEs un tonto, es un completo tonto.Camino de un lado a otro sintiéndome realmente frustrada. No puedo creer que me haya echado de la casa así sin más. Gruño y termino por recostarme contra un árbol a la vez que exhalo un gran suspiro.—¿Cómo puede confiar en ellos tan fácil? Ah, claro, pero en mí que soy su mate, no —refunfuño.Las palabras de ese lobo revolotean en mi cabeza sin descanso: “Hay una antigua profecía que habla sobre un lobo muy poderoso que tendrá el poder de un brujo, tus padres tenían miedo de tu poder, de que te convirtieras en la destrucción…”»Él no puede ser la destrucción de los lobos, claro que no. Ese tal Griffin miente.Sin embargo, de lo poco que recuerdo del pasado donde Rocco vivía, no olvido lo desesperados que estaban los padres de Zadrian por recuperarlo. Su madre incluso se dejó usar en un ritual extraño en medio del bosque para poder dar con su paradero.Camino de un lado a otro, empezando a sentirme ansiosa por lo que sucede allá dentro. Zadria
ZadrianMe encamino directamente hasta la habitación de Aria, quien todavía se está quedando en nuestra casa junto a Serafina. Las dos brujas elementales se volvieron parte esencial de la manada, aunque ni siquiera fuesen lobas.Toco a su puerta, ella de inmediato la abre y me deja pasar.—Hola lobito, no creí que llegarías tan pronto —comenta con un saludo de beso en la mejilla.Siempre he pensado que Aria siente algún tipo de atracción por mí, aunque no lo puedo asegurar.—Y una de las primeras cosas que hago es venir a verte, ¿ya ves? ¿Quién es tu mejor amigo?Ella gira los ojos hasta ponerlos en blanco y se echa a reír.—¿Te sucede algo? Estás… no lo sé, diferente.—Si te soy sincero, sí, hay algo diferente en mí, y sé que no hay nadie más aquí que tú para decirme la verdad.Aria camina hasta su cama y se sienta en ella con suavidad.—¿De qué verdad estás hablando, lobito?—Aria, sé que no me mentirás. Dime, ¿hay una profecía sobre mí?Su expresión cambia de inmediato, se levanta
Skylar—¡Zadrian! —le grito.Está de pie frente a la casa con los ojos cerrados y parece recitar un hechizo. Intento avanzar hacia él, pero una especie de manto invisible me impide atravesar el umbral de la puerta.Abre los ojos y sonríe, pero ya no parece el mismo lobo que conocí, es como si la oscuridad estuviese a punto de consumirlo. Las lágrimas brotan de mis ojos. No debí hacerle caso, no debí ocultarle la verdad al Alfa Damon.—No te vayas por favor, no lo hagas.—Adiós, duendecilla, tengo que cumplir mi destino —sentencia.Sale corriendo y se aleja en la inmensidad del bosque.—¡NO! —grita Zara. Cae de rodillas en la entrada y golpea el muro invisible en la puerta con insistencia.—Basta cachorrita, te harás daño —advierte el Alfa, que se ha acercado a ella con dulzura.La loba tiene las manos lastimadas y sangrantes. De inmediato la estancia se llena de los diecinueve lobos de la manada. Zadrian nos atrapó a todos, incluyendo a Serafina y Aria. Las dos brujas también se reúne