Carol
—Pareces una estrella, te ves hermosa Carol —dijo Alex por tercera vez está noche. Desde el momento en que me vio bajar las escaleras en casa ya arreglada, no ha parado de elogiarme y llenarme de besos.
Me sostenía por la cintura y mis manos estaban alrededor de su cuello mientras nos balanceábamos al ritmo de 'A Thousand Years' de Christina Perri.
La escuela había quedado hermosa con toda la decoración y luces, incluso una gran pantalla que ocupaba gran parte de la pared proyectaba vídeos y fotografías del transcurso del curso escolar. También habían contrataron una banda para que tocara algunas canciones en vivo, y meseros que llevaran copas con vino dulce sin alcohol a todos los invitados.
Al llegar nos hicieron una fotografía a cada pareja y nos regalaron a las chicas un ramo de rosas rojas muy bonito.
—Tú también te ves muy
Alex—¡Me las vas a pagar hija de puta! No sabes con quién te acabas de meter — grité a Sahara que no paraba de reír como la hiena que era.—¿Qué piensas hacer? No tienes nada en mi contra. —Pobre ingenua de mierda, pobre de ella.—Sigue soñando, porque la realidad tocará a tu puerta más temprano que tarde. Despídete de todo tu dinero y la carrera de modelaje que tanto soñaste. ¡Estás jodidamente acabada! Y yo, Alex Cox, aseguraré tu caída. —Ni siquiera escuché lo que dijo.Fui directo a la gran pantalla en la pared buscando una forma de desconectarla para que nadie más viera la imagen en ella, esa era mi privacidad con Carol, y nadie tenía el jodido derecho de verla desnuda. Al llegar vi junto a la laptop que controlaba la música y las imágenes al imbécil de V&ia
AlexMiércoles, 24 de agosto del 2016—¿Lo tienes todo hijo? ¿Empacaste todos tus medicamentos? —Mi padre se encontraba junto a mí en el aeropuerto, ya nos habíamos despedido en casa, pero decidió acompañarme al igual que el tío José acompañó a Derek.—Si papá, lo tengo todo, no te preocupes —dije mientras lo abrazaba, de nuevo.—El doctor Nielsen me recomendó a un psicólogo muy bueno en Boston. Me puse en contacto con él y te espera el día diez de septiembre en su clínica. —El doctor Nielsen ya había hablado conmigo sobre esto, era mi psicólogo desde que me diagnosticaron TAB, pero me dijo que su colega era igual de bueno que él.—Está bien papá, no te preocupes —hablé con voz cansada.—Vale, ya te dejo —acept
CarolUna vez mi abuela me dijo: "Navegamos en el barco del destino, en un mar de situaciones. Vamos rumbo al futuro desconocido para enfrentarnos al mañana que se transforma en presente".No podía tener más razón. La pérdida de mi padre nos marcó la vida a mi madre y a mí, dejando un vacío irreparable. A causa de esto, cuatro años después mamá conoció a David, y a través de su relación y nuestra mudanza a su casa, conocí yo a Alex.Alex fue mi perdición, arruinó mi vida, me enterró muy hondo en el pantanoso lodo de la autocompasión. Me había enamorado de mi futuro hermanastro, ese fue mi primer error, enamorarme.Confié en él, pensé que realmente sentía lo mismo por mí. Me engañó tan bien, que caí en su trampa. Ese fue mi segundo error,
CarolSábado, 17 de septiembre de 2016—¡Me encanta esta canción! —gritó Betty mientras ambas nos movíamos al ritmo de 'Jump' de Against the Current. Sonaba por los altavoces llenando la pequeña discoteca repleta de adolescentes saltando y gritando la letra.—¡Solo salta! ¿Qué esperas Carol? —cantó en mi cara en un nefasto intento de canto. Ambas reímos mientras bailábamos sin parar.De repente Betty se pegó a mí, restregando su trasero en mis caderas, moviéndonos juntas como si fuéramos una pareja lésbica. Era un truco de su parte para jugar con los hombres, divertirnos con las mandíbulas desmontadas de todos los chicos que nos miraban. Pero era solo eso, un truco, y la verdad, nos reíamos muchísimo con la cara que se les quedaba a los hombres a nuestro alrededor.—&iq
AlexJueves, 10 de noviembre de 2016.—Vamos, eso es, más fuerte.Golpe, golpe, golpe, respiración.—Lo estás haciendo muy Alex, de nuevo. Izquierda, derecha, vamos.Golpe, golpe, golpe, respiración.—Ahora más rápido, concéntrate ahora.Golpe, golpe, golpe, respiración.«Me engañaste Alex.»Golpe, golpe, golpe…«Destruiste nuestra relación.»Golpe, golpe, golpe, res… respiración.«Lo arruinaste.»Golpe, golpe, golpe, golpe, golpe…«No podré olvidarlo.»—Alex, concéntrate, domínalo.Golpe, golpe, golpe, golpe… ¡golpe!—Alex, es suficiente dejémoslo por hoy.«Carol…»—No, puedo seguir.
CarolLunes, 14 de noviembre de 2016.—Levántate dormilona, es hora de ir a clases. —Empujé el hombro de Betty por cuarta vez para tratar, en vano, despertarla.—¡Quiero dormir! —refunfuñó como una niña pequeña.—¿Quieres llegar tarde? Recuerda que hoy después del almuerzo es el partido de fútbol, el encuentro entre universidades ¿Te lo quieres perder? —Al momento levantó la cabeza como un resorte. Sabía cuánto le gustaba este deporte, también sabía que iba a ver el partido por los recuerdos que invadirían su mente, y la mía también, debo confesar.—Aun así, quiero dormir más. —Se quejó metiendo la cabeza debajo de la almohada.—Muy bien, no me dejas otra opción que utilizar la fuerza bruta, luego no te quejes.
CarolCon paso apresurado caminé hasta el campo de fútbol donde se celebraría el juego entre universidades. Si Alex estaba aquí Derek también, y si Betty lo veía rodarían cabezas, eso seguro. Debía llegar antes que ella, para calmarla cuando explotara la bomba.Nada más entrar por los portones subí hasta el último escalón de las gradas para tener una buena vista, pero no la vi en ningún lado.«Bien, al parecer no había llegado aún.»Me senté a esperar, este sería un momento muy difícil, el encuentro después de tanto tiempo. Diez minutos después comenzaron a entrar los jugadores mientras las porristas hacían un excelente trabajo de acrobacias, sentía un poco de envidia por no poder estar ahí junto a ellas. Primero entró la universidad invitada y luego la nuestra.
CarolPor mucho que traté y dije que no sucedería, fallé. Mi primera recaída fue un sábado, sábado 26 de noviembre de 2016.Desde que estaba viviendo con Betty me había inculcado el hábito de correr todos los días. Una tarde me vio quejándome de dolor en las articulaciones y al día siguiente ya tenía puesta la ropa deportiva y estaba corriendo junto a ella en la calle.En mis años de animadora sí que hace ejercicios y mantenía una dieta saludable, pero nunca me llamó la atención correr en la calle. Los sábados y domingos hacíamos las carreras por la mañana y los días de escuela en las tardes, siempre salíamos juntas, pero ese día decidí salir más temprano yo sola.No había dormido bien en la noche, estuve pensando mucho en toda la situación que nos r