ZaraFingir durante todo el día que no estoy aterrada de todos los que me rodean; salvo algunos casos; es mucho más difícil de lo que pensaba.Tener que dejar que Asher se acerque a mí y trate de ganarse mi confianza cuando sé que es solo un desgraciado traidor, me hace hervir la sangre por dentro, pero sé que debo mantener las apariencias; al menos hasta que hable con Damon.Es por eso por lo que aprovecho la oportunidad cuando lo veo entrar al estudio a solas. Corro tras de él y detengo la puerta con mi pie antes de que se cierre por completo.Me escabullo dentro y cierro la puerta. De inmediato él voltea y se sorprende al verme ahí.—Zara, ¿qué haces aquí?—Necesito que me digas la verdad —exijo.—¿De qué estás hablando? —pregunta, como si no supiera a lo que me refiero.Sin querer ya estoy llorando, culpo a las hormonas de ello. Empiezo a avanzar hacia él porque, aunque sé que debo tener cuidado, la verdad es que no soporto tenerlo más lejos de mí.—¿Yo soy tu mate? —interrogo sin
DamonMi corazón está roto en pedazos ahora mismo. Escucharla decir todo eso, saber que quizá no hubiese aceptado estar conmigo de haber sabido toda la verdad, me duele.Sin embargo, no puedo negarle que tiene razón. Todo esto es mi culpa, por haber sido tan egoísta y controlador. Ahora no solo Zara corre peligro, también mi hijo, y toda mi manada está hecha un caos.Freya vuelve a tocar la puerta y yo siento que voy a entrar en pánico. Agradezco que a Zara se le haya ocurrido la idea de entrar en esta habitación, pues es la única de la casa en la que realmente estamos a salvo de ser escuchados por cualquiera, pero ahora no sé cómo voy a sacarla de aquí sin que todo se venga abajo.—Deprisa, escóndete ahí —le señalo un estante grande y alto donde mi padre solía guardar su ropa de trabajo antes.Desde que murió lo he mantenido vacío.Zara no protesta, corre a toda prisa al armario y se mete ahí, le sujeto las puertas y antes de cerrar le digo:—No muevas ni un músculo, no hagas ruido,
Damon—¡Zara!Verla desplomarse en el suelo cubierta en un charco de su propia sangre es lo más horrible que he tenido que presenciar. El miedo se apodera de cada fibra de mi cuerpo y no me importa si todo el consejo, Asher, su hija y la maldita bruja se dan cuenta de que he salido del hechizo.Me arrodillo ante ella y la sujeto en mis brazos. Ha perdido el conocimiento y no parece que vaya a reaccionar.—¡Por la luna! ¡¿Qué pasó?! —exclama Asher acercándose también.Le gruño por lo bajo y muestro mis ojos rojos, lo que lo obliga a alejarse.—¿Está muerta? —pregunta Rylan. Magnus también mira con curiosidad y expectación.Pero no lo está, puedo escuchar su corazón latiendo.—No.—El embarazo ha comenzado a afectarle, es probable que no vuelva a despertar —sentencia Lyra.Levanto la cabeza y la miro con furia, ¿cómo es que ella sabe tanto de esto?—Magnus, manda a traer aquí a Hunter y a Jenna, ahora.—Alfa, pero…—¡Ahora! —bramo con un rugido.Magnus no pone más objeciones, sale dispa
ZaraNunca imaginé que morir se sentiría como estar flotando en una nube. En realidad, no imaginé un momento así jamás, pues, lejos de pensar en la muerte, estaba segura de que viviría muchísimos años más.Sin embargo, esta sensación de vacío y soledad que me envuelve no puede ser otra cosa más que la muerte. La oscuridad que me rodea no me deja sentir nada más; por un tiempo creo que esto será todo, ni siquiera recuerdo qué fue lo último que pasó, hasta que, poco a poco, empiezo a tener consciencia otra vez del mundo a mi alrededor…Lo primero que siento es la caricia de una mano sobre la mía. Sus dedos tersos envían una corriente de escalofrío por mi cuerpo.Abro los ojos con pereza, mi vista se siente nublada y borrosa. Intento hablar, pero descubro que mi voz se ha ido, es rasposa y mi garganta está tan seca que no soy capaz de emitir ningún sonido.Cuando mi vista se aclara, ladeo la cabeza y veo a Damon a mi lado. Lentamente me percato de que estoy en la habitación que él me hab
