✧LUCAS✧ —¡Señor, Chambers! ¡Aguarde! —escuché tras de mí, en cuanto me dirigía a la salida. Nathan se había marchado sin decir nada, y eso provocó que una profunda sensación de intranquilidad se apoderara de mi cuerpo. No debí decir lo que dije, fue grosero, y muy desconsiderado de mi parte. Rob se acercó a mí trotando, y, con la lengua afuera, el joven beta me observó con nerviosismo. —¿Ha visto a mi jefe? Desapareció de mi vista en cuestión de segundos —mencionó, apoyando ambas manos sobre sus caderas. Negué. —Seguro se marchó a casa. —¿Sin mí? —soltó extrañado—. Diablos… ¿Ahora qué haré? —Tranquilo, toma un taxi y ve a descansar, yo iré a su casa para ver como está, por favor, ¿podrías pasarme la dirección en GPS? El joven beta asintió, y su semblante se tornó menos tenso. —Claro, tenga. —él me entregó su teléfono celular para que registrara mi número. Una vez hecho, solo fue cuestión de un par de minutos que Rob me pasara la dirección de su jefe. Con un ademán de mi ma
✧LUCAS✧ Lo primero que vi al despertar, fue una robusta silueta recostada junto a mí en una cama que no era la mía. Y entonces lo recordé. Anoche decidí quedarme en casa de Nathan. Él parecía tan vulnerable y ansioso por compañía que no pude evitar dormir con él. No hubo sexo. Nathan apenas me tocó para quitarme los zapatos y el saco de vestir. Luego, me preguntó si me sentiría cómodo durmiendo en calzoncillos y dije que sí. Él se comportó como un perfecto caballero. Y aquí estábamos. Compartiendo más intimidad de la que me propuse ayer, cuando le permití meterse en mi cama. Nathan era un Alfa apasionado, en todos los aspectos. La atracción que siento por él hoy, va más allá de sus habilidades en la cama. Las cuales son vastas y estimables. Si bien a aquel Alfa lo de dar una buena primera impresión no lo dominaba, no podía negar que su mera presencia, aquella mañana en mi consultorio, despertó en mí un interés que iba mucho más allá del impacto que me dio escuchar su reclamo
✧NATHAN✧ —A este lugar le hace falta personal —mencioné, mientras Amelia introducía la aguja en mi vena—. No es posible que el único doctor y la única enfermera en esta clínica sean tú y Lucas. Es mucho trabajo para dos personas. Sin contar que el médico de cabecera y dueño está en cinta. Amelia me miró con una ceja arqueada. —No hay dinero ni siquiera para contratar a otra enfermera, ¿y piensa que podemos pagarle a otro doctor? —resopló—. Por si no lo ha notado, mi jefe rara vez cobra por su trabajo cuando los pacientes son de escasos recursos, y es por eso que él se esfuerza en buscar fundaciones que estén dispuestas a trabajar con nosotros, pero, no es sencillo, cada vez se hace más difícil conseguir el financiamiento. Tomé una profunda bocanada de aire antes de asentir en dirección a Amelia y su admirable agilidad laboral. —Regresaré pronto, solo permanezca recostado mientras la máquina hace su trabajo. —señaló al aparato que extraía mi sangre. Y así lo hice, a pesar de se
✧NATHAN✧«Miawwww».—Jon, ¿dónde has estado? —bramé, mientras sacaba su pequeño tazón de debajo de la encimera—. No puedo creer cuan grosero eres. Tuvimos una visita muy especial y tú de fiesta con tus amigotes.«Miawwwwwwwwwwww». Le lancé una mirada repleta de desaprobación, la misma que él me devolvió con sus enormes ojos azules.—Siento que solo me utilizas como banco de alimentos, ni siquiera estoy seguro de que seas mi gato a estas alturas, dime, Jon, ¿tienes otra familia? ¿Vives una doble vida?Mi gato gordo e indiferente, enterró su cabeza en el tazón de comida y me ignoró como de costumbre. Su pelaje gris resplandecía recién lavado, lo que probablemente quería decir que alguien estaba cuidando de él mejor que yo.Incluso, el muy maldito se había llevado sus juguetes de la casa.Seguro planeaba abandonarme. Resoplé con resignación. Jon podía hacer lo que quisiera, no lo detendría. Luego de darle un par de mimos al amargado de mi futuro ex gato, fui a la ducha y me di un baño
