Luka:Que Alicia me viera como un extraño estaba haciendo estragos en mí, pues a pesar de quelos días iban pasando y nos llevábamos bien, parecía irse alejando cada vez más. Ella eratoda mi vida, mi salvación, mi chaleco salvavidas, mi puerto seguro y la estaba perdiendo,tal vez de forma definitiva.No exagero cuando digo que estaba pasando por el peor momento de mi vida, luego de susecuestro claro.Esa noche me sentía por demás deprimido por la situación, así que bebí de más y no lohago muy a menudo, pero ya saben lo que sucede cuando lo hago, aunque por si no lorecuerdan les cuento que cuando bebo suelo cometer grandes estupideces.‒ Disculpa, Luka, no sabía que estabas aquí – dijo excusándose Alicia al irrumpir enel despacho‒ Descuida, no has interrumpido nada‒ Me alegro entonces, ahora te dejo solo haciendo… – y observó la botella de whiskypor la mitad que estaba sobre el escritorio – lo que fuera que estés haciendoDe un salto estuve junto a ella, que trató de salir, pe
Narrador:Los días fueron pasando y con ellos las semanas, trataba de llevar una vida normal, pero le era imposible, Alicia seguía sin recobrar la memoria y se negaba a ver a sus hijos.– Alicia, en algún momento tendrás que ver a los gemelos – le dijo Leandro, quién era el abogado, designado por Luka, que la estaba ayudando con la administración del hotel– Lo sé, Leandro, lo sé, pero me aterra– Hablaré con Luka para que no esté, así no tendrás que cruzarte con él– No es Luka quien me da miedo– ¿Entonces a que le temes?– A los niños– ¡A los niños!, ¿pero que tontería es esa?, ellos no pueden hacerte daño – preguntó algo desconcertado– Ninguna tontería, ellos no pueden hacerme daño, pero yo a ellos sí y mucho– ¿Cómo podría suceder eso?, ellos te adoran y están deseosos de ver a su madre– Y estoy segura que la madre que vive dentro de mí también, solo que no la oigo, Leandro, te juro que por más que lo intento, no logro oírla – y lanzó a llorar– Calma, Alicia, no te hace bien
Narrador:Luka retomó la calma, siempre había sido muy impulsivo, pero, para su suerte, se rodeaba de gente que le bajaban los pies a la tierra cuando más lo necesitaba, durante muchos años por su amigo Renzo y ahora era David.Él había decidido dejar todo aquello en el pasado, pero ya saben lo que dicen del pasado, siempre te alcanza, así que había dejado que lo hiciera.Cuando se serenó, caminó lentamente hacia la silla donde Marco estaba atado, tal y como un animal que se acerca a su presa, pudo sentir el miedo que desprendía, eso hizo que esbozara una sonrisa de medio lado, sus pupilas se dilataran y su mirada se intensificara.– David, quítale la capuchaAl oír la voz, la reconoció al instante y un escalofrío invadió por completo su cuerpo. Hasta ese momento no sabía quiénes lo habían capturado ni el motivo, pero la profunda voz de Luka hizo que el terror se apoderara de su cuerpo. Su mayor temor se estaba haciendo realidad. Sabía muy bien que las posibilidades de salir de esa si
Luka:Tenía a Marco frente a mí, era el responsable de lo que le había sucedido a Alicia, quería matarlo, pero de una forma que sufriera, que se arrepintiera a cada segundo de lo que había hecho, no solo ahora, sino desde que se atrevió a besarla en la discoteca, sabiendo que era mi esposa. Pero estaba dejándolo en manos de mis hombres, por unos minutos creí que era lo mejor, yo había dejado atrás esa vida, ahora era un empresario respetable, el CEO de una gran corporación que abarcaba muchas empresas de diferentes rubros desparramadas a lo largo y ancho del planeta, Alicia era la responsable de eso, ella era mi luz, mi paz, los brazos en los cuales quería cobijarme para sentirme bien, y este desgraciado me lo había arrebatado. Ya estaba en mi coche y me enfurecí de pensarlo, así que apagué el motor y regresé al galpón.– ¡Jefe! – me dijo David al ver que regresaba – creí que se había ido– Lo iba a hacer, pero luego recordé que este desgraciado infeliz me arrebató todo lo que tengo e