ZaraDespués de comer me sentí mejor, aunque aquello no me duró mucho. La debilidad en mi cuerpo es aterradora.Por un momento llegué a pensar que realmente podría sobrevivir a esto, que viviría para ver a mi bebé nacer y crecer, pero mi cuerpo me dice lo contrario. Ni siquiera creo ser capaz de aguantar hasta el final de la semana.Hago el amago de levantarme de la cama, y casi como un relámpago, Damon se aparece de no sé donde y me sujeta de los codos para evitar que me caiga.—Estoy bien —le digo con la voz rasposa.—No, no estás bien —replica y me obliga a sentarme en la cama otra vez.—Damon, no voy a pasar lo poco que me queda de vida postrada en una cama, al menos déjame estirar las piernas un rato en el bosque.Él me mira con el ceño fruncido, pero parece incapaz de decirme que no.—Está bien, pero lo haremos a mí modo.Dos meses dormida y olvido lo dominante que es este hombre.Saca su celular y a los pocos minutos Hunter se asoma por la puerta con una silla de ruedas. Intent
DamonDos meses, dos condenados meses y tres semanas es el tiempo que llevo sufriendo ver a mi pequeña cachorrita postrada en esa cama sin despertar. Y ahora que por fin la veo abrir los ojos de nuevo y la esperanza intenta arraigarse en mi interior, entonces resulta que ella ya se ha rendido.Mi mayor deseo es que ella sobreviva. Por supuesto que también quiero que nuestro hijo lo haga, pero la información disponible no es demasiado alentadora.Mi último rayo de esperanza es convertirla en lo que soy, sé que es posible que sobreviva si la transformo en una loba, pero Zara se niega y eso está volviéndome loco.Ha sido fácil pretender estar con Freya mientras ella estaba así, pero ahora realmente quiero mandarla al diablo de una buena vez.Todo este tiempo logré mantener a Asher lo más lejos posible, aunque siempre vigilado, y desde que las cosas han estado así, por un breve instante llegué a pensar que podrían funcionar, sin embargo, tener a su hija ahora mismo confrontándome en el pa
ZaraLa puerta se abre con parsimonia mientras la luz de dentro empieza a irradiar hacia el pequeño porche donde estamos esperando. Mi corazón late aceleradamente y las manos me sudan como si estuviesen metidas en agua.Ver a mi madre de nuevo me trae muchos sentimientos encontrados. Por un lado, la extrañaba, pero esa parte de mí ha olvidado todas las cosas horribles y los maltratos que me hizo.También tengo miedo de su reacción al verme a punto de reventar.Bien podría decirle que tenía mucho más tiempo de embarazo del que pensó cuando me fui, pero, aun así, los tiempos no coinciden. De todos modos, tendría que haber tenido al menos cuatro meses de embarazo, y para ese punto, ella lo hubiese notado.No hay forma lógica de explicar esto.Cuando mi madre aparece en el umbral su expresión va de la sorpresa a la felicidad y nuevamente al asombro.—Zara… —Sus ojos enseguida se desvían a mi enorme vientre, y luego pasan a Damon y a Jenna.—Hola madre.—¡Wow! Esto sí que es… inesperado —d
DamonEl rastro que Jenna encontró nos lleva directo a una pequeña casa de dos pisos bastante antigua. Zara no se inmuta, pero la reconoce enseguida.—Aquí viví hasta que pasó todo —murmura.Nos quedamos contemplando la fachada desde fuera por un momento. El lugar parece estar vacío, las ventanas están cubiertas con pedazos mal puestos de madera, y por lo descuidado y empolvado que está el pórtico, es evidente que nadie ha estado ahí en muchos años.—No lo entiendo, ¿por qué tu padre traería a tu hermano a este lugar? —se pregunta Jenna.A mí se me ocurren muchas cosas, pero ninguna buena, y por supuesto, ninguna que Zara quiera escuchar.Suspira profundamente y es la primera en dar un paso adelante.—Vamos.Me interpongo en su camino, para evitar que entre primero.—Será mejor que te quedes detrás de mí, cachorrita.Ella me mira con el ceño fruncido, pero no pone objeciones. Sabe que tengo que protegerla de cualquier cosa, y si allí dentro está su padre, dudo mucho que vayamos a enco