✧LUCAS✧—Me alegra que no trabajaras horas extras —comentó Nathan, en cuanto subía a su vehículo.Me acomodé en el asiento del copiloto, y suspiré aliviado con la idea de no tener que caminar hacia la parada de buses frente a la clínica.—Y a juzgar por ese elegante traje que llevas —comenté engreído—. Tú intentaste ir a la oficina hoy y no duraste mucho, ¿cierto?—Eso es cierto. —confesó.Nathan se inclinó frente a mí y depositó un casto beso en mis labios. Lo que no era nada inusual, considerando la naturaleza de nuestra relación a estas alturas de la vida.Supongo que de manera no oficial éramos algo parecido a una pareja.Una con una historia de «cómo se conocieron» muy curiosa y anticlimática.***—¿Puedes contarme por qué tu día fue como una patada en los huevos mientras haces la cena? —pregunté en cuanto llegamos a mi casa.Nathan asintió encantado con la idea, y, por lo poco que sabía de él, cocinar era uno de sus pasatiempos favoritos. Estaba seguro que, entre picar verduras
✧LUCAS✧Nathan se puso de pie y tomó su ropa del sillón de mi habitación con el ceño fruncido. La luz de la lámpara junto a él no me permitía ver la expresión en su rostro con lujo de detalle, pero sabía muy bien que estaba enojado.La llamada que recibí hace un par de minutos vino por parte del cantinero de un bar en el centro. Él me comunicó que Jude se encontraba tan borracho que casi se hallaba al borde de la inconsciencia. Y quizás, lo que más me alteró, fue escuchar al hombre tras la línea, decirme que Jude se peleó con unos sujetos, y que recibió un par de golpes.Era una afortunada coincidencia que los dueños del bar conocieran a Jude, y decidieran mantenerlo en el local mientras buscaban comunicarse con algún familiar o conocido del famoso abogado que acababa de perder los papeles en público.—¿Por qué tienes que ir tú, Lucas? —Señaló mi enorme vientre—. No puedes simplemente salir a estas horas de la noche a las prisas hacia un bar para buscar a un alfa borracho y violento.
✧NATHAN✧¿Hacer un simple comentario como el que hice después de escuchar la declaración de amor que Jude le hizo a mi Omega me hacía merecedor de un golpe?Claro que no.De hecho, me contuve y esperé a que Jude lanzara el primer golpe, así que lo único que hice fue defenderme. Pero, podía sentir el enojo de Lucas emanando a oleadas de su cuerpo.—Hablaremos mañana cuando estés sobrio, ¿de acuerdo? —Escuché a Lucas decir, en cuanto dos empleados del Bar se encargaban de acomodar al imbécil de Jude en un taxi.Aquel estúpido Alfa, al menos tuvo la decencia de no seguir dando un espectáculo bochornoso en el lugar, y accedió a tomar un taxi.El amable y leal futuro padre de mi cachorro se encargó de pedir el vehículo y dar las indicaciones necesarias para que su mejor amigo llegara sano y salvo a casa.Permanecí a una distancia prudencial para que Lucas no creyera que estaba provocando a ese idiota. Además, controlé mis feromonas al máximo, cosa que no me resultaba para nada sencilla, pe
✧LUCAS✧—¿Qué rayos significa esto? —murmuré en voz baja, apenas bajé del taxi.En la entrada de la clínica, vi dos patrullas de policía, junto con un par de motos, y agentes a pie, que se movilizaban por los alrededores.Aquel extraño despliegue provocó que mi corazón latiera tan fuerte, que por un momento, creí que este se me escaparía del pecho.Amelia, apenas me vio llegar, abandonó la sala de espera para encontrarse conmigo en la calle.—Doctor, intenté contactarme con usted, pero no respondió ninguna de mis llamadas.—Lo siento, anoche apagué mi celular, pero, ¿qué sucede aquí? ¿Por qué vino la policía?—El chico Omega finalmente despertó y quiso hablar con los oficiales, al parecer, piensa dar todos los detalles que recuerda. Doctor, podríamos estar frente a una víctima de “La Bestia”.—Santo cielo… —dije con el corazón palpitándome a mil kilómetros por hora—. ¿Crees que sea cierto? Hasta ahora, ese maldito no ha dejado víctimas con vida.—Podríamos estar frente al primer sobre