Alex
Miércoles, 24 de agosto del 2016
—¿Lo tienes todo hijo? ¿Empacaste todos tus medicamentos? —Mi padre se encontraba junto a mí en el aeropuerto, ya nos habíamos despedido en casa, pero decidió acompañarme al igual que el tío José acompañó a Derek.
—Si papá, lo tengo todo, no te preocupes —dije mientras lo abrazaba, de nuevo.
—El doctor Nielsen me recomendó a un psicólogo muy bueno en Boston. Me puse en contacto con él y te espera el día diez de septiembre en su clínica. —El doctor Nielsen ya había hablado conmigo sobre esto, era mi psicólogo desde que me diagnosticaron TAB, pero me dijo que su colega era igual de bueno que él.
—Está bien papá, no te preocupes —hablé con voz cansada.
—Vale, ya te dejo —acept
CarolUna vez mi abuela me dijo: "Navegamos en el barco del destino, en un mar de situaciones. Vamos rumbo al futuro desconocido para enfrentarnos al mañana que se transforma en presente".No podía tener más razón. La pérdida de mi padre nos marcó la vida a mi madre y a mí, dejando un vacío irreparable. A causa de esto, cuatro años después mamá conoció a David, y a través de su relación y nuestra mudanza a su casa, conocí yo a Alex.Alex fue mi perdición, arruinó mi vida, me enterró muy hondo en el pantanoso lodo de la autocompasión. Me había enamorado de mi futuro hermanastro, ese fue mi primer error, enamorarme.Confié en él, pensé que realmente sentía lo mismo por mí. Me engañó tan bien, que caí en su trampa. Ese fue mi segundo error,
CarolSábado, 17 de septiembre de 2016—¡Me encanta esta canción! —gritó Betty mientras ambas nos movíamos al ritmo de 'Jump' de Against the Current. Sonaba por los altavoces llenando la pequeña discoteca repleta de adolescentes saltando y gritando la letra.—¡Solo salta! ¿Qué esperas Carol? —cantó en mi cara en un nefasto intento de canto. Ambas reímos mientras bailábamos sin parar.De repente Betty se pegó a mí, restregando su trasero en mis caderas, moviéndonos juntas como si fuéramos una pareja lésbica. Era un truco de su parte para jugar con los hombres, divertirnos con las mandíbulas desmontadas de todos los chicos que nos miraban. Pero era solo eso, un truco, y la verdad, nos reíamos muchísimo con la cara que se les quedaba a los hombres a nuestro alrededor.—&iq
AlexJueves, 10 de noviembre de 2016.—Vamos, eso es, más fuerte.Golpe, golpe, golpe, respiración.—Lo estás haciendo muy Alex, de nuevo. Izquierda, derecha, vamos.Golpe, golpe, golpe, respiración.—Ahora más rápido, concéntrate ahora.Golpe, golpe, golpe, respiración.«Me engañaste Alex.»Golpe, golpe, golpe…«Destruiste nuestra relación.»Golpe, golpe, golpe, res… respiración.«Lo arruinaste.»Golpe, golpe, golpe, golpe, golpe…«No podré olvidarlo.»—Alex, concéntrate, domínalo.Golpe, golpe, golpe, golpe… ¡golpe!—Alex, es suficiente dejémoslo por hoy.«Carol…»—No, puedo seguir.
CarolLunes, 14 de noviembre de 2016.—Levántate dormilona, es hora de ir a clases. —Empujé el hombro de Betty por cuarta vez para tratar, en vano, despertarla.—¡Quiero dormir! —refunfuñó como una niña pequeña.—¿Quieres llegar tarde? Recuerda que hoy después del almuerzo es el partido de fútbol, el encuentro entre universidades ¿Te lo quieres perder? —Al momento levantó la cabeza como un resorte. Sabía cuánto le gustaba este deporte, también sabía que iba a ver el partido por los recuerdos que invadirían su mente, y la mía también, debo confesar.—Aun así, quiero dormir más. —Se quejó metiendo la cabeza debajo de la almohada.—Muy bien, no me dejas otra opción que utilizar la fuerza bruta, luego no te quejes.
CarolCon paso apresurado caminé hasta el campo de fútbol donde se celebraría el juego entre universidades. Si Alex estaba aquí Derek también, y si Betty lo veía rodarían cabezas, eso seguro. Debía llegar antes que ella, para calmarla cuando explotara la bomba.Nada más entrar por los portones subí hasta el último escalón de las gradas para tener una buena vista, pero no la vi en ningún lado.«Bien, al parecer no había llegado aún.»Me senté a esperar, este sería un momento muy difícil, el encuentro después de tanto tiempo. Diez minutos después comenzaron a entrar los jugadores mientras las porristas hacían un excelente trabajo de acrobacias, sentía un poco de envidia por no poder estar ahí junto a ellas. Primero entró la universidad invitada y luego la nuestra.
CarolPor mucho que traté y dije que no sucedería, fallé. Mi primera recaída fue un sábado, sábado 26 de noviembre de 2016.Desde que estaba viviendo con Betty me había inculcado el hábito de correr todos los días. Una tarde me vio quejándome de dolor en las articulaciones y al día siguiente ya tenía puesta la ropa deportiva y estaba corriendo junto a ella en la calle.En mis años de animadora sí que hace ejercicios y mantenía una dieta saludable, pero nunca me llamó la atención correr en la calle. Los sábados y domingos hacíamos las carreras por la mañana y los días de escuela en las tardes, siempre salíamos juntas, pero ese día decidí salir más temprano yo sola.No había dormido bien en la noche, estuve pensando mucho en toda la situación que nos r
CarolDomingo, 27 de noviembre de 2016.Al día siguiente Betty y yo en nuestro recorrido de running pasamos por el lugar donde había tenido el encuentro con Alex. Mi cabeza como por instinto volteó en el mismo momento que pasábamos junto al gran árbol que fue testigo de toda nuestra conversación, y la frase en él me hizo detenerme y sonreír como una adolescente enamorada, «que es básicamente lo que era»."Solo pido una vez más."Estaba allí, escrito con tiza en el troco del árbol, mirándome, invitándome a dar el paso sin mirar atrás.—¿Pasa algo Carol? —La voz de Betty me hizo reaccionar del letargo en el que había caído. Se había detenido mirándome con el ceño fruncido.—No, todo está bien —camuflajeé.No le había
AlexMiércoles, 14 de diciembre de 2016.—¿Cuándo vas a borrar esa sonrisa de tonto de tu tonta cara? —preguntó Derek mientras arrojaba su puño enguantado hacia mi cara, pero lo esquivé una vez más.—No lo sé, tal vez nunca. —Traté de llegar a su estómago, pero se giró a tiempo del impacto.—Muy bien, entonces tendré que sacártela a golpes. No puedo joder mi reputación de chico malo al andar con un blandengue que siempre sonríe —bromeó a la vez que se lanzaba sobre mí tratando de acertar un golpe, pero previne su movimiento tacleándolo hasta el suelo. Ambos chocamos bruscamente por la caída, pero solo podíamos reír a carcajadas.—Me alegro por ti, me alegro de verte feliz. —Extendió su mano chocándola con la mía. Me sent&e