Capítulo 324
Benjamin miró a Faustino con desprecio.

—Tú, ¿aún te atreves a acusarme? Primero deberías preocuparte por ti mismo…

Benjamín no pudo terminar la frase. Sus ojos se abrieron con sorpresa. Faustino se había lanzado contra la multitud.

Aunque los matones llevaban barras de hierro, contra Faustino eran inútiles. Faustino se movía entre ellos como un lobo entre ovejas, derribándolos a todos en cuestión de segundos.

Los espectadores, al ver la escena, estallaron en aplausos. Faustino, con una sonrisa fría, se acercó a Benjamín.

El alcalde, ya sin su arrogancia anterior, estaba aterrorizado, con el sudor frío resbalando por su frente.

—Tú… ¿qué… qué vas a hacer?

Faustino soltó otra carcajada fría.

— ¿Qué voy a hacer? ¡Voy a darte una lección!

Al ver el puño de Faustino caer sobre él, Benjamín, olvidando su dignidad, intentó esquivarlo, pero fue en vano. El golpe lo dejó sin aliento, a punto de desmayarse.

—¡Te atreviste a golpearme?! ¡Soy un funcionario del gobierno! ¡Por atreverse a hacerme
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo