✧ NATHAN ✧ Mi día comenzó de maravilla, pero, aquello no duró mucho, ya que Jude Paltrow tuvo la brillante idea de invitar a Lucas a un evento social esta noche. Rompí tres lápices en el transcurso del día a causa de mi profunda frustración. Y, justo ahora, me concentré el doble frente al volante, puesto que, no podía permitirme distracciones. —Jefe, ¿no cree que es muy romántico que se enamorara del futuro padre de su cachorro? Rob, el desastre de chico beta al que hice mi asistente, no dejaba de hablar sobre Lucas y nuestra historia. Era mi culpa, por supuesto. No debí contarle algo tan privado, pero necesitaba desahogarme y él fue la primera persona en la que pensé. Rob era lo suficientemente listo y leal para comprender por qué todo este asunto no podía convertirse en un chisme de corredor en la empresa. —No romantices mi relación con Lucas... Y ya que probablemente lo conozcas esta noche, evita hacer ese tipo de comentarios —le advertí mientras conducía con destino a
✧LUCAS✧Maravilloso…El festival de feromonas alfa empezaba a tornar denso el ambiente.No se me puede ocurrir un peor escenario para una situación tan incómoda; que tener a Jude y Nathan frente a frente en una habitación mientras nos rodean un puñado de personas de alto perfil que no dudarían en desprestigiar al bufete de abogados que emplea a Jude, si a este se le ocurriera iniciar una discusión absurda con Nathan.—¿Qué rayos haces tú aquí?La pregunta de Jude poseía un tono hostil que un alfa pura sangre como Nathan no dejaría pasar. Era más que obvio que ambos poseían un terrible concepto el uno del otro.—No es de tu incumbencia —respondió Nathan con una mirada aguda.Jude dio un paso más cerca de él, ignorando al resto de personas que nos encontrábamos a su alrededor.—Es de mi incumbencia, ya que soy el abogado que Lucas contactó para defenderse de ti, ¿o acaso ya se te olvidó todo el escándalo que montaste en su consultorio hace tan solo un par de semanas?Nathan esbozó una s
✧LUCAS✧ —¡Señor, Chambers! ¡Aguarde! —escuché tras de mí, en cuanto me dirigía a la salida. Nathan se había marchado sin decir nada, y eso provocó que una profunda sensación de intranquilidad se apoderara de mi cuerpo. No debí decir lo que dije, fue grosero, y muy desconsiderado de mi parte. Rob se acercó a mí trotando, y, con la lengua afuera, el joven beta me observó con nerviosismo. —¿Ha visto a mi jefe? Desapareció de mi vista en cuestión de segundos —mencionó, apoyando ambas manos sobre sus caderas. Negué. —Seguro se marchó a casa. —¿Sin mí? —soltó extrañado—. Diablos… ¿Ahora qué haré? —Tranquilo, toma un taxi y ve a descansar, yo iré a su casa para ver como está, por favor, ¿podrías pasarme la dirección en GPS? El joven beta asintió, y su semblante se tornó menos tenso. —Claro, tenga. —él me entregó su teléfono celular para que registrara mi número. Una vez hecho, solo fue cuestión de un par de minutos que Rob me pasara la dirección de su jefe. Con un ademán de mi ma
✧LUCAS✧ Lo primero que vi al despertar, fue una robusta silueta recostada junto a mí en una cama que no era la mía. Y entonces lo recordé. Anoche decidí quedarme en casa de Nathan. Él parecía tan vulnerable y ansioso por compañía que no pude evitar dormir con él. No hubo sexo. Nathan apenas me tocó para quitarme los zapatos y el saco de vestir. Luego, me preguntó si me sentiría cómodo durmiendo en calzoncillos y dije que sí. Él se comportó como un perfecto caballero. Y aquí estábamos. Compartiendo más intimidad de la que me propuse ayer, cuando le permití meterse en mi cama. Nathan era un Alfa apasionado, en todos los aspectos. La atracción que siento por él hoy, va más allá de sus habilidades en la cama. Las cuales son vastas y estimables. Si bien a aquel Alfa lo de dar una buena primera impresión no lo dominaba, no podía negar que su mera presencia, aquella mañana en mi consultorio, despertó en mí un interés que iba mucho más allá del impacto que me dio escuchar su reclamo
✧NATHAN✧ —A este lugar le hace falta personal —mencioné, mientras Amelia introducía la aguja en mi vena—. No es posible que el único doctor y la única enfermera en esta clínica sean tú y Lucas. Es mucho trabajo para dos personas. Sin contar que el médico de cabecera y dueño está en cinta. Amelia me miró con una ceja arqueada. —No hay dinero ni siquiera para contratar a otra enfermera, ¿y piensa que podemos pagarle a otro doctor? —resopló—. Por si no lo ha notado, mi jefe rara vez cobra por su trabajo cuando los pacientes son de escasos recursos, y es por eso que él se esfuerza en buscar fundaciones que estén dispuestas a trabajar con nosotros, pero, no es sencillo, cada vez se hace más difícil conseguir el financiamiento. Tomé una profunda bocanada de aire antes de asentir en dirección a Amelia y su admirable agilidad laboral. —Regresaré pronto, solo permanezca recostado mientras la máquina hace su trabajo. —señaló al aparato que extraía mi sangre. Y así lo hice, a pesar de se
✧NATHAN✧«Miawwww».—Jon, ¿dónde has estado? —bramé, mientras sacaba su pequeño tazón de debajo de la encimera—. No puedo creer cuan grosero eres. Tuvimos una visita muy especial y tú de fiesta con tus amigotes.«Miawwwwwwwwwwww». Le lancé una mirada repleta de desaprobación, la misma que él me devolvió con sus enormes ojos azules.—Siento que solo me utilizas como banco de alimentos, ni siquiera estoy seguro de que seas mi gato a estas alturas, dime, Jon, ¿tienes otra familia? ¿Vives una doble vida?Mi gato gordo e indiferente, enterró su cabeza en el tazón de comida y me ignoró como de costumbre. Su pelaje gris resplandecía recién lavado, lo que probablemente quería decir que alguien estaba cuidando de él mejor que yo.Incluso, el muy maldito se había llevado sus juguetes de la casa.Seguro planeaba abandonarme. Resoplé con resignación. Jon podía hacer lo que quisiera, no lo detendría. Luego de darle un par de mimos al amargado de mi futuro ex gato, fui a la ducha y me di un baño
✧LUCAS✧—Me alegra que no trabajaras horas extras —comentó Nathan, en cuanto subía a su vehículo.Me acomodé en el asiento del copiloto, y suspiré aliviado con la idea de no tener que caminar hacia la parada de buses frente a la clínica.—Y a juzgar por ese elegante traje que llevas —comenté engreído—. Tú intentaste ir a la oficina hoy y no duraste mucho, ¿cierto?—Eso es cierto. —confesó.Nathan se inclinó frente a mí y depositó un casto beso en mis labios. Lo que no era nada inusual, considerando la naturaleza de nuestra relación a estas alturas de la vida.Supongo que de manera no oficial éramos algo parecido a una pareja.Una con una historia de «cómo se conocieron» muy curiosa y anticlimática.***—¿Puedes contarme por qué tu día fue como una patada en los huevos mientras haces la cena? —pregunté en cuanto llegamos a mi casa.Nathan asintió encantado con la idea, y, por lo poco que sabía de él, cocinar era uno de sus pasatiempos favoritos. Estaba seguro que, entre picar verduras
✧LUCAS✧Nathan se puso de pie y tomó su ropa del sillón de mi habitación con el ceño fruncido. La luz de la lámpara junto a él no me permitía ver la expresión en su rostro con lujo de detalle, pero sabía muy bien que estaba enojado.La llamada que recibí hace un par de minutos vino por parte del cantinero de un bar en el centro. Él me comunicó que Jude se encontraba tan borracho que casi se hallaba al borde de la inconsciencia. Y quizás, lo que más me alteró, fue escuchar al hombre tras la línea, decirme que Jude se peleó con unos sujetos, y que recibió un par de golpes.Era una afortunada coincidencia que los dueños del bar conocieran a Jude, y decidieran mantenerlo en el local mientras buscaban comunicarse con algún familiar o conocido del famoso abogado que acababa de perder los papeles en público.—¿Por qué tienes que ir tú, Lucas? —Señaló mi enorme vientre—. No puedes simplemente salir a estas horas de la noche a las prisas hacia un bar para buscar a un alfa borracho y violento.