Ya después de tanto trabajar había llegado el viernes. Maximiliano pensó en buscar un poco más información sobre Valentina, pero no sabía por dónde empezar. Aunque sinceramente le parecía algo que él no haría. Por supuesto que no tenía malas intenciones al respecto, solo mirar a esa joven y darle la colgante que de seguro era muy valioso para ella, sin embargo ni siquiera él mismo se podía engañar de esa manera, porque detrás de todo había otra interés un poco más profundo, pero que no tenía nombre, digamos que era demasiada curiosidad e intriga por saber qué era lo que había pasado en la vida de esa joven. Lo que más le llamó la atención a Maximiliano fue la trágica muerte de su mamá, había perdido a su progenitora en un accidente de tránsito y ella había asumido la responsabilidad de continuar con la crianza de su pequeño hermano, eso era algo muy valioso e importante y dejaba ver qué ella era una persona muy buena. Esa joven no salía de su cabeza y se estaba convirtiendo en un ver
—Félix. Espero que no tenga nada que ver con trabajo, eh. Se apresuró en decirle a su amigo, aunque de todas maneras si lo que le iba a decir estaba relacionado con el trabajo, lo escucharía, ni modo. Félix suspiró al otro al lado de la línea lo que le tenía que decir no sería nada agradable para él. —Bueno Maximiliano, sé perfectamente que tienes planes para ir a casa de tus padres y pasarla bien, sin embargo esto no puedo posponer y decírtelo luego, se trata sobre algo importante. Sinceramente a mí también me tomó desprevenido cuando me llamó Ferrán. Pero ni modo, es sobre el trabajo, se cancela por un infortunio. Y no solo eso, además de eso que es sobre el trabajo lo otro se trata sobre un escándalo, acabo de mirar las noticias y siguen hablando de tu visita a la clínica incluso escuché un poco sobre lo que estaban conversando y la verdad es que ya es demasiado —le dijo y Maximiliano se sintió un poco preocupado, impotente, pues nada de lo que se estaba diciendo en la prensa era
Nunca antes se había vuelto tan desesperante estar en una sala de espera y mucho más cuando estaba esperando noticias sobre su pequeño hermanito, ella mucho lo cuidaba y evitaba qué cosas malas le pasaran, lamentablemente algo así era inevitable y se debía a alguna razón. Todavía seguía esperando noticias sobre su hermano Mario. Estaba muy preocupada por su salud y no quería pensar en algo terrible. Pero la imaginación y el miedo de la mano, no era una buena combinación. Así que ya estaban demasiadas cosas en su cabeza. Se tapó la cara y sollozó, inquieta. ¿Qué rayos estaba pasando? —Oye, todo va a estar bien.Le había dicho Maximiliano quién al percatarse de la escena no tardó ni un momento en subirlo al auto e ir directo al hospital. Y aunque al poco tiempo había Mario recuperado la memoria, ahora lo estaban atendiendo por la fiebre. —Sé que es completamente normal que algo así pase, sin embargo no es fácil dejar de preocuparme, él lo es todo para mí. —Puedo darme cuenta de lo i
De manera que Valentina se fue con Mario y lo dejó en la habitación, se había cerciorado de verlo durmiendo. Le dio la medicina, cómo había indicado el especialista. Ya estaba un poco más tranquila y aliviada regresó a la sala en dónde Maximiliano estaba ocupando uno de los sofás, mientras la esperaba a ella. —Yo, vivo aquí desde hace algún tiempo por supuesto no es mi casa, vivo alquilada. Es lo que me puedo permitir ahora —deslizó una sonrisa amarga. —Es un lugar bonito... —No intentes hacerlo ver así, sé muy bien que debería darle una mejor vida a Mario pero... Creo que estoy siendo demasiado tonta al decir esto, Mario tiene donde dormir, come tres veces al día, tiene qué ponerse y educación, realmente estoy agradecida con la vida. —Pero mereces más, eso es lo que quieres decir, sin dar la impresión de que estás siendo desagradecida por lo que tienes. ¿No es así? —emitió y ella suspiró. Era justo eso lo que pensaba. —Sí, he trabajado muchísimo todo este tiempo para mejorar la
Después de platicar sobre el trabajo, Maximiliano se había retirado de su departamento y otra vez la muchacha le agradeció por haber llevado a los dos al hospital, en respuesta le repitió que no tenía de qué preocuparse. De manera que ya Maximiliano se encontraba de camino a la casa de sus padres y durante el trayecto se puso en contacto con su mamá para explicar lo que había pasado, esa razón por la que todavía no había llegado. —Maximiliano, dime que todo está bien, hace rato que te estoy esperando, todavía no llegas, no me digas que ha sido porque fuiste a la farmacia y eso te quitó un poco de tiempo. Se apresuró en decirle a su mamá, mientras parecía bastante preocupado al respecto y Maximiliano tomó una bocanada de aire nada más, no iba a decirle lo que había pasado, bueno, no exactamente no él porque ese incidente sí había sido un poco preocupante para ella, pero no podía contar nada sobre Valentina, que era una desconocida para su mamá. Además de que iba a confundirse con to
—Ahora suceden tantas cosas, ni siquiera sé qué decirte. Bueno solamente te llamé para decirte eso de la llamada, dime si consigues algo de información sobre eso, puede que también sea un teléfono desechable, y ya no te puedas poner el contacto o saber quién estaba llamando la verdad no sé nada... —suspiró. —De seguro yo podré encontrar la información que necesitas y sabremos quién ha llamado, también está esa posibilidad de que la llamada se haya hecho desde un teléfono desechable por lo que sería completamente difícil encontrar o rastrear la llamada. —Sí, estoy consciente de ello, solamente inténtalo, pero si no se puede, entonces lo comprenderé. —Vale. Te avisaré cualquier cosa. Y si vuelven a llamarte, no deberías tomar la llamada.—No lo haré. —De acuerdo. Después de un rato había terminado la llamada y Maximiliano retomó la conducción, directo a la casa de su madre, ya se encontraba en la propiedad y pronto en el interior de la casa, su mamá apareció mirándolo con preocupac
A la mañana del día Lunes, Valentina se levantó como de costumbre ya había notificado a la escuela de Mario que no iría, explicando los motivos por lo que no tendría ningún problema la inasistencia de su pequeño hermano ese día y los posteriores; el tiempo necesario hasta que estuviera recuperado por completo. La verdad es que su hermano era un chico bastante fuerte, ahora mismo estaba en su dormitorio mirando su programa favorito, después de haber tomado el desayuno. Era importante que se alimentara y él no lo había dejado de hacer. Ella apenas estaba terminando de comer el cereal cuando recordó lo del empleo en la compañía de Maximiliano, entonces abrió los ojos de par en par, incluso cuando había estado platicando durante un largo tiempo la noche anterior, nunca llegaron a conversar sobre el horario y por eso se sentía un poco descolocada, ya que era el día lunes, aunque él sabía que tenía a su hermano enfermo y no podía ir a ningún lado... de hecho tenía que avisar a la cafetería
—No, tienes toda la razón del mundo, hay mucho por hacer. Y eso es mi culpa, que no fui, ahora tienes más trabajo. Quiero que sepas que voy a renunciar a la cafetería. Te dije que mantendría el empleo, pero empiezo la semana que viene a trabajar en una compañía, la paga es buena, y para poder aprochada más el tiempo con Mario, he decidido no tener dos trabajos. Eso tomó por sorpresa a Elena. —¿De la noche a la mañana ya tienes un empleo? Es que no lo puedo creer, pero al mismo tiempo me alegro por ti. Es una noticia maravillosa. No sabes lo feliz que estoy contigo, eh —apuntó.—Sí, me ha tomado por sorpresa. No podía decirle cómo fue en ese momento. Así que se limitó a ofrecer una explicación más simple. —Me dejas sorprendida. —Es que al final sí ha funcionado. Me han llamado. Empiezo la semana que viene. De todos modos avisaré a mi jefe en la cafetería sobre esto, así estará atento.—Sí, es lo mejor. Ya sabes cómo es él. Ella conocía mejor que nunca a ese hombre que siempre era