Alicia:Me sentía realmente perturbada, estaba perdida. Esto de no recordar nada antes de despertarme en el hospital estaba haciendo mella en mí. El hecho de no sentir nada por el hombre que se suponía adoraba desde que era una pequeña y que no recordara a mis hijos, a mis propios hijos, era aterrador. Todo el mundo trataba de consolarme, de convencerme y convencerse de que todo volvería a la normalidad cuando yo recuperara mi memoria. Empezaba a dudar que eso ocurriera, pero de ser así no creo que todo fuera igual, un hecho muy traumático me había puesto en ésta situación, por lo tanto veía un poco difícil que todo volviera a ser como antes.Le había dicho a Luka que me iría de la casa, en lugar de eso se fue él y ahora la casa se siente muy vacía, creo que hasta lo extraño un poco, pero… ¿por qué? si dije que no le quería. Luego en un arrebato le dije a Renzo que quería el divorcio, pero pensándolo bien, sí lo quiero, no puedo estar con un hombre solo porque todos me dicen que lo am
Narrador:Como bien le había dicho Alicia a Renzo, ellos no interactuaban mucho en la casa, ya que ella, normalmente se encerraba en su dormitorio y Renzo se reunía con el resto de los custodios para conversar con ellos y planificar el día siguiente. Así que el hecho de tener una cena con él, la emocionaba mucho.Le solicitó a uno de los hombres que recogiera el pedido que había hecho por Internet a supermercado para tener los ingredientes de la cena. Cuando llegó a su casa ya tenía todo lo que necesitaba y se puso en ello.Renzo se había marchado más temprano, haciendo que otro de los custodios llevara a Alicia a su casa, para llegar antes y tener esa charla de planificación con todos, antes de que ella llegara y así poder tener esa cena con tranquilidad.‒ Renzo, llegaste puntual como siempre‒ Ya sabes que soy un enfermo de la puntualidad‒ Lo sé y por eso ya tengo todo listo‒ Traje vino, blanco dulce, es el que te gustaba, espero que lo siga haciendo‒ En realidad no lo sé, pero
Narrador:Habían pasado ya varios días desde que Renzo y Alicia tuvieron esa cena. La intención primaria de la joven era que los acercara, sin embargo terminó alejándolos más, si bien el joven seguía velando por su seguridad de manera celosa, trataba de interactuar lo menos posible con ella.– Voy a creer que me estás evitando – le había dicho en una de las pocas ocasiones en las que coincidieron en la misma habitación– No, que va, Alicia– ¿Y por qué es que me lo parece entonces?– Impresiones tuyas, nada más– Renzo – lo detuvo de un brazo cuando él pretendía retirarse – no sé qué fue lo que te hice – lo miró con tristeza – pero te ruego que me perdones– No me has hecho nada – forzó una sonrisa – descuida– Estoy muy sola y ahora creo que también te he perdido a ti– Alicia – le tomó las manos – no me has perdido ni me perderás jamás, es solo que… – pero no terminó la frase, solo se la quedó mirando– ¿Es solo qué?, Renzo, por favor continúa – le dijo casi en un ruego– Es solo qu
Narrador:Luego de semejante conversación y con un ruego más de por medio. Luka se retiró de la oficina de Alicia– Realmente te lo ruego, Alicia, no lo hagas por mí, hazlo por dos ni*ños pequeños que se sienten abandonadosFue lo último que le dijo antes de partir.Alicia había quedado muy trastornada luego de eso. Tenía tantas cosas en la cabeza, tantos sentimientos encontrados. Luka le hacía sentir lo que ningún otro, pero el miedo era más poderoso, ella le sabía un mafioso, un hombre despiadado, capaz de torturar a alguien hasta la muerte, Leandro se había encargado de describirlo como un verdadero monstruo, con la esperanza, claro está, de que Alicia inclinara su amor hacia su persona y no hacia Luka.Habían pasado un par de días y las cosas seguían igual. Pero ese domingo estaba especialmente cálido y soleado, el verano ya se iba presentando, sin traer su agobiante calor aún.– Nana, desayunare afuera, en el patio. Haz que pongan una manta y traigan algunos juguetes para Samuel