Carol
Con paso apresurado caminé hasta el campo de fútbol donde se celebraría el juego entre universidades. Si Alex estaba aquí Derek también, y si Betty lo veía rodarían cabezas, eso seguro. Debía llegar antes que ella, para calmarla cuando explotara la bomba.
Nada más entrar por los portones subí hasta el último escalón de las gradas para tener una buena vista, pero no la vi en ningún lado.
«Bien, al parecer no había llegado aún.»
Me senté a esperar, este sería un momento muy difícil, el encuentro después de tanto tiempo. Diez minutos después comenzaron a entrar los jugadores mientras las porristas hacían un excelente trabajo de acrobacias, sentía un poco de envidia por no poder estar ahí junto a ellas. Primero entró la universidad invitada y luego la nuestra.
CarolPor mucho que traté y dije que no sucedería, fallé. Mi primera recaída fue un sábado, sábado 26 de noviembre de 2016.Desde que estaba viviendo con Betty me había inculcado el hábito de correr todos los días. Una tarde me vio quejándome de dolor en las articulaciones y al día siguiente ya tenía puesta la ropa deportiva y estaba corriendo junto a ella en la calle.En mis años de animadora sí que hace ejercicios y mantenía una dieta saludable, pero nunca me llamó la atención correr en la calle. Los sábados y domingos hacíamos las carreras por la mañana y los días de escuela en las tardes, siempre salíamos juntas, pero ese día decidí salir más temprano yo sola.No había dormido bien en la noche, estuve pensando mucho en toda la situación que nos r
CarolDomingo, 27 de noviembre de 2016.Al día siguiente Betty y yo en nuestro recorrido de running pasamos por el lugar donde había tenido el encuentro con Alex. Mi cabeza como por instinto volteó en el mismo momento que pasábamos junto al gran árbol que fue testigo de toda nuestra conversación, y la frase en él me hizo detenerme y sonreír como una adolescente enamorada, «que es básicamente lo que era»."Solo pido una vez más."Estaba allí, escrito con tiza en el troco del árbol, mirándome, invitándome a dar el paso sin mirar atrás.—¿Pasa algo Carol? —La voz de Betty me hizo reaccionar del letargo en el que había caído. Se había detenido mirándome con el ceño fruncido.—No, todo está bien —camuflajeé.No le había
AlexMiércoles, 14 de diciembre de 2016.—¿Cuándo vas a borrar esa sonrisa de tonto de tu tonta cara? —preguntó Derek mientras arrojaba su puño enguantado hacia mi cara, pero lo esquivé una vez más.—No lo sé, tal vez nunca. —Traté de llegar a su estómago, pero se giró a tiempo del impacto.—Muy bien, entonces tendré que sacártela a golpes. No puedo joder mi reputación de chico malo al andar con un blandengue que siempre sonríe —bromeó a la vez que se lanzaba sobre mí tratando de acertar un golpe, pero previne su movimiento tacleándolo hasta el suelo. Ambos chocamos bruscamente por la caída, pero solo podíamos reír a carcajadas.—Me alegro por ti, me alegro de verte feliz. —Extendió su mano chocándola con la mía. Me sent&e
CarolViernes, 23 de diciembre de 2016.—¡Hola mamá, te extrañé mucho! —Abracé a mi madre nada más verla, corrí a sus brazos como una niña pequeña.—Yo también a ti cariño —dijo, devolviéndome el abrazo, apretándome contra su cuerpo. Nunca había estado tanto tiempo separada de mi madre. Hacía ya cinco meses que no la veía en persona. Poder abrazarla y tenerla a mi lado era lo mejor de todo.—Y tu Alex, ¿no piensas darme un abrazo? —Espera, ¿esa frase la dijo mi madre?Asombro fue poco cuando vi que Alex sonrió y fue hasta donde estaba mamá. ¡Se dieron besos y abrazos! Y yo esta para allí mirando con la boca abierta. ¿Esto es real?—Hola Carol, ¿cómo estuvo el vuelo? —preguntó David parado a m
CarolJueves, 29 de diciembre de 2016.—¿Cómo es Australia? —pregunté a mi amiga al otro lado del teléfono.—Una maravilla, las vistas son las más hermosas. No hay un solo lugar al que no le haya hecho unas cien fotografías como mínimo. —La emoción con la que hablaba se podía notar sin necesidad de verla.—Me alegro mucho por ti, de que estés pasando tan buenas vacaciones. Dile a tus padres y abuelos que les mando besos y abrazos. —La familia de Betty se había convertido en mi familia también, eran muy amables, cariñosos y hermosas personas por dentro y fuera. Abrieron los brazos para mí cuando necesité un refugio de la tempestad, me dieron todo su apoyo, y eso, siempre lo agradecería.—Y tus vacaciones, ¿cómo van? ¿Cómo se está portando Alex?
CarolDomingo, 8 de enero de 2017.—Pero bueno, si pareces otra persona. —¡Wow cambio radical!—¿Te gusta? Estuve un poco indecisa, pero mi prima Valentina me convenció de un cambio de look —lució Betty, mientras daba una vuelta delante de mí, exhibiendo su nuevo corte y color de cabello.Luego de unas excelentes vacaciones, al menos para mí, ya estábamos de vuelta en la escuela. Estaba desempacando cuando entró este terremoto loco por la puerta de mi habitación.—Te quedó hermoso, me encanta —alagué sentándome en mi cama y ella a mi lado. Se había teñido de rubio y lo había cortado un poco también, le quedaba estupendo.—Tú no tienes ningún cambio visible, pero no paras de sonreír, ¿qué ha pasado? —preguntó curiosa chocando mi ho
AlexLunes, 20 de febrero de 2017. —¡Despierta Bella Durmiente, ya salió el sol! —Una molesta y ruidosa voz habló a mi oído, despertándome del sexi sueño que estaba teniendo con Carol. «Maldito sea.»—¿Eres tú, mi príncipe? —pregunté con voz chillona decidido a seguirle el juego.—Que bien me conoces cariñito, aquí está tu macho. —¿Tu macho? Y se ríe el idiota.—¿Vienes a darme el beso del amor verdadero? —Esta vez saqué la cabeza de debajo de las sábanas para poder ver al ʺpríncipeʺ. Estaba delante del espejo como siembre.—Ya quisieras gilipollas. —«Ja, ingenuo.»—Mis labios son una delicia bebé, si no me crees, pregúntale a Carol. —Derek volteó hacia mí con cara
CarolJueves, 16 de marzo de 2017.—¡Carol, espérame! —gritó Betty a mis espaldas a la vez que unas pisadas apresuradas me seguían por el pasillo central de la escuela.—Vamos Betty, quiero ver el anuncio —apresuré a mi amiga que, agitada, llegaba por fin a mi lado.—¿Cuál es la urgencia? Estaba haciendo pis en el baño cuando recibí tu mensaje. —Se quejó.—¿No sabes? —Solo negó con la cabeza—. Marcos me dijo que habían publicado un anuncio en la pizarra. Dice que es una convocatoria para ser alumno de intercambio internacional.—Oh, ¿de verdad? —preguntó asombrada, asentí.—Dice que esto lo hacen todos los años. Publican el anuncio, ofreciendo el lugar para ser alumno de intercambio internacional con la Universidad de Harv